La última batalla

Hola!
Antes de comenzar, les reitero lo de la música, como en otros capítulos anteriores.

Primero, los derechos van para su respectivo autor; segundo no prometo nada con la sincronización; y tercero, la recomiendo demasiado para una inspiración de combate.

Ya sin más... Que empiece el capítulo!!!

.....

Un temblor y al tiempo dos rugidos de dragón, la batalla había comenzado o eso parecía, después de todo los compañeros de aquella chica de cabellos rojos, sólo podían esperar que la "tormenta" cesara.

-¿Estará bien?- Tartamudeó su amiga de cabellos rubios mientras miraba con algo de duda a los únicos chicos que se encontraban allí.

-No seas así Bel- respondió el de cabellera azabache -Annie ganará, de eso estoy seguro.

-Por fin Cheren dice algo optimista- bromeó el de vestimentas azules al lado de un Lucario que vigilaba los alrededores; habían derrotado al equipo plasma junto con los líderes de gimnasio, pero muchos de ellos se habían devuelto a sus respectivas ciudades y otros no musitaban sonido, Iris y Lirio eran algunos de ellos, que sólo su paciencia era suficiente para permitirles esperar.

-No es de sorprender- El fantasma del grupo había logrado su cometido, asustar a medio planeta.

-Akira, deja de hacer eso- Por primera vez, Bel se había llevado un susto del de mechones morados.

-Me estás pidiendo lo imposible- Afortunadamente aquel comentario sarcástico fue suficiente para calmar la tensión.

Otro temblor, incluso más fuerte que el anterior, sacudió la propia liga y sus alrededores.

-Aza, tu sobrina da miedo

-Catleya por favor ¿Quién es el tío?- unas carcajadas recorrieron a los miembros del alto mando, mientras molestaban con el encargado de los tipo siniestro.

-Pero, ¿Ganará? Mirto no se deja vencer tan fácil- Lotto seguía convencido de que era imposible que un "pequeño niño" hubiera vencido a su entrenador.

-Vamos Lotto, ya te lo repitieron muchas veces- El tono de Aza sólo mostraba su descontento -Mirto fue derrotado por ese chico-Su expresión cambio a maldad -y ahora mi sobrina va a acabar con su triunfo.

-"¿Y cómo estás tan seguro?" Musitó la mujer líder de los fantasmas-

-Anís, deja de relatar todo, me va a dar sueño- una risita salió de Aza, de nuevo.

-Ustedes no tienen remedio- suspiró y finalmente, miró hacia el castillo que los había obligado a salir de sus salas.

Un último rugido, que generó grietas en el suelo, dañando lo poco que quedaba en pie de la Calle Victoria, alterando a Pokémon y a los habitantes de las cercanías.

-Vaya, y pensar que esa chica podía generar esto.

-Abuela, por favor, sostén este pedazo- Su nieto, al menos el mayor de ellos, reparaba lo que se suponía que era un centro Pokémon, mientras su hermano jugaba maravillado, saltando entre grieta y grieta que se había generado para aquellos temblores.

-¡Rox!- Fue hasta que la llamada del mayor lo detuvo en seco, haciéndole caer en cuenta que ya tenía edad para contribuir en la casa, con un pequeño gruñido llegó al lado de su hermano y, acomodando un pedazo de la puerta, regresó su mirada a la liga.

-Hermano.

-¿Qué sucede?- El pequeño Rox enfocó su mirada en su hermano sorprendiéndolo por el brillo que tenía en ellos, parecían estrellas.

-¿Ella será la nueva campeona?- Relajándose por la pregunta, le sacudió los cabellos al menor mientras sonreía.

-Terminemos esto rápido y vamos a verlo con nuestros propios ojos- Rio -Engañaremos al que cuida la puerta y ya.

-Te escuché Roxas!- Gritó a lo lejos la victima de aquel comentario provocando una pérdida de aire algo riesgosa, por la risa, entre la familia.

A pesar de lo que demostraban aquellas "señales" de la batalla final, estas habían ocasionado un efecto bastante contrario, los grupos estaban calmados y todos los que tenía alguna conexión con la Arcout podían musitar unas palabras que estaban marcadas en su mente, y eran las causantes de aquel comportamiento, en ese momento, todos concordaban con lo mismo.

