38) Mi cumpleaños

Lunes de actualización!!!

Al final dejé una nota que agradecería mucho si leyeran.

Disfruten el capítulo 😉

Juro que si vuelvo a escuchar esa alarma sonar, la destruiré, y después la incineraré. Con la poca paciencia que me quedaba tomé la alarma esa y la apagué.

Mis piernas estaban en automático, me llevaron al baño mientras yo intentaba despertarme completamente. Ducha, dientes, vestuario, cabello, y listo, eso era todo lo que haría. Era mi cumpleaños y debía agradecer que era sábado y no debía ir a trabajar.

Eso me entristeció un poco. Por fin un cumpleaños sábado, con mi mejor amiga, su ahora esposo, con Erick devuelta, y sin Jayden. Mi corazón se hundió en mi pecho cuando recordé que él no estaba aquí para desearme un feliz cumpleaños, y que no lo estaría en los próximos días.

Al bajar a la cocina me encontré con el desayuno que cualquier cumpleañera desearía. Todo era obra de una persona.

Esmeralda: Feliz cumpleaños. —Sin poderlo evitar me lancé a sus brazos y la apreté con fuerza.

Quería tanto a Esmeralda, ella siempre sabía cómo solucionar las cosas, y con una sonrisa te alegraba el día. Era tan amable que me era imposible no quererla. ¡Y encima me alimentaba! ¿Quién no quiere a alguien que lo alimenta?

Vane: Gracias, gracias, gracias. Eres la mejor, Esmeralda. Muchas gracias. —Ella se rió cuando comencé a llenarle la cara de besos. Al parecer le hacía cosquillas y eso me hacía sonreír.

Eran tan bueno dar amor, y más a personas como ella.

Después llegó Brook, mi buen amigo Brook. También me felicitó y después de algunas suplicas, logré que se sentara a desayunar conmigo mientras conversábamos de todo tipo de cosas. También quería a Brook. En ese día quería a todo el mundo.

La mañana fue para recibir llamadas de felicitaciones por parte de mis familiares. Fue muy lindo de su parte recordar que hoy cumplo años. Fueron más de lo que esperé recibir, incluso la mamá de papá, mujer muy seria, se tomó unos segundos para llamar y felicitarme desde nuestro país natal. La tía multimillonaria de mamá dijo que tenía un regalo muy especial para mí, por supuesto, después de felicitarme por todo lo alto y recordarme lo bueno de vivir cada momento. Aun no usaba el último regalo que me dio y ya sentía curiosidad por este. Esa mujer era famosa por dar regalos peculiares.

La última en llamar fue Génesis, y fue para recordarme que debo comprar un vestido, para celebrar la nueva edad.

Edad nueva. No me acostumbraba a tener veinticinco. Si hace poco tenía veinticuatro, ¿Cómo podía estar cumpliendo veinticinco ya?

Al final terminé yendo con Brook a comprar el vestido, cosa que no tomó mucho tiempo si considerábamos que hablábamos de mí, luego volví a casa y para mi mala o buena suerte, Génesis estaba ahí con unos estilistas. Si ella trajo eso, debe ser porque lo que sea que planeó es muy grande.

Y así damas y caballeros fue como me dejaron hecha una hermosura andante, bueno, bueno, tampoco es que super modelo, pero de que me veía bien estoy segura. Ella dijo algo sexy así qué.

Me miré una vez más en el espejo, conteniendo una gran sonrisa. Llevaba un vestido rosa pálido, ajustado hasta las costillas y suelto hasta los muslos. Mi cabello decidí atarlo en un moño elaborado, y así lo hicieron. Llevaba unos tacones a juego, un maquillaje increíble, y una actitud de campeona, lista para lo que se viniera. Solo me hacía falta una cosa para estar completamente feliz...


Minutos, estaba empezando a odiar a los minutos. Cinco cuarenta y dos de la tarde, y según Génesis, debemos salir casi a las seis. Estaba tan ansiosa que me puse a dar vueltas por la habitación.

Mi celular sonando llamó mi atención. Me hacía falta una llamada en ese día, una llamada de la única persona que no estaba conmigo, y algo dentro de mí me dijo que era él. Así que dejando mi desesperación de lado, tomé la llamada, sintiendo a mi corazón comenzar con su carrera habitual.

