33) Muy incómodo

Segunda publicación, esta vez no es tan tarde. Vamos mejorando.

Sería un lindo gesto si ponen la canción en el segundo ( * ) Que aparezca, le dará a esa parte cierta emoción que quiero poner. Pero si quieren la ponen desde el principio que yo no tengo problemas, jajaja. Solo que me gustaría que la escucharan en esa parte.

Pero bueno, ya vayan a leer y al final me dejan su opinión del capítulo 😉

Jayden: ¿Qué dijiste?

En segundo se había levantado de mi pecho, y ahora sus ojos me miraban bien abiertos, a la espera de que le dijera algo.

Tragué salí saliva.

Quise que me pasara un tren por encima por haber soltado algo que apenas me había admitido a mí misma, algo que se suponía, trataría de superar para que las cosas volvieran a su lugar.

El sueño me abandonó de repente para que mi mente se pusiera a trabajar.

Vane: Estem... eh..., lo-lo entendiste mal. Quería que decir que me gusta... tu cabello, pero no pude terminar. Tengo mucho sueño y las ideas no se asocian como deberían, así que me confundí un poco.

La expresión de Jayden no cambió, me estaba estudiando como si no quisiera herirme, pero a la vez no quisiera ocultar que no me creía. Tragué una vez más, sintiendo el estómago revolverse.

Jayden: Vanessa, yo sé lo que escuché —acusó con suavidad.

Mis manos sudaban. Yo no era buena nerviosa, y me estaba poniendo muy nerviosa.

Vane: Es-es que —Me llevé las manos a la cara—. No me creas, ¿de acuerdo? No era cierto. Como te dije, no logré organizar las ideas en mi cabeza, me confundí con el libro, lo que quería que pasara, y lo que te quería decir. No confundas las cosas por favor. —Lloriqueé, perdiendo el orgullo.

Esperé que dijera que me creía, que estaba bien, lo olvidaría, por más tonta que fuese mi actuación. Pero eso no fue lo que obtuve.

Jayden: Vanessa —llamó, para un segundos después tomar mis manos con las suyas y apartarlas de mi rostro. Se veía tan tranquilo, tan comprensivo que dolió—. Hablemos ¿sí?

Negué como una niña pequeña.

Vane: No, no quiero hablar. Ahora piensas que me gustas y eso no es cierto. —Volví a lloriquear sin soltar una sola lágrima. Por dentro quería hacerlo, en serio quería llorar, pero no podía.

Su rostro se contrajo un segundo, pero después suspiró y me miró más comprensivo, incluso sonrió con calidez.

Jayden: Está bien, todo el mundo se equivoca. Si me dices que no te gusto te voy a creer, ¿de acuerdo? —Asentí una sola vez—. Y gracias —Lo miré con el ceño fruncido —. Por lo del cabello.

Sonreí algo forzada. Había dicho esa mentira hace menos de tres minutos y ya la estaba olvidando.

Vane: No es nada. Me gusta mucho, es muy suave. —Asintió sin decir nada más.

Nos quedamos en silencio. Comencé a sentirme incómoda y sabía que él se sentía igual. Dijo que lo iba a olvidar pero no lo estaba haciendo, de seguro estaba pensando en eso y la mente me estaba dando vuelvas por las ganas que tenía de salir de ahí. Necesitaba espacio para pensar, y con él frente no podía hacerlo.

Antes de decir algo escuché su voz.

Jayden: ¿Entonces a las ocho? —Su pregunta me desconcertó por completo. ¿A las ocho qué? ¿Acaso no veía que ahora mismo no era capaz de pensar con claridad? Él sonrió divertido—. El sueño y tú no hacen buena combinación, ¿eh? —Estornudó—. Mejor te lo explico todo mañana.

Asentí, perdida por completo de lo que me quería decir.

Me levanté de la cama seguida por su mirada. Debía salir de ahí, de lo contrario terminaría delatándome.

Vane: Voy por algo de agua, tengo sed. ¿Quieres?

Busqué mi calzado junto a la cama.

Jayden: No, gracias.

Asentí y lo dejé acomodándose en la cama. Después de ir a la cocina por un vaso de agua, me dirigí a la sala de estar y me senté en uno de los sofás individuales, pensando en no volver a la habitación en un rato.

¿Qué rayos hice?

