Capítulo XX
Diez días después Jin le informaba a Jungkook que Taehyung había sido arrestado.
—¿Por qué ordenaron arrestarlo? No es justo.
—Tal vez Namjoon está tratando de derrotar al señor Taehyung de alguna manera, dicen que es porque no reportó tu existencia al ejército y porque te mantuvo en su casa.
—¡Me trajo aquí, por Dios!
—Sí, estoy convencido de que todo es una tontería y no es culpable de absolutamente nada, pero el otro día... Bueno, el odio que Namjoon había estado acumulando hacia él, hasta ahora solo explotó. Además, llegaste y todo, pero es cierto que estuviste en la casa del señor Taehyung durante tres meses, la situación para él es mala.
Entonces Taehyung había sido arrestado por su culpa.
—Una cosa más...
—¿Hay algún otro problema?
—Sí, en realidad sí...
Antes de que Jin pudiera terminar de hablar, el exterior de la casa se volvió increíblemente ruidoso. Mirando hacia el jardín, Jungkook vio como un automóvil negro estaba estacionado frente al edificio... Y entonces los niños salieron del interior.
—No...
Salió de la habitación a toda prisa, bajó las escaleras y se dirigió a la entrada, al llegar pudo ver como los pequeños niños eran llevados por una mujer en uniforme militar, otros dos hombres estaban parados frente a la puerta así que cuando Namjoon también salió del auto, todos hicieron una reverencia y cerraron la puerta tras él.
—¡Mami! ¡Mami!
—Mina, Yuna, Hwan, Taejon, Min, Yitian...
Tan pronto como los vio las emociones que estuvo conteniendo se desbordaron al fin, después de todo, eran las personitas que se habían vuelto realmente importantes para él.
—¡Mami!
—Yitian, ¿Cómo estás?... ¿cómo están todos?
Jungkook se arrodilló en su lugar y abrazó a cada uno de los niños, Yuna ya estaba llorando y su rostro pareció completamente mojado por pequeñas lagrimitas.
—Aquí estoy, aquí estoy.
Después de abrazar y besar su frente muchas veces, finalmente se calmó.
—¿Qué vas a hacerles? —Le preguntó a Namjoon quien seguía de pie a su lado observándolos.
—¿Qué voy a hacerles? Hablas como si yo fuera el malo aquí. Taehyung dejó a los niños, yo solo los protegí trayéndolos a todos aquí, eso es obvio.
Mina abrazó al oso de peluche con fuerza llorando.
—¿Dónde está nuestro papá?
—Yo soy su papá niñita.
Jungkook quería insultarlo por decir eso, pero sabía que no debía hacerle nada, aunque lo quisiera. El poder militar del Alfa era inmenso, así que, si él y su padre, que era el coronel en jefe del ejército, querían hacer algo contra ellos, no iban a poder ganarles.
—Demuéstrame tu respeto testificando que estuviste preso en la casa de Taehyung. Además, si te casas conmigo y aceptas ser parte de nuestro proyecto, voy a olvidar todas tus ofensas y vas a poder ser el padre de estos niños para siempre ¿Qué tal?
Jungkook no respondió. Se negaba rotundamente a hacer algo en contra de Taehyung aún si eso significaba no poder salvarse de las garras de Kim Namjoon.
—Bueno, entonces lo que suceda con estos niños no se puede evitar. No es mi intención obligarte a nada.
Namjoon dio una señal a sus subordinados y luego estos trataron de llevarse a los niños.
—Mami, no. ¡Mina quiere estar con mamá!
—No me gusta ¡No! ¡Mami!
—¡Espera un minuto! ¡Solo son niños! No los lastimes.
Pero la orden había sido dada, era obvio que ese sujeto podía llegar a ser despiadadamente cruel con los que iban en su contra.
—Te llevaste a mi papá, eres un hombre malo.
El suave Min tenía lágrimas en los ojos y estaba haciendo todo su esfuerzo para no ser arrastrado por los hombres que querían llevárselos.
—Vamos niño. Taehyung era solo un papá falso. Y los papás falsos no vuelven cuando se van.
—¡No es cierto!
TaeJoon y Hwan se abrazaron y hablaron al mismo tiempo.
—Es la verdad. Es solo que ustedes son muy pequeños para entender sobre estas cosas, de cualquier manera, la custodia de todos ya está en mi poder.
—¿Qué les estás diciendo a los niños? ¡Tú no tienes derecho a hablar de esto!
Realmente le impresionó la frialdad del hombre, pero no era extraño considerando como subió a la cima del ejército en primer lugar, siempre estaba diciendo que usaría cualquier método para ascender sin importar lo que tuviera que destruir y esta vez, estaba utilizando a sus propios hijos para ganar. Justo como su padre, que enfrentó a hermano contra hermano.
Sin embargo... Eso también significaba que mientras sintiera que tenía todo bajo control, entonces no dañaría a los niños.
—Vengan aquí. Escuchen lo que dice y avancen.
Cuando los subordinados intentaron llevárselos de nuevo, el vestíbulo se llenó completamente del llanto de los pequeños. Solo de escucharlos Jungkook estaba a punto de ponerse a llorar.
—¡Por favor espera!
Namjoon se detuvo y miró hacia atrás ante la llamada de Jungkook. Tenía una sonrisa triunfante en los labios.
Era lamentable que la situación estuviera andando como este hombre lo quería, pero, no había más remedio que seguir el juego.
—Haré cualquier cosa. Si me dices que dé a luz a tu hijo, lo haré. Tendré a tantos hijos tuyos como quieras. Es una promesa... Solo no te lleves a los niños.
—¿Aceptas casarte conmigo?
—Aceptó hacer lo que me pidas.
Seguía sintiéndose horrible por las voces de los niños, llorando todos a la vez y gritando que querían a su mamá. Solo Yitian estaba soportando las lágrimas y mirando en su dirección al mismo tiempo.
Estaba preparado para hacer cualquier cosa con tal de proteger a los niños.
Namjoon parecía satisfecho por sus palabras.
—Entonces, bésame.
Respiró profundamente y se acercó a Namjoon. Se puso de puntillas y acomodó los labios, pero, justo antes de besarlo, el Alfa le dijo fríamente que se pusiera de rodillas.
—Besa mis pies.
¿Estaba tratando de hacerle jurar obediencia? Ahora tenía que hacer caso y arrodillarse para besar sus botas.
—Se siente bien recibir tu obediencia.
¿Estaba satisfecho con esto? Soportó lo que quería decir y se levantó lentamente. Aun así, siguió mirando hacia abajo.
—Tu existencia es ultra secreta. Anunciaré nuestro matrimonio diciendo que eres un Omega ordinario ¿De acuerdo?
Namjoon entonces se fue, dejando todo eso atrás y la pregunta en el aire. Los niños fueron liberados también.
—¡Mami!
—¡Mami, mami!
—¿Qué le pasará a mi papá?
La voz de Min se escuchó con mucha claridad aún entre sus lágrimas así que extendió los brazos para sostenerlos a todos contra él. Los niños se quedaron muy juntitos acurrucados contra el pecho de Jungkook.
—Está bien, todo va a estar bien. No tienen que preocuparse por su papá.
—¿En serio esa persona va a ser nuestro papá ahora?
—No. Para nada. Solo quería darles miedo, su papá siempre será Taehyung.
Ahora más que nunca tenía que ser fuerte, esos seis niños dependían de él para que los protegiera de la maldad de Namjoon.
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