Las puertas de aquel lugar se abrieron, era claro que no todo el odio y el resentimiento se iba a acabar de la noche a la mañana, pasarían muchos años para que realmente la paz deseara apareciera, pero por ahora solo quedaba esperar. Algunos vampiros solo salieron del lugar, otros se quedaron, los licántropos ayudaron a los híbridos en limpiar aquel caos, sanar no iba ser fácil, pero ahora era un comienzo.

Ji Li camino entre los pasillos, hasta llegar a una habitación donde a fuera estaba Yibo, quien caminaba como león enjaulado de un lado a otro, mientras Haikuan estaba ahí cruzado de brazos, la pequeña Anne estaba sentada jugando con sus manos.

El olor de la sangre de Xiao Zhan estaba por todo el lugar, eso era lo que ponía más nervioso al futuro padre.

Haikuan miró a la pequeña, sintió el olor, aquel olor era muy preciado por él, olía a su padre, se arrodilló para estar a su altura, tomó sus pequeñas manos para que ella pudiera mirarlo.

—Se que lo has perdido todo, que estas confundida, que tienes miedo y que es difícil para ti, pero, esa criatura —señalo a su hermano — y yo te cuidaremos, podemos estar contigo si así lo quieres —le sonrió Haikuan

—¿Xiao Zhan estará bien? —preguntó con timidez

—¡Lo estará! —pronunció Yibo —él no me puede dejar, no puede.

Ji Li se acercó —Hace mucho tiempo Cheng ha superado a sus padres en muchos aspectos, por lo que ten confianza que él hará todo lo que está en sus manos, ya que está la vida de su amado hermano y su pequeño sobrino en estas.

Los minutos pasaron agonizantemente lentos, para todos en el lugar, la tensión era grande y entonces un sonido retumbó el lugar, era fuerte y claro, el pequeño llanto de un bebé.

El corazón de Yibo salió de su pecho de un brinco al escuchar aquel hermoso sonido, la puerta se abrió y una vampiresa apareció con un pequeño rollo de tela.

Yibo se acerco con cautela, como si tuviera miedo, se lo dieron, lo tomo de la manera más delicada que pudo, unas pequeñas manitas peleaban con aquella manta, para mostrar su rostro, blanco como la nieve, su cabello era una pequeña combinación de café y negro, tenía aquel lunar de su padre y los ojos de un color amarillo, era único en todos los sentidos, las lágrimas del alfa fluyeron hasta caer en el pequeño cuerpo, que era sostenido, su olor era particular, era único.

Aquel momento tuvo que ser interrumpido, porque había otra persona que estaba en su corazón.

—¿Y Xiao Zhan? —preguntó con el rostro lleno de lágrimas

—Ha perdido mucha sangre, pero la hemorragia ha parado, está fuera de peligro solo un poco débil. —pronunció la hermosa mujer.

—Quiero verlo —indicó el lobo.

—Claro.

La puerta se abrió y él entró con su hermoso bebé en brazos. Zhuo Cheng lo miró, todo era un caos de sangre y toallas manchadas.

—Ahora está inconsciente, solo es tiempo de esperar que despierte, he hecho todo lo que estuvo alcance de mis manos, no sé si sabes, pero los embarazos de vampiros masculinos, son muy peligrosos, más si aquel bebe tiene una combinación diferente.

Yibo no escuchaba las palabras solo miraba la pálida piel de su amado, acostado en la cama, se acercó y se arrodillo frente a él.

Haikuan entró y miró a Zhuo Cheng —Dejémoslos solos, lo has hecho muy bien.

Zhuo Cheng salió de la habitación con el rostro cansando, por lo cual se quitó la primera capa de ropa manchada de sangre, Ji Li miro aquello, sus ojos brillaron y casi en automático se acercó, tomo la ropa y la jalo para ver las heridas casi cicatrizadas en el pecho de Cheng.

—¿Quién fue? ¡Y no me mientas! —con un tono de voz alto y furioso que sorprendió a Haikuan y Yi Zhuo

—Ji Li estábamos en una guerra era imposible que yo no saliera con alguna herida, así que no te molestes —pronunció con un tono cansado Zhuo Cheng

—Por eso te pedí que te cuidaras, que te quedaras conmigo, he aceptado todo, pero no el hecho que alguien te lastime, lo sabes, sabes lo que significas para mí, lo que significa tu existencia —musitó en casi una dolorosa suplica.

Haikuan sintió un hueco en su corazón, camino para intentar tomar la mano de Ji Li que sostenía a Cheng y separarlo de este.

—Si lo tocas, aunque sea un poco, tu hermano tendrá que pegar tu cabeza con tu cuerpo —amenazó Yi Zhuo

—Ji Li realmente lamento no haberme cuidado, pero por ahora no puedo darte una explicación, mi hermano no despierta y no sé si lo haga, no solo eso, si él no lo hace, no sé qué pasara con Yibo y con aquel pequeño, así que por favor dejemos de pelear.

Ji Li soltó a Cheng y se hizo a un lado, Cheng se sentó y suspiró, también estaba preocupado por su hermano, Haikuan se quedó parado recargado en la pared, con los brazos cruzados, Ji Li solo miraba por la pequeña ventana, mientras Yi Zhuo estaba a su lado.

—El estará bien, es fuerte, además ama esa persona como a su pequeño —pronunció la pequeña Anne.

—Tienes razón. —fue la respuesta del cansando Zhuo Cheng. 

Yibo tomó la mano de Xiao Zhan mientras que la otra mano sostenía a su pequeño bebé.

—Hola, sé que ha sido difícil, que tu cuerpo está cansado, pero por favor, ¿podrías regresar a mí?, tenemos mucho que hacer, tenemos que seguir construyendo un futuro para nuestro pequeño, es tan pequeño, se parece tanto a ti, incluso tiene tu lunar, ¿podrías despertar?, porque me enseñaste a pelear, a ser valiente, a darlo todo, pero se te olvido enseñarme como vivir sin ti, si no despiertas, no podré hacerlo, no podré cuidarlo, soy torpe, soy un tonto e idiota, ¿lo recuerdas?, así que debes despertar lo antes posible, por favor mi amado Xiao Zhan...

El pequeño comenzó a incomodarse, movía su cuerpo, Yibo se levantó y con cuidado lo puso a lado de su amado, el pequeño se acomodó en el calor de su padre y se durmió.

Aquel alfa no pudo más y se levantó para mirarlos, sentía que su corazón se partía, no podía perderlo, no se imaginaba una vida sin él, también sentía miedo, pues no sabría cómo cuidar de aquel pequeño sin su padre a su lado, por primera vez le suplico a los cielos una oportunidad.

Mordió su propio labio para que este sangrara, se acercó a los labios de Xiao Zhan y antes de besarlo pronunció —Te amo.

Ya falta menos para el final.

Gracias por su apoyo.