Vane: Hola.

Feliz cumplíamos, hermosa. —Una gran sonrisa se formó en mis labios al escucharlo.

¡Era él! ¡Era él! Me faltó poco para dar saltitos por la habitación, arrojarme sobre las almohadas y comenzar a gritar, como cuando Erick me escribía en mi adolescencia. Todavía hoy me emociona, pero en serio, antes era todo un espectáculo digno de ver. Una vez incluso me caí de la cama.

Vane: Gracias —respondí, no pudiendo contener mi emoción.

Jayden: Lamento la hora, es que estaba muy ocupado con el trabajo. Pero no olvidé felicitarte.

Vane: No, yo sé que no te olvidarías de mi cumpleaños -le dije con un suspiro-, ¿Cómo están yendo las cosas en Kansas?

Esta vez quien soltó un suspiro fue él.

Jayden: Están yendo, eso es lo importante. —Durante un momento se desconectó para decirle algo a alguien—. Pero todo está saliendo bien, regresaré para principios del mes que viene.

Miré mis pies, desanimada.

Vane: Cómo es la vida, ¿no? Seis años fuera, y cuando vuelves tampoco puedes estar en mi cumpleaños. —Sin contar que hemos pasado por tantos problemas últimamente y por fin encontramos un momento de paz, quise decir, pero no encontré el valor.

Jayden: Así es. Pero no te preocupes, te llevaré algo que compense mi falta. El año siguiente podemos hacer algo, quizás hasta te lleve de viaje. —Mi corazón se detuvo. ¿Él... él acaba de planear un viaje para dentro de un año? Al parecer se dio cuenta de sus intenciones porque carraspeó—. ¿Y qué harás?

Dejando el desesperado ladito de mi corazón de lado, me encaminé hacia la cama y me senté en ella. Antes de soltar un resoplido.

Vane: No sé.

Jayden: ¿No sabes?

Vane: Es que Génesis está planeando algo y no me quiere decir. Traté de persuadirle, pero está como una tumba. Casi nos tenemos que ir, a las seis más o menos.

Él se quedó en silencio un momento.

Jayden: ¿Génesis está planeando algo? —cuestionó, le afirmé—. Te extrañaré.

Sin poderlo evitar me reí.

Vane: Oye, ella no sería capaz de matarme.

Él soltó un resoplido divertido.

Jayden: ¿No? Ya estoy planeando mis palabras para el funeral. —Se aclaró la garganta—. Comenzaré con algo así: Buenas noches, damas y caballeros. Esta noche estamos reunidos aquí para despedir a un ser casi ejemplar. Vanessa, una chica inocente que de alguna forma cayó en manos de Génesis Morgan, una psicópata. Diría más, pero temo por mi vida. Muchas gracias y buenas noches.

Me tomé el estómago mientras me reía. Esta no era la primera vez que bromeaba así sobre Génesis, pero siempre era divertido.

Vane: Debo decirle esto —comenté entre risa.

Jayden: Ya veo lo mucho que me quieres. —Cómo no tenía idea. Al otro lado se formó un silencio extraño, casi incómodo—. Oye, ¿solo serán ustedes?

De inmediato supe por qué la pregunta. Pero no quería pelear hoy, era mi día.

Vane: No lo sé. Lo más probable es que no. Pero cualquier cosa te aviso.

Él afirmó con la garganta y se quedó en silencio. Ya no estaba de humor para hacer bromas.

Jayden: De acuerdo. Ya debo irme, saldré de la oficina. —Cuando traté de responderle se adelantó—. Estoy contando los minutos para verte. Adiós, hermosa.

Vane: Adiós comenté con desanimo.

Y tras eso colgó.

Me quedé mirando el celular hasta que Génesis entró en la habitación y me dijo que debíamos irnos. Por primera vez en su vida condujo como una persona normal hasta sacarnos fuera de la ciudad. Por un momento consideré las palabras de Jayden, y le di una mirada a mi mejor amiga al volante. Brook venía detrás, pero nadie sabría lo que podía pasar dentro de ese auto.

Nos detuvimos frente a una casa con luces apagadas, era de las del tipo estructurados para eventos.

