Capítulo 36: El Abismo (parte 3).

Capítulo 36: El abismo (parte 3).

-

T/N: ¿C-chicas...?

Usted sintió un gran terror al ver a tus "amigas". Esos ojos que tenían se metían en lo más profundo de tu alma.

Lentamente, esos ojos se giraron hacia ti aumentando tu miedo. Usted tragó saliva pesadamente mientras retrocedías.

T/N: C-creo que m-me e-equivoqué, je, je...

"Diana" sacó una varita y rápidamente te lanzó un hechizo, pero usted, por un poquito, casi te daba en la cara si no fuese porque te agachaste a tiempo.

Usted retrocedió mientras el joven que solía ser espantapájaros observaba todo desde Kamcia.

Joven: ¡Oye, ven aquí rápido!

Usted hizo caso, no porque querías huir sino que sentirías raro atacar a alguien con la apariencia de alguien conocido.

T/N: ¡Allá voy!

Kamcia empezó a galopar mientras usted corría hacia una salida de ahí. Kamcia te alcanzó y usted se subió en ella aún sin parar.

Pero eso no iba a acabar ahí.

"Akko" y "Diana", a una velocidad sobrehumana, irían tras ustedes comenzando así una persecución sin que se dieran cuenta.

Usted y el joven iban montados en Kamcia mientras "huían".

Joven: ¿Quiénes eran ellas?

Preguntó el joven.

T/N: P-pensé que eran unas amigas mías...

Usted hizo una pausa.

T/N: P-pero no era así.

Y de repente, "Akko" atravesó la pared del pasillo en el que iban así tapando el paso. Kamcia frenó bruscamente e intentó ir hacia atrás, pero ahí se encontraba "Diana" quien se iba acercando amenazadoramente.

Usted sintió pánico, y solo se te ocurrió algo. Una cosa.

Usted se bajó de Kamcia y le ordenaste lo siguiente:

T/N: Kamcia, busca una salida con el niño este. Y, por favor, abstente de atacar a algunas de ellas. No estoy seguro de que si sean ellas de verdad.

Joven: ¿Qué planeas hacer?

Preguntó el joven, temiendo un poco de lo que tenías en mente.

T/N: Nos vamos a separar. Solo hay que esperar que nos volvamos a juntar más adelante... Confiemos en la suerte.

El joven quedó perplejo por tu plan.

Usted golpeó la pared del lado derecho e izquierdo, del pasillo, para abrir una salida improvisada. Ordenando nuevamente a Kamcia, ustedes dos fueron a diferentes direcciones. Usted corriendo y Kamcia galopando.

El joven aún pensaba en ti.

Joven: No lo puedo creer... ¿No le importa morir?

Se preguntaba. Realmente quedó impresionado.

Joven: Él va en serio. Yo... también tengo que ser valiente como él. Por mi hermana.

Pero dejó de pensar cuando Kamcia saltó para esquivar un hechizo que iba directo hacia ustedes.

El joven miró hacia atrás y miró a "Diana" corriendo aterradoramente hacia ellos.

Joven: ¡N-nos e-están s-siguiendo!!

Las palabras del joven temblaban por el miedo que le ocasionaba aquella "chica".

"Diana" no sólo corría en el suelo sino que también lo hacía por la pared y techo para tener mejor ángulo, pero Kamcia era hábil e intentaba perderse entre las habitaciones o saltando de ventanas. El joven no la pasaba del todo bien.

Joven: ¡¿Por qué los valientes tienen que pasar por cosas así?!

Por otro lado, usted corría sin mirar hacia atrás.

Tu respiración era rápida. Estabas decepcionado y sumamente triste. Pensabas que por fin habías encontrado a alguien de la academia, pero no era así.

T/N: Drácula... ¡esto te saldrá caro! Si de por sí...

Usted entró a una habitación que te cruzaste y cerraste la puerta. Miraste una silla y la usaste para bloquear la puerta. Retrocediste esperando que nadie entre.

T/N: Bien, creo que con eso estaré a salvo por unos segundos...

Pero sentiste que chocaste con alguien por detrás. Usted inspiró y miraste lentamente esperando algo bueno.

Hombre Lobo: ¡¡GRAAAAAAARRGH!!

T/N: ._. ... Uf, menos mal.

El hombre lobo parecía confundido por tu reacción, pero volvió a rugir y se preparó para rebanarte de un zarpaso.

TOC TOC TOC

T/N: '¡Shhh!'

Usted le hizo una seña al hombre lobo para que no haga ruido. Curiosamente, hizo caso y se quedó mirando a la puerta al igual que tu con los mismos ojos desorbitados.

PUM

Tú y el hombre lobo se alteraron cuando algo golpeaba la puerta con desesperación.

Rápidamente y en equipo, levantaron todos los muebles para tapar la puerta. Lo hacían de manera rápida y desesperada. Cuando ya no quedaba ningún mueble, ustedes se apartaron para contemplar su trabajo.

T/N: ... ¡Bien hecho! Ahí no entra ni-

Pero todo se fue al carajo cuando algo derribó la puerta junto todos los muebles.

T/N: ... Dios.

De la puerta (o donde había una) entró esa figura bizarra, "Akko".

Usted y el hombre lobo se abrazaron y gritaron femeninamente del susto. "Akko" lazó su mano hacia uno de los muebles y logró levantar uno desde la distancia. Ella los apuntó y el mueble salió disparado hacia ustedes.

T/N: ¡Mamá!

El hombre lobo dio un paso al frente y, de un zarpazo, destruyó el mueble evitando que llegue a lastimarlos.

T/N: ¡Ja, ja! ¡Sí!

No lo esperabas, pero justo ahora habías formado equipo con un monstruo.

T/N: Bien, "Akko" falsa, tienes tiempo para huir.

Esa figura bizarra seguía con la misma expresión. Te apuntó y lanzó un ataque de su mano el cual rebanaste de un tajo con tu machete.

T/N: ¿"Akko" usando magia? Nadie me lo va a creer.

Miraste a tu compañero y le dijiste.

T/N: Prepárate, porque de aquí uno va a morir.

