Capítulo 12: problemas mágicos.

Capítulo 12: Problemas mágicos.




~hora del almuerzo~

[Punto de vista de nadie]

Muchas estudiantes estaban en la cafetería almorzando, valga la redundancia.

Akko, Lotte y Sucy fueron a sentarse en una mesa para comer.

Por otro lado, el mexicano aún estaba haciendo fila para tener algo de comer que no fuera frituras de Jasminka.

Mente de México: (¿nmms, que ésta madre no puede avanzar más rápido?)

Se preguntó a el mismo un poco harto y con los brazos cruzados.

Pasaron los minutos hasta que por fin era su turno, ya ninguna alumna estaba formada ahí.

El mexicano pasó al frente para tener comida.

México: buenos días, ¿qué hay de comer?

El mexicano preguntó, con una sonrisa, intentando buscar al que servía la comida...

Goblin: ¿eh? ¿Un chico?

México: ¡ay jijo, un chaneque!... ¿O qué se supone eres?

Preguntó muy curioso al ver una criatura pequeña limpiando el mostrador de comida.

Goblin: Yo soy una criatura mágica, pero tú... ¿no se supone que no se permiten chicos en esta academia?

México: eso mismo me dijeron y les valió camote, ¿cómo la vez?

El goblin se rio ante la actitud del joven mexicano.

Goblin: me agradas!

El mexicano abrió los ojos con sorpresa y asintió feliz con una sonrisa dibujada en sus labios.

México: gracias!

Goblin: pero lamentablemente ya no hay comida... solo las sobras...... y un pan.

México: éeechemelos que con eso me basta.

Dijo haciendo un acento norteño de su país.

Goblin: ¿Y no le molesta eso?

El mexicano alzó una ceja con curiosidad y ladeó un poco la cabeza.

México: ¿y por qué me molestaría? Lo importante es que haya algo de comer, ¿no? Tampoco puedo exigir mucho y tampoco es como que quisiera exigir mucho.

Goblin: ¡vaya, usted es muy humilde!

México: pos... siempre trato de mejorar.

Goblin: normalmente las estudiantes se enojan o se quejan de nosotros.

El mexicano frunció el ceño un poco mientras miraba el suelo.

México: chales, que mala onda...

Goblin: si... ¿tienes nombre?

El mexicano volvió a mirarlo y volviendo a su estado feliz.

México: T-

El mexicano se detuvo cuando se dió cuenta de que casi usa su nombre Real.

México: T-t-t-ti... clado que ti.

Goblin: ... Y ese es...?

México: México Tenochtitlán, pero solo dime México.

Goblin: muy bien, México, toma tu comida!

Dijo dándole las sobras de toda la comida en su bandeja... y un pan.

México: gracias!... ehm, ¿y tú cómo te llamas?

Goblin: no tengo nombre, nunca me lo habían preguntado.

México: ¿no?

El mexicano abrió los ojos con sorpresa.

México: Hmm... puedo ponerte uno?

Preguntó con una sonrisa, pues le parecía buena idea el ponerle un nombre a alguien que no lo tiene.

Goblin: ¡claro, sería un honor!

México: lo dices como si yo fuera alguien importante, pero bueno.

Dijo soltando una pequeña risa al final.

El mexicano se quedó pensando unos segundos.

México: qué te parece..... Hmmm...

El mexicano miró a su alrededor para tener ideas, hasta que vio el pedazo de pan que tenía en el plato.

México: ¡qué te parece "Pánfilocrasio"!

El goblin se quedó pensando unos segundos.

Goblin: Hmm... ¡¡ME ENCANTA!!

Exclamó mientras mostraba una gran sonrisa que denotaba alegría, eso ocasionó una sonrisa dibujada en los labios del mexicano.

Goblin: deberíamos de juntarnos más seguido! Estoy seguro que le caerás bien todos!

El mexicano asintió.

México: De acuerdo, lo haré! Dime cuándo y ahí te veré!

Goblin: tal vez un día que tengas libre!

Mexico: De acuerdo! bueno, gracias por la comida, Pánfilocrasio!

Pánfilocrasio: ¡gracias a ti!

El mexicano se retiró se ahí y empezó a buscar con la miraba una mesa para él solo.

México: Hmm.......................................... ¡bingo!

