VII.- RUT

Había pasado un mes desde que Felix supo algo de Minho. Dentro de su cabeza había una confusión, se sentía extraño, era una mezcla de preocupación y tristeza desde aquellas frías palabras dichas por aquel licántropo, no sabía que sentir, pensó quizá que Minho lo odiaba por el hecho de ser vampiro, cuando él se sentía tan atraído por aquel lobo y no solo físicamente, había sentimientos incrustados en su frío y oscuro corazón, sentimientos de amor, que nacieron desde el día que Minho salvo su vida.

La noche era fría, su corazón no podía resistir, aquellas cuatro paredes lo estaban ahogado, se colocó un saco largo y salió para encontrarse con su hermano.

—¿A dónde vas? —preguntó Jisung

—Quiero verlo... —musitó

—Te estas hundiendo tu solo, por favor Felix —bufó molesto.

—¡¿Qué demonios quieres que haga?!, cuando le debo mi vida, le debo mi existencia, desde que me entrego su sangre, mi vida le pertenece —gruño molesto —sin él ni siquiera te hubiera conocido, ni a mi familia... maldición.

—Él es un licántropo y tu vampiro, esa unión no existe, solo eres tú y tu deseo de ser amado, de ser consumido... dejar de sentirte esa manera —suplicó acercándose lentamente a él.

—¡¿Y que tiene eso de malo?!, por años siempre he escuchado que soy poderoso, por mucho tiempo he visto a todos temerme, nadie me mira a los ojos, sin antes agachar la cara, solo él, sin importar lo que haga... él me mira de manera diferente —colocó su mano en su pecho —odio ser temido o ser visto como alguien importante, pero con él siento que puedo ser, solo yo.

—Sabes que su familia fue consumida por vampiros —pronunció suavemente.

—Pero ni él ni yo tenemos la culpa de las estupideces de haber nacido tan distintos... —musitó herido.

—Felix...

—Lo siento hermano...

Golpeó la mano de su hermano que sostenía para salir que aquel infernal lugar, su mente estaba lleno de ideas, de dolor y sobre todo de Minho, ¡Maldición lo deseaba ver!, no importaba si solo era algo carnal, si lo tomaba, solo quería verle y con eso era suficiente, estaba también preocupado, las cosa no habían mejorado y tenía miedo de que él fuera herido.

Cuando se dio cuenta estaba en aquella ciudad, la cual no visitaba mucho, pero sabía que había licántropos ahí junto a vampiros y humanos, una pequeña esperanza surgió, cuando fue tomado de la muñeca, el tacto fue diferente, miro con el ceño fruncido.

—¿Tu eres Han Felix? —preguntó un licántropo, que olía levemente a Minho.

—Si...

—Soy Chan, el hermano mayor de Minho, él entro en su RUT, desde hace 4 días, sin importar lo que hagamos o quien este con él, se ha vuelto agresivo, hirió a varios de los omegas, hasta el punto de casi matarlos, sé que tú puedes ayudar...—pronunció —sé que es sorpresivo, pero como lobos podemos oler muy bien y mi hermano ha olido a ti varias veces.

—¿Dónde está? —preguntó con un tono de preocupación.

—Está en un hotel, aquí en la ciudad neutral, en el hotel "Lirus", aquí tienes la llave... —dijo en un tonó amargo.

—¿Por qué crees que yo puedo hacer algo? —preguntó antes de tomar la llave.

—A sido difícil controlarlo y sobre todo porque se niega estar con cualquier omega de la manada, solo dice tu nombre, como te dije antes, lo lobos sabemos cuándo alguno tiene otro olor diferente al de los de la manada, sinceramente no me agradas, pero no tengo otra maldita opción.

—De acuerdo. —pronunció el vampiro para dar una sonrisa ladina.

(+18) (Por favor no denunciar)

Felix llegó al hotel donde mostro que tenía una llave, camino por el pasillo del pequeño hotel sintiendo un extraño calor y una presencia fuerte, se paró frente la puerta, su cuerpo comenzó a temblar, apenas podía controlar la llave para abrir, jamás había tenido tanto miedo en su vida, realmente sentía que podría ser devorado.

La puerta se abrió y entonces lo pudo mirar, ahí sobre la cama sentado mirando al suelo, su cuerpo semi desnudo, se veía condenadamente bien, su cabello caía suavemente sobre su rostro, fue cuando se giró para verlo. Con aquellos fríos y oscuros ojos. Si los ojos de un cazador, de un lobo hambriento.

—¿Qué haces aquí? —pronunció con voz ronca.

—Yo... vine porque me dijeron que estabas mal —musitó para dar paso tras paso, su cuerpo temblaba, pero sin embargo no podía dejar de ir hacia él.

—No debiste... venir, no quiero lastimarte —su voz era ronca más de lo normal haciendo que Felix sintiera un escalofrió en toda su columna vertebral.

—Solo déjame... —antes que las palabras fueran dichas, Felix fue aventando a la cama, sobre él no estaba un humano si no un lobo con la piel de humano.

Minho sostuvo sus manos sobre su cabeza con fuerza, paso su nariz por su cuello, impregnándose de su olor.

—Si tanto lo deseas, serás devorado —gruño bajo —solo que no seré gentil.