Annie, confiamos en ti.

O-O Poner multimedia ._./

-¡Zekrom!

"Calma, lo tengo" Acto seguido levantó sus alas y aprovechando el aire se elevó, esquivando aquel Drago-aliento que se acercaba por su retaguardia.

Con un pequeño gruñido mire a los alrededores, aquel movimiento era un dolor de cabeza y N lo usaba en cualquier oportunidad.

-¡Injusticia!- Grite con tono algo infantil, al tiempo que agitaba mis brazos en el aire.

La batalla sólo llevaba un tiempo de haber empezado y N estaba llevándose todo los puntos.

-Sabes lo que dicen, Annie, en la guerra todo se vale- Señaló a la cola de Zekrom y Reshiram empezó a crear otro Drago-aliento.

-Zekrom, por favor demuestra tu destreza de legendario- Intentaba no sonar nerviosa, aunque era imposible; los ataques afectaban directamente al Pokémon y por lo tanto a nosotros, que habíamos sido tan inteligentes, para ponernos en sus espaldas.

Regla #2 en combates: No vuelvas a hacer una locura solo por el hecho de que sea épico.

Aun así no quitaban la energía que sentía fluir alrededor del campo de batalla, ¿Serían imaginaciones mías?

-¡Pulso dragón!- Debería darle las gracias a la persona que construyó este palacio.

Zekrom reaccionó con rapidez y templando sus alas se hecho en picada para rápidamente cambiar su rumbo, quedando en cercanía con Reshiram.

"La velocidad de un trueno" Reshiram alcanzó a interpretar nuestras intenciones y, justo cuando íbamos a dar un golpe directo, Zekrom retrocedió de improviso.

-¿Sucede algo?- Su cola había empezado a soltar pequeños trazos de fuego que aumentaban cada vez más su tamaño, al parecer estaba "cargando" un ataque pero, sabía que Zekrom tenía la capacidad para anularlo, entonces ¿Por qué?

"Esta no es la primera vez que luchamos, Annie, conozco muy bien los trucos de algodón" Pareció soltar una sonrisa de nostalgia.

"Si no hubiera salido a tiempo aquel ataque hubiera sido suficiente como para estamparnos contra el suelo" En ese momento Raichu y mi persona tragamos fuerte, tal vez lo hubiéramos visto; en historias o incluso con las misteriosas intervenciones de Entei, pero esta es una verdadera batalla entre legendarios.

Mordí con algo de fuerza por la emoción, si podía llegar hasta ese nivel de épicidad entonces tal vez cumpliría las expectativas de N, incluso de mi madre.

-Un movimiento sabio, Zekrom- El tono de cierta superioridad ya estaba regresando a la voz de N –Sin embargo, el pasado está enterrado, en una nueva batalla, todo puede pasar- Soltó una pequeña sonrisa y Reshiram bajo el vuelo, empezando un peligroso recorrido entre las pocas columnas que todavía quedaban en pie, aun así estaban tan cerca de las paredes que cualquier ataque era un arma de doble filo.

-Supongo que tendremos que hacer esto a las malas- Palmeé la espalda de Zekrom y, mientras él avanzaba, decidí trepar un poco más, al menos en esta batalla quería serle de ayuda a Zekrom.

Un chasquido y, al tiempo una señal, N empezó con un bombardeo de diferentes ataques que salían de distintos lugares y de ninguno al mismo tiempo; pequeñas llamaradas y pulsos dragón.

N estaba aprovechando la poca visibilidad que estos pilares daban. Además, no sólo se quedaba allí...

-Está buscando una abertura...- Era imposible destruir los pilares, después de todo me arriesgaría a dejar que el techo se nos viniera encima.

"La única manera es alcanzar su retaguardia" Raichu señaló una pequeña entrada, un lugar en donde los soportes de un material parecido al marfil parecían dañados. "No tenemos por qué derrumbarlo todo"

-Gracias amiga, ¿Escuchaste Zekrom?- Los rayos que soltaron sus alas fueron suficientes como respuesta, y en un abrir de ojos ya nos habíamos acercado lo justo, sólo había que esperar el momento adecuado.