Hombre lobo: 0_0

~

Cambio de escena con el joven y Kamcia.

Ellos seguían huyendo de "Diana". "Diana" parecía teletransportarse para no perder al corcel y al joven.

Joven: R-rayos. ¡No podemos perderla!

Pero la cara del joven se horrorizó cuando miró que un puente roto estaba delante de ellos.

Joven: ¡N-no hay camino!

Y se pone peor, pues tampoco había otro lugar para escapar. Solo un gran mar de lava hirviendo desde abajo.

Joven: E-estamos perdidos... No podemos hacer nada...

Eso era lo que él creía.

Kamcia no se detuvo, cosa que notó el joven.

Joven: O-oye, ¿qué tienes planeado hacer? ¿Vas a saltar?

Kamcia respondió con un soplido.

Joven: ¡P-pero no lograremos llegar y caeremos a la lava!

Poco le importó a Kamcia eso.

Kamcia llegó al final del camino y saltó. El joven se aferró a ella mientras apretaba los ojos del miedo.

Joven: ¡AAAAAAAAAH!

"Diana" se frenó para observarlos justo en el final del camino. Kamcia relinchó y comenzó a correr en el aire hacia el otro extremo del puente. El joven seguía gritando, pero al sentir que ya no estaban cayendo, abrió los ojos lentamente y quedó impresionado con lo que vio.

Joven: ¡E-estamos volando!

Y nuevamente empezó a gritar.

Kamcia llegó al otro lado del puente y frenó ya estando en el suelo. El joven se tranquilizó y una sonrisa apareció en su rostro.

Joven: ¡Ja! ¡Lo hicimos!

El joven volteó para ver a "Diana".

Joven: ¡Cómo piensas alcanzarnos? ¡También vas a volar?

"Diana": ...

El joven estaba confundido, pues "Diana" permanecía aterradoramente quieta, pero el joven notó algo. "Diana", siguiendo estando quieta, parecía estar cada vez más cercas.

Y el joven se arrepintió de lo que dijo antes, pues "Diana" ahora era la que estaba suspendida en el aire mientras se acercaba ferozmente hacia ustedes.

Joven: ¡C-corre! ¡¡Corre!!

Kamcia no necesitaba órdenes, pues era obvio que iba a comenzar a correr.

Volviendo contigo.

T/N: Pinche lobo... ¡Te recordaré, cabrón! ¡Te haré un altar! ¡Ya verás!

Usted seguía corriendo por un pasillo mientras "Akko" te seguía y te lanzaba ataques raros salidos de la palma de sus manos. Lamentablemente, el hombre lobo no pudo sobrevivir.

T/N: Ya te iba a adoptar, wey. Me cae.

Usted giró bruscamente hacia atrás cuando un estruendo resonó. 

T/N: ...

"Akko", a una velocidad aterradora, pasó cercas de ti. Usted la esquivó, pero no lo suficientemente rápido, pues ella logró darte un corte en el brazo.

"Akko" siguió hasta llegar a una pared y derrumbarla haciendo que cayera sobre ella. Ustes se tapó la herida mientras la mirabas.

T/N: M-mierda... ¡¿Qué mierda fue eso?!

"Akko" salió del polvo y de los escombros y se preparó para hacer el mismo ataque.

Usted, ahora con tiempo, pudiste esquivarla, pero igualmente era rápida.

Aprovechando que "Akko" no podía parar hasta dar con algo, usted corrió hacia el agujero que ella provocó con el primer ataque.

Llegando a una gran sala, pudiste ver a dos seres llegando del otro lado en una gran puerta.

T/N: ¡Kamcia! ¡Y...! el otro.

Kamcia y el joven corrieron  hacia ti mientras una "Diana" los perseguía estando separada del suelo todavía. Usted corrió hacia ellos, pero la sala era demasiado grande. Estaban muy alejados.

"Akko" se asomó del agujero y "Diana" aterrizó en el suelo mientras ellas dos los veían a ustedes.

Usted y Kamcia no se detuvieron y siguieron corriendo para estar cercas. Les daba igual si ustedes dos iban a chocar.

"Akko" se preparó para realizar un ataque, el de antes, para atravesarte por detrás. Mientras tanto, "Diana" preparaba un hechizo para matar a Kamcia junto al joven. Un hechizo poderosísimo.

Usted notó lo de "Diana" y Kamcia lo de "Akko". De igual manera, no se detenían y no se molestaron en avisarse.

"Akko" por fin se lanzó a una velocidad descomunal hacia ti. "Diana" tenía el hechizo listo para lanzarlo y matar a Kamcia y al joven. Ustedes dos no se detenían a pesar de correr en sentido contrario para verse de frente. Cuando Kamcia y tú ya estaban cara a cara, sintieron el tiempo ralentizarse cuando se miraban cara a cara.

Ustedes dos, como si lo hubieran planeado, usted saltó hacia la derecha y Kamcia hacia la izquierda dejando paso libre a "Akko" quien no se detuvo con su ataque por lo fuerte que era y fue a dar con "Diana" justo cuando ella iba a lanzar el hechizo.

"Akko" atravesó a "Diana", y "Diana" justo lanzó el hechizo quien dio con "Akko".

"Akko" acabó con "Diana" y "Diana" acabó con "Akko".

Kamcia, el joven y tú miraron a ellas dos explotar por el ataque y el hechizo.

Usted y el joven suspiraron. Kamcia resopló. A pesar de ser un caballo inmortal, le preocupaste mucho por ser su dueño.

[Monstruos derrotados: 4890]

~

Nuevamente tomaron su búsqueda hacia una salida. En su camino, pasaba lo mismo: derrotar mini monstruos.

Al joven le asustaba eso, pero a ti te estaba empezando a hartar. Te sentías frustrado. Algo te atormentaba. Tu idea era venir y tener el arma divina, pero te habías entretenido con muchos monstruos.

T/N: Ya llevo mucho tiempo aquí abajo... No creo que tenga tiempo para...

Usted sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos negativos. Usted gruñó.

T/N: Necesito confiar... Tener fe en que lo lograré.

Pensabas en voz alta. El joven te oía y sentía lo mismo. El sólo quería rescatar a su hermana, pero no sabía cuánto tiempo estuvo como espantapájaros.

