Capítulo 21: La Escoba Legendaria y El Australopithecus.

Capítulo 21: La Escoba Legendaria y El Australopithecus.

‽‽‽: "Seguir" fue decisión de ustedes...

El destino ha sido alterado...

Patla nen tonalli...

kajuak mo tonalli...

Oquichpiltzintli mexicatl...

Netlacuitlahuiliztli ica ti teixquizaliztli... Oquichpiltzintli amoxpohuani.

[Punto de vista de nadie]

Usted estaba mirando, con el único ojo abierto que tienes, a Amanda quien estaba pensando en lo que le dijiste.

«Si regresaban, todo ese daño que ganaste sería en vano.» pensaba ella.

Amanda, aunque aún insegura, aceptó continuar.

Amanda: 'bien...

Dijo, Amanda.

Amanda: pero ahora yo iré al frente.'

Usted sonrió ante eso.

México: 'andando que no hay tiempo!'

Le dijiste, mientras sonreías y empezabas a caminar, pero Amanda aún te miraba con culpa. Aunque se preguntaba cómo puedes seguir sonriendo.

Amanda: 'Oye, te dije que yo iría al frente!'

Amanda y usted se asomaron en el marco que daba al lugar principal de la tienda.

Ahí veían al vendedor atendiendo a alguien que conocías.

México: '¿Akko?'

Así es, era tu amiga japonesa a la que estaban atendiendo.

Miraste si también estaban Sucy y Lotte, pero ellas estaban afuera esperando.

Volteaste a ver a Amanda e idearon un plan en ese instante.

México: '¿Tienes algo para lanzar?'

Preguntaste, en voz baja.

Amanda buscó entre sus cosas para ver algo y agarró una liga que encontró en una de las habitaciones anteriores.

Tú tomaste la liga y la pusiste entre tus dedos.

Apuntaste a un objeto y...

*Ring*

Hiciste que cayeran algunos objetos de la tienda.

Vendedor: pero qué...?

El vendedor acudió rápido.

Vendedor: ahora qué hiciste, niña?

Akko: Qué!? pero yo no hice nada!

Al vendedor y Akko tuvieron una discusión entre ver quién tenía razón.

Tú y Amanda aprovecharon para salir a hurtadillas.

Lotte: ¿Sucede algo?

Pero regresaron rápido al ver que Lotte iba entrando en la tienda.

México: '¡Rápido, pendeja, regrésate!'

Amanda: '¡¿Cómo me llamaste?!'

Y otra vez estaban esperando en el marco de la puerta.

México: 'perdón, entré en pánico...'

Amanda: 'hmf, tendrás que darme algo para que te perdone.'

Dijo, Amanda, fingiendo ofensa.

México: '... Pos ya tengo una razón para ayudarte con este robo.'

Amanda no había pensado esa respuesta, así que tuvo que aceptar con decepción.

Y otra vez volvemos al plan.

Vendedor: Listo, ya está. Qué te costaba juntar todo lo que tiraste?

Akko: ¡Que yo no tiré nada!

Amanda te dio otra liga y apuntaste de nuevo a las cosas que habías tirado.

*Ring*

Y otra vez para el suelo.

Vendedor: ¿Ahora tú?

Lotte: ¿Q-qué?

Akko: ¡Pero si apenas llegó!

Y otra discusión inició.

Amanda y tú volvieron a salir, y esta vez estaban cercas de la escoba para llevársela.

Sucy: ¿Saben el escándalo que están provocando?

Hasta que ahora entró Sucy quien se le acabó la paciencia de esperar afuera.

México: '¡pa'trás, pa'trás!'

Pero ya estaban lejos, Amanda sacó una caja y se ocultó en ella, pero tú no hallabas escondite adecuado para ti. Y por más que quisieras que Amanda te volviera esconder en "ese" lugar, llamaría la atención de todos al hacer el hechizo.

Así que recordaste un consejo de niño.

«Recuerda, niño. Para ganar, debes saber sobre el camuflaje a simple vista»

~

Sucy: Y asegúrese de tener pruebas de lo que dice.

Vendedor: Sí. Me disculpo.

La discusión acabó gracias a Sucy quien puso en orden todo, pero algo le llamó la atención. Una figura de alguien en tapa rabos con un arma primitiva, una lanza. Se podría decir que era un cavernario.

Sucy: ¿Qué es esa cosa bizarra de allá?

Todos voltearon a donde señalaba Sucy, y Akko, Lotte y el vendedor vieron una figura tamaño real de una persona mestiza.

