Capítulo 27: Una Noche Fría y Hambrienta
Capítulo 27: Una Noche Fría y Hambrienta
[Punto de vista de Nadie]
Ubicación: (CMPM) Cuartel Mágico de la Prisión Mágica.
Jefe: Así que ya te tenemos localizado, eh?
En uno de los cuartos del cuartel mágico se encontraba el jefe de las fuerzas armadas mundial. El que toma las decisiones, el que tiene el control de todo oficial, militar y cualquier persona que pertenezca a cualquier asociación de seguridad. Él estaba mirando un muro donde estaban muchos papeles pegados, pero miraba uno en concreto, y lo miraba con mucho odio y rencor.
Jefe: Después de muchos años... Por fin te encuentro, malnacido. Tomaré venganza y justicia por lo que les haz hecho a esas personas inocentes!! Te mandaré al infierno, el lugar donde perteneces y siempre debiste pertenecer desde que naciste.
En esa foto estabas tú en tus años de criminal.
Jefe: Ojalá... los errores como tú no hubieran existido.
≈
Oficial 1: Listo para tu primer día, hermano?
Oficial 2: Sí! Siempre quise trabajar en este lugar desde que te aceptaron a trabajar aquí! Tuve que aprenderme todos los nombres de todos los países y su localización de memoria, la historia de cada uno, las leyes de todos los países, las constituciones, los idiomas, dialectos y otras cosas más que tomó mucho tiempo de mi vida, pero valió la pena!
En el cuartel mágico se encontraban dos policías hermanos. Uno de 28 años de edad, casado y con hijos; y el otro de apenas 18 años. Hoy es su primer día trabajando y su hermano mayor es su asesor.
Oficial 1: No recuerdo que esas cosas sean requisitos obligatorios, pero bueno. Entonces ya sabes lo que nos mandaron hacer, no?
Oficial 2: Difundir la noticia para que nos sea fácil localizar a T/N T/A y atraparlo!
Oficial 1: Y tienes una idea de cómo hacerlo, novato?
Oficial 2: Claro que sí!
El menor de los hermanos se acercó a una computadora y presionó un gran botón rojo para que se activara un satélite del espacio haciendo que se abriera y saliera una antena que envió sondas que fueron hasta un cuartel ubicado en Brasil donde habían son monos en una silla.
Los monos escucharon las sondas gracias a unos dispositivos para captar sondas y fueron a una computadora. Los monos sacaron dos llaves y las metieron en dos cerraduras que estaban en la computadora sacando un botón. Los monos se miraron entre sí y asintieron, un poco preocupados, y lo presionaron.
Por el botón, otro satélite se abrió y liberó otra sonda que fue en Egipto, precisamente en otro cuartel oculto en la Gran Pirámide de Giza. Una computadora se encendió y salió una momia de un ataúd. La momia se acercó a la computadora, escribió unas coordenadas y presionó un botón antes de hacerse polvo y dejar solo sus vendas.
Al presionar el botón, otro satélite se activó soltando un misil que fue hacia el polo norte, específicamente, justo a lado de dos pingüinos. Los pingüinos miraron el misil y presionaron un botón que sacó otro botón que presionaron para sacar otro botón más grande y lo presionaron sacando una palanca la cual jalaron para sacar una bocina de payaso. Apachurraron la bocina llamando un taxi. Los pingüinos se subieron y el taxi los llevó a un cuartel, para ser preciso, en la casa de Santa Claus.
Los pingüinos tocaron la puerta para ser recibidos por un duende, le entregaron un papel y el duende lo leyó. El duende, después de leer el papel, corrió hacia donde estaba Santa Claus. Le entregó el papel y este casi se pasa una galleta sin masticar al leerlo. Santa Claus fue a su trineo y se fue volando con sus renos. Voló unos minutos y lanzó un regalo el cual cayó en la casa de un peruano.
El peruano miró el regalo y lo abrió dejando ver otro papel. El peruano se fue en su llama hasta llegar a Chile y darle ese papel a un señor que vendía choripán. El señor lo leyó y abandonó su puesto para ir a Rusia. Ahí, le dio el papel a un anciano.
El anciano lo leyó y vio que tenía unos códigos. Envió esos códigos al cuartel mágico activando una máquina impresora donde ahí salió un papel escrito en braille. El hermano menor acudió rápidamente, leyó el papel y envió esos códigos a un cibercafé de Argentina llegándole a un señor de la tercera edad quien hizo unas cosas en su computadora y lo envío al mismo cuartel de los simios.
