Capítulo 41: El Infierno (última parte).

Capítulo 41: El Infierno (última parte).

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Usted salió del cuerpo de Leviatán antes de que se hiciera parte de la lava. Usando las alas de Belcebú, usted se elevó y saliste de la lava. Mientras te alejabas, mirando hacia el mar de lava, escuchaste un grito desde arriba.

Lucy: ¡¡T/NNNNN!!

Usted miró hacia arriba por el llamado y viste que era Lucy quien se aventó, sonriendo, con los brazos estirados esperando a que la atrapes con un abrazo.

T/N: ¡¡Lucy!!

Usted abrió los brazos mientras te elevabas y pudiste atraparla como ella esperaba.

Usted, sonriendo, girabas en el aire mientras Lucy reía.

Lucy: ¡¡Lo hiciste!!

T/N: ¡¡Pos a huevo!!

Los dos rieron.

La sonrisa y mirada que compartían era de admirar. Es como si de dos almas enamoradas se tratase. De hecho, es algo fácil de explicar.

Cuando a un hombre de Latinoamérica, sobre todo de México, una mujer le expresa sentimientos amorosos, algo hace que él sienta lo mismo, pues para un hombre es fácil amar, pero difícil ser amado porque, como una vez dijo un viejo amigo tuyo: "¿En qué tiempo está conjugado el verbo amar sin ser amado? Pues en tiempo perdido".

En el momento en que Lucy expresó sus sentimientos hacia ti, comenzaste a verla del mismo modo, pues, para ti, ya era un amor asegurado y no uno que fallaría.

Lucy: Veo que sabes volar, cariño~

T/N: O-oh, ¿esto?

Usted miró tus alas espectrales.

T/N: No sé cómo sucedió. Solamente fui paralizado por el miedo que Leviatán me metió y de ahí ya no supe nada hasta que me di cuenta.

Lucy: Esas alas... son de Belcebú, si no me equivoco.

T/N: ¿Belcebú?

Usted parecía impresionado, pero preocupado.

T/N: ¿Cómo pasó?

Lucy: ¿No notaste nada raro cuando lo derrotaste?

Usted pensó sobre eso. Cuando lo derrotaste, no notaste que su esencia maligna se metió en tu corazón, igual que todos los príncipes del infierno hasta ahora.

T/N: No, que yo recuerde.

Lucy: Qué extraño...

T/N: Seh...

Los dos permanecieron en silencio.

T/N: Y...

Usted miró hacia un lado y luego a Lucy.

T/N: ¿Qué sigue? ¿Ya es todo?

Lucy: Oh, cierto... Falta el último.

En ese momento, sentiste algo por dentro. Sentirás mariposas en el estómago por los nervios.

T/N: El último...

De repente, el mar de lava comenzó a hacer un remolino como si de un inodoro, después de jalarle la cadena, se tratase.

T/N: ¿Qué está pasando?

Lucy: Se están abriendo las puertas hacia los terrenos del líder demonio. El líder y mayor príncipe del infierno.

T/N: Válgame...

Lucy: Vamos, tenemos que ir.

Y usted asintió ante esa orden. Cargando a Lucy, usted la llevó hacia donde el remolino se hacía.

T/N: Bien... Aquí vamos.

Una cascada de lava comenzó a caer en un lugar apocalíptico. Es como si estuvieran en el cielo, pero rojo, con partículas oscuras contaminando el aire, grandes rocas cayendo de la nada y con muchos gritos desgarradores por todos lados. Una gran isla se alzó, y ahí caíste de pie, con Lucy en tus brazos... y el cuerpo de Leviatán también cayó. Estaba muerto, obviamente.

Usted dejó a Lucy y miraste a tu alrededor, un poco asustado.

T/N: Bajé al abismo... luego al infierno y ahora más allá de él... ¿Qué es este lugar?

Lucy: El purgatorio.

Usted miró a Lucy.

Lucy: Un lugar donde las almas sufren mucho... pero no para siempre. Este es el camino final para ir al mundo de Dios. Un lugar donde las almas pecadoras que creen en Dios son purificadas para luego ir con él.

Usted comenzó a avanzar para mirar el lugar.

T/N: Esos gritos... ¿Están siendo purificados los dueños de los gritos? Son demasiados...