No solo me gusta mi mejor amigo, sino que también se lo dije. Me golpeé la frente con la palma de mi mano. Debí haber pensado mejor las cosas, debí saber que tendría consecuencias todo esto. Me conozco, sé que no puedo relacionarme con alguien sin llegar a sentir cariño por esa persona. Pero yo no siento cariño por Jayden, siento más que eso. Por esa razón jamás me gustaron las relaciones serias. Sabía que terminaría involucrándome demás y no me gustaba, no me gustaba ir por el mundo y contarle a cualquiera mis secretos ni abrirme. No soy buena en las relaciones y por ello decidí no tenerlas, a fin de cuentas era más fácil así.

Pero ahora esto.

Ni siquiera sé por qué pasó. No sé si a él le gusto igual que él a mí. Porque sé que debo gustarle aunque sea un poco para que me besara y no sintiera desagrado. Pero puede ser eso, puede ser simplemente agrado a besarme y pasar tiempo conmigo.

¿Quién afirma que Jayden siente lo mismo por mí?

Haber aceptado todo esto fue un error. Un gravísimo error.

Sentí una presión en el pecho cuando pensé en mis sentimientos. ¡Él incluso tenía novia por Dios!

Ese pensamiento me dolió mucho más.

Debía ponerle fin a esta "relación" que manteníamos.

Me quedé ahí como una hora más, después subí a la habitación y me acosté lejos de él, quien ya dormía. Mi corazón se contrajo al no sentir sus brazos a mi alrededor, al no sentir su corazón en mi oído, al no sentirlo cerca de mí como tanto necesitaba.

( * )

Me levanté temprano. No conseguí pegar un ojo en toda la noche. Cuando dieron las cinco de la mañana me levanté, busqué algo de ropa en el armario procurando no hacer ruido, y bajé al primer piso a bañarme y cambiarme. Cuando estuve lista ya eran las seis, y a esa hora salí de casa. No tenía fuerzas para verlo. Ni siquiera sabía cómo le diría las cosas. Tal vez no lo tome tan mal, pero no tengo una justificación para dejar todo esto.

Estuve dando vueltas en el auto un buen rato, al final terminé en una cafetería cerca de la empresa. A esa hora llamé a Brook para avisarle dónde estaba y que viniera aquí directamente. En lo que llegó pedí un café y me quedé mirando por la ventana mientras pensaba una y otra vez en la situación y la mejor forma para acabarla.

¿Estaría mal si le pidiera un consejo a Brook?

Me cae bien y es muy listo, seguro me diría qué hacer y no me juzgaría. Sin embargo, cuando lo tuve en frente no me salieron las palabras. Simplemente me quedé callada y él hizo lo mismo, comprendiendo de alguna forma que no me encontraba en condiciones para hablar. Entramos a la empresa en el mismo silencio. En el piso me digné a pedirle a Eva que llamara a Génesis y entraran a mi oficina de inmediato. Necesitaba un consejo y nadie mejor que mi mejor amiga y Eva. Ella siempre sabía dar un consejo.

Génesis: Eva tenía razón, parece que descubriste que el chocolate lo prohibieron en este país —Fue lo primero que dijo mi mejor amiga al abrir la puerta de mi oficina—. Okey, chica, tu cara dice: Tengo un drama y necesito contárselo a alguien —Formó el letrero invisible con sus manos, consiguiendo que sonriera—, y nosotras somos ese alguien. ¿Qué sucede?

Vane: Le confesé a Jayden que me gusta —confesé con la vista baja.

—¿Cómo? —exhalaron estupefactas, a la vez.

Al levantar la vista las encontré sentadas en el sofá negro de la esquina. Eva me analizaba con la mirada, y Génesis tenía una triunfante sonrisa en la cara.

Génesis: Te lo dije, sabía que te gustaba. —Resoplé. Lo último que necesitaba era que precisamente ella me recordara que siento cosas por él desde hace mucho—. ¿Qué vas a hacer ahora?

Vane: Voy a terminar con todo esto. No puedo seguir fingiendo algo que ya siento. —Me senté en medio de ambas con el ánimo por el suelo.

Eva me miró con el ceño fruncido.

Eva: ¿Entonces no lo tomó bien?

Vane: Le dije que me gustaba y luego me retracté diciendo que fue una confusión y que en verdad me gustaba su cabello. Tuve que hacer el ridículo para que dejara el tema. —Escondí mi rostro entre mis manos y comencé a lloriquear.

Nada más a mí me sucedían estas cosas.