Los simios leyeron el papel y enviaron un código Morse a un cuartel espacial. Los del cuartel espacial, al oír el código, activaron otro satélite haciendo que envíe otras sondas al cuartel mágico activando otra vez la máquina impresora para imprimir un papel con la foto del mexicano con unas letras en grande que decía "se busca". El hermano menor tomó el papel y dijo:
Oficial 2: ¡Listo! ¡Ya está hecho!
Después de todo eso, el hermano miró a su hermano menor y le dijo:
Oficial 1: ._. ¿Cómo y cuándo fue que todos aceptaron para instalar y tener todo eso?
≈
Ubicación: Cuarto Provisional, Luna Nova. (Días después de lo anterior)
[Punto de vista de Nadie]
T/N: Puta madre... No puedo dormir.
Ahora nos encontramos contigo en tu casa provisional. Las clases terminaron, todas fueron a cenar en la cafetería y luego se fueron para sus respectivas habitaciones. Obviamente tú fuiste a la casita en donde te desalojas. Tampoco hace falta mencionar que no alcanzaste comer nada más que las sobras que era puro puré de papa. Ahora estabas acostado en tu cama/tabla mirando las estrellas.
T/N: Mi techo... ¿Quién es el que se lo roba? Este ya es el décimo.
Pero tampoco te quejabas mucho, pues disfrutabas de ver el cielo estrellado. Era tan hermoso de apreciar.
T/N: No mames, tengo frío.
Pero lo malo es que entraba el terrible frío nocturno.
T/N: Puta madre... También tengo hambre.
Y peor con el hambre infernal que siempre tienes en las noches, sobre todo por tu mala alimentación en la academia. Podrías ir al pueblo a comer algo como siempre...
Cerebro: Pero qué hueva.
T/N: ¿Otra vez hablando solo, cabrón?
Cerebro: Soy tu conciencia. Técnicamente también estás hablando solo.
T/N: Nel, no eres nada mío porque te metieron a mi cabeza sin mi permiso por la culpa de esa anciana de Catemaco. Así que solo eres un intruso en mi cabeza jodiéndome diariamente.
Cerebro: ¿Y cómo explicas mi nombre?
T/N: Porque pensé que eras mi cerebro en un principio. Así que siempre te llamé "Cerebro".
Cerebro: ... Da igual. Y si mejor vamos a comer?
T/N: Al fin dices algo congruente.
Te levantaste de tu cama/tabla , caminaste hacia tu puerta/colchón y saliste de ahí.
Esta vez decidiste ir a comer en la academia. Puede que haya comida o alguna criatura mágica que te haga el favor.
Cerebro: Oye, y por qué vamos aquí si la comida de la escuela fue perdiendo calidad últimamente.
T/N: No me importa, eso es lo de menos. Conque yo pueda comer algo me basta.
Cerebro: Qué conformista...
Ibas caminando por los pasillos de Luna Nova, pero te fijaste en algo que te llamó completamente la atención.
T/N: 'Pero qué...?'
Tú solamente sonreíste y te acercaste.
≈
Ubicación: Cuarto del equipo rojo. (hace unos minutos)
Akko: Awww, tengo hambre...
Sucy: Lo dices en serio?
Akko: ¡Nadie bromea con la necesidad de comer!
En la habitación del equipo más problemático de la academia, se encuentran el trío de brujas revoltosas preparándose para dormir. O al menos dos de las tres.
Akko: Además, con puro puré de papa no me basta!
Sucy: Puedes al menos no gritar? Alguna profesora nos llamará la atención si alguien le avisa.
Akko: Lotte, no me digas que tú no tienes hambre?
Lotte: B-bueno, un poco.
Akko: Y dime, no te gustaría ir a comer algo~?
Decía, Akko, de una manera juguetona para convencer a Lotte.
Lotte: N-no creo. A-Además, nos tenemos que preparar para dormir.
Akko: En serio? Ni siquiera un postre como pastel, flan, tartas...?
Akko fue mencionado más postres para provocarle más hambre a Lotte lo cual funcionó, pues el estómago de Lotte empezó a rugir.
Akko: Mis oídos me engañan o alguien tiene hambre?
