La verdad oculta

Susurros era lo único que podía escuchar, una especie de canción de cuna y algunos chispazos que se alejaban a la distancia. Estaba completamente agotada, con una felicidad que crecía con rapidez y al tiempo se esparcía por todo mi cuerpo relajándome cada vez más.

N por fin tenía razón, me sentía a salvo.

Tal vez la batalla ya había pasado, puede que perdiera o ganara la batalla, pero en aquel momento mis pensamientos eran una tormenta tan complicada, que decidí dejar mi mente en blanco. Sólo deseaba dormir.

Sin embargo, tan rápido como llega la calma, la lluvia regresa y los relámpagos se escuchan a lo lejos...

-Terminaste siendo el fracaso que intenté evitar- Sólo esa voz fue suficiente para que las corrientes aumentara, sólo aquellas palabras fueron las correctas para permitir que toda mi fuerza se acumulase, gracias a la furia.

Ghechis estaba allí, justo en la entrada, mirándonos con una expresión de burla y enojo que permitió que mi odio aumentara; no mostraba preocupación, a pesar de que su propio hijo estuviera lleno de cenizas, incluso después de mi completa derrota seguía allí, mirando a su progenitor como un ser insignificante.

¿Es que no había tenido suficiente?

-Esto ya termino- Antes de que pudiera responder, N levantó la mirada hacia su padre y aunque no pudiera ver su expresión, el tono de su voz me fue suficiente para reconocer su seriedad. –No tienes que involucrarte.

Lo que le siguió fue una sonrisa, una de esas que te sacan de quicio fácilmente. Ghechis seguía acercándose con lentitud ignorando los estados de los dragones que parecían dormir, mientras se recuperaban de sus heridas. Estábamos indefensos frente a un enemigo que de seguro no nos dejaría tranquilos.

-¿De qué hablas? Es claro que debo quebrar esta pequeña fantasía que estás viviendo- Sacó una Pokeball disimuladamente, esto ya estaba empezando a mostrar su faceta de peligro –Te eduque por muchos años, y aun persigues un camino de inseguridades que no te llevaran a ningún lugar.

-Padre...- Decidido a reaccionar intentó siquiera impulsarse para levantarse, pero sus propias heridas y el hecho de que mi peso aumentaba la necesidad de esfuerzo, fueron los factores que lograron que aquel hombre notara a N, con un "acto de debilidad".

-En estos momentos- Su expresión cambió de golpe y ahora mostraba furia, una que en mi poca visibilidad me tensó por completo –¿Osas llamarte Armonía como yo?- Aún sin ver a los alrededores, sentí su mirada en mí–Al parecer, fuiste tú la culpable de todo esto ¿No es así?

-Tus falsas acusaciones no te llevaran a ningún lado, padre- Su tono era diferente o al menos en mi perspectiva, cada uno de sus movimientos parecía reflejar miedo, uno que no deseaba demostrar, porque al menos sabía, que la motivación de Ghechis no era otra más que aniquilar los sueños de su hijo.

-Tu eres el que no sabe nada N- Finalmente detuvo su lenta marcha, en el centro del palacio destrozado, aun con un compañero en su mano, aunque en este caso no me equivocaría al decir, que aquel Pokémon era más un esclavo que un compañero para el mayor de cabellos verdes.

-¿Qué sucede...?- Tartamudeé mientras recuperaba mi compostura, es cierto que había estado escuchando desde hace ya un buen tiempo, pero, esta era la primera vez que había recuperada mi "conciencia" al menos completamente. Sin embargo, el hecho de que despertara sólo agregó horror a los ojos de N y un deleite en Ghechis, uno que sigo intentando borrar de mis recuerdos.

-Miren a quién tenemos aquí- Sonrió de nuevo –Ya que los espectadores tienen toda mi atención, déjenme explicarles lo que pasa aquí- Señaló los alrededores y finalmente a los dragones –Una completa pérdida de tiempo.

