Capítulo XXIII
Cuando Jungkook fue llevado de regreso a casa de Namjoon, se sintió increíblemente reconfortado al ver de nuevo las caras de los niños.
—¡Mamá! Bienvenido.
—Mami, mami.
Mina también fue corriendo hacia él para darle un abrazo enorme. Por supuesto, en cuanto olió su aroma tan familiar y comenzó a sentir sus besitos en la mejilla, se sintió feliz.
—Lo siento. ¿Se sintieron solitos?
En la habitación infantil, que habían preparado para tener reunidos a los niños, los pequeñitos parecieron estar esperando por el regreso de Jungkook desde el momento mismo en que se fue, era un lugar mucho más grande que la casa de Taehyung y habían puesto un montón de juguetes nuevos para ellos, pero ninguno parecía haber sido utilizado hasta el momento puesto que seguían en la misma caja. Incluso los curiosos TaeJoon y Hwan no parecían querer mirar.
—TaeJoon, ¿Estás bien?
—Estaba solo como una piedra.
—¿Qué hay de ti, pequeño? ¿Cómo estás?
—No hay nada de comer.
—¿Enserio, Min? ¡Pobrecito!
—Pero, estoy bien.
Ya que aparentemente era cierto que todos estaban a salvo, un suspiro gigantesco de alivio salió de él. —Gracias a Dios.
—Oye, mamá, ¿Qué va a pasarnos?
—No te preocupes, todos vamos a protegernos entre nosotros para estar a salvo ¿De acuerdo?
Pero la verdad era que no tenía ni la menor idea de qué hacer, la puerta estaba cerrada por fuera y había barrotes para limitar el ingreso o salida de alguien a la casa, también estaba herido y se sentía completamente preocupado por Taehyung. Sabía que, si no hacía algo por él, sería ejecutado como Namjoon lo prometió.
—Oye, mami.
—¿Hmm?
—Allí.
Yitian se subió la manga y señaló hacía la pared, en lo alto, había un ducto de ventilación. Era imposible que Jungkook entrara por ahí, pero los niños podían pasar por allí a la perfección. Al parecer, mientras él se estaba quejando por no poder salir, el pequeño niño estuvo evaluando la situación actual buscando como ayudar a su padre.
—Vamos a salir por allí, mami.
—Pero... Es peligroso. ¿Y si los encuentran?
—Pero, ayer un guardia nos dijo que mi papá será asesinado. ¿No es así?
—Mami... ¿Papi va a morir?
—Está en peligro, eso es verdad.
Era algo terrible para contarles a unos niños, pero si podían ayudarse entre todos para salir de su encierro, era mejor ser honestos.
—Pero no va a morir niños, no lo permitiremos.
Tenía que tomar la decisión de mandarlos por el ducto aprovechando que la habitación de los niños estaba en el primer piso y la distancia al exterior no era tan larga, se pegó a la ventana y se asomó. Difícilmente podía encontrar a alguien moviéndose porque el sitio era inmenso, pero siempre estaban entrando y saliendo autos al lugar, eran camiones con la imagen de unas verduras en la parte derecha.
Jungkook buscó apresuradamente algo en el joyero. Había tesoros caros, joyas y plumas así que tenía que hacerse con algo valioso que no fuera ni muy pesado ni muy voluminoso, finalmente, tomó un corta papeles que estaba lleno de diamantes.
—¿Qué es eso?
—Es un artículo de agradecimiento. Se lo vas a dar al hombre de ese camión de verduras. —Buscó crayones, lápices de colores, papel de dibujo y comenzó a escribir una carta. —Cuando llegues allí, le entregas al señor este papelito.
Junto con el papel en el que estaba la dirección del señor Choi, colocó el cortapapeles envuelto en papel de dibujo en el bolsillo de la chaqueta de Yitian. No sabía si funcionaría, tal vez el hombre podía tomar solo el objeto y tirar la carta, sin embargo, en la hoja había prometido que le daría una recompensa mayor si lo llevaba a esa dirección.
—Yitian... Escucha, no se lo des a nadie con uniforme militar, dáselo al conductor.