Lotte estaba pensando seriamente si hacerle caso a Akko o no.
Sucy: Bien, si así va ser. Entonces yo también iré.
Sucy se levantó de su cama.
Akko: Espera, lo dices en serio?
Sucy: siempre y cuando firmes esto.
Sucy le pasó unos papeles y una pluma a Akko. Ella los tomó y los leyó.
Akko: ¿"Me haré totalmente responsable de cualquier cosa mala que pase. Y en caso de ser descubiertas y que nos den un castigo, cubriré las horas de Sucy"?
Sucy: Nunca es bueno seguirte en tus ideas.
Akko: ¡No firmaré esto!
Sucy: Es acaso que tienes poca fe en ti y sabes que nos descubrirán? Pensé que creías en ti y-
Akko: Ok, ok! Ya lo firmé!
Akko le entregó la hoja a Sucy y ella la enrolló y la guardó.
Sucy: Bien, entonces vamos.
Lotte: E-Esperen, están seguras de esto?
Akko: Claro que sí! Tengo un plan!
Sucy: Y ese es...
Akko: Comer!
Sucy: ... Eso no es un plan, es un deseo.
~
Akko: 'No hay nadie. Vamos!'
Las tres brujas se encontraban en los oscuros pasillos de la academia. Su misión es ir a la cafetería, tomar "prestado" una "pequeña" porción de comida e irse de ahí sin que nadie las atrape.
Sucy: Tampoco hace falta que nos des órdenes, sabes.
Akko: Pero así lo hace más interesante.
Pero algo inesperado pasó para ellas. Una voz sonó justo detrás de ellas diciendo:
¿?: Sobres, ya se la saben. Carteras, teléfonos y-
Akko: ¡¡AAAAAAAH!!
Akko, instintivamente, se dio la vuelta soltando un puñetazo.
México: ¡ARGH! ¡MI HERMOSA Y FEA CARA!
Akko: ¿M-México?
Y justo te dio en la cara.
Sucy: ¡Shhh! ¿Podrían no hacer mucho escándalo?
Te levantaste mientras te sobabas la cara. Luego miraste a Akko esperando una explicación.
Akko: ... Tú tuviste la culpa! Quién rayos llega así de la nada?
México: Solo los perdedores y personas que no aportan nada en la sociedad?
Terminaste de sobarte y les preguntaste:
México: ¿Se podría saber qué hacen aquí? Se supone que deben de estar dormidas.
Antes de que Akko responda, Sucy le ganó diciendo:
Sucy: Akko nos invitó a hurtar la comida de la academia.
México: 0_0 Guau.
Akko: E-Eso no es cierto!
México/Sucy: Entonces?
Akko: Solo tomaremos prestado un poco de comida sin permiso.
Sucy: -_- Es enserio?
México: Nonono...
Interrumpiste a Sucy. Chasqueaste los dedos y señalaste a Akko.
México: Se justifica totalmente.
Sucy: -_- Es enserio?
México: Supongo que tiene un buen motivo.
Sucy: Por ejemplo?
En ese momento, el estómago de Akko y Lotte rugieron.
México: Ahí está el ejemplo.
Usted miró a Akko y a Lotte suavizando la mirada y brindándoles una amable sonrisa.
México: ¿Tienen hambre?
Akko: ¿No te quedó claro?
Cuestionó, Akko, un poco avergonzada al igual que Lotte.
Y tu sonrisa se borró y tu mirada se volvió una aburrida.
México: -_- Estaba siendo amable.
Pero escucharon unos pasos viniendo a lo lejos del pasillo en ambos lados. Akko jadeó y todos ustedes entraron en pánico.
Sucy: Sabía que nos descubrirían.
Todos excepto Sucy.
Akko: '¿Ahora qué hacemos?'
Preguntó, Akko, desesperadamente.
México: '¡Sepa, no se me ocurre nada!'
Lotte: 'Creo tener una idea.'
~
Desde el lado izquierdo y derecho del pasillo iban caminado dos criaturas mágicas en cada lado. Ellos estaban vigilando como siempre lo hacen. Caminaron hasta estar frente a frente.
Criatura mágica 1: Hola.
Criatura mágica 2: Qué hay.
Criatura mágica 1: Cómo ha estado tu noche?
Criatura mágica 2: Como siempre, nada interesante, pero tranquila.
Criatura mágica 1: Seh. Alguna novedad?
