Namjoon tenía a Taehyung, parado frente a él en su habitación del cuartel del ejército, le había pedido que le informara todo sobre sus misiones anteriores y la verdad es que hasta parecía estar bastante frustrado con su medio hermano, el que no movía ni un músculo sin importar el tipo de tratamiento que recibiera por parte de él.

—Bueno, ¿Es una falsa alarma y no es un Omega Gamma? Si me estás mintiendo, voy a saberlo.

—Creo que nosotros lo provocamos. Es una mala idea pagar por información...

—¿No te gustan mis planes?

Cuando levantó la cabeza y lo miró, se encontró con que ya lo había estado mirando directamente. Este chico nunca había conocido la palabra "miedo" era imposible tratar de intimidarlo.

—Ese no es el caso. Solo estoy dando una opinión basada en lo que he visto hasta ahora.

—Entonces ¿Tienes una mejor idea? ¿Crees que puedes encontrar un nuevo Omega Gamma de inmediato solo con preguntar?

—Solo digo que deberíamos calmarnos un poco.

—¡Estoy calmado! ¿Sabes qué? Solo trabaja sin decir una mierda y obtén resultados que puedas darme. Hasta creo que debería golpear tu descarada boca para recordarte quien manda.

Taehyung se inclinó en silencio y salió de la habitación cuando comenzó a hablarle de esa forma, no era el momento de dejar que lo provocara, no cuando aun Jungkook seguía bajo su dominio. Aparentemente Namjoon estaba más irritado que de costumbre.

Lo que había sucedido ese mismo día más temprano, se balanceaba en la parte posterior de su cabeza para ese momento, y ahora, cada vez que miraba a Taehyung, comenzaba a surgir en él una necesidad incontrolable de destruir las cosas con las que su hermano parecía sentirse más cercano, ese bonito Omega, por ejemplo.

Apretó los dientes, con una ira abominable brotando en su interior.

—¿Hasta qué punto va a seguir burlándose de mí Taehyung?

Namjoon estaba convencido de que lo estaban engañando y de que Taehyung y Jungkook eran destinados o como sea que llamaran a las personas que se atraían entre sí sin importar el celo, ya que sus lobos eran pareja. En el momento en que se veían a los ojos, se iniciaba un enamoramiento que no tenía límites, era algo raro de ver, incluso entre los Gamma por lo que ni siquiera Namjoon conocía a otra pareja de destinados.

Como siempre, todo parecía estar ocurriendo alrededor de Taehyung así que el odio que sentía por él pareció estarse haciendo más y más grande con cada segundo que pasaba.

En ese momento, llamaron a la puerta y entró un hombre y como por arte de magia una sonrisa surco sus labios, borrando todo rastro de mal humor en él.

—Al fin llegaste.

Con la palma hacia arriba, llamó a la otra persona utilizando los dedos.

—Necesito matarlo.

El número de personas que podían escuchar el plan de asesinar a Taehyung, era limitado, estaba planeando la destrucción completa de su hermano, y es que, aunque conocía sus debilidades, no era un tonto como para no saber que era mejor tener cuidado alrededor de él, sonrió de nuevo ante la imagen mental que se dibujó en su mente sobre los que serían los últimos momentos de vida de Taehyung.

—Sé que tú no me vas a traicionar.

—Nunca.

Desde que era niño, no había pasado un solo día en que no lo compararan con Taehyung. Y luego, de repente el hermano menor le hirió aún más su autoestima cuando se volvió un maldito Alfa Gamma.

Taehyung siempre tuvo el orgullo y el cariño de su padre. ¿Qué había para él?

—Mírame, papá.

Las palabras se habrían repetido en su corazón muchas veces. Cientos de veces...

—Te probaré que soy mejor que él.

Murmuró en voz baja, recordando la expresión de su padre cuando lo miraba.

Una mezcla de decepción y enfado porque su hijo mayor no era más que un Alfa común.