Dijo al ver una meza sola e ir ahí para comer su gran buffet que se cargaba.

Una vez que se sentó en una silla, el mexicano juntó sus manos, cerró los ojos y empezó a orar en voz baja...

México: 'Dios, bendice ésta comida y-

Pero fue interrumpido por una chica.

Alumna: disculpe, estás en nuestra mesa.

El mexicano abrió los ojos y se giró a mirarla levantando una ceja con curiosidad.

México: pero hay cuatro asientos... y ustedes son tres... ¿no puedo estar aquí?

Alumna 2: lo siento, pero esperamos a otra amiga.

El mexicano puso los ojos en blanco.

México: no les cuesta nada decir la verdad, saben?...

Dijo mientras se levantaba de su asiento.

Alumna 3: pero estamos diciendo la verdad!

México: sí, sí... y yo soy el chapulín colorado.

Dijo yéndose a buscar un lugar para comer.

Alumna 4: hola, ya llegué!

{~unos minutos después~}

Fueron un total de 7 mesas donde corrieron al mexicano, y al final, si pudo encontrar una mesa para él solo sin que nadie moleste.

México: ¿¡ES DE ALGUIEN ESTA PINCHE MESA!?

Preguntó ya bien harto y con la comida bien fría.

Todas lo miraron raro y volvieron a lo suyo ignorando al mexicano.

México: ... supongo que no.

Se sentó y otra vez juntó sus manos y cerró los ojos de una manera brusca para luego decir...

México: dios bendice esta comida y a las manos quien la preparó y que también no le falte la comida a nadie del mundo... ¡y que las otras brujas chinguen a su madre! ¡AMEN!

Dijo para luego disponerse a comer de mala gana, pues la comida fría no es algo muy delicioso.

{~Mientras tanto con Atsuko Kagari~}


Ella estaba en otra mesa con sus amigas.

Akko se estaba quejando sobre las clases que estaban muy aburridas.

Pero se detuvo al ver al mexicano a lo lejos comiendo en una mesa solo y con una cara seria mientras estaba recargado en sus codos sobre la mesa.

Akko: ¿porqué México está solo?

Sucy: ¿tal vez porque le gusta estar solo?

Akko: no lo sé, se ve muy triste... y tiene mala cara como si le hubiera pasado algo malo.

Lotte: ¿tú crees?

Preguntó, Lotte, un tanto preocupada por lo que decía Akko, pues tenía un poco de razón. El mexicano tenía una cara de pocos amigos.

Akko: ¡Solo mírenlo! Está muy solo y de seguro quiere amigos o a alguien con quien hablar en éste momento!...

Akko lo pensó unos segundos para luego decir.

Akko: ¡vamos con él! ¡No creo que le importe mucho que estemos con él, de todos modos ya nos conoce!

La castaña tomó su bandeja y fue hacia la mesa donde estaba el mexicano comiendo.

Lotte: ¡Akko, espera!

Dijo para seguir a la castaña con su bandeja.

Sucy: ¿en serio le haremos caso?

Dijo levantándose de su mesa también con su bandeja.

{~Volviendo con el mexicano~}

El mexicano estaba comiendo mientras se decía en su mente...

Mente de México: (joder, como me gusta estar solo, ni de pedo quiero amigos o a alguien con quien hablar en éste momento, y me importa muchísimo que nadie venga conmigo porque sería una pérdida de tiempo y-)

Akko: ¡hola!

Pero el mexicano salió de sus pensamientos repentinamente por ese saludo.

El mexicano se pasó la comida que tenía en la boca y se giró a ver quién era.

México: ¿hm? Ah que onda. ¿Sucede algo?

Akko: no sucede nada, solo pensé que querías un poco de compañía!

Lotte: Akko dijo que te veías muy triste y que tenías mala cara, por eso vinimos contigo.

El mexicano se sorprendió ante eso, no pensó que alguien se preocuparía por cosas así, pero también se sintió graciosamente extrañado...

México: "ésta" ...

Dijo, el mexicano, señalando con su dedo índice su cara pero con una sonrisa.

México: es mi cara normal, y si tengo mala cara, es para que no me asalten. Deberían de aplicarlo.

Sucy: ... de que estás hablando?

