Prólogo

El chico estaba subido al tejado de Nevermore, le gustaban las vistas desde esa altura y posición, sobretodo porque podía ver a todos los alumnos entrar y salir, incluso a algunos besarse a escondidas ocultando su amor de las chismosas de la academia.

Se hallaba dibujando en un papel con un lápiz de color negro y terminando de colorear el cabello de lo que era una chica con trenzas oscuras muy conocida de allí. Se notaba mucho el talento que derrochaba.

—Si...perfecto—dijo sonriente y admirando su obra.

Dejó la hoja a un lado cerca suyo y se quedó viendo a los alumnos llegando de Jerichó. Le gustaba mirar al cielo cuando hacia esa clase de día tan soleado.

—Oh—se dio cuenta—hola estimados lectores, si...ya lo sé...que a quién he tenido que chupar los huevos para estar en una historia de Alex...no lo puedo decir pero...empieza por Tim y termina por Burton...y os diré que no solamente tiene el cabello desordenado en la cabeza. Y eso que tiene una esposa que es una diosa...en fin...ahora me encuentro en está academia para toda clase de monstruos con poderes. 

Escuchó unas voces conocidas.

Me encantaría seguir charlando con vosotros pero...—miró abajo—ahí están mis dos chicas favoritas. He de decir que encuentro una fascinación por las góticas...son duras de pelar...ya me entendéis.

Llegando a la entrada de la academia estaban Miércoles y Enid, caminando a su ritmo tranquilo mientras parecían hablar de algo...o alguien...

—Te juro que como siga comportándose como un idiota lo apuñalaré—comentaba la pelinegra.

—Ya sabes que eso no funciona con él—contestó—es solo que es...directo...

El joven Tn se puso en pie y se preparó para saltar, le encantaba saltar desde aquellas alturas para caer como un superhéroe. Suspiró y tomó algo de impulso antes de mirar por última vez.

—Es hora de aterrizaje de superhéroe—de un salto cayó cerca de ellas provocando un pequeño estruendo y haciendo que Enid diera un grito de sorpresa—me encanta cuando gritas, me pregunto si en la cama serás igual. ¿Qué os ha parecido mi salto de fé?, sin bugs ni nada eh Ubisoft.

La loba se puso tan roja que no supo que decir, no podía decir nada cuando él soltaba aquella clase de comentarios tan subidos de tono.

—Ah, mira, te he hecho un dibujo—al enseñarlo, ella rajó el papel por la mitad con su cuchillo—vaya...que arisca...¿seguro que no eres de DC?.

—Aléjate de mi sino quieres que mande a Cosa asfixiarte por la noche—amenazó ella seria.

—A saber que le mandas hacer a una mano por las noches—sonreía éste.

—Te voy a arrancar el corazón—ella dio unos pasos y el chico esquivó cada ataque que lanzaba ella con el pequeño arma.

—Mujeres, todas locas por mí—dijo con una sonrisa—¿sabes?, creo que prefería a Cristina Ricci—sacó una foto y le dio unos besos—ah, tan bella, oscura y siniestra...—sintió el cuchillo en la espalda.

Miércoles lo sacó y vio como sangraba ante la mirada de la loba quien siempre volteaba.

—Oh, muy bonito...me acabas de manchar la ropa—dijo mientras su cuerpo se regeneraba—oh, lectores, tranquilos, no voy a morir por algo tan simple como una puñalada...pero joder...duele mucho, ahora sé lo que sienten las mujeres cuando se la clavo.

El chico volteó a mirarla.

—Y tú—la señaló—si lo que quieres es que tengamos una cita hay formas menos sangrientas de pedirlo.

Entonces llegaron los amigos reuniendo al grupo. 

—Oh, si es el pintor, ¿qué haces ahí solo dentro de la caseta?, seguro que te pones a jugar con otra brocha eh—sonrió—los lectores saben perfectamente a que me refiero.

—¿Podrías dejar esos chistes?—preguntó él algo molesto a la par que avergonzado.

—Yo también creo que deberías parar de hacer esa clase de comentarios—intervino Bianca defendiendo a su novio.