Pero Lucy sonrió. Este lugar van las almas que murieron con pecados, pero siendo fieles a Dios. Solamente pueden entrar esas almas... y los príncipes del infierno.

Lucy se fue acercando lentamente a ti...

Ella rio un poco y dijo:

Lucy: Debo de darte las gracias.

T/N: ¿Por qué?

Lucy no avisó y, en un rápido movimiento, te apuñaló el corazón con su mano aprovechando que estaba detrás de ti y tú con la guardia baja.

T/N: ...

Usted miró su mano saliendo de tu pecho. Estabas impactado.

Lucy: Porque ahora serás mi príncipe. El príncipe del infierno T/N y yo, Lucifer, seré tu princesa.

Usted no decía nada. Ni siquiera mostrabas una emoción en tu rostro.

Lucifer: No te preocupes, ahora serás muy bienvenido al infierno.

Mirando su mano, pensaste:

Mente de T/N: (¿Ella... era Lucifer...? Todo este tiempo... ¡No puede ser...!)

Lucifer: No te preocupes, te dije que te protegería, y nadie te pondrá las manos encima.

Pero Lucifer quedó confundida cuando desapareciste de repente en un fuego azul.

Lucifer giró un poco y te miró un poco lejos de ella, a sus espaldas. Ella miró tu expresión... estabas consternado. Tus ojos un poco cristalizados.

T/N: Lucy...

Lucifer: T/N... ¿sucede algo, cariño?~

T/N: ¿Por qué...? ¡¿Por qué ahora?! ¡¿No podías demostrar tu verdadero ser antes?!

Lucifer: Podría, pero no te habría conocido mejor...

T/N: Pero tú eres uno de ellos... Un príncipe del infierno.

Lucifer: Princesa.

Corrigió Lucifer.

T/N: Mi misión es eliminarlos...

Sin querer, una lágrima salió de ti y dijiste, con la voz quebrada:

T/N: No quiero hacerte daño.

Lucifer suspiró profundamente mientras cerraba los ojos.

Lucifer: Lo sé...

Dijo ella.

Lucifer: Eres muy dulce, cariño...

Lucifer frunció el ceño y exclamó, a todo pulmón:

Lucifer: ¡¡¡No debí conocerte!!!

Y dicho esto, Lucifer comenzó una transformación gigantesca, de un dragón, mientras rugía.

Se cuenta que esa transformación la usó en su batalla contra Dios el día de la rebelión. Una transformación que a más de un ángel asustó. Lucifer arrancó, con sólo pensarlo, las escamas de Leviatán y se las puso como armadura.

Usted miró aterrado a la que era tu amiga.

Lucifer: ¡¡¡¡Acabaré con todo esto!!!! ¡¡¡¡Dios es el problema!!!! ¡¡¡¡Por él, tenemos que vivir separados!!!!

T/N: ¡¡Lucy, espera!!

Pero ella no escuchó. Ella emprendió vuelo de ese lugar fuera del espacio tiempo.

T/N: Ay, rayos...

Usted sacó el látigo y el machete.

T/N: Haré lo posible para no lastimarte... No hay mejor guerra que en la que no se lucha.

«Recuerda, niño: no hay peor lucha que la que no se intenta...»

Usted hizo aparecer las alas, pero sólo fue momentáneo, pues sólo te impulsaron y después desaparecieron.

Mente de T/N: (Eso ya es una desventaja... ¡Me quedé sin alas...!)

Pero no sin ideas, eso sí. Usted usó el látigo y pudiste hacer que atrapara una pata de Lucifer, cosa que ella sintió. Usted guardó el machete.

Lucifer: ¡¡¡¡No te metas!!!! ¡¡¡¡Si me sigues, te mataré!!!!

T/N: ¡¡Y-yo sólo quiero que seas feliz, Lucy!!

Usted jaló la cadena del látigo para irte acercando. Usted resistió las ventiscas, pero pudiste llegar a su pata trasera.

T/N: ¡¡Lucy, escúchame!! ¡¡Hay otras formas de arreglar las cosas!! ¡¡Te prometí y me comprometí a sacarte de aquí!!

Lucifer: ¡¡¡¡Eso es imposible!!!! ¡¡¡¡Nadie puede contradecir las desiciones de Dios!!!!