México: un método de salvavidas latinoamericano.

Akko: ¿un qué?

México: olvídenlo.

Dijo el mexicano para no darle importancia al tema poniendo los ojos en blanco.

Las tres chicas se sentaron con él en su mesa y continuaron con lo que estaban haciendo, y digo "continuaron" para no decir que solo Akko siguió quejándose de las clases.

Akko: ¿¡pueden creer eso!?

México: pues sí me decepcionó un poco, pero... las escuelas nunca fueron divertidas, a menos que tengas a tus cuates y se la pasen haciendo desmadre.

Sucy: aún no puedo comprender ni una palabra que sale de tu boca.

Akko: es difícil de creer que Shiny Chariot estudió y aprendió magia en esta aburrida escuela!

México: y dale con eso...

¿?: acaso escuché el nombre de Shiny Chariot?

Dijo una chica que se detuvo detrás de Akko.

México: y otra loca...

Cuando todos giraron su cabeza para mirarla, se dieron cuenta de quién se trataba.

Mente de México: (oh mierda!)

Pensó, él mexicano, mientras abría los ojos por la impresión.

Diana: ¿Tú debes ser la nueva estudiante Atsuko Kagari, o me equivoco? Eres una novata.

México: 'guau, ¿cómo lo supo?'

Dijo el mexicano susurrándole a Sucy haciendo que ella ría un poco.

Akko: ¡puedes llamarme Akko! Tu fuiste la que tradujo esas extrañas cosas en la pizarra, ehm...

Akko intentaba recordar su nombre, pero el mexicano chasqueó los dedos y dijo de una manera muy segura.

México: ¡Dania Cervantes!

Diana: ¡Soy Diana Cavendish!

Y de repente, dos chicas salieron detrás de Diana.

Hannah: ¡Cómo te atreves a faltarle el respeto al apellido de los Cavendish! ¡Los Cavendish son muy famosos en el mundo de la magia!

Cerebro: a caray, ¿y esas de donde salieron?

México: pues pa' ser famosos... nunca escuché algo de ellos.

Barbara: ¿¡acaso no sabes quién es Diana Cavendish!? ¡Dicen que ella es la mejor bruja en toda la historia de Luna Nova!

Diana: como sea, te llamaré "Akko" si así lo pides, pero déjame decirte que en el mundo de la magia nadie habla bien de Shiny Chariot y nadie aquí respeta lo que hizo. Solo es una bruja de espectáculos y una vergüenza para el mundo de la magia que usó la misma magia para conseguir fama y fortuna.

México: tssss que pueeeeess...

Dijo, el mexicano, mientras movía su mano derecha de arriba para abajo para meter cizaña.

Diana: ¡y tú!

Exclamó señalando al mexicano con su dedo índice.

México: ¿Quien, yo?

Preguntó señalándose a él mismo.

Diana: sí, tú.

México: ya sé que me dirás, y no. No quiero casarme contigo.

Diana: ¿¡Q-qué!?

Diana se ruborizaría un poco, pues no esperaba algo así.

México: ... ¿Qué?

Diana se aclararía la garganta mientras recuperaba su compostura.

Diana: *se aclara la garganta* lo que te quería decir es que más te vale estar a la altura si te vas a quedar en esta academia, y que te tomes las cosas muy en serio. No permitiré que alguien como tú manche la reputación de ésta prestigiosa academia con tontas bromas departe de alguien que, en un principio, ni debería de estar aquí.

Cerebro: ¡AH MAMONA! SUÉLTENME QUE ME LA MATO! SUÉLTENME! ¡SUÉLTENMEEEEEEEEEE-

México: ... pues en un principio no tenía planeado estudiar aquí, así que... Ñeh.

Hannah: ¡Que insolente!

Barbara: ¡Deberías de tener más respeto hacia Diana Cavendish!

Diana: no entiendo cómo es que la directora permitió que un chico como tú entrara a esta academia.

Dijo con mucha indignación y odio en su voz.

México: ... pues-

Akko: ¡oye! ¿Cuál es tu problema con él?

Akko interrumpió al mexicano intentando defenderlo... aunque él nunca lo pidió y nunca lo requirió.

Diana: solo me aseguro de mantenerlo en su lugar y que no intente hacer nada raro mientras esté aquí.