—Oh, me duelen vuestras palabras—fingió sentir un infarto—¿sabéis?, a Xavier le gusta mucho el pescado...en ambos sentidos claro.

La campana sonó indicando que todos tenían que ir al interior de la academia pues pronto cerrarían las puertas. 

—Si sigues así te mataré, aunque siempre puedes volver como fantasma—sonrió Miércoles con el cuchillo aún sangrando en la mano.

—No gracias, si quiero ver fantasmas me pongo Casper—respondió antes de ir al interior del edificio.

Todos se le quedaron viendo, no podían creer la clase de personalidad que tenía. Tn caminaba y se quedaba mirando a algunas chicas quienes le veían atractivo y le saludaban con la mano de manera tímida provocando una sonrisa en el chico.

—Está noche me voy a manosear—pensó antes de llegar a su habitación.

Pero para su sorpresa, tenía un nuevo compañero de habitación. No se trataba otro que Eugene.

—Hola Tn—saludó algo tímido pero temeroso por los rumores que había escuchado sobre él.

—¿Te han trasladado?—preguntó.

—Si, espero llevarnos bien—le tendió la mano que éste aceptó.

—Joder, ahora no podre manosearme. Recordad que lo mejor es tener intimidad para sacudirse bien la sardina—guiñó un ojo—y siempre llevad papel...es una mierda cuando manchas todo.

El chico abeja terminó de colocar todo y se tumbó a mirar el teléfono. Se le notaba algo cansado pues había tenido que poner muchas cosas, demasiadas para alguien que solamente estaba allí estudiando, pero cada uno tenía sus propias cosas.

—Eugene, ¿cuál era tu poder?—preguntó éste tratando de recordarlo.

—Comunicarme con las abejas

—¿En serio?, bueno...no está mal, tienes miel gratis para toda la vida.

Llamaron a la puerta y pronto vieron a Miércoles entrar.

—Eugene necesito que...¿tú estás aquí?—preguntó al ver a Tn.

—Es mi habitación, hay hueco para uno más—dio palmaditas a su lado.

—Ignoraré eso...Eugene necesito que me dejes tu casa de abejas para una cosas—pidió ella mirando a su amigo.

—Claro, adelante—respondió él con una sonrisa—mi colmena es tu colmena.

—¿Es un lenguaje de abejas?—preguntó Tn—¿acaso significa que te van a clavar el aguijón?.

—La próxima vez iré a Jerichó a comprarte un traje con el cual enterrarte—contestó con tono de enojo antes de cerrar la puerta.

—¡Pero que no sea verde!—gritó éste.

Cuando se acercaba la hora de la cena, fue con Eugene teniendo que pasar por el pasillo donde vio a la loba con Ajax sonreír y dedicarse algunos mimos.

—¿Sabes?, estuve enamorado de Enid—confesó el chico—pero desistí...

—Entiendo tu amor por las lobas, cuando ves a Enid sacar las garras...aunque tiene que ser difícil en la cama usarlas...ya sabes...un zarpazo y tiene que doler una barbaridad—comentó—con esas garras parece Wolverine.

Al acercarse saludaron con la tranquilidad habitual.

—Ah, hola Tn y Eugene—dijo el chico serpiente.

—Ajax, ¿has usado tu poder para convertir en piedra tu virilidad y darle uso?—preguntó sorprendiendo a éste—¿o a Enid no le va esa clase de cosas?.

—¿Acaso no tienes vergüenza de hablar de la vida privada de los demás?—Enid se sonrojaba por la timidez.

—Oh, ¿y eso lo dice la reina de los chismes?.

—Será mejor ir a cenar—Ajax intervino.

Los cuatro caminaron hasta el comedor donde Tn olía la comida.

—Este lugar parece la mansión de los X-Men—comentó de pronto—gente con superpoderes y tratando de controlarlos, intentando encajar con personas que no tienen poderes...—tomó su bandeja.

—Yo creo que este lugar está muy bien—dijo Eugene.

—Oh pobre chico abeja...en serio lectores este pequeño hombre es buena persona pero todos sabemos lo que les pasa en los institutos—se sentó—en fin, aquí al menos no tengo de que preocuparme.