Vendedor: Es una figura tamaño real de un Australopithecus muy realista. La pedí en línea para decorar mi tienda y atraer más a la clientela.

Akko y las demás se acercaron, sin saber que eras en tapa rabos, para verlo detalladamente.

Akko: Guau, sí que las personas de antes, antes de la evolución, parecían unos monos.

México: -_- ... * puntos suspensivos de molestia*

Vendedor: Sorprendente, no? Y esto me costó un ojo de la cara.

Sucy: Será la de la figura, porque lo tiene cerrado y dañado.

Todos miraron al muñeco, que te recuerdo que eras tú, para comprobar eso.

Vendedor: Wow, no recordaba eso, pero le da una sensación de ser un auténtico guerrero muy fiero.

México: ._. ... *puntos suspensivos de felicidad*

Lotte: Todas esas cicatrices... no las he visto antes?

México: ._. ... *puntos suspensivos de nerviosismo*

Vendedor: A lo mejor fue cuando vinieron hace unas horas.

Lotte: Pero en ese entonces no había notado la figura.

Akko: Soy yo o está respirando?

Todos voltearon a ver a Akko y luego la muñeco. En ese momento que voltearon para mirarte, dejaste de respirar y poner a prueba tus pulmones.

México: ×_× ... *puntos suspensivos de dolor*

Todos se te quedaron viendo unos segundos, pero no notaron que respirabas.

Akko: Qué raro. Creí verlo respirar.

Sucy: A lo mejor el entrenamiento te dejó más tonta.

Akko: Pero si fueron tus ideas!

Akko iba a generar otro escándalo, pero un maullido llamó la atención de todos, un maullido que no deseabas volver a escuchar.

Vendedor: Mittens! Tienes hambre? Pero si te acabo de dar de comer hace rato.

Akko y las demás voltearon a ver al gato que se acercaba.

Akko: Awww, un gatito~

Tú mirabas al gato, con una gota de sudor recorriendo tu cara, cómo se acercaba a ti y se ponía agresivo. Pero no contabas que Lotte notó que tus ojos se movieron al mirar al gato, luego la viste y rápidamente miraste a donde se supone que estabas mirando como estatua.

Lotte: ¡¿Eh!?

Todas miraron a Lotte.

Sucy: ¿Y ahora a ti qué te pasa?

Lotte: C-creo que vi que la estatua movió los ojos.

Akko: ¿¡Qué!?

Akko y Sucy se te quedaron viendo para ver algo.

México: *-* ... *puntos suspensivos que dicen: Que alguien haga algo!!*

Akko y Sucy no veían nada, pero, de repente, el gato se lanzó hacia la pierna de la estatua y la empezó a rasguñar.

México: o-o ... *puntos suspensivos de sufrimiento*

Vendedor: Mittens, no!

Hasta que el vendedor la separó a la fuerza.

Vendedor: No se hace eso! vas a dañar lo que me ha costado tanto!

El vendedor empezó a regañar a su gato, pero notaron que la pierna de la estatua empezó a sangrar. Eso confundió a las tres brujas.

Akko: Oiga, señor, es normal que una estatua sangre?

Vendedor: ¿Qué?

El vendedor también se fijó en eso luego de que Akko le dijera eso.

Vendedor: ¡Asombroso! Esta estatua sí que es genial! Eso explica su alto precio!

Ya te estabas cansando de estar así y tenias que pensar en algo para desviar su atención de ti.

Vendedor: Tengo una idea. Iré por una katana que tengo.

México: 0_0 !!!

El vendedor empezó a caminar hacia el otro lado de la tienda.

Vendedor: ¡No hagan nada!

Les advirtió a las tres brujas antes de irse.

Akko, Lotte y Sucy se quedaron ahí mientras miraban a la estatua.

Sucy: Bueno...

Comenzó, Sucy, llamando la atención de las otras dos. Igual tú la viste, pero solo moviendo tus ojos.

Sucy: Al fin y al cabo es una tienda mágica, no?

Lotte: Pero miren su cara...

Todas hicieron caso a Lotte y rápidamente volviste a como estabas.

Lotte: No lo notan?

Akko se quedó pensando mientras te veía.

Akko: Se parece a México, no creen?

Sucy: Ahora que lo dices, sí se parece a él, je, je, je.

Lotte: No me refiero a eso. Su expresión parece de dolor y agonía.

Todas también se dieron cuenta de eso gracias a Lotte, así que ya no podías hacer nada para ocultar tu dolor.