—Pero...
—Haz lo que te digo. Quiero que trabajes conmigo para que podamos salvar a papá.
Se preguntaba si podía dejar que el niño se hiciera responsable de todo esto hasta el final, pero esta era la única opción que le quedaba, solo rezaba para que el adulto que se encontrara en su camino fuera amable.
—¡Buena suerte, Yitian! ¡Por favor, haz tu mejor esfuerzo!
Los otros niños dijeron eso y luego, vieron como su mamá lo ayudaba a desaparecer por el respiradero, cuando se mezcló por completo con la oscuridad, Jungkook miró por la ventana y le pidió a Dios todo este tiempo para que lo ayudara a llegar a salvo a su destino. Tenía que aparecer en algún lugar del jardín así que, después de mirarlo por un rato, finalmente descubrió algo en movimiento que salía de detrás del edificio.
—¡Yitian!
Mientras todos contenían la respiración, el niño se coló en la salida y se metió en un auto de reparto que estaba estacionado.
Unos cinco minutos más tarde, una mujer con un jersey y un comerciante con un overol, se subieron al vehículo y abandonaron el lugar sin dar explicaciones, se había olvidado de respirar debido a la tensión así que, después de que el auto se fuera a salvo, se sentó en el piso porque descubrió que le estaba doliendo muchísimo el pecho.
—Oye, mamá. ¿Yitian va a estar bien? —Mina estaba preocupada, así que buscó protección en los brazos de Jungkook.
—Estará bien. Yitian es muy fuerte, es un Alfa, así que estará a salvo.
Cuando los niños se quedaron más tranquilos, Jungkook comenzó a entretenerlos mostrándoles los juguetes para que se pudieran distraer por un ratito. Y tal vez por la tranquilidad de saber que mamá estaba finalmente con ellos, todo el mundo comenzó a jugar con los juguetes que ni siquiera habían mirado para empezar.
Minutos más tarde, Namjoon entró a la habitación junto con Seokjin. Los niños se escondieron detrás de su espalda porque tenían miedo.
—Um... Estabas muy callado.
Podía jurar que Jin estaba de pie junto a la puerta como todo un maldito traidor, pero eso no afectaría el corazón del hombre en absoluto, tenía que ser paciente. Además, ni siquiera iba a notar que Yitian no estaba allí porque estaba completamente seguro de que Namjoon ni siquiera los había mirado con detenimiento como para reconocerlos. Puede que ni recordara cuántos hijos tenía.
—Ven aquí. Anda.
Mientras los niños siguieran como rehenes, tenía que seguir sus órdenes. Salió de la habitación y volteó el cuerpo un poco para decirles algo a los niños.
—No tardaré.
Y mientras caminaba con Namjoon y los demás, pensó en lo que debería hacer para evitar que su plan fuera descubierto.
—¿Puedo cenar en la habitación de los niños? Todos están preocupados así que me sentiría mejor estando allí a su lado.
Si testificas correctamente en contra de Taehyung, puedes hacerlo.
—Y... Me gustaría preparar la comida yo mismo. Es divertido cuando ellos me ayudan así que pensé que esto también podía funcionar.
—Sí, también puedes hacer eso.
—Gracias.
Eso seguramente iba a ayudarle a tener algo más de tiempo.
—Solo porque estoy de buen humor. Nunca me había sentido tan satisfecho conmigo mismo. —Lo abrazó por el hombro y le tocó el estómago.
—Espero que sepas que no es solo tu cuerpo ahora y me perteneces.
Namjoon estaba de buen humor. Quería tanto a un niño Alfa que ahora estaba metido en su propia nube, pensaba en acostarse con Jungkook esta vez en serio para embarazarlo.
—Y me portaré aún mejor cuando me des un hijo, así que también tú pórtate bien.
—Trataré de hacer mi mejor esfuerzo.
—Le diré al consejo que mantenga la entrevista que te harán, lo más breve posible.
—Sí, gracias. Voy a dar a luz a un niño sano para usted así que, por favor, ame a los otros niños también, todos son sus hijos y yo seré su esposo.
—Así es. Eso es verdad.
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