-¿A qué te refieres?- Musitamos a unísono, esperando lo peor, sin embargo, o al menos en mi caso, nunca esperé las palabras que saldrían de su boca.

-Primero, fui yo quien hace tiempo inculcó en N el anhelo por los Pokémon, la verdad y la obsesión por invocar al gran legendario... ¡Para gobernar con puño de hierro a MI gran Equipo Plasma! ¡Y controlar a las aterradas masas!- Volvió a su semblante de enojo y por poco le da una patada al suelo –Quiero decir que sólo eras una llave, una herramienta, sin ti; un chico que puede comunicarse con los Pokémon, esto sería imposible.

Está era una escena en la que nunca acostumbre vivir, estaba presenciando a un padre minusvalorar a su hijo al frente de él y seguidamente, aprovechando su deplorable estado para decirle en cara de que no servía para absolutamente nada.

Por esta razón ambos estábamos sin palabras, yo temblando y agarrando cada vez más fuerte su ropa, mientras N sólo aguantaba cada comentario, cada frase. Debido a mi cercanía podía sentirlo, su corazón estaba palpitando cada vez más rápido.

- Todo iba bien, pero tu obsesión por enfrentarte al otro Pokémon legendario para luchar por tus convicciones y comprobar tu valía como héroe... ¿en qué ha resultado? ¡En la derrota más vulgar y humillante de tu vida! Mucho me temo que haberte criado entre Pokémon te ha trastornado- Otra vez sus ojos en mí, una mirada de fuego que incremento la fuerza que N ejercía, estaba perdiendo la razón, sabía que él no quería escuchar mucho más.

Pero, ¿Qué podíamos hacer?

-Annie, ni en mis más descabelladas predicciones había concebido que un Pokémon legendario pudiera elegirte- Gruñó –Pero, supongo que era el destino, siempre existe el que se entromete en mis planes, sin embargo tú te saliste de ese límite, te atreviste a intentar cambiar a mi hijo- Paró abruptamente en esa última línea y regresó con su discurso –Si puedo seguirlo llamando de esa manera.

-No tienes el derecho de todos modos- Susurré de golpe, ya me estaba hartando. Entendía que N no pudiera responder, si fueran mis padres también me quedaría atónita, pero aquella persona que estaba cerca nuestro, no tenía ni el título para merecer ser un padre.

-Me alagas, Annie- Otro sonido y por fin otro compañero, un Bouffalant y un Hydreigon habían aparecido en el campo de batalla, a pesar de que ellos tenían los mismos pensamientos que su propio dictador. ¿Qué les hizo Ghechis para que actuaran de esa manera? –Aunque, a pesar de tus últimos intentos, no saldrás de esto.

Chasqueó los dedos y uno de los Pokémon empezó a cargar un movimiento, aunque, justo antes de que terminara, un rayo lo detuvo en el acto y Raichu salió a mi lado.

"En lo que me queda de tiempo no dejaré que la toquen" Su acto me conmovió, tanto que volvió a llenar mi corazón de fuerzas y finalmente logré salir del agarré de N, permitiendo que lo pudiera ver con claridad. Sus ojos parecían perder brillo en pequeños momentos y su expresión sólo pedía a gritos una explicación para lo que estaba pasando.

-¿Todo fue mentira?- Fue lo que salió de su boca, esperando una negación y aun teniendo un tono de esperanza que fue destruido en el acto.

-¿Acaso que crees? Ya deberías de tener la suficiente edad para saberlo- Se sacudió las manos –Todo lo que te enseñé fue necesario para esto, después de todo fuiste fácil de controlar- Definitivamente odiaba a Ghechis –Asi que, déjame liberarte N.

Los Pokémon regresaron a sus debidos puestos confundiéndonos un poco, a pesar de que toda su historia terminó en un solo objetivo.

-¿Liberarme?- Por primera vez en mi vida noté ironía en esa frase y sobre todo en la voz de N–Después de todo tu discurso, dejando claro que ya no era útil, terminas con esto- Su gruñido fue claro, definitivamente estaba perdiendo la razón –Déjame en paz.

