Una luz en la oscuridad
-¿Por qué me pasa esto a mi?- era lo único que decía repetitivamente aquella niña, de más o menos 3 años de edad, estaba muy herida y su ropa estaba teñida de rojo, sus heridas parecían de bestia, como si garras largas y afiladas la hubieran atacado sin piedad, detrás de ella había una sombra persiguiéndola con rapidez aunque no la suficiente como para alcanzarla, la niña siguió corriendo, quería escapar de esa cosa, tenía miedo y estaba totalmente agotada, si eso seguía, caería fatigada en cualquier momento, pero aún así no había nada a su alrededor que pudiera esconderla, ocultarla de lo que la perseguía.
De pronto ocurrió su peor pesadilla, cayó y de ahí no recuerda nada.
-Tía!- Salí de la casa con un poco de prisa y corrí hacia donde se encontraba mi tia, me tope con unos cuantos jolteon y klang en el camino, pero aún así nunca perdí el ritmo, hoy seria mi gran día, mi gran aventura comenzaría, Pikachu se encontraba en mi cabeza emocionada por lo que pasaría, ya había pasado un tiempo desde que había evolucionado y ahora se encontraba mas energética que nunca.
Corrí por el jardín y la encontré sentada en una silla mecedora mientras leía un poco. Con impaciencia agite mis manos en su dirección tratando de llamar su atención.
-Annie, que es lo que te tiene tan emocionada?- dijo sin despegar la mirada de su libro,infle mis cachetes con un poco de enojo ¿cómo se pudo olvidar de su promesa?
-Tia, dime ¿cuantos años tengo?- ella se lo quedo pensando.
-10 años- luego sus ojos se llenaron de asombro y casi se cae de su silla -¡Tienes 10 años!- sonreí
-Exacto-
-¿ya tienes todo listo?- le mostré mi maleta
-Tengo comida, ropa, unas cuantas mantas y un poco de dinero. También unas cuantas medicinas y las galletas favoritas de Pikachu-
-Estás más que lista- se levanto de la silla y me abrazo, yo solo le respondí, seria la primera vez que me separaría de mi tía después de tanto tiempo, desde que recuerdo ella me cuido y me protegió, aunque decía que no era mi madre. También recuerdo las historias que me contaba sobre ella, era una gran entrenadora, una maestra Pokemon, una leyenda...
Era hora de que yo fuera igual que ella. Aunque mi deseo solo era tener la mejor aventura que pondría tener.
- La profesora ya te debe de estar esperando...-
-Tranquila tía estaré bien-
-esta bien pero primero resuelve las preguntas- solté un suspiro, era un cuestionario que me habían hecho hace mucho y bueno... No me fue muy bien.
-¿Cual es tu nombre?-
-Annie-
-¿apellido?-
-Arcout-
-es un apellido muy extraño-
-Significa realeza-
-¿Por qué quieres empezar una aventura?-
-Solo quiero conocer todo lo que pueda sobre los lugares y los Pokemon y tener la aventura mas grande de mi vida-
-Tu Pokemon inicial-
-Mi Pikachu-
-¿En cual región te encuentras?-
-Teselia-
Mi tía sonrío
-Ya estas lista-
La despedida fue corta y me encamine hacia el laboratorio, tenía muchas ganas de poder tener la pokedex en mis manos y empezar a combatir contra las líderes de gimnasio. Pikachu también se sentía igual, e incluso dijo que quería más amigos y aprender nuevos movimientos.
Llegue más rápido de lo normal, tal vez por lo emocionaba que estaba, a pesar de que mi casa estuviera en lo mas profundo del bosque, me tomo un tiempo llegar a la ciudad y solo tuve que esperar a la profesora que al parecer había salido.
Camine por los pasillos mientras Pikachu caminaba al lado mío contemplando el lugar.
-Crees que estamos listas?- ella me observo desde el suelo y unos cuantos rayos aparecieron en su cola -"obviamente, nacimos listas"- reí con su comentario, tal vez tiene razón, seguimos caminando hasta encontrarnos con una sala vacía o eso parecía, llenas de curiosidad decidimos entrar.
-ohhh...- allí estaban dormidos 3 pokemones, que si mal no recuerdo eran los iniciales de esta región; Un snivy tipo planta, Un Tepig tipo fuego y un oshawott tipo agua.
Me agache y solo los contemple durante un tiempo, Pikachu también hacia lo mismo, era la primera vez que veíamos unos pokemones que no fueran de tipo eléctrico, trate de acercarme un poco pero en el momento uno de ellos se despertó, oshawott, y me observo durante un tiempo, yo solo sonreí.
-Ari?- me pare de golpe y corrí hacia donde venia la voz. Llegue al final del pasillo central y me tope con la profesora Encina.
-Profesora!-
-Ari! Me alegro que estés aquí- reí un poco, cuando la profesora me visito por primera vez era demasiado chiquita y casi no podía pronunciar bien mi nombre, así que desde allí la profesora me dice Ari.
-Así que ya empezaras tu aventura- asentí con emoción.
-Bueno, entonces espérame aquí- desapareció por una puerta y regreso a los pocos minutos.
-Aquí tienes la pokedex- me paso un aparato en forma de tabla con una pantalla apagada, parecía inactivo. -Tus pokeballs- 4 pokeballs que coloque en mi cinturón.
-Profe.. Falta.-
-Y un regalo-
-eh?-
La profesora encina hizo un gesto con la mano y los tres pokemones iniciales entraron a la sala.
-te voy a dar uno-
-gracias- mire a los pokemones, seria una decisión muy difícil, Aunque me gusta el de fuego. Justo cuando iba a decir su nombre sentí un agarre en mi sudadera.
-Vaya, alguien quiere ir contigo- era un oshawott me agache y lo cogi por la cintura.
-Esta bien. Ya esta decidido- mire a la profesora- me quedo con este- ella sonrió y me paso su pokeball.
-Muy bien oshawott, ¿quieres caminar o entrar a tu pokeball?- oshawott se quedo en silencio pero decidió caminar. Me despedí de la profesora encina y salí del laboratorio directo a la primera ciudad, mi aventura por fin comenzó pero nunca pensé que sería lo que me pasaría después.
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