Cerré los ojos por unos minutos; el fuego siempre deja un camino, un pequeño trazo de humo, una sensación de calor. Si Reshiram genera fuego, entonces eso será suficiente.

-Zekrom, a mi señal- Asintió por unos momentos y empezó a darle vueltas al pilar, había perdido a N de vista, pero sabía que no sería por mucho.

Finalmente, una quemadura y el sentimiento de mi piel al estar en contacto con algo caliente, solté un quejido, aunque estaba en lo cierto.

-A tu izquierda ¡Garra dragón!- Fue suficiente los pilares cedieron con facilidad ante las garras de Zekrom, y los escombros dieron justo en el blanco, Reshiram había quedado al descubierto.

-¡Toma eso! Esos trucos no te servirán contra mi N- Lo divise después de un rato, cubierto de polvo y con unas pequeñas rocas enredadas en su cabello, estaba sentado en la cabeza de Reshiram y seguía sonriendo.

-Supongo que no me iban a servir- Se sacó la gorra mientras la desempolvaba –Las estrategias del villano deben quedarse para ellos- Sonrió de nuevo y me señaló aun con la gorra entrelazada en sus dedos. –Eres la heroína de esta historia Annie, felicidades.

En esa frase sentí más dolor que agradecimiento.

-Nadie es malo aquí N, sólo tenemos diferentes ideales- Levanté un poco mi mano –Zekrom, garra dragón de nuevo.

-Reshiram, repite su movimiento- Un golpe tras otro, la estámina de los dragones era grande, después de un rato retrocedieron y decidieron tomar aire.

-Ahora, ¡llamarada!

-¡Trueno!- Un choque entre elementos, cada uno siendo contratacado por otro, gritos de batalla que merodeaban la sala, esto a penas empezaba, sin embargo tenía la pequeña corazonada de que se terminaría más rápido que todas y cada una de mis batallas.

-¡Zekrom ahora!- Abrió sus alas de golpe permitiendo que el aire le sirviera de apoyo y evadiera aquel ataque, acto seguido cargó su propio elemento y voló a ras del suelo para luego levantarse con una garra dragón, justamente debajo de su oponente.

-¡Reshiram, Vozarrón!- Agachó su cabeza a tiempo y emitió un potente rugido que me aturdió casi al instante.

-¡Contrarréstalo ahora!- Sin saber de dónde saque las fuerzas, y la voz, grité esperando que al menos el gran dragón negro entendiera mis deseos.

Chispas volvieron a aparecer y giró, saliendo de la onda de sonido, dejando que la distancia creciera, a pesar de ello, era suficiente.

-¡Ahora!- Escombros del suelo empezaron a elevarse y algunos creados de la nada, fueron el elemento principal para "Poder pasado".

-¡Reshiram, a tu derecha!- No respondió con rapidez y optó por protegerse con sus alas, la única desventaja del gran dragón blanco era el hecho de que sus alas eran sus propios brazos, impidiendo que ataques como "Garra dragón fueran más efectivos", en cambio Zekrom si tenía su "anatomía" completa permitiéndole ser un poco más rápido.

-Si seguimos así...- Empecé.

"Tal vez"

"Podamos tener una oportunidad" Zekrom soltó un rugido y se lanzó en picada de nuevo, al parecer ya sabía la razón del por qué nos entendemos a las malas, el dragón negro comparte mi sentido de "Lanzarme al peligro".

-¡Llama fusión!- Aquel ataque, especial para cada legendario, que lleva un tiempo en cargarse, pero lo recompensa con su gran rango.

Esto iba a ser descabellado, sin embargo no tenía otra opción, a pesar de que la distancia había sido la justa para un "poder pasado" no tendría la misma suerte para anular aquella llamarada.

-Zekrom, tendremos que evadir- Su cola pareció estallar por unos segundos.