Génesis: Tranquila, chica, estamos aquí para ti. —Colocó una mano en mi espalda y la acarició con cariño—. Aunque no entiendo como no le dijiste que te gustaba y ya. En el peor de los casos te hubiese rechazados, algo que veo prácticamente imposible.

Vane: No lo creo, él me ve como una amiga, como su mejor amiga, que es todavía peor. ¿Es qué tienen que seguirme los clichés? Yo pensaba ser esa relación de mejores amigos que no se complicaban ni se enamoraban, y ahí voy y me enamoro porque soy estúpida. —Levanté mi rostro para ver sus reacciones. Eva seguía estudiándome y Génesis parecía en controversia consigo misma.

Génesis: Nunca se sabe, chica —Fue lo que soltó. Pero yo sí sabía, lo sabía a la perfección.

Jayden está enamorado de la víbora, solo tenía que ver cómo iba a ella cada vez que lo llamaba. Como siempre la rondaba o me dejaba de lado solo para ir a su lado. Como nos interrumpía en algo. Él la amaba. Y sí, tal vez sintiera algo por mí, porque sé que no soy fea y puedo atraer a las personas. Pero eso no es suficiente para que algo fluyera, debía haber sentimiento, atracción, debía haber algo más que Jayden no estaba dispuesto a darme a mí, porque se lo daba a ella.

Por estar medita en mis pensamientos no me di cuenta cuando la mirada de Eva cambió a una reflexiva, sino hasta que escuché su voz.

Eva: ¿Podrías describirme a Jayden? ¿Cómo es él según tu punto de vista? —Por la mirada en sus ojos supe que estaba buscando algo.

No me centré mucho en eso. Tal vez hablar de mis sentimientos me ayudaría a entenderlos y olvidarlos.

Vane: Jayden es... —Un suspiro dejó mis labios al pensar en él—. Un hombre muy alto, me encanta que sea tan alto, siempre gusta cuando me ve desde arriba de esa forma.

Génesis: O quizás tú eres muy pequeña. Nunca se sabe. —La miré mal, haciendo que sonriera con diversión, y seguí.

Vane: Su cabello es de un hermoso castaño, muy sedoso y adoro acariciarlo. Sus ojos son los más hermosos que haya visto, me pasaría horas viéndolos. Su sonrisa me sobresalta y me mata a la vez. Su cuerpo, Dios, es simplemente perfecto, y en serio que adoro verlo sin camisa, es tan varonil. —Volví a suspirar, imaginado a Jayden. Mi corazón se sobresaltó—. No me importaría quedarme en la cama todo el día si él estuviese ahí. Me gusta verlo dormir, es tan tierno cuando lo hace. Su voz es como melodía para mis oídos, y la verdad es que adoro escucharlo hablar. 

«Su compañía es simplemente maravillosa. Y su besos son mi adición favorita, hacen que unas cosas raras aparezcan en mi estómago. Me gusta que sea capricho a veces, que sea tan amable y amoroso, me gusta que me abrace en la noche, y escuchar su corazón y su respiración. También me gusta que me despierte con un beso por la mañana. Cuando lo veo mi alrededor desaparece y mi corazón se acelera sin control, como si quisiese salir de mi pecho —concluí, a pesar de que esa era sólo una parte de la verdad y mis sentimientos.»

Ambas me miraron con los ojos abiertos, sorprendidas. No las comprendí. Se supone que ellas debieron pasar por algo así antes, hasta donde sé Génesis ha tenido muchos pretendientes y cuando conoció a Ben debió experimentar estas cosas, ¿no? ¿Por qué miraban tan como si hubiese dicho algo inentendible?

Génesis fue la que salió de su estupor.

Génesis: Chica, Jayden no te gusta —La miré con confusión. Yo creía que sí—.  Estás enamorada de él. Esas son las cosas que yo siento por Ben. Adoro con locura a mi esposo, y por lo que acabas de decir, tú también estás enamorada de Jayden.

Mi corazón se detuvo.

¿Qué?

Eva: ¿Nunca antes te habías enamorado, verdad? —Negué con la cabeza, avergonzada. Estaba Erick, pero las cosas con Erick eran diferentes a las cosas con Jayden, o con cualquier otra persona—. Supongo que ya pasaste esa pase. Yo no tengo mucha experiencia en cosas del amor, pero la mirada en tus ojos cuando hablaste de él dejaron muy claro tus sentimientos... Estás enamorada.