Me relajé.


Vane: Pensé que harías algo más exagerado -comenté, en tanto salía del auto.

Ella sonrió con superioridad.

Génesis: Cómo se nota que no me conoces, chica. —Se hizo para atrás el cabello, como una diva—. Querida, esta será la mejor noche de nuestra vida.

Al entrar al salón todo estaba vacío, no habían mesas, no habían personas. Miré a Génesis con confusión, ella me tomó del brazo sin decir una palabra y me sacó hasta el jardín del lugar. Mis ojos observaron todo lo que había con mucho asombro. ¡Es una fiesta al aire libre! Esto era algo que no había dicho, pero a mí en serio, en serio, me encantaban las fiestas al aire libre. Era como estar en un lugar diferente, no hacía calor, y muchas veces, como esta, habían luces por todo el lugar, lo que le daban un aire más interesante a todo. Disfrutaba mucho estas fiestas, y presentí que también lo haría con esta.


( * )


Después de como una hora algo se me hizo bastante extraño. Me acerqué a Génesis. Ella bebía algo en la barra que habían instalado junto a la pared de la casa. Todo estaba esplendido, incluso muchos de mis primos estaban aquí.

Vane: ¿Invitaste a Erick? —pregunté sin rodeos, antes de girarme hacia el barman—. Un Semillion por favor.

—En seguida.

Vane: ¿Y bien? —insistí cuando el chico estuvo fuera de nuestro alcance, preparando mi bebida.

Ella me miró con las cejas alzadas.

Génesis: ¿Y bien qué?

Esta vez las que se alzaron fueron mis cejas.

Vane: Hay veces en las que me pregunto si eres tonta o sólo lo haces para hacerme enojar. —Su risa confirmó que era la segunda—. ¿Invitaste a Erick o no?

Génesis: Esa información no puedo dártela todavía. 

El barman volvió con mi bebida, le agradecí y después me giré hacia Génesis con las cejas alzadas.

¿Cómo que no podía darme esa información todavía?

Vane: ¿Por qué no?

Génesis: Porque no. Y será mejor que vayas a disfrutar la fiesta, en dos horas nos vamos. —Iba a preguntarle hacia dónde, pero se adelantó—. Es una sorpresa. Te dije que este sería el mejor cumpleaños de todos. Ahora vete y déjame disfrutar de mi alcoholismo en paz.

Volví a la fiesta riéndome. Lo que quedó de la noche busqué a Erick entre los invitados. Esta mañana había recibido un mensaje de su parte, pero no se había reportado en todo el día, y tuve la esperanza de encontrarlo ahí. Pero no lo encontré. 

No tenía a Jayden, y tampoco a Erick. Las cosas no habían cambiado mucho, salvo que ahora me felicitaban.

Después de la fiesta, en la cual casi no pude hacer nada porque mi familia tenía los ojos en mí, Génesis se disculpó con todos y me sacó de ahí con Brook siguiéndonos los pasos.

Condujo de regreso a la ciudad. 

Le pregunte incesantemente hacia dónde nos dirigíamos, pero estaba como una tumba, no soltaba nada ni aunque la sobornara.

Al final me resigné y escuché música el resto del viaje.


( * )

El Night Club 21. 

Esta chica estaba realmente loca. De adolescente siempre quise venir aquí. No podía entender cómo todavía recordaba esas cosas. Supongo que eran cosas de mejores amigas, guardaban lo más importante y siempre trataban de hacerte feliz.

Cuando bajamos del auto no nos formamos en la larga fila, ella me tomó del brazo, y con Brook siguiéndonos avanzamos, recibiendo malas miradas por parte de todo el que estaba esperando. 

Al llegar a la entrada Génesis le dijo algo al guardia y este, después de dirigirnos una mirada, nos dejó pasar. Así como así.

Una vez dentro la música comenzó a sonar dentro de mis oído con fuerza. Era un lugar alucinante. Habían dos pisos, en el de abajo habían cubículos en las esquinas, mesas, y todo tipo de bebidas y miniatracciones, en la otra esquina había una gran barra que se extendía por toda la pared. Y en el centro había una gran pista, que en ese momento estaba llena de personas. En la esquina izquierda, junto a la pared, había una escalera que llevaba al segundo piso. Desde allí se podía ver al primer piso, y también habían mesas, pero estas parecían más privadas, o... exclusivas.