Criatura mágica 2: Nada, y qué hay de ti?
Criatura mágica 1: Igual, nada interesante.
Pero justo en ese momento se escuchó algo. Un gran rugido tenebroso muy cercas de ahí. Las criaturas mágicas se alertaron por eso.
Criatura mágica 1: Escuchaste eso?
Criatura mágica 2: Sí. Qué fue eso?
Las criaturas miraron por los alrededores en busca del responsable del sonido.
Criatura mágica 1: Será mejor separarnos para buscar.
Criatura mágica 2: De acuerdo!
Y así, los dos se fueron para buscar la cosa que hizo eso.
Después de unos segundos, un montón de espíritus aparecieron formando un círculo donde aparecieron ustedes cuatro.
México: 'Uf, eso estuvo cercas...'
Akko: '¡Eso fue increíble, Lotte!' 'No sabía que los espíritus podían ocultar a las personas.'
Lotte: 'Hay muchas cosas que los espíritus pueden hacer.'
Sucy: Cambiando de tema, qué fue ese sonido de antes?
Nadie sabía la razón... Pero tú sí.
México: 'Yo también tengo hambre. Por eso estoy aquí.'
Lotte: 'México, no me digas que ese rugido fue...'
Usted solo asentiste dejando a una Lotte preocupada quien jadeó y se tapó la boca por la misma preocupación.
Akko: 'Vaya, creí que yo sería la más hambrienta aquí.'
México: 'Bueno, normalmente no como casi nada, para no decir que nada, aquí en la academia.'
Lotte: '¿En serio?'
México: 'Son dos opciones: o yo como y una alumna se queda sin comer, o no como nada, pero dejando que todas en la academia puedan disfrutar su comida.'
Lotte: 'Eso es muy triste, pero muy amable de tu parte.'
Akko: '¿Ves, Sucy? Otra razón para ir a comer ahorita.'
Sucy. Hmf, bien. Ahora sí hay una buena razón para todo esto.
Akko: '¿Entonces... Cancelarás nuestro trato?'
Sucy: No.
México: '¿Eh?' '¿De qué trato hablan?'
Sucy: Ninguno en especial.
Mejor decidiste ignorar eso y seguir con lo que tenían en mente. Ya habían perdido mucho tiempo.
~
[Punto de vista de México]
Akko: ¡Por fin llegamos!
México/Lotte/Sucy: ¡Shhhh! ¡Cállate!
Por fin habíamos llegado a la cafetería de esta escuela. Obviamente estaba vacía y el eco se escuchaba mucho. Nos dimos cuenta cuando Akko gritó apenas cerramos las puertas detrás de nosotros.
Akko: P-Perdón, me emocioné, je, je.
Yo negué con la cabeza mientras suspiraba.
México: Ya qué. Mejor vayamos a comer y nos vamos de aquí.
Akko: '¡Sí!'
Ellas y yo nos dirigimos a la cocina donde supuso Sucy que estaría los almacenes o demás cosas de comida. Entramos y Sucy estaba en lo correcto, ahí estaba la comida.
México: Bien, tomen lo que sea necesario y nos vamos.
Decidí no ser tan egoísta y agarrar lo necesario para calmar mi hambre y no mostrar lo hambreado que estoy. De todos modos, no creo que-
Akko: Me llevaré esto, y aquello, y más de lo otro!
México: No friegues, Akko! Eso es mucho!
No sé qué tenga esta niña, pero a su máquina! No creo que pueda comer todo lo que se está llevando!
Akko: Tú dijiste que tomemos todo lo necesario!
México: O sea, sí, pero eso es abusar! Van a sospechar que alguien tomó comida a escondidas!
Akko: Pero...
Lotte: Akko, creo que México tiene razón. Toma solo pocas cosas.
Aunque me dio tristeza la reacción de Akko, era lo mejor para todos.
Akko: Bien...
O tal vez lo hace para engañarme... Eso es! Las mujeres siempre manipulan a los hombres de ese modo! Pero conmigo no funcionará!
Akko: *Olfateo* tendré que pasar la noche con hambre...
Cerebro: Resiste, pendejo! Resiste!!
Miré las cosas que había agarrado y luego a Akko quien dejaba todo poco a poco.
Sucy: En serio vas a caer en ese juego?
México: Sé que me arrepentiré más tarde. Aunque ya lo había hecho desde que las vi en el pasillo.