Otra vez se me detuvo el corazón.

Vane: No.

Génesis: Sí —me contradijo.

Vane: No.

Génesis: Te dije que sí ya —dictaminó y me hizo callar levantando una mano—. No lo vas a negar ahora, no es conveniente. Ambos están obligados a estar juntos, pero tampoco es un pecado enamorarse y Jayden debía saber que tú podrías hacerlo.

Vane: ¿Pero por qué yo? —pregunté.

Génesis: Porque así eres. Sientes con todo el corazón y cuando estás con alguien debes sentir algo por él, no puedes solo estar con una persona porque sí, y lo sabes muy bien. Él también lo sabe. Lo que no entiendo es cómo dejó que las cosas llegaran hasta este punto. Debió cuidarte.

Sentí mi corazón pesado en ese momento, también me sentí molesta.

Vane: Yo no necesito que él cuide de mis sentimientos.

Ella sonrió, comprensiva.

Génesis: Eso lo sé, chica. Pero debías tener precaución, ¿recuerdas? ¿Algo sobre no dejar que los sentimientos intervengan? —me recordó nuestra conversación de aquella mañana en la cafetería. Ahora parecía tan lejano todo eso, mi molestia con Jayden, mi decepción con mis padres y Jeyson, ahora todo eso estaba en el pasado—. Sabía que no podías dejar de lado los sentimientos y él debió prevenirte. No sé, no ser tan cercano, no hacer lo que hace. Sé que su intención no es mala, ninguno sabía que te podías enamorar, pero esto no está bien, ¿entiendes? —Asentí, sintiendo mis sentimientos incorrectos—. No quiero que te sientas mal por esto, es solo que ahora debemos buscarle una solución.

Vane: Ya se los dije, voy a acabar con todo.

Ambas negaron.

Eva: Debes pensar bien las cosas. No debes tomar una decisión tan presurosa si sientes todo eso.

Vane: Sí, pero hay un problema, y se llama Verónica. Él está enamorado de ella. Lo mejor será que me aleje.

Volvieron a negar.

Génesis: Por favor, chica, solo mírate. ¿Qué crees que pase si te alejas de él? —Se levantó junto a Eva, sin darme la oportunidad a responder—. Vamos a dejarte pensar. Todavía no sabes lo que siente él y no puedes tomar una decisión en base a lo que piensas. Espero y tomes la decisión correcta.

Salieron de mi oficina y me dejaron más deprimida que antes. A pesar de todo, sí sirvió hablar con ella.

El resto del día estuve lejos.

( * )

Suspiré dentro de auto.

Yo podía hacer esto, yo podía.

Debía entrar a esa casa, plantarle cara a Jayden, y cumplir con lo que me había propuesto. Era lo mejor para mí y mis sentimientos. Ya había sufrido por esto antes, no iba a dejar que volviera a pasar y mucho menos perdería su amistad por mis erróneos sentimientos. Esperaba que en algún momento me entendiera por lo que estaba punto de hacer.

Con otro suspiro bajé del auto y entré en la casa, sintiendo a mi corazón latir con fuerza. Sabía que él estaba aquí, no fue a trabajar porque George le dijo que no debía hacerlo. Lo que me tomó por sorpresa fue verlo en la sala de estar.

Pensé que tendría algunos minutos.

Una cansada sonrisa se formó en sus labios cuando me vio. Todavía tenía las ojeras debajo de sus ojos aun pronunciadas, la nariz la tenía roja y parecía cansado, pero eso no evitó que mi corazón sobresaltara al verlo.

Se levantó con un poco de esfuerzo. Se iba a acercar. En ese momento todas mis alertas comenzaron a sonar. Quería salir corriendo de ahí. Dije lo iba a enfrentar, pero no era lo mismo pensarlo dentro del auto y tenerlo en frente. ¡No era lo mismo!

Cuando estuvo frente a mí ya respiraba irregularmente. Traté de ocultarlo, así como los furiosos latidos de mi corazón, sin embargo, el miedo me invadió, y cuando sus labios se acercaron a besarme desvié el rostro con ganas de no estar ahí.

Esto estaba doliendo más de lo que creía. Las ganas de llorar me lo confirmaron.

Sus labios terminaron en mi mejilla y algo me hizo presión en el estómago. Era el dolor, el dolor de no poder besarlo. El dolor de recordar que la última vez que lo besé fue para disculparme por la ducha fría. El dolor de saber que algo que era lindo no podía ser porque no estábamos en la misma sintonía. El dolor de saber que fui tan ingenua como para enamorarme y terminar haciendo esto.