Sucy: ... Esta estatua solo tiene tapa rabos. ¿Se imaginan que así sea México sin ropa?

Akko/Lotte: ¡¿Q-qué?!

Las dos chicas se pusieron muy rojas por las palabras de Sucy, ya no podían ver a la estatua de la misma manera.

Sucy se estaba riendo de sus reacciones, pero notó que la estatua se estaba tornando un poco de rojo en su cara.

Sucy: ¿Hum?

Eras tú quien se moría de vergüenza al no pensar bien el plan de camuflaje.

Sucy: Mmm...

Ahora Sucy era quien notó algo raro en la estatua.

Ella acercó su mano lentamente hacia ti para aclarar sus dudas.

Akko: O-oye, qué haces?

Sucy no dijo y empezó a manosearte recorriendo su mano por todo tu torso tocando cada detalle de ti. Aunque hacías lo posible para no moverte porque sus manos estaban más frías que un muerto.

Sucy: ...

Usabas tu máxima concentración para no reaccionar, pero sí estabas poniéndote más y más nervioso. Sucy te miraba fijamente a los ojos y tú mantenías tu miraba quieta mirando hacia la nada. Si una gota de sudor empezaba a salir de ti, hacías que se regresara o que se evaporara al instante.

Akko: ¿Tan necesitada estás?

Sucy: Me pareció verlo ponerse rojo. Tal vez esta estatua está maldita por un espíritu arcaico.

Lotte: Tal vez eso explica el porqué vi sus ojos moverse.

Akko: O que yo lo viera respirar.

Sucy: Aunque...

Todas prestaron atención a Sucy quien empezó usar su otra mano la cual usaba para tocar tu cabello y cara mientras la otra seguía manoseándote.

Sucy: La textura de su piel y cabello se siente muy real. Me pregunto de qué material será.

Lotte también empezó a tocar.

Lotte: E-es cierto! Incluso da miedo pensar si es piel de verdad.

Te empezaste a relajar al sentir el tacto de sus suaves y cálidas manos tocarte, eso hizo que tú expresión se relaje un poco. Pero usabas aún más de tu concentración para que no suceda otra cosa.

Akko: Mi turno!

Ahora Akko te tocó, pero lo hacia de una manera que te causaba cosquillas.

Akko: Ewww, se siente muy real!

Akko te taba estocadas con su dedo en tus costillas, pero eso te provocaba muchas cosquillas. Intentabas usar todo de tu capacidad de autocontrol.

México: Kjm!-

Pero se te salió una risa ahogada y te moviste un poquito haciendo que todas abrieran los ojos como platos ante eso.

Akko: O_O Acaso...

Lotte: O_O É-él...

Vendedor: Aquí tengo la katana!

Pero justo cuando llegó, unas cosas de la tienda fueron tiradas por otra liga lanzada por Amanda.

Vendedor: ¡¿Otra ves?!

Akko: Otra vez no fuimos nosotras!

Vendedor: ¿Y cómo crees que creeré eso si apenas llegué?

Akko: Porque...! eeeh...

Akko se quedó pensando en un argumento que dar.

Sucy: ¿No hay cámaras de seguridad en esta tienda? Ahí podemos ver la verdad.

Vendedor: ¡Mejor para mí!

Al vendedor se marchó hacia el cuarto de cámaras. Las brujas te miraron por última vez y se marcharon para ir con el vendedor.

Ahora la tienda estaba sola, cosa que aprovecharon tú y Amanda para salir y moverse libremente no sin antes desconectar las cámaras, y borrar las escenas donde ustedes aparecían, con magia.

Amanda: 'Viejo, qué incómodo es estar en esa caja todo el tiempo.'

Tú por fin te relajaste y volviste a respirar. Así es, todavía aguantabas la respiración.

Te estirabas por la incomodidad mientras le decías:

México: 'Hmf, dímelo a mí. No fue la mejor idea que tuve, pero tampoco la peor.'

Amanda por fin te miró y miró que estabas en tapa rabos.

En ese momento, en la mente de Amanda pasaron muchas cosas:

1- Risa al verte en tapa rabos.

2- Culpabilidad de verte tan herido.

3- Terror al ver tantas cicatrices en todo tu cuerpo.

y 4- Calentura al ver tu cuerpo bien trabajado. Y esas cicatrices te hacían ver más rudo, y tus heridas como un auténtico guerrero como lo dijo el vendedor.

