Zhuo Cheng se colocó su capa de color morado oscuro y subió a su caballo para cabalgar entre la niebla con rapidez, intentando detener la masacre, pero se respiraba un ambiente tan frío y tan lúgubre que había una mezcla de miedo y desesperación en su corazón. Realmente esperaba que la locura no llegará a la mente de Yibo y que Haikuan estuviera ahí.

Después de horas pudo llegar a la segunda ciudad cerca de la sede donde miro con horror todo, su cuerpo se tensó, en ese lugar había vampiros que apoyaban las uniones entre razas, que estaban de acuerdo con los bancos y la armonía, había familias, jóvenes vampiros, todo estaba destruido, la ciudad sangraba, las casas ardían, la sangre negra recorrió las calles y el silencio después de la guerra era casi insoportable.

Avanzo a paso lento entre el silencio buscando a un sobreviviente o una señal de donde estaría Yibo. Mientras recorría el lugar en el silencio un silbido se escuchó, una flecha atravesó su hombro haciéndole caer del caballo el cual huyó del lugar.

Mientras intentaba levantarse un gruñido lo hizo usar todas sus fuerzas en su brazo no herido para impulsarse hacia atrás.

Sacó sus garras y colmillos.

—Dos, no tres, son cuatro lobos, más los humanos sobre los techos, no hay manera que salga de esta. —Pensó.

Levantó sus manos para indicar paz, sabía que eso no serviría y así fue.

El primer ataque se produjo, este aventó su capa en el rostro de un lobo, luego con su mano dio un golpe, el otro lobo atacó, lo esquivó por unos centímetros usando sus piernas para golpear, así en un van ven, como un baile delicado y fuerte. Zhuo Cheng no era tan fuerte como su hermano mayor, pero si sabía luchar.

Un fuerte gruñido alejo a todos.

Zhuo Cheng se sorprendió tanto que, cuando pudo fijar su mirada el aliento, espeso y caliente, como los afilados dientes estaban sobre su cuello, otro gruñido se produjo golpeando al lobo que lo tenía en sus fauces. Como pudo se incorporó un poco fue entonces fue cuando vio a esos dos grandes lobos, uno café con aspecto tan imponente que incluso los ancianos se doblegarían ante él y otro de un tono gris con una mirada más pasible.

Sabía quien eran, pero ahora mismo tenían una pelea.

Los lobos gruñían con sus fauces abiertas y uno al otro se golpeaba, haciéndose heridas en el cuerpo.

—¡Detente Yibo! —en un gruñido pronunció el lobo gris

—¡Quítate!, no te dejes engañar él nunca estuvo de acuerdo en las uniones, es un enemigo —respondió sin dejar de mostrar sus fauces

—¡Él es el hermano de Xiao Zhan! —indicó el lobo gris.

La locura estaba reflejada en los ojos de Yibo, el cual no dejaba de pelear, era evidente que no había razonamiento en su corazón, más que la desesperación, el enorme lobo café alzó sus garras para atacar. Zhuo Cheng se dio cuenta que este ataque sería peligroso para Haikuan por lo que se atravesó para que la gran garra de lobo marcará su pecho haciendo expulsar chorros de sangre. Lo que menos deseaba y  lo que no necesitaba esta guerra, era que, aquellos dos hermanos se hirieran el uno al otro.

El cuerpo de Zhuo Cheng cayó hincado frente Yibo.

—Xiao... Zhan... Está a salvo... —pronunció el vampiro para caer al suelo, mientras su sangre fluía fuera de su cuerpo.

—¡ZHUO CHENG! —el grito se escuchó por toda la ciudad.

Ji Li giró su cuerpo como si sintiera algo, miro por un instante hacia atrás, para luego avanzar en reunir a todos los vampiros que estuvieran en desacuerdo con la sede. Entre las ciudades que aún no habían sido atacadas por los licántropos y humanos.

Se anunció que quien no deseaba pelear que se protegieran bajo el castillo del líder del sur (Xiao Zhan).

Algo en el corazón de Ji Li se inquietó y por un momento se quedó mirando el cielo como si esperara una respuesta de este.

Xiao Zhan estaba con Sophia y Anne a las afueras del castillo siendo custodiados por otros vampiros cuando Alek llegó.

—No tienen porqué preocuparse de nada, es tiempo de que ustedes regresan al lugar donde se le ha prohibido existir, que se levante en venganza hacía quienes le quitaron lo que les pertenece, levántese y luchen por su futuro —alzó la mano y entonces personas con capas rojas bajaron para colocarse detrás de Alek —les presento a mi ejército. —los hombres se quitan las capas y es cuando su rostro es expuesto, —cada uno de ellos son híbridos, —caminó entre ellos—cada cicatriz es la muestra de lo que tuvieron que pasar para sobrevivir en un mundo donde ninguna raza los quiso, así que es tiempo de su retorno —sonrió para estirar su mano y que su hermana tomará esta. —Las negociaciones y los tratos se acabaron, es hora de que quienes fueron callados alcen la voz.

Xiao Zhan tomó su vientre, ahora sabía que su hijo no sería una criatura marginada, ahora podría existir sin temor, tal vez la manera que lograría eso era sacrificando a muchos, pero estaba dispuesto a todo. A todo por lograr un mundo mejor para su hijo.

Los híbridos subieron a sus caballos usando su capa para no dejar ver su rostro, otros vampiros iban al par con espadas.

Sophia y Anne subieron en un carruaje.

—Xiao Zhan irás con mi madre y mi hermana, pero antes quiero que sepas algo, ¿sabes por qué estás aquí?, no es por nuestro compromiso, si no por tu unión con el alfa líder de los licántropos, su unión es perfecta que pudo lograrse ese embarazo, cada uno de esos híbridos tienen una historia, o no fueron los primeros o nacieron enfermos, pero tu bebé dentro del vientre es fuerte y superior a todos, por lo cual debes luchar, porqué podríamos ganar la libertad de ellos. —Finalizó tomando su mano

—¿Dime por qué haces esto? —preguntó Xiao Zhan.

—Cuando mi madre fue casi asesinada pude ver la embriaguez del poder de los vampiros, entonces entendí que quería acabar con esa locura. —avanzaron hasta Xiao Zhan fue subido en el carruaje.

Alek se subió en su caballo para ponerse frente a la caravana.

—¡Escuchen!, nadie nos conoce y nadie nos espera, ahora licántropos como vampiros son nuestros enemigos hasta que lleguemos a líneas, ¡recuerden dentro de ese carruaje está el futuro de su raza! ¡Avance! —alzó su mano para dar inicio al camino hacia el futuro que todos pelean.

Gracias por su apoyo.