T/N: ¡¡Nada es imposible!! ¡¡Si te metieron aquí, es porque también se puede salir!!

Lucifer sacudió la pata donde tú estabas, pero usted se aferró a ella. Lograste no caer.

T/N: ¡¡No busco contradecir a Dios!! ¡¡¡Sólo quiero que te dé una segunda oportunidad!!!

Lucifer: ¡¡¡¡Es inútil!!!!

Lucifer comenzó a subir, igualmente tú, pero en ella. Usted hacía lo posible para no soltarte ni caer, pero unas púas salieron de la espalda de Lucifer, logrando hacerte un corte profundo en el brazo.

Lucifer: ¡¡¡¡Hablo en serio!!!! ¡¡¡¡Te lo diré una última vez!!!! ¡¡¡¡No te metas!!!!

Usted sentía un gran nudo en la garganta. Querías llorar, querías gritar, querías hacer algo para desahogarte, pero no te lo permitías. Había algo más importante ahora, y era salvar a tu amiga.

T/N: 'Lucy...'

Susurraste, con la voz quebrada.

Seguiste subiendo, saltando de púa a púa, pero otras te rozaban.

T/N: ¡¡Ignoraré tus advertencias, Lucy!! ¡¡Cuando un mexicano hace una promesa, la única que lo impide es la muerte!!

Lucifer: ¡¡¡¡Pues que así sea!!!!

Lucifer comenzó a dar vueltas en el aire haciendo que usted esté a nada de soltarse.

T/N: 'P-perdón... Lucy'.

Usted sacó el machete y lo encajaste en ella para que no salgas volando. Lucifer gritó de dolor y dejó de dar vueltas.

Lucifer: ¡¡¡¡T/N!!!!

T/N: ¡¡Lucy, no quería hacerte daño, pero no me dejas opciones!!

Aprovechando que ella dejó de dar vueltas, usted sacó el machete de ella y comenzaste a correr para estar cerca de su cabeza.

T/N: ¡¡Lucy, no puedo entender tu dolor, pero haré lo necesario para que ya no lo sientas!!

Lucifer: ¡¡¡¡Mentira!!!! ¡¡¡¡Tú mismo lo dijiste!!!! ¡¡¡¡Te irás de aquí, matándome!!!!

T/N: ¡¡Hallaremos otras opciones!!

Lucifer: ¡¡¡¡No las hay!!!!

En ese momento, Lucifer se sacudió bruscamente y usted salió volando. Lucifer te miró en el aire y gruñó:

Lucifer: ¡O mueres tú o muero yo...!

Lucifer lanzó un poderosísimo rayo hacia ti. Fue tan rápido que la luz y más que eso. Un rayo capaz de explotar el sol o de acabar con la creación de Dios: el universo...

Pero...

T/N: ¡Ngh!

Lucifer: ...

A un milímetro de impactar contigo, el fuego azul, tu protector y poder misterioso, apareció y devolvió el ataque, pero diez mil veces más poderoso.

Aquel ataque impactó con Lucifer... debilitándola gravemente.

Ella comenzó a descender.

T/N: ¡¡¡¡LUCYYYYYYYYYY!!!!

Usted, al igual que ella, comenzaste a caer libremente.

El cuerpo de Lucifer en forma de dragón comenzó a desaparecer y volvió a su forma humanizada. Ella tenía cerrado los ojos.

Usted intentó controlar la caída y comenzaste a acercarte a ella. Extendías tu mano para tomar la suya, pero aún estabas un poquito lejos de ella.

Tus ojos mostraban tu terror...

T/N: ¡¡¡¡Lucyyyyyy!!!!

Lucifer abrió un poco los ojos, y pudo ver al mortal del que se enamoró, preocupado y con los ojos llorosos, intentando salvarla. Tus lágrimas eran robadas por el viento.

Lucifer: 'T/N...'

Susurró Lucifer, débilmente.

Ella extendió su mano para que la alcanzaras... y eso hiciste.

Usted pudo tomarla de la mano y la jalaste para abrazarla.

Miraste hacia abajo y una isla flotante estaba a varios metros debajo de ustedes, pero sabías que ahí terminarían y, estando a escasos metros de esa isla, usted giró rápidamente para que tú cuerpo sea el que amortigüe la caída para tener a Lucifer a salvo.