-¡Claro que lo haré!- Ignoró por completo su tono –Te dejaré libre, y luego te daré otra razón para seguir adelante, pero, primero tengo una sola cosa que hacer- Volvió a dar una palmada y sentí como mi cuerpo empezaba a perder peso, estaba flotando. ¡Estaba en el aire!

Tardé un tiempo en darme cuenta que su Confagrigus usó Psíquico en mí, me había demorado en notar el lío en el que me había metido. N intentó halarme en vano, ni sus fuerzas, ni las mías eran suficientes, sólo podía presenciar con horror como él trataba de levantarse mientras yo me alejaba cada vez más.

-Mi misión es eliminar lo que te ata, lo que no te deja progresar, un molestia que te permitió desarrollar una autonomía- agarró el cuello de mi camisa y luego mi cabello, el dolor fue suficiente para soltar unos leves quejidos de dolor, ya tenía suficiente con las quemaduras. –Enhorabuena Annie, llegó la hora de eliminarte.

-Pero que típico villano- Sonreí de lado, incluso en momentos como estos, mi extraña tranquilidad me estaba dominando, algo iba a pasar, y ese "algo" presentía que sería a nuestro favor. Ghechis, obviamente, se enojó por mi comentario, afortunadamente antes de siquiera recibir un golpe, la mano que estaba en mi cabello fue objetivo de un ataque.

Un Cola Férrea y finalmente otra visión, sin saber cómo N había logrado levantarse, al menos un poco, y Raichu estaba en su hombro.

-No la toques- Sus ojos seguían apagados, sin embargo aquello no desaparecía el enojo que se presenciaba en ellos. Mi compañera no era diferente, incluso con su normal actitud esta era de esas pocas veces donde la veía decida en algo.

-Vaya, supongo que la influencia de ella te afectó bastante- La resolución de Ghechis se quebró por milisegundos, era claro que no se esperaba esa reacción, y menos de una persona que logró "manipular" por casi toda su infancia. Aunque no puedo negarlo, mi felicidad regresó en ese momento. - Pero mi objetivo sigue intacto, voy a ganar el control absoluto sobre el mundo, seguiré manipulando los corazones de los ignorantes humanos y allí entras tu- lo señaló, mientras sacaba de sus bolsillos ( o mejor dicho, de su capa) una imponente corona, la misma que se encontraba en aquella sala de teatros, la corona de N.

-Para esto te nombré señor del Equipo Plasma, así que atiende el legado por el que se te crió, y permíteme terminar esto- Un poco de fuerza y otra vez el dolor, aquel Confagrigus había enfocado su poder en mis quemaduras y de alguna manera me recordaba la sensación de cuando las obtuve por primera vez.

-¡Detente!, ella no merece nada de esto- Apretó los dientes en un gruñido –Basta, no te atrevas a lastimarla de nuevo- Su aura parecía cambiar, sus ojos se habían llenado de una extraña luz que parecía no provenir de ellos, incluso todo su cuerpo parecía hacerlo, y Raichu estaba conectándose con ello.

Una energía que era algo morada al mismo tiempo que casi fantasmal, a pesar de las apariencias, me recordaba a la misma luz que vi en ese momento cuando me desmaye en medio de la carretera y Kyo tuvo que ayudarme. Aunque, lo único que aumentaba mi sorpresa y, sobre todo en ese momento me confundía, era el hecho de que también tenía su similitud a una energía que ya había visto en repetidas ocasiones.

La energía legendaria.

¿Cómo es que N estaba emanando aquello, acaso no era único en los Pokémon?

Ghechis se rio, al parecer no notaba la seriedad que N estaba demostrando, por ello, no notó el error que cometía cuando chasqueó los dedos y dio una orden.