¿?: ¿Están perdidos?

Tú y el joven salieron de sus pensamientos al oír esa voz. Kamcia fue bajando su velocidad. Tú y el joven buscaban quién era el que habló. Usted se mantenía serio y sin darle importancia, pero el joven ya estaba teniendo miedo.

T/N: Si eres un nuevo enemigo enviado por Drácula, solo aparece para acabar contigo como los otros.

Ordenaste, ya sin temor o algún sentimiento.

Una nube de humo color verde apareció frente a ustedes. Usted y Kamcia miraban atento a lo que sea que vaya a pasar, pero el joven ya fue dormido por el miedo y empezaba a temblar.

El humo se fue disipando y se mostró a un viejo encapuchado, pero podías ver su rostro.

T/N: ¿Y tú quién eres o qué eres?

¿?: Yo soy Shaft, el gran mago y sacerdote a servicio de Drácula.

Usted tenía una expresión indiferente.

T/N: Guau. No me esperaba lo último. Pensé que eras alguien que vino a ayudarme.

Dijiste, con sarcasmo.

Shaft: Búrlate todo lo que quieras, Belmont. Tu final se aproxima, y no podrás evitarlo. Ya estarás temblando del miedo.

Usted parpadeó.

T/N: ._. ... No soy Belmont ni estoy temblando. Soy T/N y mi final voy a evitarlo.

Shaft: Hmf. No eres Belmont, pero sigues siendo T/N. Aunque... Tu tez es diferente. Y te ves más... ¿rudo?

Analizó el mago.

Shaft: ¡Je! No importa, la verdad. No serás el primero al que matemos.

El mago de nombre Shaft alzó sus manos e invocó varias esferas verdes.

T/N: -_- Qué, ¿vas a jugar a la pelota o qué? ¿Quieres derrotarme en un duelo de canicas? Te aviso que yo era el mejor entre los niños.

Joven: ¿En serio?

Preguntó el joven, esperanzado.

Usted se inclinó un poco para murmurarle, pero sin quitarle los ojos de encima al anciano.

T/N: No. Nunca tuve amigos de niño.

Joven: ¿Qué?

T/N: Cosas de la chamba, ¿sabes? Siempre deseé tener esa vida de niño ordinario.

De las esferas, salieron varios monstruos. Muchísimos monstruos. Pero entre ellos sobresalían unos monstruos nunca antes visto.

Shaft: Déjame presentarte a los nuevos.

Shaft, como él dijo, te presentó a los nuevos empezando con el más grande.

Shaft: Él es Frankenstein. Seguro que ya habías escuchado su nombre antes.

T/N: -_- Antes, pero era un apodo dado a un amigo.

Shaft: Medusa. O al menos su cabeza. Seguro que querrás verle a los ojos. Son hermosos.

T/N: -_- ¿Muy bien?

Shaft: La momia. Este-

T/N: Ya había derrotado una antes.

Interrumpiste.

T/N: ¿Cuál es la diferencia?

Shaft: Este es más fuerte y habilidoso.

T/N: ... No pos sí. Vaya cambio.

Shaft: Y por último está el Gólem de huesos. ¿Esos huesos no te suenan de algo? ¿No los reconoces? Estoy seguro que sí.

En ese momento, usted abrió los ojos con terror. Empezabas a temblar y a respirar sin control. Un horrible escalofrío te recorrió.

T/N: N-no me digas.. q-que son... d-de...

Empezabas a enojarte.

Shaft: Así es...

Respondió.

Shaft: Ese monstruo está hecho de los huesos de tus versiones alternas que nosotros matamos por órdenes de aquel sujeto.

Explicó Shaft, con una sonrisa siniestra mientras recordaba los gritos de dolor y agonía de esas personas.

Usted analizó sus palabras con la boca abierta por la impresión, y después...

T/N: ¡Uf! ¡Menos mal! ¡Me asustaste, pendejo!

Suspiraste de alivio.

T/N: ¡Pensé que eran de mis amigas! ¡Las brujas!

Shaft rió.

Shaft: Tranquilo. Ellas aún siguen con vida. Las necesitamos para que el amo Drácula revitalice su poder.

Usted nuevamente estabas con la boca abierta y ahora con los ojos bien abiertos.

T/N: 0_0 ... ¡¿Oíste eso, niño?!

Usted exclamó, mirando al joven quien se miraba confuso por tu actitud.

T/N: Él dijo: "Ellas aún siguen con vida" ¡Siguen vivas! ¡Aún tenemos tiempo!

Joven: ¿N-no oíste lo que dijo del monstruo de huesos?

T/N: Ehm... Solo entendí que no eran los huesos de mis amigas. Lo demás me chupa un huevo.

El joven y Shaft compartieron miradas al no creer lo que escucharon. Igualmente los monstruos se miraban confusos.

T/N: Da igual.

Dijiste, con tus ánimos de regreso. Estabas contento. Aquellos malos pensamientos se esfumaron. Usted volvió a tener una sonrisa.

Te sentías... Feliz. Feliz de saber que ellas estaban a salvo. Feliz de que aún tenías tiempo. Feliz de que las volverías a ver. Feliz de que compartirán palabras nuevamente. Feliz de que, en un futuro, este día solo sea una historia para contar y reír.

Usted bajó de Kamcia.

Joven: ¡O-oye, ¿adónde vas?!

T/N: Les patearé el culo a esos bastardos, y después nos iremos a buscar a las demás.

Dijiste, con una gran alegría.

T/N: Bien, así será la cosa, Shaft...

Dijiste, haciendo énfasis en su nombre.

T/N: los mataré, iré con Drácula, lo mataré y salvaré a mis amigas y a cualquiera que hayan raptado.

Shaft rió, nuevamente.

Shaft: Tú no saldrás vivo de aquí. Y cuando vayas con Drácula, ya será demasiado tarde.

Usted sonrió, con soberbia.

T/N: Desafío aceptado.

Usted miró a Kamcia y la acariciaste.

T/N: Kamcia, busca un lugar para que cuides al niño. Lo quiero vivo para que se reúna con su hermana.