Minho bajo del cuerpo de Felix, tomó su cinturón, para luego tomar sus muñecas e inmovilizarlas, el vampiro no hacía nada, cada tacto de aquel hombre hacía que su piel ardiera. Amaba ser una presa.

El lobo comenzó a romper la ropa del vampiro, con tal fuerza que dejaba pequeñas marcas en su piel, haciéndola arder, expuso por completo esa hermosa piel blanca, paso su áspera lengua por su cuello para bajar suavemente, hasta llegar a sus pezones, los cuales comenzó a chupar, primero paso la lengua después mordió, mastico hasta déjalos rojos y con sangre, el cuerpo del vampiro se curveaba en una mezcla de dolor y placer, el lobo solo sonreía, mientras sostenía su cuerpo con fuerza dejando marcas en la piel, así pasando al otro pezón, bajo por su estómago, donde mordió de nuevo hasta dejar una marca de roja con sangre, bajo lentamente logrando ver la polla erecta de aquel hermoso vampiro, bajo suavemente su mano llegando a su entrada, donde acaricio con sus dedos está, luego subió para llevar a la boca de Felix sus gruesos dedos, dando la indicación que los chupara, cuando estaba lo suficiente húmedos bajo de nuevo a su entrada donde introdujo el primer dedo, haciendo que el cuerpo del vampiro se curveara y dejara salir un sonoro gemido.

—Eres tan lascivo...maldición —gruño y coloco otro dedo, sintiendo la calidez dentro de aquel lugar, abrió los dedos como tijeras, preparando un poco a Felix. —lo siento, pero no podre prepararte tanto —golpeó la mejilla trasera del vampiro, para tomar sus cinturas girándolo, lo acomodo de forma que su entrada estuviera expuesta a la vista del lobo.

Felix sintió la humillación de ser sometido, pero aun a pesar de todo, logro quedarse en aquel lugar.

—Oh, no te gusta, que extraño, vienes y te entregas a tu cazador, para después agonizar en la humillación. —bufó en su oído, mientras recorría el blanco cuerpo del vampiro. —lo siento, pero tu amo está molesto y tendrás que ser castigado. —Un golpe se produjo fuerte y sonoro en la mejilla blanca del vampiro dejándole una marca roja.

Otra, otra, otra.

Golpe tras golpe dejando una marca tras otra, hasta que la piel pudiera sangrar, pero a pesar de aquella mezcla de humillación y dolor, la entrada de Felix comenzaba a gotear lubricante, como palpitar.

—Oh, mira te has mojado, como toda una puta. Tendré que darte la atención que tanto necesitas.

Minho tomó su polla, la cual no era para nada pequeña, era lo suficientemente larga y gruesa, eso no es un secreto, la gran virilidad de los hombres lobos.

A pesar de que Felix no era virgen, sabía bien que la polla de los vampiros era muy distinta a la de los hombres lobos, por lo que estaba seguro que dolería y mucho. Pero en ese momento lo deseaba, ¡Demonios!, lo pedía a gritos dentro de él.

Un escalofrió paso por su espalda, tenía miedo y deseo.

—Veo que tientes tantos deseos de ser penetrado, pero primero quiero que me digas algo —paso su áspera lengua por su cuello. Sus cuerpos estaban pegados el uno al otro, el pecho de Minho estaba recostado levemente en su espalda, mientras su palpitante polla estaba rozando su entrada húmeda. —¿Quién es el amo aquí?

El cuerpo de Felix se estremeció, había saliva saliendo de sus labios, era el deseo acumulado, ya los sentidos, la cordura se habían perdido en el más profundo y lascivo deseo.

—Tu... eres el amo... —musitó con la voz quebrada, pues soltaba pequeños gemidos ahogados.

—Muy bien. —Minho se levantó y sin más preparación introdujo su parte dentro de él, haciendo que un grito saliera de su boca. —oh estas tan apretado.

Minho apretó su cintura con fuerza entrando lo más que pudiera, una pequeña línea roja baja por las piernas de Felix estaba sangrando, pero a Minho eso no le importaba, solo quería descargar todo aquel placer acumulado. Era claro que nadie lo saciaba cuando entraba en aquel ciclo de calor, y muchos le temían, pocos omegas se atrevían a pasar con él aquellos días puesto el alfa no era complacido ni gentil, era un maldito monstruo que no le importaba las suplicas, hacia con ellos lo que quería. Sin embargo, con Felix era distinto, su fuerza y calor acumulado lo estaba llevando a un camino de placer que lo hacía ver estrellas mientras penetraba aquel hermoso hombre en sus brazos.

Aclararé unos puntos.

*Primero, Felix tiene 128 años, no puede ser virgen.

*Segunda, el Rut es el ciclo de calor de un alfa en los omegaverse, este no es un omegaverse como tal, pero tiene aquellas referencias, puesto aquello tiene un origen en los lobos. Espero me haya dado a entender.

*Tercera, sé que científicamente los hombres no pueden humedecerse de esa parte, pero recuerdan que es un Mpreg, por lo cual aquella parte tiene una función similar a la de vagina de las mujeres.

*Cuarto y ultima, el sexo entre Felix y Minho es del tipo sadomasoquismo, por lo cual no es gentil, además recuerden que Felix es un vampiro, no va morir por sexo rudo. 

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