-Estas segura?- asentí de nuevo, solo... Me había perdido en mis pensamientos.

-Cheren ¿sabes donde esta el primer gimnasio?- asintió.

-Sígueme-

Salimos de la ciudad y nos encontramos con un pequeño sendero donde una pequeño lugar en medio del camino.

-Esto es lo que divide las ciudades de las rutas y los pueblos-

Entramos y había muy pocas personas, no era muy interesante así que salimos en el acto. Afuera sólo habían unas cuantas personas y muchos... Entrenadores..

Aproveche un poco y rete unos cuantos, hasta unos fueron combates dobles (en los cuales Cheren y Bel se turnaron).

Paso un tiempo y por fin llegamos a la gran ciudad, caminamos por los alrededores y... Nos perdimos en muchas ocasiones. A fin de cuentas Cheren nos guió hacia el gimnasio o lo que parecía.

Estábamos caminando por una avenida hasta que nos acercamos a un restaurante, era mas grande de lo normal y a simple vista parecía sospechoso, Cheren solo me lanzo una mirada y que pude entender con cierto asombro "Este es el gimnasio" seguimos caminando tratando de convencer a Bel de que no íbamos a comer nada y que ese sitio era el gimnasio Pokemon.

-Bel... Es el... ¿Huh?- pare en seco al ver que la entrada estaba siendo bloqueada por alguien y nos acercamos a preguntarle sobre el gimnasio...

Fue la peor respuesta que le pueden dar a un entrenador...

-¿COMO QUE NO ESTA?-

....

-Ughhh... Quería mi medalla- Cheren solo me miraba con preocupación; ahora estábamos en el centro Pokemon y comíamos algo mientras tratábamos de llenar el vacío de nuestra desilusión.

-Annie...- Levante la mirada, Cheren era... Malo compartiendo lo que pensaba y eso lo convertía en un chico silencioso.

-ummn..timmm...qmumme-

-Bel... No te entiendo con la boca llena- a diferencia de ambos, Bel estaba feliz comiendo un GRAN plato de espaguetis... O no le enseñaron modales o los olvido por completo, Sin más seguí mi conversación con Cheren.

-Lo sé... Pero ahora no tendremos nada que hacer hasta mañana- apoye mi cabeza en la mesa del lugar, con un resoplido en el aire, realmente no podía creer que era mas importante que atender el gimnasio y darle una medalla a los vencedores.

Escuche una risita y levante la mirada de nuevo Cheren se había levantado de la mesa y se alejaba de nosotras.

-Al menos me tienen a mi- Bel paro de comer y yo solo sonreí con malicia.

-Pues que propones "chico divertido"- él río con el comentario pero su mirada se volvió seria y solo se acomodo sus lentes.

-Hay un lugar a las afueras de la ciudad que tal vez les resulte interesante- nos dio la espalda de nuevo y se dirigió a la puerta -solo síganme-

Me lo quede pensando hasta que escuche un ruido y al girar no pude evitar sorprenderme, Bel se había terminado su comida y ahora corría detrás de él, sin ninguna otra opción fui detrás de ellos.

-Y los Pokemon?- ya estamos cerca de las afueras de la ciudad.

-Ellos se están relajando, tuvieron demasiadas peleas en el camino, además se deben preparar para mañana.

-Y los pokemones salvajes?- Bel era bastante tímida.

-Pues para eso trajimos a los otros-

-Otros?- Cheren me miro confuso pero luego pareció recordar algo y sonrío.

-Bel y yo capturamos unos Pokemon mientras tu combatías con otro entrenador- no dije nada, no me había dado cuenta.

-Así que yo soy la única sin Pokemon...- Había dejado a Pikachu y a Oshawott en el spa y no había capturado ningún Pokemon.

-Aaaaniieee! Puedes contar con nosotros, las rubias se cuidan entre si!- reí un poco, no sabia si Bel era daltónica o lo hacia por juego, por que en realidad mi cabello era de color rojo oscuro, tenía unos mechones amarillos pero en realidad era pelirroja...

-Bel tiene razón... En cuanto a nosotros, no importa que no tengas Pokemon, por ahora solo confía en nosotros- asentí.

Ahora caminábamos por un sendero y misteriosamente había una niebla no muy densa pero era bastante extraño que hubiera cerca de la ciudad, seguimos caminando, cuando de pronto sentí un movimiento en los arbustos y me aleje un poco del grupo.

Cuando me acerque me quede callada en el acto, había un Pokemon gigante tomando agua de un arroyo, era de color café y tenía una capa en su espalda de color gris, Intente sacar la pokedex con disimulo pero ese Pokemon pareció notar mi presencia y me quede paralizada, su mirada se me hacia familiar, y mucho...

"No sabes quien soy... ¿Verdad?" Su voz era familiar y la sensación de tranquilidad era tan inmensa que me confundía, ese Pokemon era imponente y daba miedo pero su voz mostraba calma...

"Debes regresar, tus amigos te buscan" Sin decir nada mas se giró y desapareció con la niebla, en un segundo ya todo estaba despejado y no quedaba rastro de ese Pokemon, escuche un sonido y revise la pokedex, se veía claramente el nombre y la figura de ese Pokemon.

Entei

-No puedo creer que te hayas salido del camino-
-Cheren,ya te dije que lo siento-
-Afortunadamente te encontramos después de que la niebla se despejará-
-Cheren...-
-No me culpes, ¡no me perdonaría si algo te pasara!- me quede en silencio y él solo se sorprendió con lo que dijo soltó un suspiro y coloco sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-Sigamos-

Ahora el camino fue silencioso... no tenia nada que decir.

-Miren!- Bel se adelanto y señalo lo que se veia como una fabrica abandonada o victima de una gran explosion.

-Lo encontraste- Cheren siguio a bel -Este es el solar de los sueños- Habia oido historias de mi tia sobre este lugar pero nunca pense que realmente existiera.

-¿Que paso aqui?- él se encogió de hombros. Me acerque hasta la entrada de la construccion donde ya se encontraba Bel.

-Ya que...- de improvisto Bel se acerco a ambos y nos arrastro hasta la entrada.

-Bel?- Cheren estaba entre enojado y confuso, Bel era curiosa pero al mismo tiempo demasiado timida, me sorprende que haya querido entrar.

-Si no lo hacemos jamás vamos a saber que paso aqui- Tenia un punto...

Recorrimos el lugar y de vez en cuando parabamos para observar el lugar, Entonces cuando pensábamos que el lugar no era nada interesante, unas voces se escucharon a lo lejos, con cierto miedo Bel y yo nos acercamos con disimulo a Cheren y los tres fuimos hacia la voz. Cuando ya estabamos lo suficientemente cerca nos asomamos y pudimos ver a dos reclutas de ese extraño equipo plasma que acorralaba a un pequeño munna...