El joven parecía sorprendido. Él te consideraba alguien serio y de temer por este poco tiempo en el que te conocía. No hablabas mucho y no compartías palabras con él a menos que sea para sacar información de algo, pero se impresionó de ver esta versión tuya. Una versión alegre.

«¿Será que tanto le importa sus amigas?» se preguntaba.

Además, su deseo de verte feliz con su hermana lo inspiró.

Joven: ¡Y-yo también pelearé!

Usted lo miró con una mueca mientras decías: "¿Eh?".

Joven: ¡Yo también quiero ser fuerte como tú!

Usted lo miró por unos segundos. El salón se llenó de silencio.

Monstruos: ... ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

Hasta que los monstruos estallaron a carcajadas haciendo que el joven sintiera pena.

T/N: Naaah, no manches, niño. No te hagas el héroe.

Joven: ¿E-eh?

Y tú no ayudaste con eso.

T/N: ¡Mírate! Estás todo enclenque y escuálido. Te romperán como un lápiz.

Joven: ¿Q-qué clase de apoyo emocional es esa?

T/N: Hazte pa' allá, chamaco. Yo te mostraré cómo se mata a un monstruo de verdad.

Usted avanzó hacia los monstruos mientras sacabas el látigo mata vampiros y tu machete.

T/N: Si tanto quieres proteger a los demás... Empieza desde abajo.

Usted se detuvo e hiciste una pausa.

T/N: Me refiero a cosas simples. No a proteger hormigas o juntar la mierda de perro en las calles.

Usted le asintió a Kamcia para que vaya a otro lugar.

Ahora sí te sentías con ánimos de pelear.

Shaft: Me impresiona tu valentía y confianza. La misma valentía y confianza que condenó a tus versiones alternas.

T/N: Pues prepárate porque ésta versión será el que los derrotará a todos ustedes.

Shaft rió, y comenzó a levitar.

Shaft: Eso lo veremos...

Shaft, con su mano, ordenó a todos los monstruos a atacar.

T/N: ¡Hagan fila para no golpear al mismo!

Usted fue, con gran ánimo, a combatirlos.

Desde la distancia, el joven observaba tu fiereza en batalla.

Joven: ¿Cómo lo hace? ¡Es como si estuviera quitando telarañas del camino!

El joven veía y analizaba tus movimientos.

Joven: Se ve que tiene experiencia... ¿Cómo? ¿Qué fue lo que lo hizo ser así? ¿Qué hacía antes? Y... ¿qué es "chamba"?

Se preguntaba el joven.

Joven: Él... Él es realmente fuerte.

Volviendo contigo, usted estaba aplastando las cabezas de tus enemigos o partías sus cuerpos mientras cantabas.

T/N: La cabeza de mi enemigo hace ¡"bang bang bang"!~♪
Y de su sangre me ba-ña-rán~♪

Hasta que un rayo pasó de tu lado dándole a un enemigo el cual se hizo piedra.

T/N: Carnal, ¡te aplicaron la de Lot! ¡Te hicieron estatua!

Shaft: Es el poder de Medusa.

Habló Shaft.

Shaft: Mírala a los ojos y serás convertido en piedra. Aunque no hace falta que la veas. Ella misma puede convertirte en una estatua para siempre con tan solo darte con su rayo petrificante.

T/N: ._. ... ¿Sueles contarle sobre los ataques especiales de tus compañeros a los enemigos? Qué chismoso.

Tuviste en cuenta eso que te dijo, y tratarías de evitar el rayo o de ver sus ojos a toda costa.

T/N: En fin, ¿en qué estaba-?

Pero un puñetazo te dio en la mejilla lanzándote hacia otros enemigos los cuales derribaste como pinos de boliche.

Tu quijada tronó, y fuiste dejando un camino de sangre.

Estando en el suelo, usted habló.

T/N: Auch... S-sí dolió...

Usted se levantó y te acomodaste la mandíbula. Mirando al culpable, viste al monstruoso y legendario Frankenstein.

T/N: Genial, también tengo que luchar con Herman Munster. Si Lily estuviera aquí, lo haría reflexionar y nos haríamos compas para después trenzarnos el cabello.

Usted, con el látigo, derrotaste a todos los monstruos que te estorbaban para ir con el monstruo de Frankenstein. Una vez que llegaste, él intentó aplastarte con sus puños, pero usted se deslizó debajo de él para estar detrás de él, en su espalda.

Lo miraste por detrás y viste sus tornillos en su cuello. Viste que unas chispas salieron de ahí. Tuviste una idea loca.

T/N: Me pregunto si...

Usted se trepó a su espalda, pero él intentó quitarte de encima. Chocaba con los enemigos para que te quites de él, pero no funcionaba. Se tiraba al suelo de espaldas ocasionando un cráter, o derrumbaba paredes al chocar de espaldas con ellas, pero de igual manera, no servía. No te separabas de él.

T/N: P-pero p-podría c-considerar l-la i-idea...

Ignorando eso, usted trepó más hasta llegar a su cuello. Miraste los tornillos una vez más, luego a tu mano derecha y tuviste un plan el cual no sabías si resultaría bien.

T/N: ¡A darle!

Juntaste tu dedo del medio, el índice y el pulgar, tres veces, sacando chispas cada que ellos entraban en contacto.

«Bien, creo que también tengo poder eléctrico después de todo... Sabía que el rayo que me cayó de niño no era de broma. ¡Fueron quince rayos seguidos!» pensaste.

T/N: Bien, hora del mexi-cánico.

Usted puso sus dos manos en los tornillos del monstruo, electrocutando a ambos y haciéndolos gritar. El monstruo intentó agarrarte para lanzarte lejos, pero usted se aferraba, no porque no querías, sino porque tus manos se acalambraron.

T/N: ¡¡E-E-S-S-T-T-O-O D-D-U-U-E-E-E-L-L-E-E-E-E-E-E-E-E!!

Exclamaste, envuelto de electricidad, y cortando las palabras.

Usted salió disparado, después de unos segundos así, hacia una pared cercana. Estabas completamente chamuscado, tu pelo estaba de punta y muy desordenado, y estabas todo gris. Y ni hablar del humo que salía de ti.

