Capítulo 63

CAPÍTULO 63

Ya se acerca la navidad y ya comienza a sentirse, pero cuando se trata de andar en motocicleta... ¿Quién dijo frío? Y más con mi padre y el señor Overland quienes al parecer se llevan muy bien, hablan alemán todo el tiempo, de paso se les une el tío Frank y la abuela quién no para de hablar cuando conoció al abuelo Félix en Hamburgo. Almenos no está hablando de
sus gustos en películas.

Debo admitir que con Alejandro, Frank y el señor Overland, he pasado un buen día y no me he caído de ningún lado. Mi ángel de la guarda por fin está trabajando.

Lastimosamente, todos se tienen que ir hoy. Pero no sin antes tomarles fotos con mi nueva cámara. Sí, me vuelvo loca con estas cosas. Acordamos pasar
navidad con mis padres y año nuevo con los señores Overland, sin embargo, ellos acordaron venir a pasar todos juntos a nuestra casa, por lo que Kristoff y Anna estarían con nosotros, solo espero que Jaime no se aparezca con Tooth.

El clima me hizo una mala pasada y me resfrié. Y como es de imaginarse, Jack casi se vuelve loco. Me hizo estar en cama 3 días. Y con una serie de medicamentos que su doctor me recetó. Y esto que solo es un resfriado.

-Jack, es solo un resfriado.

-¿Y? Mi abuelo murió de un resfriado.

-Tu abuelo tenía 89 años.

-Para la muerte no hay edad.

¡Ahhh!

Mejor me calmo.

Me llamaba cada hora para saber si estaba mejor, y yo dando vueltas en mi moto nueva sorbeando por la nariz. Luego me arrepentí porque casi se convierte en neumonía. A Jack
le va a dar un colapso nervioso viviendo conmigo, lo sé. Rapunzel "mala-suerte" Corona tuvo una multa por no portar casco, simplemente llegué riendo a casa por no tirar todo contra la pared, no me había percatado
que Jack ya estaba ahí con Kristoff quienes me miraron curiosos cuando entré a carcajadas. Me quería inventar algo, pero a Jack no se le puede
mentir, mucho más con esa mirada enigmática de policía de interrogatorio.

Tuve que mostrarle la multa y casi le da un infarto, no por la cantidad, sino por el hecho de no llevar el casco en mi cabeza, me traumó con benditos videos de accidentes de tránsito y víctimas fatales por no portar casco. En mi defensa, sólo fui por un helado a unas dos cuadras y no miré necesidad de llevar un casco, hasta que allá arriba se acordaron que aún no me habían
puesto nada interesante los últimos días en mi libro de la vida y pusieron a los policías a una cuadra.

Sólo me los imagino y tengo resentimientos.

-Oye, ya nos habíamos olvidado de aquella rubia que la hicimos caer por las escaleras en su cumpleaños.

-Oh sí. Se nos ha escapado.

-Yo digo que hagamos que la orine un perro.

-O que la persiga una cabra.

-O que se cague en el metro.

-Pero ella no usa el metro.

-Tienes razón ¡Ya sé! Le pondremos una patrulla de agentes de tránsito un día que salga sin casco ¡Je je je!

¡Idiotas! El día que me reúna con ustedes me voy a desquitar. Lo juro.

*****

Amo los días festivos de la navidad, será porque en mi casa nunca se celebró a excepción de cuando la abuela no viajaba a Alemania, ella si celebraba a lo grande invitando incluso a los vecinos, corea todas las benditas canciones navideñas y nos dá regalos a todos, aunque sean bufandas tejidas por ella.

Este año fueron guantes.

A Elsa ya se le va notando su embarazo, ya debe andar alrededor de los cinco o seis meses, la verdad que no lo sé, soy mala sacando cuentas. Anna no puede evitar tocar su prominente vientre mientras Kristoff la observa con una ceja enarcada. Bueno, a Anna le encantan los bebés, Kristoff ya tiene que ir sabiendo eso.

Los señores Overland llegaron un par de horas después y mi abuela también les tejió guantes, el señor Overland casi se vuelve loco sólo porque bordó "Feliz Navidad" en alemán, en los de él.