Amanda, embobada, te miraba de arriba para abajo sin saber cómo reaccionar.

México: 'Entonces, qué? aprovechamos y nos llevamos la escoba legendaria o seguirás sabroseándome con la mirada?'

Amanda sacudió la cabeza para recomponerse.

Amanda: 'Un día tendrás que hablarme de todo eso.'

Dijo, Amanda, refiriéndose a tus cicatrices.

México: Oh. De todo esto?~

Dijiste, mientras te señalabas completamente.

Amanda se puso más roja y frunció el ceño haciendo que te rieras de ella.

México: 'Bueno, ya vamos por esa escoba legendaria.'

Tú y Amanda siguieron por lo que vinieron hacer no sin antes agarrar tu ropa que la habías escondido.

«¡INTRUSOS

Hasta que escucharon una cosa rara decir eso.

Tú y Amanda se miraron entre sí con confusión y buscaron con la mirada, pero no veían nada y se encogieron de hombros y siguieron caminando.

«¡INTRUSOS

México: 'Mmta madre.'

Hasta que otra vez escucharon esa cosa, pero ahora sí vieron al culpable. Era un loro verde que estaba parado en un soporte para pájaros.

Amanda: 'Genial, otro animal.'

México: 'Espero que sea manso.'

«¡INTRUOSOS

Amanda: 'Tal vez solo hace eso cuando ve a unos ladrones.'

Y eso era lo único que hacía. Repetir esa palabra en caso de ladrones.

México: '¡Mierda, nosotros somos los ladrones!'

Amanda y tú se apresuraron mientras el pájaro seguía haciendo escándalo.

Te pusiste tu ropa y agarraste la jaula de la escoba legendaria quien se movía bruscamente desde adentro.

México: 'T-tranquila, nosotros te sacaremos de aquí.'

Y como si la escoba te hubiese escuchado, se calmó un poco.

Amanda: '¡Aquí!'

Y Amanda trajo un carrito con una plataforma para poner la jaula.

México: '¿De dónde lo casaste?'

Amanda: '¿Quién sabe?'

Ignorando eso, pusiste la jaula arriba de eso y regresaron de donde vinieron.

¿Por qué no simplemente se fueron por la entrada principal? bueno, no tienen que ser vistos por nadie, incluso afuera.

Recorrieron las salas que habían visto hasta llegar a la final.

Abriste la puerta y salieron por fin de ese infierno, pero no contabas con algo.

El pitbull de hace rato estaba ahí durmiendo, y se despertó cuando olfateó tu olor haciendo que se pusiera bravo de nuevo.

México: ...

Esta vez lo miraste con una mirada asesina, una que casi no habías utilizado desde aquel día, mientras gruñías.

Sacaste un revolver que siempre llevabas contigo y le apuntaste. Amanda miró eso y se asustó y temía por tus acciones.

Pero algo sucedió. El perro empezó a chillar mientras ocultaba la cola entre las patas y bajaba sus orejas. Eso te hizo recordar algo.

México: De niño...

Dijiste, llamando la atención de Amanda.

México: Un señor me había dicho que nunca jamás levante un arma al mejor amigo del hombre...

Bajaste el arma y le dijiste:

México: Tú simplemente protegías la tienda de tu dueño la cual entré por motivos sucios, así que no tengo razón para matarte. Algún día demostrarás el perro guardián que eres.

Guardaste tu arma y volteaste con Amanda.

México: En fin, vámonos antes de que empiece la carrera.

Empezaste a empujar el carrito mientras Amanda te seguía en completo silencio.

~

Akko: Ves? Te dije que no fuimos nosotras!

Vendedor: Ya, Ya! Lo siento, sí? En fin, solo compra lo que tengas que comprar y...

Pero el vendedor notó algo.

Vendedor: oh no. oh nononono!

Akko: ¿Qué?

El vendedor se acercó a un lugar en concreto.

Vendedor: Mi Australopithecus, se lo robaron! NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!

El vendedor pegó el grito en el cielo mientras lloraba cómicamente.

Las brujas se miraban entre sí un poco incómodas.

Lotte: Será porque estaba maldita?

Sucy: Estoy completamente segura que no fue eso.

Después de unos minutos de llanto, Akko compró lo que quiso comprar en un inicio y se marcharon del lugar para llegar a tiempo a la carrera.

Pero el vendedor notó otra cosa.

Vendedor: La Escoba Legendaria, no está!

Y volvió a pegar el grito en el cielo, pero más fuerte.