El mexicano ya se estaba cansando y pasó su mano en el lado derecho de su cara con enfado.

México: mira, Daniela-

Hannah/Barbara: ¡es DIANA!

México: ¡oh pues perdón! ¡DIANA! *se aclara la garganta* Diana, te prometo que no intentaré hacer "cosas raras" mientras esté aquí, feliz?

Dijo haciendo la promesa del corazón, pero Diana miraba entrecerrando los ojos y analizando al mexicano.

Diana: aún así, te estaré observando.

México: *jadeo* ¡cochina!

Diana: ¡no de esa manera!

El rostro de Diana se ruborizó un poco más por eso.

México: a bueno.

Diana: *suspiro* solo te pido que no intentes nada raro y que pueda perjudicar la academia.

Diana se giraría para marcharse, pero Akko hizo que se detuviera.

Akko: ¡oye! ¡Yo aún no he terminado contigo!

México: '¡shhh, ya se iba!'

Gritó el mexicano en voz baja regalándola.

Akko: ¡No, no puedo permitir que alguien insulte así a Shiny Chariot de esa manera! ¡Ella es una gran bruja y sus shows eran muy hermosos de ver!

Diana: lo admito, sus shows fueron algo sorprendentes en su época, pero solo era una bruja de entretenimiento sin sentido. Además, ya han pasado unos diez años en qué Chariot dejó los escenarios y desapareció.

Esa información dejó impactado al mexicano.

México: 'oye, eso nunca me lo contaste!'

Le dijo en voz baja a Akko quien parecía molesta.

Diana: Y dudo que haya alguien a quien le interese saber dónde está en este momento.

El mexicano se quedó pensando.

Cerebro: Chales... Entonces desapareció?..... A mí se me hace que le dieron matarile y el gobierno quiere ocultar la verdad!

Mente de México: (ya cállate, no?)

Pero Akko se levantó de su lugar enfadada.

Akko: ¡eso no es verdad! ¡Ella fue la inspiración de muchas personas como yo y todos en el mundo la admiraban!

Hanna: ¿si tanto la admiraban, porque dejó de hacer sus ridículos shows?

Barbara: de seguro de dio cuenta de lo ridículos y bobos que eran.

Las dos acompañantes de Diana se empezaron a burlar de Akko quien cada vez se molestaba por eso.

Akko: ¡ella no es ridícula! ¡Y por si no lo sabían, México encontró la vara brillante de Chariot!

Ahora la atención de Diana, junto sus acompañantes, se fue ahora con el mexicano quien había tomado un bocado de su comida, pero por eso, él se detuvo con los ojos abiertos mientras miraba a Diana y se pasó la comida de una mientras reía un tanto nervioso.

Luego se giró hacia Akko.

México: '¡caiese el pinshi osico! ¿¡Pa' que me la montas!?'

Dijo otra vez gritándole en voz baja a Akko.

México: '¡aparte ya ni se dónde está esa madre!'

Dijo todavía gritando en voz baja.

Akko: no te preocupes, yo lo tengo guardado en mi dormitorio!

Diana: quisiera ver si dicen la verdad.

Dijo Diana cruzada de brazos.

Akko: ¡te lo demostraremos!

México: '¡déjame hablar chingadamadre!'

Dijo todavía gritando en voz baja.

Diana: los estaré esperando en el patio.

México: ¿es una especie de cita? Porque si es así-

Diana: ¡no es una cita!

Dijo para luego marcharse muy roja de la cara.

Akko: ¡vamos!

México/Sucy: ¿Hay otra opción?

Akko: ¡NO!

Akko fue por la vara brillante que estaba guardada en su habitación para dársela al mexicano.

México: no sé porque siento que ésto no funcionará...

Decía con preocupación mientras se sobaba la nuca con inseguridad.

Akko: no seas así, Chariot siempre decía "un corazón creyente, es nuestra magia". ¿Porque no intentas creer en tu corazón?

El mexicano se puso a pensar unos segundos ante las palabras de su amiga no bruja.

México: ... bueno pues, lo intentaré.

Akko: ¡así se habla!

Todos estarían en el patio donde estaría Diana esperando, también habría más estudiantes haciendo lo suyo.

México: chécala güera, sin compromisos.