-¡No importa cuántos vengan ni lo que hagan! ¡Nadie podrá detenerme!- Esperaba su victoria, creía que sus Pokémon atacarían sin piedad y yo quedaría en una reducida montaña de polvo, sin embargo no paso, incluso puedo afirmar que disfruté su cambio de expresión al presenciar lo que estaba enfrente de sus ojos.

Bouffalant había atacado, sí eso era verdad, al igual que Confagrigus. Sin embargo, aquel Pokémon más fuerte y ese mismo tipo que supera a todos sólo por su resistencia, de alguna manera había traicionado a su mismo dictador...

Hydreigon estaba al lado de su hijo dándole apoyo, y, además, tenía en su boca la corona que hace unos momentos estaba en las manos de Ghechis, el Pokémon se la había colocado en la cabeza al chico y por ello, justo en ese momento y todavía con la luz de la mañana a su espalda, en mis ojos N parecía un rey.

-No me interesa lo que decidas hacer- Enfocó la mirada en su padre -Incluso tus palabras hubieran sido más efectivas, sin embargo cometiste un error- Me sonrió con tranquilidad y ¿Tal vez dulzura? Realmente no lo sabía. –Involucraste a Annie y aquello no lo voy a tolerar.

Ya en sus últimos intentos por permanecer fuerte, Ghechis empezó a balbucear unas palabras que no tenía sentido alguno, sólo demostraban su terror al verse envuelto en una situación donde tenía todas las de perder; N de alguna manera se había ganado el control de ese Pokémon y eso lo colocaba en su ventaja.

-No ganarás- Era una de las palabras que tanto repetía –Está vez lograré obtener lo que había deseado, tú solo eras una necesidad, un...-

-¡Suficiente!- Exclamó callandolo en el acto -si deseas una batalla, dilo- Chasqueó los dedos y el Hydreigon soltó un rugido –Estoy preparado.

Allí se rompió la paciencia que Ghechis había intentado crear por toda aquella "escena", sin pensarlo grito, espantando a sus Pokémon e incluso demostrando que ya no sabía qué hacer.

-¡Insolente! como te atreves a...- A pesar de eso, su límite no era el único, había otra persona que estaba a punto de rebosar, alguien que ya había tenido suficiente con esos comentarios... Yo.

-¡Cállate!- Viéndome liberada de la retención de su Pokémon, me apoyé en el suelo con las pocas fuerzas que tenía, llevándome a darle un golpe a Ghechis, directo en su cara. Por unos segundos quedé en la completa confusión, jamás había optado por la violencia física, pero al parecer no había pensado dos veces.

Además, aquel golpe había sido acompañado de unos cuantos ataques por parte de mi compañera, y por ello, aquel temible enemigo se encontraba en el suelo... Noqueado.

Un silencio y después carcajadas, el momento de terror y seriedad había pasado e incluso más rápido de lo que pensábamos.

-...!- Aunque, recordé muy tarde de que me encontraba debilitada y, antes de que pudiera evitarlo, me encontré usando a N como soporte de nuevo. Lo que realmente sucedió, es que resbalé y cuando me di cuenta de que estaba pasando, N ya me había atrapado por la espalda, en el acto reconocí el sonido del metal en el suelo, la corona había caído.

-Con cuidado...- Susurró mientras se agachaba lentamente hasta que ambos quedamos sentados en el suelo, yo dándole la espalda a N y agarrándome con delicadeza. -¿Te encuentras mejor?- Asentí rápidamente mientras me giraba, eso de no mirarles los rostros a las personas mientras hablaban me parecía mala educación.

-¿Y tú?- Me refería más a sus sentimientos que a sus propias heridas, él lo comprendió de inmediato y soltó un resoplido antes de asentir.

-Lo superare, en algún momento- Sonrió con tristeza y se dejó caer hasta apoyar su cabeza en mi hombro –En algún momento- Repitió de nuevo, permitiendo que notara que realmente estaba intentando no romperse por dentro.

