Capítulo 55
CAPITULO 55
Observo con nostalgia a través de la ventana de la habitación, aquel patio inmenso en el que solía jugar de niña, el pasto tan verde como se guarda aún en algún rincón de mi cerebro, las rosas rojas que se lograron salvar el día que aplasté el jardín con las llantas de la camioneta por culpa del maldito de Eugene, ojalá lo estén golpeando en la cárcel, los colibrís se revolotean en el aire y las coloridas mariposas aletean de par en par, todo se ve tan fresco.
-¡SI! ¡FUNCIONAAA! -Los gritos de Jack me sacan de mis pensamientos y volteo a verlo con intriga, está manipulando su celular. Levanta la mirada hacia mí y observo cómo sus ojos resplandecen con el color azul de la polera que lleva puesta.
-¿Qué? -pregunta, niego con mi cabeza sonriendo, él también arquea sus labios y se acerca a mi llevando sus manos a mi cintura juntando sus labios con los míos.
-Te ves preciosa -añade, entre besos.
-Tu igual -digo, guiñando un ojo, correspondiendo sus suaves y delicados besos.
-Osea... ¿Me veo preciosa? -enarca una ceja.
-¡Claro! ¡Pero yo soy la que mata la inspiración -lo rodeo con mis brazos y apego mi cuerpo a él, me gusta que esa fragancia suya se impregne en mi ropa.
-Tú siempre matas mi inspiración y yo no me quejo.
Un golpe en la puerta nos hace ver al mismo tiempo en esa dirección. Me separo de él depositando un último beso y él sonríe, esa sonrisa digna suya.
Abro la puerta y ahí está Elsa viendo hacia el pasillo, inmediatamente vuelve su mirada a mí. Siento una ola de ira recorrer mi ser al verle el moretón en la comisura de su labio. Ella observa mi gesto y donde están mis ojos puestos.
-No es nada -expresa -ya en unos dos días estará completamente curado ¿Ya te vas? -pregunta, intentando evadir el tema, si no lo hubiese denunciado en estos momentos estuviese camino a su trabajo a agarrarlo a golpes. Asiento con mi cabeza por su pregunta, se acerca a rodearme con sus brazos y correspondo su abrazo de la forma más efusiva que puedo.
-Sabes que puedes venirme a visitar cuando quieras y yo vendré más seguido-levanto el lado derecho de la comisura de mis labios intentando hacer una
media sonrisa que no me sale.
-Punzel, préstame tu celular que al parecer este aún está aturdido por el golpe -Jack se acerca a nosotras y ambas vemos en su dirección -Hola Elsa. ¿Cómo sigues?
-Bien, gracias -contesta, mientras saco el celular de mi bolsillo.
-La próxima vez piensa mejor lanzar tu celular contra la pared -hablo, viéndolo seriamente extendiendo mi celular hacia él.
-Fue tu culpa. ¿Para qué me descontrolaste? -me carcajeo y Elsa nos mira frunciendo el ceño. Ahora recuerdo que ella está aquí y mejor no continúo.
Jack comienza a hacer sus llamadas y luego de unos minutos ya estamos saliendo de la casa, no puedo evitar sentir nostalgia y mucho más cuando la
abuela con lágrimas en sus ojos nos extiende un pastel que nos había preparado junto a unas donas, pastelitos, brownies... Ah! Abuelas... -suspiro - me abraza mientras suena su nariz en un pequeño pañuelo blanco.
-Si encuentras un muchacho guapo para mi en Nueva York me lo mandas -solloza, y aguanto una risa pero jack no puede y estalla en carcajadas haciendo que la abuela entre lágrimas termine riendo igualmente. Se abrazan y luego mi madre viene corriendo y se me abalanza haciendo que casi caigamos al suelo.
-Mamá -exclamo.
-Lo siento -la escucho sorber por la nariz.
-Mamá no es como que me vaya para siempre -Intento corresponder su abrazo pero me está asfixiando casi colgando de mi cuello.
-Es que contigo nunca se sabe -me apega más a su cuerpo y ya como que estoy sin aire.