Sin soltarme del brazo mi mejor amiga me arrastró hacia las escaleras, y después de hacer lo mismo que hizo afuera con el guardia que estaba ahí, subimos a la zona exclusiva.

Para ese punto estaba más que confundida. Ella les decía algo al oído y ellos nos miraban y nos dejaban pasar. No entendía cómo funcionaba eso.

Cuando estuvimos sentados los tres en un sofá con forma de U y una mesa de cristal justo en el centro, me giré hacia Génesis, buscando comprender toda esta situación.

Vane: ¿Qué acaba de pasar? —Como la música no se escuchaba tan alta desde este piso no tuve necesidad de gritar.

Ella se encogió de hombros, mientras se llevaba el Martini anteriormente pedido, a la boca.

Génesis: Bueno, como la señorita quiera. —Se acomodó en el sofá para darme el frente—. Lo de la fiesta fue una distracción. Tú querías ver a tus padres, amigos, esas personas que solo te felicitan en tu cumpleaños y se olvidan de ti el resto del año. Y como te gustan las fiestas al aire libre, pues nada mejor. Sobre esto. —Señaló el lugar completo—. Pues vinimos a celebrar de verdad. Digamos que estuve investigando un poquito sobre el dueño, y nos topamos "por casualidad" en el gimnasio al que va. Le comenté sobre nuestro cumpleaños, lo especial que eras para mí, pero que no teníamos a donde ir, y mira lo que conseguí. —Sonrió de aquella forma que ocultaba promesas, antes de mirar detrás de mí hacia las escaleras—. Y ahí viene por lo que me estabas preguntando antes. 

Señaló un punto detrás de mí con una gran sonrisa.

Al girarme me encontré a dos personas acercarse también con una gran sonrisa.

Vane: ¡Erick! —Me levanté de un salto. Me acerqué a él y lo abracé con todas mis fuerzas—. Pensé que no te vería hoy —susurré, pasando olímpicamente de Ben, a quien no le importó mucho y se acercó a su esposa.

Erick: Eso nunca -me envolvió en sus brazos cariñosos y cálidos, eso que siempre me abrazaron cuando lo necesité—. Feliz cumpleaños.

Cuando nos separamos me extendió una pequeña caja, una que tomé con mucho agrado. Si algo había aprendido en la vida era a recibir los regalos con agrado. Las personas los compraban para hacerme feliz, y no podía rechazarlos. Eso era de mala educación y podría romper los sentimientos de esa persona.

Vane: Muchas gracias —Le sonreí.

Todos nos sentamos en el sofá, y después de algunos minutos  llegaron mi hermano y su esposa. Se veían tan bien juntos, era como si dos fuerzas se hubiesen unido para romper el mundo. Caminaban con una seguridad, como si supieran que se veían increíbles juntos.

Se sentaron con nosotros después de saludar a Erick.

Eva llegó poco después, con un vestido escotado que jamás, repito, jamás, había pensado que se pondría. Ella no solía usar ropa escotada, pero  esa noche se veía perfecta. Lo confirmó la mirada de Brook puesta en ella desde el momento uno.

Una idea comenzó a formarse en mi cabeza al ver cómo se sonreían, y casi los abrazo a los dos para emparejarlos. Pero dejaría que el tiempo actuara con ellos, sino intervendría yo.

Ellos dos debía terminar juntos, como que me llamaba Vanessa Hernández.


( * )

Me levanté después de media hora, con intenciones de bajar a disfrutar de la pista  y las increíbles canciones que sonaban por los altavoces.

Génesis: ¿A dónde vas? —preguntó, dejando su bebida y a su esposo de lado.

Vane: A bailar, ¿Vienes? —Ella sintió con una sonrisa antes de ponerse de pie. Me giré hacia Eva. Se encontraba un poco cohibida desde que llegó—. ¿Quieres bailar con nosotras, Eva?

Ella levantó la vista de su bebida sorprendida. Poco después sonrió amigablemente.

Eva: Bueno. —Se levantó, consiguiendo la mirada de Brook en su espalda.