Escuchó unos tacones y supo de inmediato de quien se trataba.

—Hola Tn—era la directora.

—Si, ya lo sé...¿qué por qué sigue viva?, bueno...ni yo mismo lo sé—se encogió de hombros.

—Veo que usted es popular—comentó la mujer.

—Bueno, soy diferente al resto. ¿Qué se siente ser un rascacielos humano?, es decir, tener que ser tan alta...

—Veo que su humor sigue intacto

—Si, no como el culo de un...

—Abstenga de hacer de nuevo ese chiste sobre los hombres religiosos—advirtió la mujer—quería hablar de su amiga y compañera Miércoles Addams, ¿es cierto que le apuñaló?.

—Pues sí...no vea como duele...pero no tiene importancia, es un trocito de sangre y oscuridad entre medias de tanta luz—dijo mirando a Enid—quien sabe...tal vez la apuñalé un poco yo pero con otro cuchillo.

La pelinegra llegó con cara de pocos amigos como era costumbre mientras la directora regresó a sentarse con el resto de profesores.

—El acosador ha vuelto a mandar fotos—dijo ella enojada.

—No veo porque alguien querría matarte—comentó sarcástico Tn.

—¿No serás tú?—preguntó directa.

—Me siento halagado de que pienses en mí...pero no, además, sin ti está historia tendría apenas unos capítulos y no le he comido los huevos al director para durar tan poco.

Yoko y unas cuantas chicas más pasaron cerca de Tn y éste se les quedó mirando el culo.

—Si...eso si sería una buena cena...—pensó mirando de manera descarada.

—¡Eh idiota!—exclamó uno—¿le estabas mirando el culo a mi novia?—preguntó el chico cercano a ellos.

—Oh no, es Kentus—dijo el chico abeja por lo bajo.

Xavier junto a Bianca y compañía miraban desde su posición que era cercana a Tn. Kentus y los otros muchachos se pusieron en pie enojados porque estaban cansados de la actitud de éste.

—No Tn, no te metas en líos—le pidió Eugene.

—Yo solo me meto entre las piernas de las mujeres—respondió—veamos cuantos son—fue contando y eran un total de ocho.

—¿Crees que puedes derrotarnos a los ocho puto imbécil?—preguntó uno de ellos arremangándose.

—¿En serio?, ¿te arremangas?.

Los ocho estaban listos para enfrentarse a Tn ante la mirada de la directora y el resto de personas.

—Aunque fueran nueve...nah, yo ganaría—esbozó una sonrisa—si, siempre quise decir eso...ahora estimados lectores no miren porque habrá sangre.

Agarró la bandeja y la estampó en la cara del que estaba más cerca antes de pegarse con el resto uno tras otro pues aunque no lo parecía, Tn era mucho más fuerte y aunque trataban por todos los medios de pararlos, solamente un grito de la directora los hizo detenerse.

Todos recibieron una reprimenda antes de regresar a sus habitaciones. Estos no se meterían con Tn pues les había dado una paliza delante de todos y su ego estaba por los suelos.

En la noche, Tn estaba dándole al asunto en el cuarto de baño que tenía cada habitación aprovechando que Eugene dormía cuando de golpe entró el chico abeja.

—¡Joder Eugene toca a la puerta!—exclamó subiéndose los pantalones—me acabas de bajar todo el ánimo.

He escuchado un ruido y me he levantado—¿qué estabas haciendo?—preguntó inocente y adormilado.

—Eugene...tu inocencia resulta tierna...creo que te regalaré un libro que te ayudará—contestó—espero que los lectores me ayuden a financiar un libro de educación sexual para este muchacho porque no podrá ni sacudírsela sin ayuda.

Ambos regresaron a dormir aunque a Tn le costó un poco más debido a que fue interrumpido a mitad de la faena.

Continuará...

Espero que les haya gustado el Prólogo.

En fin gente...no sé como saldrá esto...simplemente lo haré lo mejor que pueda.

PD: Será con ambas al final y en el siguiente serán muchos chistes, acción y peleas entre ambas roomies con Tn. Y cualquier idea es bienvenida.



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