"Me lo supuse" Volvió a sonreír, definitivamente su actitud cambia en el combate. "No será sencillo, aun así ¿No tienes otra orden?" Lo miré con sorpresa por unos segundos, para luego sonreír.

-Finalmente cooperas...- Si no me hubiera tapado la boca a tiempo ya estaría muerta –Sí, necesito que recargues toda la electricidad que puedas mientras nos movemos, tendremos que atacar de frente- Retomó su velocidad de vuelo, y la aumento, al parecer su cola era más que una batería, se asemejaba más a un propio motor.

-¡Ahora!- La voz de N me llegó segundos tarde, la gran esfera de fuego ya venía en nuestra dirección, tan potente como el propio sol y con una "presión" algo elevada debido a los restos que se acumulaban a su alrededor.

"¡Sujétense!" Otra vez volvió a aumentar la velocidad y, empezando a girar con rapidez, desvió diversas columnas o pedazos de ellas que iban directamente en nuestra dirección. Alcanzamos por suerte a rodear aquella esfera, sin embargo esta siguió adelante provocando un gran hueco en la sala y permitiendo que el sol del cercano atardecer empezara a hacerse presente.

N se estaba tomando esta batalla enserio, con un poco de exageración.

Aunque, el tiempo es oro, como dicen en diversos libros, y aquella esfera de fuego fue la suficiente distracción para no prever, aquel garra dragón por parte de Reshiram.

-Sabía qué harías algo así- ya tenía su gorra puesta y su ropa arreglada, me imagino que durante todo aquel tiempo de "carga" N sólo se ocupó en quitarse el polvo de la cara –Eres impredecible Annie, eso es verdad pero por ello me alegra conocer tus ambiciones, de vez en cuando- Pareció sonreir.

-y una, entre tantas, es que eres demasiado arriesgada.

Cabe resaltar que en toda aquella frase Zekrom estaba recibiendo incontables ataques y bloqueando la mayoría de ellos.

Le ordené contraatacar, pero se convirtió en una escena parecida a la de las películas de acción, cada ataque era bloqueado y muy pocos acertaban además Zekrom aumentaba su velocidad y Reshiram su rango de ataque, provocando que diversos choques de energía se esparcieran alrededor de la sala e incluso hasta nosotros.

N tenía diversos cortes y quemaduras. En mi caso, sentía unas cosquillas no muy agradables y mi pierna me había dejado de responder al menos dos veces.

Estábamos compartiendo un dolor, inútil en verdad, pero de alguna manera satisfactorio; estábamos en contra de las batallas obligadas, N del sufrimiento de los Pokémon, sin embargo, ahora lo estábamos viviendo.

-Duele...- Musité.

-¿Verdad?- afirmó mi punto –A esto me refería, sin embargo me enseñaste que hay deleite en las batallas y por eso las estoy disfrutando- Su sonrisa regresó a ser una de amabilidad, y con ella una explosión, Reshiram había expandido una ola de calor por todo su cuerpo rompiendo el balance de Zekrom, acto seguido lo sujetó con las garras de sus patas traseras, elevándolo y acercándonos a aquel agujero que la esfera había creado.

-N ¿Acaso estás...?- Me interrumpió justo a tiempo.

-Siempre mencionas historias, citas de héroes y demás, a parte dijiste que no era el villano, y eso creía- El dragón blanco lo soltó en el aire, estábamos fuera, justamente encima del castillo que había salido del suelo, ahora nuestro campo de batalla no era la sala del trono, lo era todo.

-Ya te lo he dicho Annie, está batalla lo decidirá todo; si yo tengo la verdad o tus ideales me superan, así que por eso decidí continuar con esto aquí- Señaló los alrededores – ¿Es una bonita tarde no lo crees?

Me quedé en blanco por un tiempo, N era imponente, en la forma en que luchaba, en los diversos métodos que usaba, siempre estaba tratando de adaptarse, ahora lo que me preguntaba era ¿Acaso en su vida tuvo que pretender? Se veía sólo, y era un niño asustado cuando lo conocí por primera vez, por ello lo único que podía ver aparte de aquella figura siendo reflejada por el sol escondiéndose, era una oportunidad.