-No se preocupe, Alicia. Si vamos a volver. ¿Cierto Rapunzel? -Jack me mira con sus ojos demandantes, mi padre aparece detrás de Jack y todos volteamos a ver en su dirección, le extiende una botella de vino a él y esboza
una amplia sonrisa.
Alejandro dirige sus ojos verdes hacia mí y me observa, curvo mis labios y él hace lo mismo. Mi madre aún me rodea con sus brazos.
-Alicia, es mi turno -dice, caminando hacia nosotras. Mi madre se aparta limpiando sus lágrimas y ahora abraza a Jack. Ya ni pone resistencia, se está acostumbrando e igualmente la rodea con sus brazos y mi madre
continúa llorando en su pecho y ahora se les une la abuela, hasta gracia le ha causado a Jack.
Mi padre se acerca y no sabe si abrazarme o no, ni yo lo sé, rasco la parte de atrás de mi cabeza y me acerco rodeándolo con mis brazos lentamente. El sonríe y corresponde el abrazo.
-¿Puedo llamarte? -pregunta, y asiento con mi cabeza separándome de él.
-O escribirme -respondo, y él sonríe. La verdad que si me gusta como escribe.
-Sé que aún hay muchas cosas que arreglar entre tú y yo, Rapunzel. Pero ten por seguro que lo lograré -sonrío levemente. No sé qué pensar, después de todo es mi padre.
Caminamos hacia el exterior, el tío Frank trae mi maleta, almenos sirve para algo que no sea molestar. Antes de subir a la camioneta Elsa me da otro
efusivo abrazo, luego la abuela, luego mi madre que no deja de llorar, el tío Luís llega y se despide de ambos.
Jack conduce y observo por el espejo lateral a todos aquellos locos quedar a lo lejos, que melancolía. Yo, Rapunzel, sintiendo melancolía.
-Jack...
-Rapunzel... -dice, casi de inmediato y sonríe.
-Necesito algo que me levante el ánimo -Jack frunce el ceño y luego enarca una ceja mirándome por un par de segundos.
-¿Algo como qué?
-No sé, una hamburguesa -digo, encogiéndome de hombros mientras suspiro.
Jack ríe a carcajadas
-Bien, entonces nos vamos a parar en algún lugar a comer grasa.
-Jack la princesita -no puedo evitar reír, Jack se detiene y me mira de la forma más feroz posible, espero la regañada del siglo, quiero contener las risas pero no puedo.
-Rapunzel... Rapunzel... te vas a quedar sin hamburguesa -dice, mientras pone el auto en marcha nuevamente.
Nos detenemos en un lugar de hamburguesas, Jack abre la puerta del copiloto para mí y al bajarme, a la par del puesto de hamburguesas veo un puesto de helados, y a la par del puesto de helados hay un puesto de Hot Dogs y a la par de este último hay
una pizzería. Mis ojos brillan al recorrer toda esa calle, más adelante hay un puesto de dulces y sostengo el brazo de Jack con fuerza cuando me paro a la par suya, el me observa con la entre-ceja fruncida y mira en la misma dirección que mis ojos han hecho el recorrido.
-Sí, ya sé, vamos a pasar por cada uno de esos lugares y de paso vamos a llevar un cubo por si vomitas como la vez que te comiste mi postre -río a carcajadas y él toma mi mano llevándome al lugar de las hamburguesas y así recorrimos cuatro lugares, la princesita no compró nada para él pero insistí,
así que terminó llevándose un helado. Estando en el puesto de pizza siento una incomodidad en mi vientre y llevo mi mano a la zona.
-Jack -lo tomo del brazo y me mira intrigado -tengo que ir al baño.
-Y esto que no has empezado a comer, Rapunzel-se mofa y ríe, pero yo no puedo reír.
-Es otra cosa -digo, buscando el baño con la mirada.