Al caer, usted rebotó y soltaste a Lucy sin querer. Ella rebotó por tu cuerpo y rodó un poco hacia un lado.

Usted sentía mucho dolor en ese momento, pero intentaste ignorarlo cuando viste el cuerpo de Lucifer.

T/N: ¡Lucy!

Usted gateó hacia ella y giraste su cuerpo para mirarla. Ella se veía débil y, sobre todo, temerosa. Casi no podía abrir los ojos, y su boca parecía que quería decir algo. Cada vez se ponía más pálida.

T/N: ¡L-lucy, ¿estás bien?! ¡Responde, por favor! ¡Lucy!

Ella no oía nada. Ella escuchaba unos gritos ahogados acompañado de unos zumbidos, pero no entendía nada... Su visión era borrosa.

Lucifer: 'T/N...'

T/N: ¿L-lucy? ¿Me oyes?

Usted sintió un poco de esperanza. Creías que ella se salvaría.

Lucifer pudo verte con claridad, y su oído comenzó a oír un poco mejor. Ella te escuchó preguntar, nuevamente:

T/N: ¿Me oyes?

Lucifer sonrió. Apesar de estar al borde de la muerte y tener los ojos llenos de lágrimas, ella sonreía. Le pareció tierno que tú, apesar de lo de hace rato, jamás te separaste de ella y nunca la atacaste con intenciones de matarla. De hecho, es irónico y gracioso para ella que ella acabará así por ella misma teniendo el plan principal de matarte.

Lucifer: T/N...

Comenzó ella, haciendo que guardes silencio.

Lucifer: Qué afortunada será la mujer... que será tu compañera... de vida...

Esas palabras, con esa voz suave y débil, hizo que tus lágrimas comenzaran caer. Ya no podías retenerlas.

El rostro de Lucifer comenzó a agrietarse, al igual que todo su cuerpo, mientras decía:

Lucy: Estaré esperando... Esa segunda... O...por...tu...ni......dad......

Y sin más, ella se rompió y desapareció en tus manos dejando una pieza donde ella estaba.

T/N: ¡No, no, NO!

Usted hizo un intento inútil para detenerla, pero no fue posible. Usted comenzó a sollozar. Apesar de ser una demonio princesa del infierno, sabías que, muy dentro de su ser, ella era alguien amable y digna de una segunda oportunidad de Dios.

Pero... en ese momento que Lucifer desapareció, usted miró que su esencia maligna, pero divina, se metió en tu corazón... Además de su alma el cual fue su último regalo para ti. La verdad, no tenía mucha maldad... Era la princesa del infierno más pura de todas.

T/N: Lucy... No...

Cuando un humano muere, va al cielo o al infierno. Pero cuando un demonio muere, ¿adónde va? Y, sobre todo, un príncipe del infierno... O princesa... ¿dónde irá su existir? Hay una teoría (que no se sabe si es cierta o no) que simplemente desaparecen de la existencia. No reencarnan ni van a algún reino divino o infernal. Simplemente... desaparecen, y lo único que queda son los recuerdos de quienes lo conocieron.

Usted comenzó a llenarse de odio, de ira y tristeza. Muchas emociones comenzaron a inundar tu corazón. No sabías contra quién era, pero sabías que pronto todo saldría de ti.

Pero... usted no aguantó la pérdida. Los sentimientos de la perdida de un hombre hacia su amada... no tiene comparación a nada del mundo.















































T/N:
¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

Lucifer... Disculpen. Lucy fue asesinada.

• • • • • • •

Usted, sin una emoción en el rostro, comenzaste a bajar de isla a isla, yendo cada vez más abajo.

Fueron varios minutos de escuchar los gritos de las almas siendo purificadas, pero usted cayó en la isla más grande de todas las anteriores. Una isla la cual estaba encadenada hacia el fondo infinito, con dos cabezas esqueléticas en lados contrario mirando el centro de la isla. En el medio, pudiste divisar un objeto brillante.

Usted usó las alas de Belcebú para frenar un poco la caída y caer, dando una vuelta hacia atrás, de pie en la isla elevando un poco de polvo y agrietando un poco el suelo. Usted se manetía callado... no sabías qué sentir ahora. "¿Por qué vine al infireno?" pensaste. "Sólo obtuve más dolor que antes".