N quería ser derrotado, pero al mismo tiempo tenía deseos de imponer su verdad, de convencerse de que todo lo que vivó tenía un propósito. Sí, era una hermosa tarde.

Me agaché con cautela y decidí sentarme, en todo este combate y, sobre todo ahora, tendría que mantener el equilibrio.

-Zekrom, es tiempo-

-Reshiram, por favor- Y empezó de nuevo, la lluvia de diferentes ataques, unos acertaban otros no, a pesar de que ya no se sentía el miedo, podían extenderse todo lo que quisieran, ya no seguíamos en la sala del trono.

-¡Garra dragón!- Aprovechando una brecha entre aquel "huracán", Zekrom alcanzó a disminuir su vuelo de nuevo, acercando sus alas a su cuerpo evitando el contacto con el aire, y finalmente impulsándose para llegar a Reshiram como un cometa, logrando un impacto tan fuerte que el dragón blanco alcanzó a chocarse contra otro de los edificios del palacio.

Aun así se recuperó con rapidez y, como un láser de puntería, aquel pulso dragón fue sólo el inicio de una llamarada que rodeó a Zekrom, afortunadamente me salvé por poco, sin embargo eso no aseguraba que no obtuviera otras heridas.

Iba a terminar con cicatrices, de eso estoy segura.

"Esto no fue una buena idea" Raichu soltaba chispas de sus mofletes mientras miraba con preocupación las quemaduras de mis manos, no eran tan riesgosas, se desvanecerían con el tiempo. Aun así, eso no impedía que la expresión de mi compañera mostrara su dolor.

-Lo sé- Reí un poco, habíamos salido de ese "infierno" y ahora sobrevolábamos al dragón blanco dando vueltas una y otra vez –Sin embargo, N y yo no somos "comunes" en esto de las batallas- Podía asegurar que desde lejos esta persecución entre los dragones se asemejaba más a un Ying-Yang que a cualquier cosa.

"De eso estoy de acuerdo" Volvió a su semblante burlesco "Ustedes dos tienen más características en común de lo que creen" Seguía molestándome con lo mismo, incluso en medio del combate. Decidí ignorarla y busqué a nuestro rival.

-Zekrom, baja en pica y luego gira dándole tu espalda al suelo- En algún momento tendría que recopilar todas mis "estrategias suicidas".

Con un poco de duda al principio, asintió, y soltando otra ola de choque aumentó la velocidad directo hacía el suelo. Reshiram repitió su acto y en un abrir y cerrar de ojos estaba a nuestra espalda.

-Hace tiempo que no te veía tan detalladamente, N- La cabeza de Reshiram estaba a pocos metros de la espalda de Zekrom, y con el "pequeño lord" encima de esta, ya se darán cuenta de la distancia. Él rió con el comentario, sin embargo no abandonó su expresión de curiosidad y cautela, sabía que tenía un As bajo la manga; después de todo Zekrom todavía no se había girado del todo.

-¿Acaso presenciaré otra sorpresa?- Musitó lo suficientemente fuerte para poder escucharlo, en medio del aire y de la velocidad de vuelo de ambos dragones, todavía cabía la duda de porque no perdíamos oxígeno.

-Así es- Me sostuve con fuerza, ya faltaba poco –Algo similar a esta- Volví a tocar la espalda de Zekrom y este me obedeció, girando con rapidez ejecutó un Vozarrón que rápidamente fue esquivado por Reshiram. Incluso a esta distancia, aquellos dragones jamás dejaban de sorprenderme. Sin embargo, otra de mis ventajas era pensar en el plan B.

-¿Tendré que mencionarlo?- Sonreí con malicia por unos segundos, aquella evasión había sido la clave para sacar de balance a Reshiram, con rapidez Zekrom la agarró del ala y con agilidad, volvió a girar en pleno aire cambiando de lugares con Reshiram, en otras palabras, la estábamos llevando directo al suelo.

"Incluso en estas ocasiones siempre tienes algún truco, dragón negro" La serenidad de Reshiram me alteró por unos momentos, era claro que esta táctica no sería del todo efectiva. Aun así, no me esperaba ver la serenidad en los dos personajes que tenía al frente mío. Esto no pintaba nada bien, y sabía que algo pasaría.