Dijo el mexicano enseñándole la vara brillante a Diana.

Ella lo examinaría con la mirada.

Diana: Hmm... debo de admitir que es una buena replica.

Akko: ¡no es ninguna replica!

Hannah: ¿trajiste tu juguetito para no aburrirte en clases?

Barbara: ¿acaso gastaste toda tu mesada en eso?

México: ni con mi aguinaldo multiplicado por 7 me alcanzaría para algo así.

Dijo el mexicano riendo un poco al final.

Diana: entonces es falsa.

Akko: ¡no es falsa! ¡Yo vi con mis propios ojos como México la usó!

Diana: bien, entonces que haga que esa estatua de ahí se mueva.

Diana señaló a una estatua que estaba en medio del patio.

México: ... con ésta porquería?

Dijo señalando la vara brillante.

Pero vio como diana lo veía con una cara seria y cruzada de brazos.

México: ... 'ta bien pues, ya voy.

Dijo de mala gana.

El mexicano se acercaría a la estatua mientras se decía a sí mismo...

México: 'vamos... según Akko y esa tal Chariot, sí creo en mi corazón... esta pendejada funcionará...'

Luego el mexicano se dirigió a las demás y dijo en voz alta.

México: ¡wáchensen ésto que este truco solo lo haré una vez!

Gritó el mexicano llamando la atención de todas las chicas que estaban ahí, la única que lo apoyaba era Akko.

Akko: ¡tú puedes, México!

El mexicano otra vez se giró hacia la estatua, luego inhaló y exhaló para luego recitar el hechizo.

México: calaca muda, chichis de mula, ¡¡BÍBIDI BÁBIDI BÚ!!

Gritó el mexicano moviendo la vara cada vez que decía una palabra.

Todas: ._. ...

México: ._. ...

Pero no había ocurrido nada... como era de esperarse.

Mente de México: a lo mejor... se le acabó las pilas...

Cerebro: chigasatumadre Duracell!!

Diana: ... y bien?

Dijo levantando una ceja.

México: ¡perate tantito! ¡Solo estaba calentando!

El mexicano se puso en pose como si una espada estuviese agarrando, luego se aclaró la garganta y dijo...

México: estatua muévete!... muévete!!..... ¡¡¡QUE TE MUEVAS CHIGADAMADREEEEE!!!

Todas las chicas que miraban eso comenzaron a reír, excepto Akko, Lotte y Sucy.

Sucy: deberíamos decirle que se detenga para que se evite más burlas?

Akko: no entiendo... ustedes también vieron que funcionó en el bosque arcturus, ¿verdad?

Lotte: b-bueno... tenia miedo y no vi nada de lo que sucedía... y tú, Sucy?

Sucy simplemente se encogió de hombros.

El mexicano intentaba una y otra vez diciendo palabras al azar... hasta que.

Diana: ¡Ansolew Airo!

Diana recitó un hechizo haciendo que la estatua se moviera, pero el mexicano no se había dado cuenta de que fue obra de Diana.

Él simplemente miró impresionado a la estatua, luego a la vara brillante y luego a Diana con una sonrisa triunfal.

México: eh? eh? ¿Qué te parece? ¡Sí funcionó está mamad-

Akko: ¡México, detrás de ti!

Gritó Akko muy asustada mientras señalaba detrás del mexicano.

México: ¿hm?

El mexicano volteó a ver qué pasaba y vio a la estatua quien acercaba su mano hacia él.

El mexicano, al ver eso, se asustaría y se cubriría con las manos en defensa.

México: ¡¡ALV AIUDAAA!!

Gritó el mexicano desesperado.

La estatua tomó la vara brillante y la arrojó lejos de ahí.

El mexicano esperaba lo peor..... pero después abriría los ojos con confusión y miraría a la estatua de nuevo en su lugar.

Todas en el lugar estaban impresionadas por eso, sobre todo el mexicano quien estaba boquiabierto.

México: ... Cómo vergas hice eso!?

Hannah/Barbara: ¿¡Qué!?

Hannah: ¡tú no hiciste nada!

Barbara: ¡fue la grandiosa Diana Cavendish que usó un hechizo para mover a la estatua!

Hannah: ¡un hechizo muy avanzado!

México: ¿entonces... no fui yo?