~

Mientras tanto, tú y Amanda iban empujando la escoba legendaria hacia un atajo para que no los descubran, aunque se iban a tardar un poco más. Pero Amanda se mantenía callada. En serio le asustó verte así.

Ante tanto silencio, decidiste romperlo.

México: Qué locura, no?

Te reíste por todo lo que pasó en la tienda, pero Amanda te miraba seriamente haciendo que termines con tu risa con un suspiro.

México: ... Supongo que tienes dudas de algo, no?

Amanda: De muchas cosas.

Usted bufó.

México: Pos me temo que no podré responder la mayoría de tus preguntas.

Amanda: ¿Cómo puedes seguir así?

Esa pregunta te extrañó.

México: ¿"Así" cómo?

Amanda: ¿Cómo puedes seguir sonriendo?

México: Porque... Soy a toda madre?

Le respondiste, riendo un poco al final, pero Amanda no reaccionó. Simplemente se mantenía de la misma manera haciendo que le respondas de la misma manera.

México: Bueno, es que me entrené para no sentir dolor cuando era niño y seguir adelante.

Amanda: ¿Tus padres te obligaron?

México: En mi vida, mis padres jamás se han metido.

Amanda te miró preocupada con unos ojos que demostraban terror.

Amanda. Ellos... Te abandonaron?

México: ¿Qué? No.

Te reíste ante su suposición.

México: Simplemente no teníamos buena estabilidad económica, así que tenía que ayudar en la casa dejando de lado muchas cosas.

Amanda: Por ejemplo?

México: Por ejemplo? Veamos...

Te pusiste a pensar para darle un ejemplo.

México: Pues... Mi infancia, por ejemplo. No tuve oportunidad para disfrutarla como un niño normal.

Amanda te miraba fijamente mientras le respondías mirando fijamente hacia el frente y siguiendo empujando el carrito.

México: Y también... A mí familia.

Amanda arqueó una ceja.

México: La mayor parte de mi vida la viví sin ellos. No porque ellos quisieran o yo quisiera, sino que mi trabajo me lo impedía. Raramente los veía... Y desearía pasar ese tiempo que no pasé con ellos. Quisiera saber qué estarán haciendo en este momento. Ni siquiera pude despedirme de ellos.

Mantenías un semblante serio al narrar todo eso.

México: Tantas cosas por las que he pasado... Tal vez esa es una razón por la que casi no me preocupo por cosas como esta.

Dijiste lo último mientras señalabas tu ojo dañado.

México: eso, y porque la magia lo puede curar todo, no?

Y de repente, te pusiste de buen humor por eso.

México: Huesos rotos, heridas por cortadas, enfermedades, toda cosa!! ... *suspiro* excepto la muerte, creo. De eso nadie se salva, ni siquiera la persona más inocente como son los niños.

Pero ese buen humor desapareció. Recordaste las pérdidas que habías sufrido de niño y de adolescente. Tantas vidas conociste, y esas mismas se fueron.

México: Por suerte, yo sigo vivo después de todo. Aunque siento que esa suerte me terminará dejando tarde o temprano.

Usted miraba el suelo, y notaste una gota caer al suelo.

Una lagrima tuya salió inconscientemente.

México: 'arg, mierda...'

Intentaste limpiarte, pero Amanda ya lo había visto. Y tú notaste que ella lo notó.

México: Je, je, P-perdón. Sé que no se ve muy varonil el llorar, je, je, je.

Te reías por eso, pero sentiste cómo Amanda te abrazó por detrás tomándote por sorpresa y dejándote estático.

Amanda: No tiene nada de malo, y no te hace menos varonil el llorar. No tienes que culpar tus sentimientos.

Esas palabras te llegaron al corazón, pero igualmente decidiste aguantarte las ganas que tenías de llorar.

México: Yo... Gracias.

Amanda: Nada que agradecer. Fue mi curiosidad la que tuvo la culpa.

México: Y lo de no culpar a tus sentimientos?

Ustedes dos se rieron relajando el ambiente.

México: sigamos antes de que sea tarde demasiado.

Pero de repente escucharon algo...

«NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!»

Un grito que "Alguien" pegó en el cielo.

Amanda: Ups, creo que ya nos descubrieron.

México: Y será mejor irnos corriendo.

Y así, ustedes dos apresuraron el paso mientras se reían.

Amanda: Y llegamos!

México: Por fin.

Después del largo viaje, y de uno que otro chiste que se contaban entre ustedes, llegaron por otro portal de Luna Nova con el carrito con la escoba encima.