Casi se me sale un: "Hombre, deja de ser tan intenso, si sigues así tendré que llamarte Kennedy".

Me abstuve de reír cuando pensé en ello. Pero era cierto, Brook no le quitaba el ojo de encima, y considerando lo discreto que solía ser, se estaba poniendo mucho en evidencia. Eva lo había visto ya varias veces mirándola. La pobre se sonrojaba y miraba hacia otro lado. Para ser sincera, hasta yo me sentiría cohibida sintiendo esa mirada de Brook sobre mí. ¿Y cómo me di cuenta de todo esto? Porque me pasé esa media hora viéndolos. A ver si se acercaban, si se hablaban, si hacían algo. Me estaba emocionando mucho con esa pareja, y me recriminé no haber pensado en una relación entre dos antes. ¡Sí se pasaban todo el día juntos fuera de mi oficina, y a veces hasta los escuchaba reír!

Bajamos las escaleras, Génesis y yo con una gran sonrisa en la cara. Ambas nos dimos cuenta de lo que pasaba entre esos dos. Bueno, creo que hasta Jeyson, que es Jeyson, se dio cuenta de lo que le pasaba a Brook.

Sin duda alguna estaba siendo una noche bastante interesante.

Nos dejamos llevar por la estruendosa música. Bailamos dos canciones movidas, meneando las caderas una junto a la hora, y reiendo por lo tontas que nos veíamos. Tontas pero felices. Nos estábamos divirtiendo mucho, hasta que ellas propusieron ir por algo de beber. Iba a ir con ellas, pero una de mis canciones favoritas comenzó a sonar y me quedé a disfrutar mientras bailaba como si sólo yo estuviese en la pista. Algo debía agradecerle al alcohol que ya circulaba en mi ser.

Cuando quise darme cuenta, alguien se me acercó por detrás, me rodeó con los brazos por la cintura, y mientras su olor particular me llenaba los sentidos, susurró sobre mi oreja:

—Sorpresa, hermosa. 

El aire dejó mis pulmones... Su voz.



Hola a todxs. Espero que les haya gustado el capítulo, y disculpen la demora, suelo escribir mejor de noche.

Este apartado lo quise utilizar para agradecerle a todxs el apoyo que le están dando a la historia. Sé que no es fácil leer una historia que se escribe lento, en la que los personajes suelen ser bastante desesperantes y las actualizaciones inconstantes la mayor parte de tiempo. Agradezco que sigan aquí, y lo valoro mucho.

Esta historia, como le dije a alguien hace relativamente poco, es de alguien que se atrevió a escribir una historia y publicarla, de alguien que se esforzó hasta el final y logró terminarla sin apenas saber nada sobre la escritura, con esfuerzo, pasión, y amor por las cosas que hacía. Esa persona era yo. Y por respeto a esa persona y las puertas que me abrió a este mundo es que no he cambiado muchas cosas con la edición. Créanme, con todo lo que sé ahora esta historia hubiese sido algo muy diferente, y las cosas hubiesen avanzado un poquito más rápido, o diferentes, no sé. Pero por esa persona no lo hago. Porque respeto el empeño que ella le puso a esto, y me sentiría muy mal de tomar su esfuerzo y cambiarlo por lo que sé ahora. Si la vida fuese así muchas cosas no serían.

Con esta historia aprendí mucho, mejoré mucho, conocí a personas que hoy son parte de mi día a día, y encontré algo que me gusta hacer. Por eso solo tiene pequeños cambios, más de ortografía y gramática, que de trama. Eso sí, sé lo que estoy escribiendo, y toda esta tardanza tiene un propósito y una razón de ser.

Sin embargo, si en algún momento quieren abandonar la historia yo no tendré ningún problema con ello. Entiendo que lo que escribo no tiene por qué gustarle a todo el mundo.

Dicho esto, les deseo una hermosa noche, y me gustaría saber sus hipótesis sobre el capítulo que viene. Es uno de mis favoritos, jejeje. 

¿Recuerdan que Vanessa dijo una vez que no era buena después de beber? Bueno, en el capítulo siguiente descubriremos por qué 😈

Hasta el viernes, personitas del mundo. Un enorme besos para todxs 😘


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