T/N: M-mierda... E-esto n-no es n-nada parecido a t-trabajar en la C-CFE... C-como de conserje.

Y después caíste al suelo.

Usted se sobaba la cabeza mientras te sentaste, pero una sombra te cubrió. Varios monstruos te habían rodeado.

T/N: ._. ... ¿N-no lo quieren hablar? Je, je...

Los monstruos se prepararon para matarte, pero algo los embistió.

T/N: ¿Eh?

Mirando hacia un lado, el lado en el que vino el ataque, miraste a...

T/N: ¡¿Herman?!

... Frankenstein. Era Frankenstein. Ese monstruo, de manera agresiva, golpeaba a los monstruos y los arrojabas lejos. Esa bestia se acercó a ti...

T/N: 0_0 ...

Y te tendió la mano.

Frankenstein: Socio...

Fue lo que te dijo mientras esperaba tu mano.

T/N: 0_0 ... Sí, estoy sucio. No sé qué tiene que ver y el porqué te importa, pero gracias de igual manera.

Usted tomó su mano y te levantaste con su ayuda. Sacudiéndote para quitar el polvo de encima y tener tu color nuevamente, exclamaste:

T/N: ¡Bien, ¿están listos, monstruos?!

El monstruo aliado y tú luchaban con todo como equipo. Demolían a todo enemigo de ustedes.

Tu idea de hacer que ese monstruo se convierta en tu aliado mediante sus tornillos funcionó. Estabas impresionado porque...

1- Tu plan funcionó.

2- Ahora tenías un poder de electricidad... O magia eléctrica. Aunque ya no sabías si impresionarte o no después de lo que viste durante todo este rato (hablando de toda la noche).

Y 3- La verdad, más que impresionado de está última, estabas un poco asustado, pues tú anterior compañero monstruo... Está durmiendo... ¡¡PERO PARA SIEMPRE!!

Mente de T/N: (Pinche lobo...)

Pero tus pensamientos murieron cuando un rayo pasó cerca de ti convirtiendo en piedra al monstruo desafortunado que estaba ahí.

Mente de T/N: (Mierda... Tengo que hallar una manera de exterminar a Medusa...)

Pero te diste cuenta que, al golpear con el látigo, le diste a unas velas las cuales soltaron una cruz de hierro.

T/N: Eso puede funcionar.

Usted la tomó y pensaste en qué hacer.

T/N: Otra vez dependo de ti, fe mía.

Usted intentó hacer un prueba y error. Usted tomó la cruz y la arrojaste hacia los monstruos. Para tu sorpresa, esa cruz tomó un rumbo propio reventando la cabeza de varios monstruos, incluso derrotando a la supuesta momia fuerte. Y después regresó a ti. Usted la atrapó.

T/N: ... Ewww.

Y estaba llena de sangre. ¡Pero poco te importaba! Al menos supiste de qué era útil.

T/N: ¡Bien!

Usted la volvió a arrojar con una cosa en mente: destruir a Medusa.

Esa cruz tomó vuelo y pasó entre los monstruos. Los rayos petrificantes de Medusa pasaban rozándolo, pero al final terminó dándole en uno de los ojos.

Medusa se empezó a descontrolar y a lanzar rayos petrificantes a lo loco dándole incluso a sus compañeros.

Pero la salvación llegó.

Frankenstein corrió, saltó muy alto y terminó por romperle el otro ojo justo cuando otro rayo fue arrojado.

Frankenstein derrotó a Medusa... Pero sacrificando su vida.

T/N: ¡NO! ¡HERMAAAN!

Madusa cayó al suelo quebrándose en varios pedazos por ser de piedra. Frankenstein cayó limpiamente en el suelo sin quebrarse. Antes de quedar completamente petrificado, se volvió hacia ti y te levantó el pulgar mientras una sonrisa se plasmaba en su ahora eterna figura de piedra.

Frankenstein: So... cio...

Fueron sus últimas palabras...

Usted se sintió decaído...

Medusa fue derrotada.

T/N: Gracias... Franky-amigo.

Pero algo sucedió.

Una hacha se alzó detrás de ti mientras su filo vislumbraba. Tú notaste la sombra que te cubrió y volteaste. Era el Gólem de huesos.

El Gólem de huesos ya iba a bajar la hacha. Ya era tarde. Te diste cuenta muy tarde. No podrías esquivarlo, y menos estando de luto...

ZARPAZO

T/N: ¡¡¡...!!!

Pero un zarpazo desde atrás logró detenerlo y mandarlo hacia el otro lado de la habitación.

Usted miró al responsable y...

T/N: ¡¿L-lobo?!

Pudiste ver a tu excompañero, ¡el hombre lobo!

Hombre Lobo: ¡¡GRAAAAAARRGH!!

T/N: ¡¿Seguías vivo?!

Hombre Lobo: ¡¡GRAAAAAARRGH!!

T/N: ¿Estabas inconciente?

Hombre Lobo: ¡¡GRAAAAAARRGH!!

T/N: ¿Despertaste y seguiste mi olor?

Hombre Lobo: ¡¡GRAAAAAARRGH!!

T/N: ... Qué genial.

Usted sonrió y miraste al Gólem de huesos. No podrías perder después del sacrificio de Frankenstein.

T/N: Bien, hazte cargo de los demás monstruos. Yo me haré cargo de este.

Hombre Lobo: ¡¡GRAAAAAARRGH!!

T/N: Sí, lo sé, pero... Siento que esto es personal. Y más sabiendo su origen...

El hombre lobo volvió a gruñir y fue al ataque con los demás monstruos. Usted se golpeó el puño mientras veías al Gólem de huesos.

T/N: Bien, huesitos, ni creas que formaré parte de tu colección de huesos.

El Gólem de huesos era una especie de toro, pero del torso para arriba tenía forma de hombre con la diferencia de que tenía cuatro brazos. Además, tenía seis piernas y una cola esquelética.

T/N: Hora de cobrar venganza... ¡por aquellos a quienes les pertenecían esos huesos!