Anna nos hizo usar estúpidos gorros navideños y suéteres con las letras "I love Christmas" le regalé los pinceles que desde hace meses quería pero no podía costeárselos, gritó por horas. A Kristoff le regalé una afeitadora porque en serio, una cosa es una barba de cinco días sin afeitar y otra cosa es querer parecer Dumbledore. Me miró con sus pequeños ojos entre-cerrados por un largo rato.

En fin de año, le di un recorrido a la ciudad en mi motocicleta junto a mi padre, visitamos muchos lugares juntos. La verdad, lo que siempre había querido en mi vida. El mejor regalo que recibí esta navidad, ya estoy comenzando a perdonarlo, ya no siento que le guarde rencor y creo que eso es el perdón.

-Rapunzel, yo no soy bueno usando estas cosas, es más ni siquiera sé que es esto ¿Se come?-se mofa, pasa su lengua por el lente de la cámara y ríe ante su propio comentario.

-Papá, que asco -no puedo evitar reír -sólo presiona ese botón y ¡Taránnnn! Mágicamente se toma una foto -el sonríe, aún mantiene esa perfecta dentadura.

-Bien, sólo ubícate por allá, ó -hace un pausa -¿Qué tal si nos tomamos la foto juntos? El paisaje con la nieve es estupendo y me gustaría tener una foto en Nueva York contigo.

Me observa, ladeando un poco la comisura de sus labios, y bueno ¿Por qué no? Y así nos tomamos como veinte fotos en diferentes lugares. Ni siquiera me había percatado que ya era bastante tarde, y tenía diez llamadas perdidas de mi madre y quince de Jack, ya me los imagino a ellos dos juntos imaginándose las peores cosas posibles. Tengo que llamar a Jack de regreso sino es posible que le dé un ataque de pánico.

-Jack... estoy bien -digo justamente cuando él descuelga.

-Punzel, por Dios, casi me vuelvo loco, me dijiste hace dos horas que ya venían de regreso -ruedo mis ojos.

-Mi amor, lo sé pero aquí afuera está estupendo ¿Quieres venir?

Veinte minutos después ya estaba en el lugar donde nos encontrábamos. Y es que él y Alejandro juntos son unos exagerados, ni el de la cafetería puede voltear a verme.

-Tú mandas, lo secuestramos y lo quemamos vivo -dice mi padre, al ver que Jack no deja de ver con recelo a aquel tipo que no deja de verme.

-O lo desmembramos y lo tiramos a un río -dice Jack, siguiendo su juego.-O le arrancamos los dedos uno por uno -mucho Investigación Discovery.

No puedo evitar carcajearme con esos comentarios. Y ellos tampoco, aunque estoy muy segura que Jack habla en serio.

Hasta que por fin recibía el año nuevo a como se debe, con toda mi familia junta viendo los fuegos artificiales, antes sólo éramos Anna y yo comiendo recalentado, llegando a cualquier fiesta que nos invitaran, hasta ella se ve feliz con Kristoff pintándole las uñas de los pies, aunque Kristoff quiere morir.

Al día siguiente, ya era hora de despedirse de todos y mi padre me abrazó por más de cinco minutos, sé que no quería irse pero él también tiene que volver
a trabajar.

-Te quiero, mi amor. Recuérdalo siempre -me dá un beso en la frente luego de enunciar esas palabras, cuando pueda vendré y tú también llega a visitarnos ¿Sí?

-Está bien papá, toma tus medicinas por favor -él sonríe levemente y me observa a los ojos por varios segundos.

-Lo haré, no te preocupes -continúa su mirada en mis ojos mientras lleva una de sus manos a mi rostro y acaricia mi mejilla -Me tengo que ir, sino Samuel se quejará que fue el único que trabajó en año nuevo. Sonrío.

-Está bien. Saluda al tío Martí. También te quiero, Alejandro -Sostiene mi mano y se retira, pero regresa a darme un último abrazo.

-Adiós, Rapunzel. Te llamo cuando llegue -Asiento, le sonrío por última vez. Inmediatamente siendo un vacío en mi corazón, si, ya está comenzando a tomar un lugar importante dentro de mí, ya siento que puedo llamarle papá.

Siento un tristeza en mi interior, quisiera más tiempo con él.

Les ha gustado?? Pues prepárense...por que algo malo se avecina y los hará llorar...

Pregunta!!!

¿A quién le gusta el Higuel? XD

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