Jack frunce el ceño y divisa los baños antes que yo, me acompaña esperándome afuera y entro lo más rápido que puedo, bajo mis bragas y sí, es eso ¡Joder!. ¿Por qué Dios me hace esto? Por suerte llevo pantalones
oscuros. Saco mi celular de mi bolsillo y observo que hay un mensaje multimedia y es del tío Frank, lo abro desconcertada y es una foto de deadpool con mi cara recortada sobre la suya ¡AHHHH! Yo estresada y él enviándome estas cosas, aunque me hace reír mientras pongo papel sanitario
sobre toda la taza del baño, Anna dice que estos lugares no es de fiar, y necesito sentarme aquí al menos mientras espero a Jack ¡Qué vergüenza! Marco su número, espero ahorita si esté
funcionando, por suerte contesta casi de inmediato.
-¿Rapunzel? -dice, al descolgar.
-Jack... tengo un problemita. -¿Por qué no me pasan estas cosas con Anna?
-¿Necesitas que entre ahí?
-No -llevo mi mano libre a mi cabeza y hundo mis dedos en mi cabello -necesito que vayas por toallitas femeninas, urgente.
Silencio del otro lado. Si de por sí para mí es incómodo, no sé cómo será para él.
-¿Qué? Rapunzel... significa que... ¿no habrá sexo por varios días? -murmura.
-¡Joder! ¿Yo estresada desangrándome y tú pensando en sexo? -escucho sus risas que me causan gracia ¿Ya qué? Reír por no llorar como dicen popularmente. Escucho una risa femenina al otro lado del sanitario donde estoy y siento vergüenza.
-Eso... -dice la chica -déjalo sin sexo.
Enserio que sigo pensando que el destino si está pre-escrito y estoy segura que el ángel o querubín o cualquier ser que escribió el mío estaba bien aburrido. Jack va por las toallitas cortando la llamada al salir de este lugar.
Espero a jack pacientemente sentada en el sanitario y comienzo a tamborilear mis vans contra el piso de cerámicas en desesperación, la chica que estaba en el sanitario a la par sale y escucho sus sandalias dirigirse al lavamanos.
-Me voy, disfruta tus días de menstruación.
Puta.
-Gracias -sólo a mí me pasan estas cosas -Y... ¿Te lo limpiaste bien? -me mofo, ¿Ya qué? Está haciendo el dia conmigo.
-No tienes idea, creo que hasta quedó rojo -resopla.
¿Ah? No, es que definitivamente nunca conoceré gente normal. Ella camina hasta la puerta de salida y me asomo por debajo de la puerta del sanitario.
Solo veo sus sandalias rojas perderse detrás de la puerta.
Sola otra vez. Creo. Escucho pasos de tacones entrar al baño.
-Oye, ¿Y viste al sujeto bien guapo que iba saliendo de aquí cargando unas bolsas de comida?
Frunzo el ceño y mis oídos de inmediato se activan.
-Sí, -una de ellas suspira y ruedo mis ojos -debería pedirle su número.
Claro, hazlo y yo te rompo la madre.
-Pero...llevaba anillo de matrimonio -dice una, entrando en el sanitario a la par. Que observadora, hasta en eso se le fijó, malditas perras.
-¿Y? Eso no es un problema.
¡Hija de puta zorra! Me asomo por debajo de la puerta del sanitario nuevamente y veo unos zapatos negros de charol bastante feos pero no le logro ver la cara. Las tipas salen y mi celular suena. Malditas, las odio.
Descuelgo.
-Rapunzel, no les veo las putas alas por ningún lado.
Frunzo mi entrecejo y risas sonoras que no puedo contener salen de mi interior.
-¡Joder Rapunzel! Estoy pasando vergüenzas aquí entre mujeres ¿Y tú sólo te ríes? -Más risas de mi parte y esto hace que él también ría conmigo, no... es que... no puedo con esto.
-Jack, mira el empaque, ahí dice si son con alas o no -esto debe ser una broma.
-¡Ah! -resopla -ya las tengo. Eso me hubieses dicho desde el inicio, ya llego.
Cuelga la llamada y yo comienzo a reír otra vez ¡Hombres!
Capítulo nuevo!!!!
¿Qué les pareció? :3
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