Usted miró una extraña luz salir del centro. "¿Esta... es la salida?" pensabas, con gran ilusión de por fin volver... pero solo.

Primero: Belcebú ×

Usted se fue acercando, y no era un portal como pensabas, sino otro pedazo de algo. Usted reconoció eso, y era casi iguales a los que aparecieron con Belcebú y Lucifer. Usted, teniendo dudas, sacaste los otros dos pedazos y los colocaste para unirlos. Te diste cuenta que se trataba de una máscasa blanca muy peculiar.

Segundo: Mammón ×

Usted  la tomó para analizarla más de cercas.

¿?: Vaya, veo que te has abierto paso en el infierno, amigo mío.

Usted alzó la mirada al reconocer esa voz... ¡esa maldita voz!

T/N: ¡Shaft...!

Shaft: ¿Me extrañaste, Belmont?

A usted se le cruzó la idea de atacar a Shaft para desquitar toda tu ira, pero él, alzando la mano, te hizo detener.

T/N ¡¿Q-qué...?!

Shaft: ¿Sorprendido, viejo amigo? Veo que no puedes hacerme nada. Estoy convencido de que no dudarás en matarme.

Tercero: Asmodeo ×

Shaft estaba sonriendo.

Shaft: Yo podría fácilmente aniquilarte en ese preciso momento, pero ¿por qué ensuciarme las manos?

T/N: ¿A qué te refieres?

Preguntaste, enojado porque Shaft te tenía controlado.

Cuarto: Lucifer (lucy) ×

Shaft: Tu maldad lo hará por mí.

Shaft es el señor de la oscuridad, de las sombras y de los nigromantes. Tiene poder en todo el dominio de eso. Shaft es un mago de temer y uno de los más poderosos que puede haber. No por algo es un elemento útil para Drácula.

Shaft: ¿Has notado algo al momento de derrotar a los príncipes del infierno, viejo amigo?

Usted recordó cuando la esencia maligna se adentraba en ti.

Shaft: El poder oscuro es mi mejor dominio, y puedo controlar cualquier cosa que tenga maldad y oscuridad. Por suerte, amigo mío, tú tienes y sobra oscuridad en tu corazón, y más cuando tienes la maldad de los príncipes del infierno.

En ese momento, tus brazos comenzaron a temblar. Shaft comenzaba a usar su poder en ti. Shaft te lanzó un rayo el cual te envolvió en rayos verdes.

Quinto: Belfegor ×

Shaft: No puedo arriesgarme a que vuelvas y seas más poderoso, tal y como nos lo advirtió aquel sujeto. ¡Necesitaba de tu gran poder! ¡Por eso te dejé continuar en el infierno! ¡Superaste incluso mis espectativas más ambisiosas! ¡Abriéndote paso hasta la victoria, matando y masacrando! Sin darte cuenta, ¡volviste a ser el asesino que eras antes! ¡Un cruel asesino inmisericordioso, un sicario homicida que no le importa las vidas de los demás!

T/N: ¡C-cállate...!

Usted cayó de rodillas, soportando el dolor que sentías por todo. Shaft estaba ganando, y podía controlar tu oscuridad... tu maldad.

Shaft: Hay una terrible oscuridad en ti, amigo mío... ¡Tu ardiente deseo de rescatar a tus amigas te ha impedido verlo! ... Mientras dormías... pude sentir la bestia oscura que dormía en ti. Ni siquiera yo pude evitar asustarme momentanemante.

Sexto: Azazel ×

Shaft: Ni siquiera tuve que meterme para conseguir que asesines a todos los príncipes del ifnierno que amenazaban con quitarle lo que por derecho es del amo Drácula. Tu inclinación por el asesinato y la muerte eran insaciables. Dices que eres un mexicano, ¿no? Desciendes de aquellos guerreros que tienen mucha relación con la muerte. Has preservado algo de ellos, después de todo. Tú cultura está muy relacionada con la muerte.

Usted quería pararse, pero no podías. Shaft estaba jugando sucio, y es hipócrita que tú pienses algo así.

Séptimo: Leviatán ×

Shaft te dio la espalda y siguió hablando.

