Capítulo 50
CAPITULO 50
Intento sonreírle lo más que puedo y él se regresa a su plática con mis tíos.
No entiendo nada de golf, ni siquiera sé quién es Tiger Woods ni qué diablos es el Masters, mi padre nunca me dejó interesarme por esas cosas "masculinas" que a él le gustaban y peleaba todo el tiempo con el abuelo Félix porque me enseñaba béisbol, una "señorita" no juega a ese tipo de cosas, ah no, pero si puede ir a una escuela militar a usar armas y pegarle tiros en la frente a un maniquí. Algo normal en todas las mujeres.
Mi abuela sale con un enorme pastel y con mamá empieza a encender las velas, todos comienzan a cantarle Feliz Cumpleaños a Alejandro mientras mi madre toca el piano. Una vez terminado el coro, que debo admitir me escondí para no tener que cantarlo junto a todos, Jack se acerca a mis espaldas haciendo que me sobresalte y el vaso con agua que estaba tomando se derrame en el suelo.
-Jack... -volteo y él sonríe ampliamente -me vas a matar, maldición.
-¿Qué haces aquí Rapunzel? Tú deberías estar cantando allá afuera junto a tu padre.
-Yo no soy de estas cosas -niego con mi cabeza. Mientras intento drenar un poco de las gotas de agua que han quedado en el vaso.
-Dijiste que pondrías de tu parte -se cruza de brazos con una expresión de molestia en su rostro. Suspiro.
-Ya lo abracé tres veces, Jack -recalco, levantando los tres últimos dedos de mi mano.
-Habla con él, pregúntale ¿Cómo se siente? ¿Qué tal le ha ido? ¿Cómo la ha pasado conmigo? -enarca una ceja.
-Tú lo que quieres es saber si le agradaste -suelto una leve risa, mientras él rodea mi cintura con sus brazos.
-No muñeca. Ya sé que le caí bien, me lo dijo varias veces no necesito volverlo a escuchar -sonríe victorioso.
-Pero qué modesto -exclamo irónica, con una mano sobre su pecho.
-Por cierto, que linda te ves con ese vestidito rosa -me mira de pies a cabeza - hasta me dan ganas de quitártelo -muerde su labio inferior y me apega a su
cuerpo de una manera que me hace reír.
-Bien se lo quitas más tarde porque ahorita la necesito -mi madre entra a la cocina, Jack se estremece y se separa de mí, aclara su garganta mientras oculta una carcajada, siento mis mejillas arder, que vergüenza. Dios llévame ahora.
Mi madre se acerca a nosotros y mira el agua derramada en el suelo.
-¿Quien fue? -nos mira alternadamente con un gesto de desesperación, ella odia la suciedad.
-Bueno, yo no sostengo un vaso -pronuncia Jack con toda la maldad posible, maldito, río a carcajadas y mi madre lleva su mirada acusadora hacia mí
-Tu -me señala con su dedo índice, mi sonrisa se disipa -no te muevas de ahí.
La observo retirarse y frunzo el ceño, tan solo unos segundos después viene a paso rápido con un trapeador y me lo entrega. Miro a Jack que está ocultando una carcajada, lo fulmino con la mirada, pongo el vaso sobre la
mesa y comienzo a trapear.
-Por cierto, no sabía que tocaba el piano señora Corona-se dirige a mi madre que mira detenidamente como trapeo el piso porque si una gota sigue ahí tengo que limpiar nuevamente.
-Ah, y sé tocar muchas otras cosas hijo, si quieres pregúntale a Alejandro.
Tierra, trágame.
-Mamá...
-¿Qué Rapunzel? -dice como la más obvia -Violín, cello, guitarra... -entrecierro mis ojos para observarla, yo entiendo su doble sentido. Sube las cejas
pícaramente y Jack ya no puede más ríe tanto que se tiene que sostener de la mesa, mi madre también ríe y yo me tengo que contener porque se supone que debo regañarla por esos tipos de comentarios.
Mi madre quita el trapeador de mis manos y lo recuesta sobre la pared, toma mi mano y se dirige a la puerta de la cocina.
-Vamos Rapunzel. Necesito que hagas un sonido melodioso con el piano, voy a dedicarle unas palabras a tu padre.
-¿Qué? ¿Tú también tocas el piano? -hablo Jack, ambas volteamos a verlo mientras viene tras nuestro con un gesto desconcertado.
-Bueno... -rasco la parte trasera de mi cabeza.
-Desde los cuatro años -me interrumpe mi madre y Jack frunce el ceño.
-No es que sea buena tampoco -me excuso.
-¿Qué? Puede tocar Winter Wind de Chopin -mi madre mira a Jack quién nos mira alternadamente con una extrema curiosidad en su rostro.
-Podía tocar Winter Wind de Chopin, madre -aclaro, viéndola con cansancio.
-¿Cómo no va a ser buena si la hicimos en los baños de un concierto de música clásica? -Inmediatamente llevo mi mano a su boca para evitar que dé
más detalles. jack intenta contener la risa, pero no puede, ríe nuevamente y mi cara se llena de todo tipo de color, esta mi
madre y sus cosas.
La llevo conmigo a jalones sin despegar la mano de su boca hasta llegar al supuesto escenario.
Me siento en el piano y me da un librito con una partitura, inmediatamente noto que es una música armoniosa de Beethoven, por suerte ya me la sé.