Usted se lanzó hacia él. El Gólem intentó atacarte con su hacha, pero usted detuvo el ataque con tu machete. Lo apartaste y le diste un golpe con el látigo en la cabeza, la cual era un cráneo, logrando explotarla.

T/N: Listo. Ahora-

Pero otro cráneo salió de ahí.

T/N: Uy... No me quiero imaginar a cuántos se despacharon.

Usted intentó atacarlo, pero el Gólem estiró su brazo esquelético, sacando más huesos, y te agarró del cuello y te trajo hacia él.

T/N: Sep...

Dijiste, un poco batallando para hablar por ser asfixiado.

T/N: Definitivamente no quiero saber a cuántos se despacharon.

Los ojos del Gólem de huesos se tornaron de color rojo, y gritó de una manera horrible. Su cráneo empezó a brillar y de su boca se miraba una luz.

Antes de que hiciera algo, usted lo pateó y aplicaste fuerza para romperle el brazo para así estar libre.

Usted retrocedió, pero el Gólem de huesos te volvió a mirar y, de su boca, lanzó una bola de fuego.

Usted se hizo hacia un lado para esquivarla. La bola llegó a unos monstruos los cuales explotaron.

El Gólem de huesos ahora sacó una llamarada de su boca la cual te persiguió.

T/N: ¿Alguien dijo... Fuego?

Usted corrió un poco lejos y después de detuviste. Miraste al Gólem y exclamaste:

T/N: ¡¡Fuego!!

... Pero no pasó nada.

Usted, confundido, te sacudiste desde tu lugar.

T/N: ¿Fuego? ... Arg, no importa.

Aún te faltaba mucho por aprender a controlar dicho poder, pero ahora tendrías que ocuparte de otras cosas.

Usted sacó el látigo y lo usaste, girando la cadena, de escudo para evitar el fuego. Estando cercas, le volviste a romper el cráneo y, aprovechando que ya no podía lanzar fuego, lo agarraste a golpes.

T/N: ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma!

Usted empezó a repetir varias veces esa palabra mientras le destrozabas los huesos. Esos huesos salían y se colocaban para remplazar a los otros rotos, pero usted los volvía a romper.

T/N: ¡Y...! ¡¡TOMAAA!!

Hasta que diste el golpe final logrando desarmarlo por completo. Todos los huesos cayeron al suelo.

Joven: ¡Sí!

El joven celebraba desde la distancia.

Usted tenía le puño en alto en victoria.

T/N: Yo no... Seré parte de la colección.

Pero no era todo.

Segundos después, los huesos se empezaron a mover. Todos se reunieron a un mismo lugar para volverse a formar.

T/N: ¿Y ahora qué chin...?

Usted lo notó a tiempo.

Esos huesos se juntaron para formar una gran figura. La de un dragón. Un dragón esquelético.

T/N: Ay, no...

El antes Gólem de huesos rugió para demostrar su nueva forma. Usted se preparó para la segunda ronda.

Aquel dragón emprendió vuelvo en la gran sala.

T/N: ¡Ay, papá! ¡Un papalote!

Usted hizo uso del látigo y te sujetaste de una pata suya.

El dragón notó eso y escupió fuego a la cadena la cual se calentó. Usted rápido la devolvió hacia usted para enfriarla.

T/N: Rayos...

Usted tenía que pensar en algo ante eso. Idear un plan.

El dragón voló por la habitación y lanzaba cráneos, desde su boca, los cuales explotaban al entrar en contacto con el suelo. Básicamente estaba lloviendo bombas.

Los monstruos eran víctimas de eso, y usted intentaba evitarlas.

T/N: Ay por el amor de Cristo redentor...

Un cráneo-bomba iba directo a ti, y tú te percataste de eso. Usted estiró la mano y la atrapaste cuidadosamente.

Mente de T/N: ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué estoy haciendo? ¡¡¿Qué putas estoy haciendo?!!

Fue puro instinto lo que te hizo moverte. Usted sostuvo el cráneo y empezaste a dar vueltas como si del deporte de lanzamiento de bala se tratase. Usted dio varias vueltas y al final la lanzaste.

Usted había fijado el objetivo: la boca del dragón.

«Si su fuego y los cráneos explosivos salen de su boca... ¡Debo de destruirla!»  pensaste.

El cráneo que lanzaste fue por el aire pasando el fuego y los otros cráneos. Y hasta que...

PUM

Logró llegar a la boca del dragón la cual fue completamente destruida.

T/N: ¡Ahora tengo la chance de atacar!

Usted volvió a usar el látigo para atraparlo nuevamente de la cola.

El dragón iba regenerando, o mejor dicho, creando, una nueva cabeza con los huesos, pero usted la destruyó nuevamente al jalarlo para hacerlo chocar contra una pared.

Aplicaste otra vez una fuerza natural, la cual ya era descomunal gracias a tu vida pasada, tus aventuras y los peligros que pasaste, para darle vueltas y vueltas, y finalmente estrellarlo contra el suelo volviendo a desarmarlo.

Usted envolvió el látigo mientras decías:

T/N: Espero que eso sea todo-

Pero los huesos volvieron a unirse para formar esta vez a una criatura sin forma. Los huesos simplemente estaban amontonados, rodeados de cráneos por todas partes y con muchas piernas debajo.

T/N: S-siempre odié el arte abstracto...

Esa cosa corrió a toda velocidad de un lado al otro. Chocaba incluso contra las paredes. Embestía a toda criatura que estaba ahí. Eso hasta que fue hacia tu dirección.

Usted se puso alerta y, cuando llegó contigo, usted saltó para estar arriba de la cosa esa.

Ahora usted intentaba no caerse mientras lo golpeabas para destruir cada hueso. Aunque tus nudillos queden llenos de sangre, usted no paraba.

T/N: Muérete. Muérete. Muérete. Muérete.

Decías de manera paciente por cada hueso que rompías. A decir verdad, eran muy duros de romper, pero dabas todo de ti en cada golpe.

Hasta que llegó el punto en que ya no quedaba ninguno a excepción de un cráneo. Usted lo miró con tristeza.

T/N: Perdóname... Amigo.