Shaft: Es muy gracioso que aquellas brujas tengan esa esperanza de que un asesino como tú puedas redimirte y salvar el mundo. Incluso tu pequeña hermanita pensó que estaría a salvo con un hermano tan fuerte como tú. ¡Glorioso, ¿no es así?!

Exclamó Shaft, alzando los brazos.

Shaft: ¡El mismo Dios te ve como realmente eres... un asesino a sangre fría... más allá de la redención... y de la esperanza!

T/N: M-maldito... No te atrevas... a mencionar... a... mi... ¡hermana...!

Usted pudo pararse y correr hacia él para atacarlo, pero Shaft se giró y nuevamente te atrapó.

T/N: ¡¡¡Aaaaaaaaaaaarrgh!!!

Shaft comenzó a elevarte por el aire gracias a su magia y tu oscuridad. Usted soltó un grito desgarrador. Shaft sabía lo que iba a hacer.

Shaft: Déjame liberarte de tu pesada carga... adiós..., viejo amigo.

Shaft te elevó más, y tus gritos aumentaron. Shaft te atacó con un ataque igual que el anterior, y los rayos verdes te atacaban en lo más profundo de tu ser... hasta morir.

Usted cayó al suelo, sin vida.

Shaft te ha asesinado.

Shaft se acercó a tu cuerpo. La máscara blanca cayó cercas de ti. Shaft la miró.

Shaft: La máscara de Dios...

¿?: Saludos, Shaft.

Pero alguien más habló. Shaft se dio la vuelta, un poco asustado, y miró a un hombre casi divinamente hermoso, de cabello negro y cuerpo perfecto.

Shaft: ¡Satán...!

Satán: El mismo... Y esa máscara de ahí me pertenece. Agradecería que no la toques con tus sucias manos.

Shaft se apartó, con cierto temor.

Satán, el gran deminio de todos, miró tu cuerpo.

Satán: ¿Y a este qué le sucedió?

Shaft: Qué raro que no lo reconozcas. Él es el mayor pecador de esta dimensión, según escuché.

Satán, al oír esa información, te miró.

Satán: T/N... Por fin lo conozco en persona.

Shaft: Qué mal que no en vida. Ya está muerto.

Satán: Más fácil para mí. Su alma y maldad será mía y, con él y con el poder de la máscara de Dios, tendré un enorme poder para enfrentarlo ¡y hacerme del reino de los cielos!

Shaft: Mientras no te interpongas en el camino del amo Drácula para hacerse de la humanidad, todo bien.

Satán: ¿Me estás amenazando?

Shaft retrocedió un poco por el miedo.

Satán: Pero... no, no me entrometeré, pues harán que mi reino en el cielo tenga más subirdinados.

Shaft: Hmph, yo ya me voy.

Y dicho esto, Shaft desapareció en unos rayos verdes de ahí. Satán se lo permitió, pues no le importaba nada de la tierra. Satán miró tu cuepro y se fue acercando para tomar la máscara de Dios. Una vez en sus manos, te clavó su tridente en tu pecho para sacar un alma de ahí. Satán sonrió.

Satán: ¡Padre!

Exclamó Satán, a los cielos del purgatorio.

Satán: Voy a por ti... ¡TÚ te arrodillarás ante MÍ antes del final!

Octavo y último: Satán/Satanás/El Diablo
(es lo mismo).































En un lugar...

Muchas almas vuelan hacia la luz.

Tu alma...

Está entre ellas, todavía con tu cuerpo.

Estabas muerto, de eso no hay duda. En un tunel, la luz está al final, y muchas almas se dirigen hacia allá, pero la tuya sigue dormida por haber llegado recientemente. Los llantos de un bebé se oían por el lugar.

En este momento, usted se encontraba en "El comienzo de la segunda oportunidad". ¿Por qué ese nombre dado? Bueno, los mayores pecadores que no encontraron perdón en Dios y aquellos que lo rechazaron y jamás lo aceptaron en su corazón van ahí, a comenzar una segunda vida. Muchos lo llaman "renacer", y tu vida pasada desaparece de la existencia salvo para los que la recuerdan en vida. Los llantos de bebé es el nuevo ser del que nacerás, con nuevo nombre y nueva vida. Una segunda oportunidad.

Usted llegó ahí por los pecados que cometiste.

Lentamente, usted abrió los ojos. Lo primero que viste es la luz segadora del final donde estará tu nueva vida.