-Hola -saluda mi madre y todos voltean a verla mientras da una vueltecita -Yo le he escrito un poema al cumpleañero -sus ojos se cristalizan y lleva las
manos a su pecho, mi padre sonríe y niega con su cabeza, sabe por experiencia que de mamá no se sabe que esperar. Mi madre aclara su garganta mientras espera que todos tomen lugar.
-Vamos Rapunzel-murmura, y comienzo a tocar la bendita canción.
-¿Alejandro la recuerdas? Es la canción que sonaba cuando nos conocimos -su voz se quiebra y puedo jurar que en los ojos de Alejandro hay un suave brillo que indica que están húmedos, él asiente con su cabeza y la abuela hace sonidos de ternura, me recuerda a la señora Overland.
-Para mi Alejandro -inicia y todos esperamos atentos.-Recuerdo cuando estábamos en la secundaria, Y me tiraste por aquellas escaleras, Pero de qué otra forma me hubiera fijado en ti, Si parecías calavera.
No sé si reír o seguir tocando, pero no puedo hacer ambas cosas en este tipo de situaciones. Todos comienzan a reír a carcajadas, incluso ella misma, mi padre sostiene su estómago con ambas manos y puedo jurar que está a punto de tirarse al piso. Jack se ha sentado a la par de él y casi se atraganta con la
copa de vino que estaba tomando, comienza a toser y ríe hasta más no poder, no me puedo contener, me carcajeo dejando a un lado la supuesta melodía, es que esta mi madre es única.
-No, ya -ella aclara su garganta y alisa su vestido de flores con las palmas de sus manos intentando recuperar su respiración al igual que todos los presentes-sólo quería alegrar la fiesta y veo que ya lo logré -ríe nuevamente -ahora si seriamente, solo quiero decirte mi Alejandro-papá limpia las lágrimas de sus ojos causadas por la risa -que eres el hombre más asombroso que haya podido
conocer, y sin ese empujón por las escaleras no te hubiese conocido -todos ríen nuevamente -y si no hubiese estado conmigo todo ese día en la enfermería, nunca hubiésemos sabido lo mucho en común que teníamos;
estoy orgullosa de tener un esposo como tú que no cambiaría por nada ni nadie. Aunque seas terco... te amo y te deseo un felicísimo cumpleaños y
miles de años más.
Mi padre se levanta y va a sus brazos con una sonrisa, la besa en los labios, todos comienzan a aplaudir, se forma un nudo en mi garganta al ver esta escena ¿Desde cuándo a mi me conmueven cosas así? Jack los está viendo con una sonrisa y luego me mira a mí haciéndome una seña de que él hará lo mismo, niego inmediatamente con mi cabeza y él ríe nuevamente.
Ya cuando la atmósfera está más calma, y ni tanto porque mi madre a la par de la abuela hacen a todos estallar en carcajadas, Jack se sienta a la par mía e insiste en que le toque alguna melodía y "para Elisa" de Beethoven es la primera que se viene a mi mente, que original
Rapunzel, pero como Jack no es del mundo de la música clásica no parece importarle, se recuesta en mi hombro con su brazo rodeando mi cintura.
-Te voy a comprar un piano -dice, mientras continúa viendo mis dedos tocar aquellos acordes.
-Bien, pero que sea un piano normal, no "EL" piano -hago énfasis en esa palabra y él ríe nuevamente.
-Tú eres una completa cajita de sorpresas, mi amor. Almenos esto no me da miedo como esas jodidas peleas que te gustan -bien, eso me causa gracia y dejo de tocar para ver su rostro -Sabes, ahora que lo pienso bien, mejor te hubiese mandado a investigar con un detective privado, así no me hubiese
llevado tantas sorpresas.
-Jack... es más lindo que te des cuenta por ti mismo ¿No crees? -esbozo una media sonrisa -a mí me gusta descrbir cosas tuyas por mí misma, no porque alguien más me las diga.
Él sonríe, y unas carcajadas a nuestro costado nos sobresaltan. Quien más que mi abuela y mi madre haciendo chistes. Jack me mira divertido.
-Sabes... Me agrada tu familia. Vengamos todos los fines de semana -dice, sentándose erguido en la banqueta que estamos.
-Por supuesto que no -continúo la melodía que había dejado a la mitad.
Mi madre se levanta y junto a la abuela le llevan el pastel a Alejandro y él comienza a cortarlo, todos comienzan a aplaudir. Luego, la abuela se nos
acerca con una de esas cámaras a la antigua que sacan las fotos de inmediato.
-Digan "Magic Mike" y sonrían -dice, poniendo la dichosa cámara frente a nosotros.
-¿Magic Mike? Abuela... ¿Porqué tú ves ese tipo de película? -enarco una ceja en lo que ella esboza una gran sonrisa.
-¿Qué diablos es Magic Mike? -pregunta Jack curioso.
-Una película bastante sabrosa.
-Abuela...
Jack ríe a carcajadas y me mira.
-Te digo que vamos a venir todos los fines de semana y punto.
Uhhh ya llegamos al capítulo 50!!!!!, ¿Lo pueden creer? Estoy muy feliz por ello y todo es gracias a ustedes.
Tal vez haga un maratón, no lo se, pero les diré que a partir de este capítulo les aré una pregunta al final de cada capítulo x3, así que vamoooos.
¿Cuántos capítulos creen que tendrá la historia?
Comenten lo que creen y los estaré leyendo, cuídense!!! Chao
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