Usted puso tu pie sobre él y lo pisaste para romperlo.

Derrotaste al Gólem de huesos.

Hombre Lobo: ¡¡GRAAAAAARRGH!!

El hombre lobo, por su parte, había acabado con todos los monstruos. Estaba muy herido, pero aún se mantenía de pie.

Usted se acercó a él.

T/N: ¡Buen trabajo! Ahora...

Usted miró al final de la habitación mirando al hechizo al que tanto odio del agarraste.

T/N: Te toca.

Shaft parecía impresionado.

Shaft: ¿Pudiste con todo eso...? Además... Lograste aliarte con dos de nuestros secuaces.

T/N: ¿Qué ocurre? ¿Me habías subestimado? Qué grosero de tu parte.

En ese momento, Shaft se ahogó en sus pensamientos.

Mente de Shaft: (Este no es como los demás... ¡Hay algo más en él! Por eso ese sujeto nos reunió a todos... Él ya lo conoce. ¡Conoce todos sus secretos! Y sin embargo...)

Shaft te miraba desde la distancia. El verte sonreír estando cruzado de brazos... ¡Lo molestaba mucho!

Mente de Shaft: (¡Debo de ser yo quien lo aniquile! ¡Debo hacerlo, no solo porque debemos de hacerlo, sino porque destruirá los planes del amo Drácula!)

Shaft volvió a invocar dos esferas verdes las cuales estaban en el aire.

Shaft: ¡T/N! ¡Acabare con tu vida! ¡Muerto o vivo, ¡lo haré!!

El hombre lobo iba a avanzar, pero lo frenaste.

T/N: Yo me haré cargo. Si necesito tu ayuda, yo te avisaré.

El hombre lobo simplemente asintió y se alejó.

Usted volvió a mirar a Shaft.

T/N: Está bien... ¡Vamos!

Las dos esferas verdes que Shaft invocó se prendieron en fuego. Esas dos esferas fueron hacia ti con más obvias intenciones de asesinar. Usted creyó haberlas esquivado, pero de ellas salieron unos pilares de fuego los cuales te dieron de lleno. Un poder devastador.

Shaft: ¡El amo Drácula tiene que revivir sus poderes! ¡Él lo hará! ¡Yo me haré cargo de que eso suceda!

Usted sacó el machete y lo clavaste en el suelo para frenar.

T/N: ¡Primero me tiene que matar personalmente!

Usted corrió hacia Shaft esquivando sus hechizos para atacarlo con un tajo, pero solo cortaste la capa de su capucha cuando él esquivo tu ataque.

Shaft: Eres superior a los monstruos... ¡¡Pero no a mí!!

Shaft te atacó la mano donde tenías el machete. Tu arma salió volando lejos de ahí.

T/N: ¡Maldición!

Usted lo iba a atacar a mano limpia, pero las dos esferas verdes sacaron unos poderosísimos rayos los cuales te electrocutaron cruelmente. Tus gritos hacían notar tu dolor infernal.

Joven: ¡Ay no!

Kamcia y el hombre lobo fueron para ayudarte, pero usted, aún siendo electrocutado, alzaste la mano para detenerlos con esa simple señal.

T/N: ¡N-no i-interfieran! S-solo v-vengan... ¡¡Cuando caiga de rodillas!!

Apesar de la electricidad, y el daño teóricamente irreparable de tus órganos internos, usted caminó hacia Shaft y le diste un gran y poderoso golpe en la cara demostrándole tu fuerza natural.

Shaft retrocedió, aparte por el golpe dado, por el miedo.

Shaft: ¿Q-quién eres tú?

T/N: Yo soy...

Usted, por un momento, un pequeño momento, un milisegundo, se pudo ver el brillo del sol en tus pupilas, pero desapareció. Nadie lo notó, ni siquiera usted.

T/N: ¡¡¡Un pinche mexicano!!!

Exclamaste, destruyendo las esferas las cuales explotaron ante el misterioso poder.

Las pupilas de Shaft de encogieron, y sus ojos se agrandaron. Su respiración no estaba estable y sus manos temblaban.

T/N: ¡¡¡Soy T/N T/A, el mago mexicano!!!

¡Usted, al terminar de decir eso, te lanzaste hacia Shaft dándole otro golpe en la cara! ¡Y no solo eso! Usted siguió y siguió dándole golpe tras golpe ¡¡en todo el cuerpo!!

Mente de Shaft: (Esto no puede seguir así... ¡¡No puede seguir así!!)

Shaft intentó lanzar un hechizo, aprovechando que estabas cercas, en tu cara.

PUM

El hechizo te dio, y logró hacerte retroceder.

Shaft: Tengo que huir... Tengo que-

T/N: ¡Oye! ¡Shaft!

Pero tu voz se escuchó nuevamente.

T/N: ¡Gracias por el raite!

Sin darse cuenta, ¡Shaft te llevó hacia tu machete! Usted lo tomó y lo presumiste.

T/N: ¿Sabes cuál es la mejor arma del mexicano?

Shaft: ¿C-cuál?

Preguntó, de manera temerosa.

Usted lo veía seriamente y...

T/N: ... Agh, no se me ocurrió algo bueno para decir.

Hombre Lobo: ¡Grr!

Joven: ¡Uh!

Incluso ellos dos quedaron decepcionados.

Shaft: Y tú sabes cuál es la mejor arma de un hechicero o de un mago?

Usted parpadeó.

T/N: ¿Cuál?

Shaft: ¡Las sorpresas!

En ese instante, Shaft desapareció, y una sombra te cubrió.

T/N: ¿Eh?

Un gran, pero gran monstruo gris cayó del techo agrietando todo el suelo de la habitación.

Usted, por suerte, logró quitarse del camino. Estando un poco lejos de él, lo pudiste ver completamente.

T/N: ¡Guácala, ¿qué es eso?!

Ese monstruo te daba asco de solo mirarlo. Parecía una especie de T-rex, pero sin brazos, y con la cara fea.

T/N: Qué asco.

Aquella criatura era Gergoth.

Gergoth mostró sus costillas que sobresalían y sacó un gas sospechosamente peligroso. Usted se alejó y te abanicabas con tu mano.