Amanda: Ahora ayúdame a llevarlo para la competencia.

México: Ay. Ya quiero ver el poder de esta madre!

Amanda: También yo!

Ustedes empujaron esa cosa hasta llegar al patio donde estaban todas las estudiantes preparándose para la carrera.

Akko y las demás ya estaban ahí.

Tú y Amanda fueron donde estaban Constanze y Jasminka esperando.

Amanda: Hey, ya llegamos!

Jasminka y Constanze los vieron y los saludaron a ambos, pero les llamó la atención el carrito que llevaban.

Jasminka: ¿Qué es eso que traen?

Amanda: Es nuestra arma para ganar.

Pero Constanze te apuntó.

México: Yo qué?

Jasminka: Creo que pregunta que qué te pasó en la- Dios mío! Qué te pasó en la cara?!

Amanda y tú se vieron entre sí y sonrieron.

México: ah pos me caí.

Jasminka: y te hiciste todo eso?

México: me caí de cara.

Jasminka y Contanze se miraron entre sí sin saber si creerte.

México: En fin, iré a la enfermería para curarme de esto. 

Amanda: Pero estarás para ver la carrera?

México: Clarín cornetas, pues de eso no me perderé.

Amanda: y nos apoyarás, cierto?

México: pues...

Amanda: "Pues"?

Usted empezó a sudar.

México: N-no lo tomes mal! Es solo que, el equipo de Diana tiene a... pos a Diana, y ustedes, aparte de ti, tienes el "arma secreta", así que pensaba apoyar al equipo de Akko.

Amanda te miraba con los ojos entrecerrados haciendo que te pongas a rezarle al de arriba.

Amanda: De acuerdo, lo permitiré otra vez.

México: "otra vez"?

Amanda: Sí. Digo, primero escogiste estar en el equipo de esa niñita refinada, ahora nos traicionas con no apoyarnos.

México: "Traicionar" suena feo. Yo lo llamaría... "conveniencia"?

Amanda: -_- conveniencia para quién?

México: Sabe. Pero bueno, nos vemos!

Usted se fue corriendo de ahí viendo cómo Jasminka se despedía de ti saludando con la mano, pero Amanda te mostraba el dedo del medio. Y por correr y no mirar hacia al frente, chocaste sin querer queriendo con Akko.

Akko: México?

México: Yo?

Te levantaste y la ayudaste a ponerse de pie.

Akko: ¡México, ¿viniste a vernos competir?!

México: Claro, pero primero iba a ir a la enfermería para-

Akko: Dios, tu cara!

Exclamó, Akko, señalando tu ojo.

México: Seh, para eso.

Lotte y Sucy, quienes estaban ahí, también vieron tu rostro y Lotte soltó un jadeo.

Lotte: Pero qué te pasó?

México: Me caí al practicar en escoba.

Sucy: Seguro?

México: Nel.

Pero Lotte se fijó bien en el daño que tenías.

Lotte: No había visto antes ese daño?

Akko y Sucy ahora miraban tu cara detalladamente, pero tú la ocultaste con tu mano mientras disimulabas.

México: AH! Qué dolor! Qué ardor! Y todo lo que termine en "or"! Si me permiten, tengo que ir rápido a la enfermería ahora mismo.

Mente de Sucy: (Será que él...)

Usted se fue de ahí, ahora sí sin ninguna interrupción, para ir a la enfermería antes de que comience la carrera.

Pero Sucy ya había descubierto el secreto detrás de todo. Y solo miró sus manos al recordar todo.

Sucy: Oigan, se acuerdan que la estatua del Australopithecus desapareció?






















Fin del capítulo 21.

/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/

Bueno, eso sería todo.

Espero que les haya gustado este capítulo.

Si es así, que bien.

Y si no, también xd.

También quiero recordarles algo y avisarles de algo.

Primero: Voten en las sección de votaciones (valga la redundancia xd) por la bruja que quieren que se quede con el personaje principal (o sea, ustedes) o pueden votar si quieren harem y poner a las brujas que quieran en ese harem.

Segundo: Como habrán notado el inicio de este capítulo, las desiciones que tomen en ciertos capítulos cambiará el destino de la historia. Así que elijan sabiamente (cosa que casi nadie hizo en el capítulo anterior xdn't).

Tercero: Eduardo.

Bueno, hasta aquí me despido.

Adiós y que Dios los bendiga.

TIMOITASE!!!

PD: avísenme cuando vean errores xd.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top