Ven conmigo...

¿Ya terminaste tus asuntos...?

Despierta...

¿Estás listo...?

Es tu hora...

¿Te arrepientes de todo...?

No tengas miedo...

¿Estás feliz...?

Ven con nosotros...

¿A cuántos asesinaste...?

Únetenos...

¿Les lloraste...?

Dile "hola" a tu nueva vida...

¿Te acuerdas quiénes eran...?

Vivirás en paz...

¿Realmente eran tus amigos...?

Dios te perdonará con tu nueva vida...

¿No te preguntaste por sus familias...?

Tendrás una vida normal...

¿Ya no volverán a verlos...?

Una familia feliz...

¿Cómo puedes dormir en las noches...?

Dormirás tranquilo...

¿Cómo le haces para cargar con tanto...?

Esas voces te iban despertando, y poco a poco te iban jalando hacia la luz.

T/N...

Usted parecía estar en calma. Usted no sabía qué estaba sucediendo, pero cedías ante eso.

¡T/N...!

Los llantos de tu nuevo ser se iban oyendo cada vez más cercas.

¡¡T/N..., espabila...!!

Pero algo apareció delante de ti, interrumpiendo el proceso de renacer.

¡T/N, no te des por vencido...!

T/N: ¿Quién...?

Una luz apareció delante de ti, y una chica salió de ahí. Al verla, sentías que te era familiar.

¿?: T/N, no puedes rendirte. ¡Todo el mundo cuenta contigo!

T/N: ¿El... mundo?

¿?: ¡Tus amigas te esperan!

T/N: ¿Amigas...?

No podías recordar nada. Todos tus recuerdos se iban borrando al estar ahí. Estabas siendo formateado para iniciar nuevamente sin tener ningún recurdo. Fueron extrañas las veces en que el proceso de formateo en el proceso de renacer falla.

¿?: ¡Tus amigas! ¡Recuerda quién eres!

T/N: ¿Quién... soy?

¿?: ¡Eres T/N T/A, el mexicano! ¡Tus amigos cercanos te acostumbran llamarte "México"! ¡Tienes una hermosa familia esperando tu regreso! ¡Eres alguien fuerte en todos los aspectos!

T/N: ¿Yo...?

El lugar comenzó a escurecerse por una falla. Algo que jamás había pasado.

¿?: ¡Recuerda!

Usted estaba siendo atacado por los recuerdos que llegaban de golpe a tu cabeza.

¿?: ¡Recuerda, T/N!

Usted parpadeó cuando estabas recordando todo, y reconociste a la chica delante de ti.

T/N: ¿Cristina...?

Usted jadeó cuando por fin recuperaste el cien por ciento de tu ser. Volviste a nacer en tu misma vida, para así decirlo.

T/N: ¡Cristina!

Usted se miró y después todo el lugar.

T/N: ¿D-dónde estoy?

Cristina: Muerto...

Usted la miró, asustado. Cristina te explicó el lugar en donde te hallabas, y usted casi llora por eso, pues básicamente ibas a dejar de existir y renacer en otra vida, olvidando todo lo demás.

T/N: No... No puede ser... ¡No puedo morir así! ¡Tengo que volver!

Cristina: Y eso harás.

Usted la miró, esperanzado.

Cristina: Daré mi vida por la tuya para que así termines lo que tienes que hacer.

T/N: ¡¿Qué?!

Cristina se llevó las manos a su pecho, y de ahí comenzó a emitir un brillo.

Cristina: Es la única manera.

T/N: ¡No!

Exclamaste, sorpendiendo a Cristina.

T/N: ¡T-tiene que haber otra! ¡No quiero perder a alguien más, aunque no te conozca demasiado!

Cristina: Yo sí...

T/N: ¿Mm?

Cristina: La primera vez que nos conocimos, en la cocina del castillo, usé un hechizo para ver todo de ti en tu cabeza... Cada aventura tuya, cada día, cada minuto... Pude ver toda tu vida.

Usted no decía nada.

Cristina: Estás arrepentido de tus actos e intentarás hacer lo que sea para que te sean perdonados.

T/N: Viste...

Cristina: Todas tus víctimas y pérdidas...

Usted agachó la cabeza, con tristeza.