Después de ello, Ghechis intentó levantarse unas cuantas veces, pero afortunadamente llegaron los demás; mi tío, Cheren, Kyo, Bel, Akira y los líderes del alto mando, acompañados sorpresivamente por los hermanos y su abuela. Al parecer la caída de los dragones les había llamado la atención y decidieron correr hacía la sala del trono. Escuché con atención sus relatos y asentí de vez en cuando, mientras veía a mi enemigo alejarse con lentitud, a manos de Aza y Lotto, directo a su respectiva cárcel.

Con risas comentaba los sucesos de la batalla, mientras que con suavidad "recorría" el cabello de N quien parecía haberse dormido del todo. Aunque, alguno de sus relatos llamó mi atención por completo, al aparecer cuando caí, N acudió a mi rescate y terminó estrellándose con el mismísimo castillo.

-¿Enserio?- Miré atónita a Cheren mientras alternaba entre mi vista entre N y él.

-Sí, a mí también me sorprende, sin embargo era un resultado esperado- Pareció sonreír –Alguien parece apreciarte más que nosotros- No entendí el doble mensaje de aquel comentario.

-Pero ¡Qué onda con Ghechis, atacarlos asi de esa manera!- Bel estaba enojándose con la nada, desde que había visto mis heridas había empezado a llorar, obligándome a calmarla por casi 30 min. Kyohei estaba revisando la zona, asegurándose de que más reclutas no aparecieran, y finalmente, Akira estaba "curándome" con unas "estrategias de caballero Pokémon" que aprendió en unos libros.

-No se preocupen chicos- Trate de sonreír con todo lo que pude –Estaré bien- Sus miradas de preocupación desaparecieron rápidamente y soltaron unos resoplidos de alivio.

-Entonces te dejamos- El grupo se quedó en silencio mientras Akira se levantaba con lentitud –Tienes unos asuntos que atender- Señaló a N y sonrió empujando a Bel y logrando que Cheren entendiera su propósito, uno que por cierto seguía sin entender.

Kyo llegó a los pocos segundos, sin embargo no fue rival para la fuerza de Akira que se lo llevó casi arrastrándolo, literalmente.

"Tus amigos son completas rarezas" Sonreí con el comentario de Raichu, y abrí mi boca para musitar palabra, si no fuera porque sentí a N despertando.

-Supongo que ya se fueron- Soltó una risita –Tus amigos son muy considerados.

-¿Estabas despierto?- Asintió.

-Algo, aunque casi se me hace imposible, de alguna manera eres tranquilizante Annie- Se apoyó en el suelo y se volvió a poner de pie, para luego ofrecerme su mano, acepte riendo por lo bajo y por fin volví a sentir la satisfacción de poder caminar de nuevo.

-¿Cómo fue que controlaste a Hydreigon?- El Pokémon se había alejado confundido, pues, después de que la corona cayera al suelo aquel "hechizo" pareció romperse y la energía que pensé haber visto en N ya había desaparecido.

-No tengo ni la menor idea, sólo lo hice y ya- Regresó a su tarea de sacudirse el polvo. –Sin embargo, que batalla ¿no?- Asentí mientras menciona algunos momentos de ella, a pesar de que en esos "relatos" me di cuenta de que mi voz se perdía y de alguna manera me entristecía...

Esto había llegado a su final. Asi que ¿Por qué tenía un mal presentimiento? Ver a N al frente mío solo me daba una mala sensación, como sí...

Fuera una de las últimas veces que lo volvería a ver

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De ahora en adelante no criticare el poder de las palabras... O sea, en el capítulo anterior mencione que si Dios y el clima me lo permitían, esto se iba a publicar ayer...

¿Adivinen qué? El clima me troleó, recibí una torrente que duro poco tiempo, pero me trajo un simple apagón y después problemas con el internet -____-, aun así, termine los arreglos que le faltaban y aqui esta!

Incluso sin batallas hago capítulos largos... *suspira*

Espero, que les guste y mañana es oficialmente el final de este primer libro, Un Linaje Pokémon! los agradecimientos también estarán allí y por adelantado, un gran y caluroso...

¡GRACIAS!

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