-Así es Reshiram, sin embargo, hay ciertas ocasiones donde debes de cuidar tu retaguardia- Otra onda de choque, Reshiram había usado su propio "motor" para recuperar el equilibrio, frenando los impulsos de Zekrom y quedando suspendidos a pocos centímetros de la misma sala del trono –Esto no será tan fácil.

-Eso lo sé, desde el principio de mi aventura lo tuve bien claro- Golpeé con algo de fuerza la cabeza de Zekrom y, respondiendo a mis suplicas internas, el dragón negro también empezó a soltar chispas desde su propia cola.

En cualquier momento, aquel que perdiera el equilibrio, estaba destinado a perecer.

-Nunca hay que fiarse de las apariencias- Una frase que ya era "cliché", sin embargo no dejaba de perder su encanto. N pareció feliz con mi respuesta, retrocedió un poco y tomó su lugar en el hombro de Reshiram, sus manos estaban destrozadas, o al menos yo lo veía de esa manera, y parte de su cabello también, a pesar de ello lo que más me afectaba era su tranquilidad; como diciendo que deseaba aquellas heridas.

-Exactamente, sean tus familiares o amigos, en algún momento hay que estar preparado- Chasqueó los dedos de nuevo –Tal y como en este momento.

Reshiram estiró sus alas colocando el aire en su ventaja, y aumentando su fuerza cada vez más. Solté un gruñido y salté de la cabeza de Zekrom a su hombro, ahora los centímetros era lo que separaban a los dragones, lanzándose pequeños ataques e intentando que uno no subyugará al otro. Una vista bastante dolorosa, al menos para nosotros, esta batalla había sido peligrosa, pero al menos habíamos podido seguirla.

N y yo nos miramos por unos segundos antes de sonreír.

-¡Zekrom!

-¡Reshiram!

Ejecutando un Garra Dragón ambos contrincantes salieron de esa gran lucha, sin embargo no cedían, a pesar de que ya era cuerpo contra cuerpo, sus garras eran su nueva arma y no iban a detenerse, a veces una llamarada, otras un trueno, acompañadas de ataques que eran tan similares entre ambos dragones e igual de potentes que dejaban las mismas heridas.

¿Quién estaba ganando?

El sol ya estaba desapareciendo, tanto tiempo había transcurrido, incluso con ello, ambos entrenadores sabíamos que estaba batalla podía durar un día entero si nos lo proponíamos.

El cansancio se hacía evidente, incluso en nosotros mismos, ya habíamos tenido suficiente con las marcas de batalla en nuestra piel, pero aun así estábamos dispuestos a continuar.

-¡Rayo fusión!- Una embestida efectiva, un golpe directo y un error.

-¡Colmillo ígneo!- Aprovechando cualquier abertura, esperando que lo peor ocurriese, una batalla de leyendas.

-¡Libérate con trueno!- Funcionó, el dragón blanco soltó a Zekrom y a mi señal nos alejamos de nuevo, las magulladuras ya estaban presentes en las escamas de Zekrom, tan profundas... -¿Estás bien?- Asintió ya había dejado de musitar palabra desde hace unas horas.

-Reshiram ¿Puedes mantenerte más tiempo?- La aliada del "Lord" también se limitó a asentir con la cabeza, aquellos legendarios habían decidido concentrarse únicamente en la batalla.

-Entonces- Empezaron ambos entrenadores.

-¡De nuevo!-

Aquellas colisiones entre elementos no sólo afectaban gran parte de los entrenadores que se ubicaban en los hombros de los legendarios, sino también a los espectadores que habían sido obligados a refugiarse bajo la protección de los Pokémon del alto mando.

-Jamás había visto algo así- Aza se encargaba de una parte con su Bisharp, mientras Catleya y Lotto se encargaban de otras zonas, se habían dividido de esa manera, pues no habían esperado tanta gente.

-Son dos dragones- Empezó Kyohei.

-Dos legendarios- Continuó Cheren.

-Asi que era de esperarse ¿No?- