Jisung abrió los ojos de golpe después de haber dormido casi un día entero, presentía en el fondo que algo estaba pasando, se incorporó de la cama para colocarse su ropa, la cual aún estaba rota, no le importaba solo era la desesperación de ir hacia su hermano, la única familia que tenía, quería también ver a Changbin, quería estar con las personas que son importante para él, en esa oscuridad que estaba hundiendo al mundo.

Chan llegó para verlo. —¿Qué haces?, aún estás herido para moverte.

—Quizá esté herido, pero recuerda que allá están nuestros hermanos, no solo ellos si no las personas que queremos, no podemos quedarnos aquí sin hacer nada, necesitamos pelear —se colocó su capa la cual aparte de estar rota, tenía vestigios de su propia sangre.

Chan sabía que no importaba que le pudiera decir jamás lo haría cambiar de opinión por lo que se quitó la ropa y se la dio para convertirse en aquel enorme lobo, se dobló y pronunció —aún no puedes caminar rápido por tus propios medios, así que iras sobre mi lomo.

Sin mucha opción hizo lo que le pidió, se subió sobre el lomo de aquel lobo y se aferró a su gran cuello.

Los dos avanzaron de manera rápida, mientras sus corazones latían erráticamente en desesperación, tenían el miedo profundo de perder una parte de ellos, a su familia.

Felix entró al castillo por un laberinto que incluso en su tiempo ahí parecía que no conocía, así que se dejó guiar por aquella niña. Llegaron a un pequeño cuarto donde había una escalera y al subir entrar al escenario donde se encontraban los vampiros e híbridos.

Anne lo miró y le tomo de la mano para explicarle sin pronunciar palabra solo desde su mente:

"Hyunjin solo quiere poder, desde que su padre murió, hizo todo por obtener el poder y control de todo pero no pudo lograrlo ya que tú apareciste en su camino y muchos jóvenes vampiros eran fieles a la sede, entonces busco a madre quien me tenía a mí, fue cuando pudo conseguir su mejor arma la cual era los híbridos, pero antes tenía que empezar la guerra, así que, utilizo a los jóvenes vampiros para que se levantaran ante la sede y sus reglas, cuando todo empezó decidió buscar toda la información sobre los híbridos y su extinción, la mejor de las sorpresas fue tu relación con el líder, ya que el líder de los hombres lobo, era una da las criaturas a las cuales él les tenía miedo, cuando supo que tú tendrías el hijo de líder te secuestro para poner todas las piezas de ajedrez en la mesa, ahora tu debes detenerlo, porque entonces en el mundo no habrá la libertad para ninguna raza, ahora se convertiría en el más duro y cruel régimen de aquel que está embriagado en la locura del poder."

Felix asintió sabía que tenía que detenerlo a toda costa, por el bien del futuro que queria para su hijo.

Minho entró al gran salón para sentir las mezclas de razas junto a sus compañeros, las grandes puertas se cerraron. El ambiente era frío y silencioso, había vampiros vivos pero eran un grupo débil, no había mucha energía en aquel lugar, busco el olor de su amado, el cual detecto pero lejos como si estuviera fuera de aquella habitación, miro algunos rostros conocidos, fue cuando toda la luz se apagó para luego de segundos se iluminará el escenario apareciendo los ancianos de la sede, desnudos y encadenados, algunos vampiros se sorprendieron, otros sonrieron, los híbridos gritaron con euforia, mientras que algunos humanos estaban sorprendidos y los licántropos sólo se quedaron en silencio.

—Mis queridos amigos —apareció ante la multitud Hyunjin como un rey, el sentimiento producido para Minho era escalofriante —no teman, no quiero un mundo con reglas o miedos, quiero una donde las 4 razas podamos vivir juntos en armonía, con respeto, pero sin esas barreras, los humanos pueden recibir dinero por la sangre donada, mientras que los vampiros deben prometer no tocarlos, los lobos pueden mantener una relación con los vampiros, ya que como ahora saben gracias a estas hermosas criaturas sobre ustedes son las mezclas de dos razas las cuales procrear, podemos ser una unión fuerte. —indicó en su discurso falso, para la mayoría, esperanzador para otros.

—¿A qué costo? —pronunció Changbin, todos los miraron.

—A ningún costo, estoy ofreciendo libertad, no estar bajo las sombras de estos seres —señaló a los líderes

—La libertad es igual a un genocidio, entonces que libertad tan triste, hemos tenido que ver morir y desaparecer a las personas que amamos, para sobrevivir y tener ese final cuento de hadas, donde todos vivimos felices, pues esa libertad no la queremos, no somos tontos, ¿tú que nos ofreces o porque tenemos que seguirte? —retó el vampiro, Changbin, siendo sostenido por quien lo protegía de las miradas frías.

—Oh mi amigo, no debes ver el camino si no el final de esto, yo no estoy pidiendo nada, solo quiero que seamos libres. —pronunció con una falsa amabilidad, Hyunjin.

Sus palabras parecen convencer a las personas, mientras que Seungmin ante la mirada molesta de la mayoría colocó a Changbin cerca de él, un híbrido caminó hasta él, tomando la muñeca de Changbin.

—Si no lo sueltas tu cabeza saldrá volando —entonces el poder de Seungmin se activó, el híbrido lo soltó.

El gran y espléndido discurso de un rey triunfante era pronunciando ante la euforia de algunos, mientras los vampiros solo se miraban entre sí, siempre fueron criaturas desconfiadas. Changbin por su parte solo estaba a lado de Seungmin que lo tomó de la mano, mientras que Minho miraba con descontento pero sigiloso como un lobo a punto de atacar.

En el gran escenario algunos híbridos subieron para colocarse detrás de los ancianos, tomaron sus dagas. La luz volvió a desaparecer para después en segundos aparecer, dejando ver aquella shockeante escena, los cuerpos de los ancianos estaban decapitados y el escenario se había vuelto un río de sangre, las cabezas de los ancianos estaban en las manos de híbridos.

La euforia se produjo por los simpatizantes de este nuevo supuesto salvador.

—Por la paz de este mundo. —pronunció Hyunjin embriagado de poder.

Minho abrió los ojos cuando sintió aquel golpe de olor en sus fosas nasales, detrás de Hyunjin yacía la persona por la cual daría la vida entera, un silencio volvió a aquel lugar.

—¿Por qué no le dices la verdad? mi querido amigo Hyunjin. —pronunció Felix con una daga en el cuello de este.