Capitulo 32
CAPITULO 32
Jack me abraza, maldito, que agradezca que no lo agarré al estilo Kung Fu Panda, le pide a Kristoff que lo llame luego y me alza en su hombro, al tener esa vista de sus burbujas, todo odio hacia él se me pasa.
-Aquí es cuándo me arrepiento de haberte dicho que Miguel es gay -digo,mientras caminamos tomados de mano por la playa.
-Si no lo hubieses hecho los mato a ambos -espeta, con fingido odio mirando al frente.
-Sé que estás loco, pero no creo que llegues a esos extremos -río, él sonríe mientras lleva su mirada a mí.
Quito mis zapatos y los llevo en mis manos, la arena entre mis dedos es la mejor sensación del mundo, para mi sorpresa,Jack hace lo mismo, no me hubiese imaginado nunca que él caminaría descalzo por un lugar así.
Desde dónde estoy, un enorme oso de felpa blanco colgando desde el techo de un establecimiento llama mi atención, cosa que no pasa desapercibida por Jack ¡Como siempre! Sus pequeñas y peludas manos sostienen un corazón rojo con letras doradas que se leen "I LOVE YOU".
-¿Te gusta? -pregunta Jack, deteniéndose por un momento para verme a los ojos.
-¿A ti no? -ironizo, ya está anocheciendo y el tráfico de personas ya no es tan pesado en este lugar.Jack mira el oso con descontento.
-La verdad no, muy sonriente para mi gusto -no puedo evitar reír -pero, lo conseguiré para ti-dicho esto pone sus zapatos en sus pies y yo hago lo mismo con los míos, se encamina al lugar conmigo tomada de su mano.
-Tienen que derribar 10 soldaditos con esta escopeta -afirma el encargado del lugar, su cabello a lo muy afro es levemente revuelto por el poco viento que azota en estos precisos instantes, lleva una camiseta azul con el logo de la feria. Le dá la escopeta a Jack y la toma como si es algo a lo que está perfectamente acostumbrado.
-Practiqué tiro al blanco hace unos años, espero aún recordarlo -articula,mientras apunta hacia el primer soldadito, dispara sin éxito.
-¡Mierda! -sisea, sonrío mientras niego con mi cabeza.
-Una bala menos -dice efusivo el tipo del gran afro.
-Que mal puntería señor Corona-menciono, con tono de regaño fingido hacia Jack. El ríe, haciendo que el segundo intento por derribar al soldado sea un
fracaso por la risa.
-Esto es tu culpa,Rapunzel -me mira con desapruebo y dibuja una sonrisa perfecta en su rostro.
-Déjame intentar -digo, tomando la escopeta,Jack me cede el lugar milagrosamente sin regaños -si lo gano es tuyo -le guiño un ojo, él sonríe, sé que piensa que no lo haré.
-Sólo queda una bala señores -el del afro habla, mientras esponja más su cabello viéndose en un espejo de mano que sostiene.
Me pongo en posición y apunto, tengo que concentrarme el doble con Jack tan sexy de brazos cruzados parado a la par mía.
-Y bien... 1, 2, 3 ,4 -Jack me mira atónito -5,6,7,8 -el del afro voltea a ver cada uno de los soldados que van siendo derribados con una expresión de asombro en su rostro -9,10.
La alarma que anuncia al ganador comienza a sonar, luces de colores comienzan a dar vueltas por todo el establecimiento.
Jack me mira atónito y el hombre del afro aún sin poder creerlo baja el enorme oso de felpa y me lo entrega, es casi de mi tamaño. Jack me mira confuso.
-Es tuyo -digo, estrechando el oso hacia él -un trato es un trato -continúo y me dispongo a caminar hacia el establecimiento de Adrien una vez que él tiene
el oso en sus manos.
-Rapunzel, ¿Qué... Qué fue eso? -me sigue a paso rápido, me rodea y se ubica frente a mí.
-Escuela militar.
-¿Escuela militar? -repite mi frase en forma de pregunta.
-Sí, fueron más bien unos campamentos a los que el señor Corona me obligó a ir por cinco años seguidos mientras mi hermana visitaba una academia de ballet en el verano.
-¿Y eso por qué? -frunce su entrecejo, se ve tan divertido cargando el enorme oso de felpa.
-Ya te lo comenté, me odia -digo, luego de un suspiro y continúo mi camino.
-Tu padre no te odia, Punzel-escucho detrás de mí -de hecho, el día que hablé con él me habló muy bien de ti.
Esas palabras hacen que me detenga de golpe y gire sobre mis talones hacia Jack.
-¿Tú hablaste con mi padre? -me cruzo de brazos viéndole fijamente -me comentaste de mi madre pero jamás de mi padre.
-No te molestes,Rapunzel.
-¿Cuándo? -le interrumpo ¿por qué me oculta estas cosas?
-El mismo día que llamó tu madre, y me pidió que no te comentara al respecto -dice, con voz derrotada, lo observo fijamente.
-No ha contestado mis llamadas desde que me mudé a Nueva York -alzo la voz, esto no me agrada.
-Talvez deberías ir a verlo, yo puedo ir contigo...
-¿Qué? ¡No! -vuelvo a interrumpir -¿Es que no lo entiendes? Él ahora si quiere dárselas del padre responsable sólo porque estoy casada contigo Jack.
-Eso no lo sab...
No dejo a Jack terminar su frase, giro de inmediato y molesta me encamino hacia el establecimiento de Adrien, ¿Por qué diablos me oculta estas cosas? Ya
le había comentado sobre mi padre ¿Y todavía lo defiende?. Mi mente divaga entre todos esos pensamientos, ni siquiera sé si Jack sigue mis pasos o no,hasta que me toma de la cintura y comienza a hacerme cosquillas.