Cristina: Eres especial, T/N. No dudo que sentiré celos y coraje por ya no vivir..., pero es una vida por muchas.

T/N: ¡P-pero...! 'No es justo...'

Usted susuró eso último, con impotencia.

Cristina: Todo este tiempo te he estado vigilando y cuidando. Desde que entraste al abismo hasta que llegaste al purgatorio. No cualquiera hace eso, y tú lo estás haciendo por una razón: tus amigas. Eso... me gustó de ti. Eso y otras cosas más... Todo.

Cristina se fue acercado a ti. Ella te limpió una lágrima que iba cayendo de tu mejilla y dijo:

Cristina: Ya no eres un niño. Ya eres grande, y sabes que la muerte está en todos lado acechando a cualquiera. Debes saberlo. Sobre todo, por ser mexicano.

Usted suspiró. Reflexionaste sobre eso. "Tiene razón" pensaste. "Ya no debo de llorar... Debo dejar de llorar, desenvainar una sonrisa ¡y volverme a levantar! Ya no soy un niño débil..."

Usted miró a Cristina.

T/N: Estoy listo para regresar... Y... gracias.

Cristina: No es nada.

Cristina tenía el hechizo listo, y se acercó más a ti diciendo:

Cristina: No importa qué pase después de este punto... Tú debes de continuar, no importa qué.

Usted asintió, con determinación.

Una luz comenzó a segar a quien sea, y Cristina se acercó a tus labios... y los conectó con los suyos. Un destello salió de ustedes, segando a todos, haciendo que todo comenzase a hacerse cada vez más blanco por el destello del hechizo...

Satán se iba alejando con la máscara de Dios en su mano y el tridente en la otra mano, pero se detuvo cuando se percató de algo.

Satán: Así pues... ¿Él te ha abadonado, también? Así sea. Únete a mí. ¡Te amaré más que ÉL!

Por el rabillo del ojos, Satán miró a la persona detrás de él. Él sonrió y se giró completamente... para verte de pie.

Satán: Fui adorado por encima de los demás. No merecía ser expulsado... abandonado. Ahora sabes lo que se siente, ¿no es así...? El odio puede apoyarnos, darnos fuerza. ¡Abrázalo!

T/N: Es el interior del corazón del hombre de lo que Él se preocupa. Él te ama como me ama a mí. Sólo tenemos que pedir perdón en lo más hondo para ser agraciados... Perdonados.

Satán comenzó a caminar en círculos y tú igual. Ya sabían lo que se avecinaba.

Satán: Ustedes, simios, no se merecen redención. Es MI derecho divino el goberar a su lado como igual... O tal vez más que eso...

T/N: ¿Preferirías gobernar con poder y grandeza que ofrecer perdón y amor?...

Usted lo selañó mientras exclamabas:

T/N: ¡Es por eso que eres un impío pecador!

Satán: ¿Osas retarme? Morirás por tu blasfemia. ¡Tu alma me pertenece!

Y dicho eso, Satán se puso la máscara de Dios, obteniendo su poder sumado al suyo.

Usted se preparó para el nuevo desafío.

T/N: Ahora me desharé de mi duda anterior... contigo... ¡¡Satán!!


Fin del capítulo 41.

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Bueno eso es todo.

Espero que les haya gustado este capítulo.

Si es así, qué bien.

Y si no, también xd.

Algunos dijeron que, por la pregunta del capítulo anterior, que siga haciendo lo que tengo planeado, así que lo tomaré como definitivo Bv

Un saludo a ellos xd.

Por cierto...

¡Feliz día de la Revoluvión Mexicana, mi gente mexicana! ¡Una guerra que no me hubiera encandato perticipar, pero sí espectear! xd (aunque... sí. Lucharía en el lado de Francisco I. Madero Bv).

Me encantaría hablarles sobre la revolución mexicana, pero pos me alargaría demasiado xd.

Pero *cof cof* podría hablar de ella en un futuro en mi canal de YouTube Bv *cof cof* spam *cof cof* Búsquenme como "CandoCedez" *cof cof*.

En fin, me despido xd.

Adiós y que Dios los cuide y proteja a todos ustedes y sus seres queridos (sean creyentes o no).

¡¡Nos vemos!!

¡¡¡¡TIMOITASE!!!!

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