Epílogo.
Haikuan al salir de la habitación de Yibo y Zhan pudo ver desde la ventana a Ji Li hablar con Zhuo Cheng su corazón se sintió agitado, sabía bien que no tenía el derecho de sentirse a si, por lo cobarde que fue, al igual por la forma en la que lo trato, pero nada cambiaba el hecho de que lo amaba, realmente lo amaba.
Bajo la escalera con una mirada melancólica, cuando se encontró a Ji Li frente a frente.
—No te odio, nunca odie a tu raza, pero siempre me diste lástima, pronunció antes que alguna palabra saliera de Haikuan —preferiste hacer lo correcto, que hacer lo que tu corazón dictaba, porque era y es claro que lo amas, eso es claro, pero nunca hiciste nada por ese amor, ahora puedes amarlo libremente, ¿crees que te lo mereces?, ¿Qué puedes ir corriendo a él y ser felices?, por mí no te preocupes, Zhuo Cheng siempre me ha visto como una familia y no como una pareja, pero no quiere decir que no lo voy a cuidarlo... ¿lo entiendes? —puso su mano en el hombro de este —suerte.
Haikuan avanzó sin antes mirar de reojo a Ji Li, dio un suspiro, no tenía que decirle todo aquello, pues él lo sabía, lo sabía bien, él no se merecía alguien como Zhuo Cheng, sin embargo, jamás podría dejarlo de amar, por lo cual tomo las fuerzas dentro de su dolido corazón y avanzó hasta llegar a Zhuo Cheng.
—Hola —saludo con una media sonrisa.
—Hola, ¿Qué haces aquí? —preguntó el vampiro limpiando el vestigio de lagrimas en sus mejillas.
—Se hará la presentación del pequeño Yige y he venido por eso, ¿puedo sentarme? —preguntó con sigilo.
—Claro —respondió Zhuo Cheng dando golpecitos al espacio a su lado.
—Zhuo Cheng yo... —pronunció antes de ser interrumpido.
—Liu, no te esfuerces, no podemos ser aquellos que fuimos en esa época, ahora somos dos personas diferentes, las cosas están cambiando, el futuro parece más brillante, esperemos que todo cambie y avance, como nosotros... —pronunció mirando el cielo.
—Tienes razón, solo déjame quedarme contigo, ¿sí? —suplicó el lobo, entendía que las cosas no cambiarían tan fácil, que había mucho que sanar. Pero si al menos podía estar cerca de él, haría todo por curar aquellas dolorosas heridas.
—Si, está bien. —respondió con una media sonrisa —poco a poco...
Las cosas fueron avanzaron, a un paso lento. Xiao Zhan se hizo cargo de las cosas de los vampiros, de sus diligencias y necesidades por su parte Zhuo Cheng aportó sus conocimientos para encontrar una forma de completar una sangre sintética que aportara los nutrientes de la sangre de los humanos, aunque sólo se pudiera en un 50% eso serviría para un buen comienzo y futuro.
Anne se quedó con Xiao y ella fue la intermediaria entre los vampiros y los híbridos. Les explico los poderes de estos, como del pequeño Yige, quien avanzaba de manera rápida en su desarrollando mostrando así su fuerza.
Aunque Yibo quería estar siempre a lado de su familia, era líder de los licántropos y humanos a los cuales ayudó a salir de su bosque, estar más en contacto con la ciudad y eliminar esos límites entre las razas, junto a su hermano Haikuan, quien siempre lo apoyaba.
Los líderes de los vampiros se eliminaron, haciendo que Ji Li fuera un poco las libre, aunque ayudaba a Xiao Zhan a controlar aquella minoría que no está de acuerdo de este cambio.
Y así el tiempo paso...
—18 años va cumplir Yige — pronunció Liu a su hermano
—Si, ese niño quiere casarse con Anne, aunque ella sea 10 años más grande que él y además de ser muy culta y educada, mientras mi hijo parece que tiene un aspecto de lobo que de vampiro, le gusta estar en el bosque mientras a ella le gusta leer, sin importar que compartan sangre, ambos se unieron de una manera tan fantástica que parece un sueño —respondió Yibo.
—Pero si es igual a ti y a Xiao Zhan —pronunció el lobo mayor girando los ojos en protesta.
—¡Ey!, ¿y qué dices tú?, ¿Cómo está todo con Zhuo Cheng? —golpeó el hombro de su hermano.
—Estamos bien, hemos avanzando, no es fácil cuando yo fui quien hice todo para que aquella sonrisa gentil desapareciera, ahora se enoja conmigo, pero al final, me sostiene para que me quede a su lado —respondió con una sonrisa.
—Me alegro que las cosas vayan avanzando bien, ahora vayamos a la fiesta que sus amigos le hicieron. —indicó el líder.
En aquella hermosa casa, comprada por Yibo para su familia, Xiao Zhan miraba a su hijo Yige bailando con Anne, aquella chica que fue parte de aquel cambio, valiente y hermosa.
—Es una gran chica —pronunció Yibo dándole una copa vino a su amado
—Si, y si ellos se aman, por mi está bien, gracias a ella el cambio ocurrió, ahora las razas conviven en paz, aunque a veces haya pequeñas riñas y cosas que debamos cambiar, la tranquilidad es algo que debemos atesorar. —respondió Zhan sin dejar de ver aquella escena de chicos enamorados.
—Mi querido amado mío... gracias por esta dicha —toma su mano y la alza a sus labios —te amo, ¿bailarías conmigo?
Yibo sostuvo la hermosa y marcada cintura de Xiao mientras toma su mano, moviéndose al compás de la música con movimientos suaves y gentiles para finalizar con un profundo beso.
—"Te prometo que cuando mi vida termine te buscaré en mi otra vida y en todas las necesarias hasta encontrarte y cuando lo haga, jamás volveré a soltarte"
Xiao decidió que cuando la vida de Yibo se extinguiera, el tomaría algo para morir a su lado, ya que no podría vivir sin el amor de su vida. Su hijo ya era un hombre un ser con fuerza e inteligencia con familia y con el amor se vida a su lado, ya no los necesitaría para seguir trabajando por aquel anhelado futuro que sus padres le dieron.
Y así fue como ambos fueron enterrados juntos, donde Xiao aún conservaba aquel joven rostro mientras, la edad llegó al cuerpo de Yibo, sin embargo, no existió día donde su amor no creció y floreció, como el primer día que se conocieron.
En la espera de aquella promesa hecha.
Mil años pasaron para que por fin pudiera volverse a ver.
—El casting finalizado —pronunció el director de la nueva serie producida — Xiao Zhan será Wei Ying y Wang Yibo sea Lan Zhan, espero que trabajemos bien juntos.
Yibo miro a Zhan, corrió hasta él para tomar su mano ante la sorpresa de este.
—¡Te encontré! —pronunció mirándolo.
—¿Qué? —pronunció Xiao Zhan sorprendido.
—Nada, perdón, soy Wang Yibo, el coprotagonista, espero nos llevemos bien —sonrió.
—Soy Xiao Zhan.
"Y por fin te encontré y no te soltaré jamás".
Hemos llegado al fin de esta historia, espero les haya gustado y me disculpo por los errores ortográficos y de redacción.
De nuevo muchas gracias por su apoyo.
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