Diana: por supuesto que no.

Dijo diana acercándose al mexicano con los brazos cruzados y una mirada de pocos amigos.

Diana: Alguien como tú nunca podrá utilizar la magia. No eres más que un simple chico que no debería de estar aquí. ¡Te aconsejo que tomes tus cosas y nunca regreses, solo eres una vergüenza para esta academia y un gran estorbo para las demás!

Dijo de una manera muy autoritaria y un gran odio que imponía respeto.

El mexicano, aunque no lo demostraba, se sintió mal por lo que le decía Diana... esas palabras le llegaron al corazón bien gacho.

El mexicano, con una cara un poco sería, asintió y fue a donde la estatua arrojó la vara brillante.

Mientras caminaba, él iba diciendo en voz baja...

México: 'pinche lechuga hermosa, guapa, bonita, linda, maravillosa, preciosa, perfecta y bien hecha... nomás porque eres una bella chica no te hago nada... hija de tu respetable y hermosa madre...'

Cerebro: pendejo, la idea es insultarla, ¡no decirle cositas lindas!

El mexicano por fin había llegado con la vara brillante y la recogió, pero se dio cuenta de algo... Por algo que rodó en su mejilla.

Una lágrima.

Mente de México: (¿¡porqué estoy llorando!?)

Mientras el mexicano se secaba las lágrimas que salían de sus ojos, las demás lo mirarían a lo lejos.

Sucy: ¿está llorando?

Lotte: pobrecito...

Akko, quien lo miraría con tristeza y coraje, se giró hacia Diana muy molesta.

Akko: ¿¡Cuál es tu problema!? ¿¡Qué te ha hecho México!? ¿¡Qué ha hecho mal!?

Diana: asistir a esta academia, ese fue su error. Él no merece estar aquí sin el conocimiento mínimo sobre la magia.

Akko: ¿¡Y no se supone que esta academia es para eso!? para aprender sobre la magia!?

Diana: en eso no te equivocas, sin embargo, esta academia es solo para chicas y él no lo es.

Akko iba decir algo, pero ya no sabía que decir.

Solo miró al suelo mientras apretaba su puño con impotencia.

Diana: solo estoy perdiendo mi tiempo, adiós.

Dijo Diana para darse la vuelta e irse seguida de sus dos amigas.

Mientras tanto, el mexicano estaba caminando de vuelta a donde estaba Akko y las demás un poco cabizbajo y con la vara brillante en mano.

México: ... hola.

Dijo mientras sonreía forzosamente un poco para disimular lo sucedido.

Sucy: porqué estabas llorando?

Lotte: Sucy!

México: qué!? Yo!? Llorando!? Yo no estaba llorando!

Dijo el mexicano obviamente mintiendo.

Sucy: ah no?

México: nel! solo... estaba limpiando mis ojos de adentro hacia afuera.

Sucy simplemente miraba al mexicano con la misma mirada monótona de siempre.

El mexicano sabía que era inútil mentir ante lo obvio.

México: *suspiro* solo... No quiero hablar de eso...

Dijo mirando al suelo con vergüenza y recordando algo de su pasado.

Sucy notó la mirada del mexicano que decía más que mil palabras, ella solo puso su mano en su hombro mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.

Sucy: tranquilo, no te obligaré a hablar.

El mexicano la miró un poco sorprendido por eso, no se esperaba algo así de ella.

Él solo sonrió un poco y dijo mirando al suelo...

México: je, gracias...

Sucy: aunque...

Dijo Sucy haciendo que el mexicano la mire atento.

Sucy: también dependerá de la situación.

El mexicano se tomó esas palabras como broma y rio un poco.

México: seh... Espero que no sea para mal... Pero mejor vamos a otro lugar, ya no quiero estar aquí.

Dijo un poco incomodo refiriéndose a que todavía habían algunas alumnas en el patio.

Y así fue, los cuatro fueron a un lugar para estar tranquilos...








































Netlacuitlahuiliztli ica ti teixquizaliztli...
Oquichpiltzintli amoxpohuani.




















Fin del capítulo 12.

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l


Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy.

Si les gustó, que bueno.

Y si no, también que bueno xd

Me despido y que Dios los cuide y los proteja por siempre, sean creyentes o no.

Nos vemos!

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