Me acerqué a Akko y le dije:
México: Bueno, puedes llevarte un poco más, pero-
Akko: ¡Gracias!
Cerebro: ¡Eres un imbécil!
Akko de repente se puso de buen y me abrazó fuertemente.
México: -_- Peeero luego no me eches la culpa, de acuerdo?
Akko: ¡Lo prometo!
Suspiré y le di unas palmadas a Akko para que se separe de mi.
Akko: Déjame un poco más.
Suspiré nuevamente y caminé con Akko pegada a mi.
Sucy: Vaya poca fuerza de voluntad tienes.
México: Debo de fortalecer eso...
Después de unos segundos más, todos teníamos lo que pensamos que sería lo bueno para nosotros... Aunque Akko parecía que se preparaba para un apocalipsis.
México: Bien, nadie vio nada, entendido? Si preguntan, nadie lo sabe.
Akko: Sí!
Y así, ellas se fueron para su cuarto y yo pa' mi casita hermosa.
México: A la próxima, mejor al pueblo como siempre.
En fin, será mejor no quejarme y-
¿?: ¿Qué haces aquí despierto a estas horas?
[Punto de vista de Diana]
Diana: ...
Todas las noches en Luna Nova son iguales. Mucho silencio a excepción de las pláticas triviales de Hannah y Barbara. De vez en cuando me uno a ellas, pero a veces estoy escribiendo mis pensamientos o leyendo algunos libros que tengo o que tomo de la biblioteca.
Hannah: Por cierto, has sabido algo últimamente de México?
Barbara: Hablas del país o-?
Hannah: ¡Del cabeza hueca que está aquí!
También suelen hablar de Tenochtitlan, el chico que permitieron quedarse aquí por la razón de que una de las antiguas brujas lo trajo en contra de su voluntad. Aún es un misterio para mi eso, y no ayuda nada el que él tampoco sepa nada. Puede que lo descubramos más adelante, pero por ahora no podemos hacer nada.
Barbara: Bueno... nada. ¿Por qué la pregunta?
Hannah: Hay algunas chicas que dicen que lo han visto irse al bosque a tempranas horas del día y, que después de unas horas, regresa a la academia.
Barbara: Eso han dicho?
Ahí presté atención. No soy de meterme y de escuchar conversaciones ajenas, pero, si se trata de él, supongo que es bueno recopilar información. Sobre todo por lo de aquel día de la carrera. Aparecer de la nada no es algo normal, sobre todo en alguien que no ha tenido contacto con la magia antes. Y también lo que me mostró la enfermera. La información de T/N T/A y México... me provocó un poco de miedo ver la similitud de ellos dos. Es como ver dos gotas de agua.
Hannah: Sí. Supuse que tú sabrías algo, pero veo que no.
Barbara: Bueno, ahora sé algo. Tal vez le podamos preguntar en algún momento sobre eso. De todos modos, es parte de nuestro equipo, no?
Hannah: Sí... pero se me hace un poco injusto que duerma en esa horrible e inhóspita "casa".
Barbara: No creo que sea tan horrible como dices.
Hannah: ¡¿La has visto por dentro?! ¡Solo tiene una tabla como cama y una puerta como colchón! ¿Por qué no lo hace al revés? ¿Dormirá tranquilo ahí?
Barbara: Mmm, si lo pones así, puede que sí sea un poco horrible.
Hannah: Hmf, si me dejara darle toques hogareños a su pocilga, le fascinará el resultado. Ni la reconocerá al verla!
Barbara: ¿Como qué cosas le añadirías?
Hannah: Qué te parece empezar por la puerta?
De ahí en adelante, solo se compartieron ideas de cómo mejorar la casa provisional de México. Aunque fuesen buenas sugerencias, eso no me servía para reunir información, pero sí fue útil escuchar lo que se ha estado divulgando entre algunas alumnas. Me interesa saber la razón por la que va al bosque. Justo donde, según la enfermera, apareció ese tal T/N.
Pero justo en este momento, sentí una corazonada. Algo me decía que debía de salir hacia los pasillos. Un presentimiento de que me podría hallar algo.
Me levanté de mi silla abandonando mi escritorio y me dirigí a la puerta que da salida a la habitación.
Hannah: ¿A dónde vas, Diana?
Era obvio que llamaría la atención de ambas. Así que me di la vuelta para responderles.