Las ganas de llorar aumentaron mucho más. Quería explotar de una vez por todas.

Me miró desconcertado cuando se separó.

Jayden: ¿Sucede algo? —preguntó con el ceño fruncido. No fui capaz de decir nada. Buscaba en mi cabeza la razón por la que debía terminar con esto, la razón por la que debía destruir mi corazón—. Has estado muy extraña desde anoche. Cuando te fuiste no volviste y esta mañana cuando me desperté ya no estaba. ¿Está todo en orden? —Contuvo las ganas de estornudar al final.

Suspiré. Yo podía hacer esto, yo podía.

Vane: Debemos hablar —solté. Su atención se puso en mis ojos de inmediato y en ese momento comencé a sentir mi corazón agrietarse.

Jayden: Claro. ¿Qué pasa?

Me tragué todo lo que sentía y me convencí de hacerlo. Era lo correcto, debía pensar que era lo correcto.

Vane: No creo que debamos seguir con esto.

Su ceño se frunció más.

Jayden: ¿Con qué?

Vane: Con esto. —Nos señalé, luchando para que mi voz no se rompiera—. No creo que sea correcto. Antes estuve de acuerdo porque me pareció una buena idea. Pero ya no puedo permitirlo. Traté de acostumbrarme, en serio traté, pero no me acostumbré a besarte.

Me miró con desconcierto, como si no entendiera ninguna de mis palabras por más que tratara de hacerlo.

Jayden: ¿No te sientes cómoda con que te bese? —Negué con la cabeza baja—. ¿Por qué no me lo dijiste antes?

Vane: Porque traté de acostumbrarme. Traté de hacer lo que querías y al final no funcionó. Yo... Yo supongo que cuando no sientes algo por una persona no se siente bien, no se siente... correcto. —Me contuve de llevarme una mano al pecho, donde me dolía mucho.

Su silencio fue todavía más desgarrador. La mirada atónita en sus ojos me dejó plantada en mi lugar.

Jayden: ¿Tú... No lo sientes bien? —No parecía creer lo que estaba saliendo de su boca.

Me convencí de seguir. Debía cuidar a mi corazón a pesar de que este se estuviese rompiendo en este momento.

Vane: No, no me siento bien. No me siento bien cuando haces cosas románticas. Cuando las haces como si fuésemos amigos sí me gusta, me siento cómoda. Cuando las haces de forma romántica comienzo a sentirme incomoda, porque no me gustas y no puedo fingir que lo haces, ¿comprendes?

Se quedó callado unos segundos, comprendiendo mis palabras. Yo trataba de respirar con normalidad y no llevarme la mano al pecho para asegurarme de que no se me estuviese rompiendo. Pero no lo estaba haciendo, no hasta que Jayden me miró con una frialdad impresionante y lo dijo:

Jayden: Está bien —hablaba como si no le importara, como si realmente no le importara y eso me destruyó más—. Ayer te estuve hablando de algo importante, era el aniversario de mis padres. Debemos viajar a San Diego mañana. Salimos a las ocho.

Ignorando mi desconcierto salió de ahí, dejándome con un vacío que sabía, no se iba a llenar con nada.

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Esa canción es especial porque es todo lo que Vanessa hubiese querido que pasara. Si buscan la traducción (Wattpad no me dejó ponerla), se darán cuenta de cómo hubiesen sido las cosas si no hubiesen tantos... impedimentos.

Muchas gracias a todas por leer, por sus votos y hermosos comentarios. Como dije antes, si no he respondido algún comentario háganmelo saber, que iré a contestarlos. A veces se me pierden y otra vez veces no llego a verlo hasta cierto tiempo.

¿Qué tal el capítulo?

Las cosas se están complicando.

Vanessa ha decidido cuidar su corazón porque sabe que esto no irá a ninguna parte. Ahora, ¿Qué pasará después?

¿Por qué la reacción de Jayden?

¿Tienen alguna hipótesis? Me encantaría leerla.

Una vez más gracias por todo el apoyo que me dan y leer cada capítulo, sepan que lo aprecio mucho. Nos vemos el lunes con otro capítulo. Trataré de publicarlo más temprano.

¡Hasta el lunes, hermosas personas. Un beso 😘!

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