T/N: Ni de pedo me acercaré a oler eso.

Decías, con asco.

Usted sacó el látigo nuevamente y le empezaste a golpear.

T/N: ¡Bien, Lobo, ahora es cuando te ocupo!

El hombre lobo hizo caso y se acercó para atacarlo también. Entre los dos lo atacaban, con hombre lobo haciéndole daño de cercas, y tú desde la distancia.

Gargoth se vio acorralado. Esa bestia rugió y corrió hacia ti de una forma que te asustó. Estando un poco cerca, saltó y volvió a caer para intentar aplastarte, pero no contaba que usted lanzó el látigo al hombre lobo y él lo agarró para jalarte así logrando evadir ese ataque. Pero notaron algo. El suelo se agrietó más.

Gergoth los miró y empezó a cargar un rayo poderoso de su boca el cual resplandecía más y más.

Al final, ese rayo salió disparado. Era muy potente, y usted lo notó.

El rayo golpeó muy cerca de tu lugar logrando hacerte rodar en el suelo al igual que el hombre lobo.

Gargoth volvió a preparar otro rayo, pero usted pensó en algo para detenerlo.

Tomando la cruz de hierro que te habías encontrado antes, la lanzaste hacia la boca de la bestia haciendo que su poder explote en su cara.

T/N: ¡Ja, ja!

Pero su rugido repentino te asustó. Aquel monstruo se descortezó su cara al rugir mientras mostraba sus ojos blancos provocándote asco al igual que el joven quien se aguantó las ganas de vomitar.

Gargoth salió del humo y volvió a correr hacia ti de manera aterradora para luego saltar y aterrizar con más fuerza.

Tú y el hombre lobo rodaron en dirección opuesta de ustedes para evitar que los conviertan en tapetes.

El monstruo logró hacer que el lugar tiemble haciendo que tú, el hombre lobo y Kamcia casi pierdan el equilibrio. Pero no solo eso pasó.

Cuando la bestia cayó, el suelo se empezó a agrietar por completo y, segundos después de ver el suelo, el suelo se partió haciendo que la bestia, el hombre lobo y tú cayeran a un más profundo agujero hacia un lugar desconocido. El suelo terminó por romperse haciendo que ustedes cayeran hacia un casi infinito hoyo.

Kamcia casi se caía, pero rápidamente actuó y corrió hacia un lugar seguro donde el suelo no caería.

Joven: ¡No...!

El joven miró aterrado cómo te fuiste con el monstruo sin querer. Él quiso gritar tu nombre, pero ni siquiera se lo habías dicho ni él el suyo. La única vez que lo oyó fue cuando se lo dijiste a Shaft, pero no se lo aprendió.

Al joven se le formó unas lágrimas en los ojos al pensar que moriste.

Joven: Tú... No puedes morir... Eras nuestra única esperanza...

Kamcia, estando en un lugar seguro, sopló.

Ella se paró en sus dos patas traseras y relinchó. Kamcia abrió un portal nuevamente. El joven quedó asombrado mientras se limpiaba las lágrimas.

Joven: No... No todo está perdido... ¡Yo lucharé en tu lugar!

Kamcia rodó los ojos.

Kamcia, a un paso lento y tranquilo, galopó hacia el portal para entrar.

La bestia colosal iba cayendo rompiendo cada vez más pisos uno tras otro mientras tú y el hombre lobo también iban cayendo, pero un poco más arriba.

Llegó un punto en el que Gargoth ya no rompía ningún piso y ahora sólo iban cayendo en una especie de túnel oscuro, pero con un poco de luz roja.

Mientras tanto, usted, y el hombre lobo, iba cayendo mientras te desesperabas, pues no sabías qué te esperaba ahí abajo.

La Bestia iba cayendo un poco más abajo de ti. Gargoth iba rugiendo.

Ese monstruo te miró e intentó atacarte con un rayo poderoso desde donde estaba, pero usted, usando una piedra del suelo que iba cayendo, te impulsaste para moverte y esquivarlo.

Usted se acercó, por eso, a otra piedra. Usted la escaló y, estando arriba, saltaste para lanzárselo al monstruo logrando golpearlo en la cara y que cayera más rápido.

Usted volvió a repetir eso. Te acercabas a las piedras y se las arrojabas.

El monstruo, segundos después, cayó al suelo de manera horrible, pero aún no estaba muerto.

Con sus últimas fuerzas, intentó crear un ataque más poderoso para lanzártelo.

Justo cuando el monstruo iba a mirar para arriba para arrojártelo, usted cayó sobre su cabeza, pisándola y rompiendo por completo su cráneo.

Las piedras y escombros cayeron después y aplastaron al monstruo.

Usted suspiró.

Gargoth perdió la vida instantáneamente.

[Monstruos derrotados: 5987]

Usted se quitó de él y miraste tus pies.

T/N: Ewww.

Sacudiéndolos para quitarle la sangre, oíste unos chillidos que poco a poco iban desapareciendo.

Caminando hacia los escombros, viste a tu compañero debajo de los escombros.

T/N: ¿L-lobo...?

Tu vista se empezaba a nublar.

Aquel animal monstruoso dejó de moverse al mismo tiempo que sus chillidos fueron silenciados. La sangre salía debajo de las piedras.

En ese momento, tu mente se llenó de rencor por una persona....
































































T/N: ¡¡¡SHAAAAAAAAAAAAAFT!!!!
















Fin del capítulo 36.

/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/

Bueno, eso sería todo.

Espero que les haya gustado.

Si es así, qué bien.

Y si no, también xd.

Y sep, últimamente me he tardado en actualizar cualquier historia es mía.

Entonces haré algo por ustedes...

¿Cuál quieren que sea la siguiente historia en actualizar?

Digo, para compensar, no? xd. Tal vez saque dos o tres capítulos xd.

En fin, me despido.

Adiós y que Dios los bendiga a ustedes y a sus seres queridos (sean creyentes o no).

¡¡Nos vemos!!

¡¡¡¡TIMOITASE!!!!

PD: avisen si hay errores xd. Es de madrugada y no he dormido, así que tal vez se me escape uno xd.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top