-¡Jack! ¡No! -comienzo a reír carcajadas -¡Jack! bas..... bas.... ¡Basta! ¡Por Dios! -balbuceo entre risas, por fin se compadece de mí y me suelta,choco contra una pared y deslizo mi espalda sobre esta -¡Te odio! -exclamo,limpiando las lágrimas de mis ojos provocadas por las risas.
Jack va por el oso de felpa que había dejado recostado sobre una pared marrón, me extiende la mano para ayudar a levantarme.
-Vamos por ese vestigio que tienes por celular -dice, mientras me pongo de pie con su ayuda.
-¿Vestigio? ¡Uy! Señor culto, diccionario andante, enciclopedia humana...
-Rapunzel, a veces deseara que fueras muda -dice, con su mirada de desaprobación -en serio.
-Si fuese muda ¿Quién te diría cuando te mires guapo? ¿Eh? -le guiño un ojo y él sonríe ampliamente tomando mi mano para ir por mi celular.
Caminamos hacia la motocicleta mientras reviso mi celular, todo está bien,todo está tranquilo, el táctil funciona y suena bien, no mato a Jack. Tengo como mil mensajes de Anna, eso no es normal.
De: Anna.
"Terminé con Hans. Lo encontré besándose con la zorra de Astrid en la fiesta de cumpleaños de Esmeralda (a la que no me invitaron)"
¡Ja! No sé porqué, ya lo sabía.
De: Anna.
"Estoy segura que también se revuelca con Esmeralda, hijo de puta"
De: Anna.
"Si conoces algún amigo guapo y soltero de Jack me lo presentas"
Sonrío.
De: Anna.
"Recuerda usar protección ;)"
No, ella nunca se va a componer, espero Jack no haya logrado leer eso. Lo borro inmediatamente.
Jack toma las llaves de la motocicleta en cuanto las saco del bolsillo trasero de mi pantalón, me entrega el oso y ahí me percato... ¿Cómo voy a llevar este oso gordo en esta cosa?
Puta.
Lo voy a vender.
No lo vendí, no sé como lo logré llevar en la motocicleta, pero ya las manos me duelen, no vuelvo a ganar cosas para Jack.
Llegamos a la casa de los señores Overland, la señora Margot está sentada frente al enorme televisor sobre el sillón blanco, con su cabello trenzado hacia un lado y un bello y fino vestido blanco, mira el enorme oso que Jack sostiene.
-¡Oh! Recuerdo cuando tu padre ganó uno para mí, era un enorme conejo que llamé Cecilio -sonríe -hace muchas lunas.
¿Cecilio?
-Bueno, yo gané ese para Jack -miro a Jack triunfante, quién deposita las llaves de la motocicleta dentro del mismo cofre del otro día, sólo sonríe.
-Sí, nunca le den un arma a Rapunzel, por favor -manifiesta, mientras se dirige camino a las escaleras haciéndome una seña de que suba con él.
-Extraño las citas -exclama la señora Overland.
-¿Qué? ¡Margot! Tenemos citas todos los días, mira, hoy te preparé brownies
-El señor Overland sale de la cocina y le da un casto beso en los labios -sonrío, entiendo porqué ellos aún siguen juntos, ya deseara yo encontrarme un esposo así.
Subo a la par de Jack, dándole las buenas noches a los señores Overland quienes contestan al unísono. Una vez en la habitación,Jack deposita el oso
sobre la silla giratoria de la habitación, mientras tanto voy a cambiarme al baño.
Una vez que salgo luego de cepillar mis dientes,Jack está ahí sentado sobre el filo de la cama y levanta levemente su mirada.
-Punzel, ¿Qué opinas de las citas? -pregunta, mientras comienza a quitar sus zapatos.
-Odio las citas -digo, rodeando la cama para acostarme de mi lado, él suelta una risa suave y me mira mientras me recuesto.
-¡Y yo que iba a invitarte a una cita donde el tema principal sean las hamburguesas! -ironiza, finjo emoción llevando una mano a mi pecho.
-Entonces... amo las citas -exclamo y río levemente -ya hablando en serio,cuando te la pasas bien con alguien las citas son hermosas -él se queda pensativo por varios segundos.
-¿Y cómo sería para ti la cita perfecta? -comienza a quitarse la polera blanca dejando su torso al descubierto, no, así no se puede.
-No lo sé... -me siento sobre la cama recostando mi espalda sobre el cabezal -creo que lo único que importa es si te la pasas bien con esa persona.
-¿Cómo la paso yo contigo? -pregunta de inmediato, tomando una toalla encaminándose hacia el baño ¿Acaba de admitir que la pasa bien conmigo? frunzo mi entrecejo, que Jack diga algo así, es tierno.
-Yo también la paso bien contigo, Jack -él abre la puerta del baño
esbozando una sonrisa.
Luego de unos minutos, sale del baño, con sólo su pantalón de pijama puesto,se acuesta a la par mía y su loción de baño se impregna en mis narices de inmediato, él se acerca a mí, ya ni siquiera recordábamos el trato del metro de distancia.Jack extiende su mano y me recuesto sobre su hombro mientras revisa unas estadísticas de la empresa desde su celular, que no logro ni
lograré comprender aún con sus múltiples intentos de hacerme entender esa cantidad enfermiza de números, hasta que me vence el sueño y me quedo dormida entre sus brazos.
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