Diana: Solo iré a caminar un poco. Volveré enseguida.
Hannah y Barbara se despidieron de mi y yo de ellas. Luego salí cerrando la puerta detrás de mi.
~
Todavía no hallaba lo que sentí hace rato, así que supuse que pudo haber sido un presentimiento erróneo.
Diana: ¿Hm?
Hasta que escuché una voz un poco a lo lejos. Me acerqué y miré a México caminar mientras pensaba en voz alta y llevaba algunas cosas en sus manos. Lo seguí para ver a dónde se dirigía. Al final, iba en camino a su casa provisional.
México: A la próxima, mejor al pueblo como siempre.
Diana: ¿Qué haces aquí despierto a estas horas?
Observé cómo se tensó al oírme. Luego se dio la vuelta y me miró. Su mirada se relajó mientras decía:
México: ¿Diana?
Diana: Disculpa si te asusté. No era esa mi intención.
Me fijé en lo que tenía en las manos.
Diana: ¿Y esa comida?
El se miró las manos y me sonrió nerviosamente.
México: Es que...
Pero antes de que me responda, un sonido extraño sonó por el lugar poniéndome en alerta. Saqué mi varita lista para atacar poniéndome más cercas de México.
Diana: ¡Cuidado! Puede que haya un monstruo cercas.
México: N-No creo que sea eso...
Diana: A qué te refieres?
El sonido volvió a sonar más cercas. Me di la vuelta para ver a México sosteniéndose el estómago.
México: Son mis tripas, tengo mucha hambre y por eso fui por comida.
Explicó, mientras me mostraba la comida que tomó.
Dudo, y sé perfectamente, que eso no es normal. Que un estómago suene así no es nada bueno.
Diana: ¿Has estado comiendo bien últimamente?
México: Sinceramente... No. Todas las noches tengo que ir al pueblo al otro lado del portal mágico para poder comer algo.
¿Lo dirá en serio? Creí que con la comida de la academia todos tendrían lo suficiente.
Diana: ¿Y qué me dices de la comida de la academia?
México: Ya se lo había explicado a Akko, Lotte y Sucy, y la razón es que si como algo, una estudiante se quedará sin comer. Entonces mejor nunca como nada para que todas puedan coman algo.
La forma en que lo explicó... mas la sonrisa que dio... Sin duda lo dice en serio. Puede que lo haya juzgado los primeros días, lo cual fue un terrible error, pero él es muy amable y considerado. No pensé que sacrificaría su salud por razones como esa.
México: Pero bueno, ya me iba a mi casita.
Él se dio la vuelta dispuesto a marcharse.
Diana: Puedo acompañarte?
Pero, por la pregunta que le dije, se detuvo unos segundos. Luego me miró con confusión.
Diana: Quiero hacerte unas preguntas, si no es mucha molestia.
Él se mostró dudoso ante mi petición, pero después de pensarlo unos segundos, aceptó y comenzó a caminar mientras lo seguía.
El camino no fue tan largo, pues ya estábamos cercas de ahí. Aunque me daba tristeza oír su estómago sufrir cada cierto tiempo. Se notaba que necesitaba comer urgentemente, y con lo que traía no creo que le baste completamente.
Él hizo a un lado el colchón que tenía como puerta y se hizo a un lado permitiéndome pasar primero. Le agradecí y cuando entré... ya entendía la necesidad de Hannah.
México: No hay dónde sentarse... así que estaremos de pie si no te molesta.
He visto ruinas, bodegas y templos olvidados, pero esto les hacía competencia. No había piso, solo el pasto del campo de la academia; no había techo, y su cama... Dios mío.
Diana: ¿Cómo puedes estar a gusto aquí?
México: ¿Esa es tu primera pregunta?
Preguntó, mientras tenía algo de comida en la boca.
Diana: No era una de las que tenía pensado preguntar, pero sí. Esa es mi primera pregunta.
Masticó su comida para luego pasársela.
México: Bueno, no estoy cómodo aquí, pero tampoco creo tener el derecho de pedir más. Al fin y al cabo, no debí estar aquí en un principio. En la academia.
Creo que iba ser obvia su respuesta. No creo que alguien esté cómodo en un ambiente así. Sobre todo por el frío que entraba haciendo que temblara y me abrazara a mi misma.
México: ¿Tienes frío?
Yo asentí ante su pregunta. Él se dirigió a una maleta que tenía ahí, la abrió y empezó a buscar. Se podía escuchar unos sonidos metálicos muy raros, pero tampoco miré por respeto a su privacidad. Después de unos segundos, México sacó una chamarra y me la dio.
México: Póntela, creo que te protegerá del frío.
Me impresiona su caballerosidad. Agradecí por eso y me la puse. Me quedaba un poco grande, pero era cálida... Y tenía su aroma en él.
Diana: ¿Cómo le haces para soportar el frío y dormir así?
México: Pues tengo dos opciones. La primera es aguantarme el frío, y la segunda es hacerme bolita para no tener tanto frío.
No puedo creer en las condiciones en la que vive estando aquí. Se me hace injusto tomando en cuenta que fue traído en contra de su voluntad. Aunque eso me hizo acordarme por lo que venía.
Diana: He escuchado por parte de Hannah que varias estudiantes te han visto ir al bosque a tempranas horas del día. ¿Se puede saber el por qué?
México: Pues...
El miró al cielo mientras se ponía a pensar.
México: Siempre voy a... pues a hacer lo mío.
Diana. "A hacer lo tuyo", a qué te refieres con eso.
México: Pues dudo que haya baños para hombres aquí en la academia. Entonces, para evitar molestias e incomodidad, mejor voy al bosque donde me baño en un lago y hago otras cosas.
Diana: ¿Qué clase de cosas?
México: Mmm...
Él me miró con una cara incómoda mientras decía "necesidades naturales del cuerpo", ahí supe a qué se refería.
Me puse roja por eso y me disculpé.
Diana: P-Perdón, creo que pregunté de más.
México: Un poco, sí.
Traté de tomar mi compostura rápidamente para preguntarle:
Diana: De casualidad, haz oído el nombre de... T/N T/A?
Pude notar que, cuando mencioné ese nombre, se pudo tenso, un escalofrío lo recorrió y sus ojos se abrieron un poco. Incluso dejó de comer.
México: T-T/N?
Diana: Sí. Lo haz escuchado de alguna parte.
En ese momento, pude ver cómo pensaba profundamente.
México: H-he oído un n-nombre a-así antes. A-Allá en M-México había a-alguien ll-llamado a-así.
Se notaba muy nervioso.
Diana: Ya veo, pero alguien de esta parte del planeta?
Ahí pareció relajarse un poco.
México: Este... no, pero creo que la profesora Ursula sí.
Diana: La profesora Ursula?
Él asintió.
México: Mjm, ella me había dicho que tenía un amigo que se llamaba así, pero hace mucho que no lo ve. También dijo que se parecía a mi, pero no creo poder ser yo... A menos que sea un ancestro mío muy lejano.
Eso tiene más sentido. Pudo haber sido fácil de deducir por sus similitudes.
Diana: Y lo del día de la carrera, ya sabes algo de lo que hiciste?
Él negó con la cabeza casi al instante.
México: Nel, solo lo mismo. Todo el mundo se detiene, me envuelvo en fuego que no me quema y tan-tán.
Eso es lamentable, pero puede que sepamos más a futuro.
México: Pero...
Inició de repente.
México: De las veces que me ha pasado fue cuando me preocupé por Akko cuando se cayó de la escoba en es día. Ha pasado otras veces en unos días, pero era por accidente.
Diana: Entiendo...
Puede Akko ser la razón? Tal vez ella sea lo que provoca eso en México. Eso... de una manera me molesta.
Diana: Bien, creo que lo último que te preguntaré será lo siguiente...
Él pareció prestarme más atención por eso. yo lo estaba mirando seriamente mientras él se llevó otro pedazo de comida y lo masticaba lentamente con la misma seriedad en su rostro. Después de masticarlo, se escuchó cuando se lo pasó.
México: Te ves tierna con esa chamarra que te queda grande.
Hmf, creo que quiso quitarle seriedad al momento. Sobre todo porque lo decía un poco burlando. Ignoré eso y le dije la pregunta, con un rubor por lo que dijo.
Diana: ¿Realmente quieres seguir durmiendo aquí?
México: "Aquí" dónde?
Diana: En tu casa provisional.
México: Emm... Seh. Por qué la pregunta?
Diana: Puedo pedirle a la directora que te trasladen a nuestro cuarto.
México: Hijoles... Agradezco tu preocupación, pero no quiero causarles incomodidad a las otras dos.
Diana: A Hannah y a Barbara no les molesta.
México: ... Bueno, pero a mi sí me molestaría. Sería incómodo.
Diana: Trataremos de que no te sientas tan incómodo.
México: ... Pero perderé la hermosa vista del cielo estrellado.
Diana: La habitación cuenta con ventanas para que puedas ver el mismo cielo. Y con techo.
Al decir eso, él miró arriba acordándose que no tenía techo.
Diana: A todo esto, y tu techo?
México: Es la misma pregunta que me he hecho siempre...
Los dos nos quedamos mirando hacia arriba por unos segundos.
México: ... Bueno, hora de dormir.
Diana: ¿Al menos considerarás mi propuesta?
México: Lo pensaré.
Asentí ante su respuesta. Es lamentable que no quiera ahora, pero tampoco lo puedo obligar.
México: Por cierto, yo también te tengo que pedir algo.
Diana: Te escucho.
México: Por favor, ya no seas tan grosera con Akko y las demás. También dile eso a Hannah y a Barbara. Soy mexicano, un soldado en la guerra, pero un obrero en la paz. Y no hay nada que no me guste que la paz y la armonía entre todos.
Me sorprendió su petición, pero creo que también debí verlo venir. Es amigo de Akko, así que querría el bien de ella... Y espero que de todas también por igual.
Diana: Bien, pero tú también ayuda a que ella se comporte como es debido.
México: Muy bien.
Diana: Nada de travesuras, dormirse en clase, de ideas locas y nada de meterse en problemas.
México: *Traga saliva* ._. ... Muy bien.
Diana: Bien.
Ya es hora de irme, así que me iba a quitar la chamarra que me prestó.
México: Nonono, puedes llevártela. Para que no tengas frío de aquí hasta tu habitación. Luego me la das otro día.
Diana: No creo que sea necesario.
México: Ni mangos. Yo insisto.
Él se me acercó y subió la cremallera de la chamarra hasta llegar arriba. Eso... Me puso nerviosa.
México: Que descanses, Diana.
Fue lo que me dijo para luego ir a su... cama?
Diana: G-Gracias e igualmente.
Justo cuando estaba apunto de salir, él me dijo:
México: Me saludas a las dos chaparras!
Inconscientemente solté una risa ante lo dicho.
Diana: De acuerdo, lo haré.
Le contesté, con una sonrisa.
Cerré su "puerta" y me fui de ahí para mi habitación.
~
Cuando llegué, ahí seguían Hannah y Barbara, aunque ya estaban listas para dormir.
Barbara: Vaya, por fin volviste.
Diana: Me tomó un poco más de lo que pensé.
Hannah: ¿Y esa chamarra? ¿No te queda un poco grande?
Diana: Me encontré a México y platiqué un poco con él. Y entonces me dio su chamarra porque empecé a tener frío.
Barbara: Awww. Qué caballeroso de su parte.
Hannah: Hmf, sí que me impresionó.
Dijo, Hannah, realmente impresionada.
Diana: En fin, es mejor que nos preparemos para dormir.
Hannah: Pero solo tú faltas.
Diana: ... Bien, entonces no me tardaré.
Barbara: Eso dijiste hace uno minutos.
Diana: ¿Me están replicando?
Barbara/Hannah: ¡C-Claro que no, Diana!
Diana: Bien.
Después de unos minutos, ya estaba lista para dormir. Estaba acostada en mi cama mientras tenía puesta mi ropa para dormir debajo de la chamarra de México.
Su aroma... es como si él estuviera aquí.
Hice lo que él dijo que hacía y me hice bolita mientras abrazaba su chamarra, eso hizo que fácilmente consolidara con el sueño.
Hannah: Buenas noches, Barbara.
Barbara: Buenas noches, Hannah.
Hannah/Barbara: Buenas noches, Diana... ... ¿Diana?
Fin del capítulo 27.
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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy.
Espero que les haya gustado.
Si es así, qué bien.
Y si no, también xd.
Estos son de los capítulos que me salen sin querer queriendo xd
Se supone que este iba ser para dar comienzo al capítulo de Night Fall, pero la inspiración y etc. xd
En fin, me despido xd.
Adiós y Dios los bendijo a ustedes y sus seres queridos.
TIMOITASE!!!!
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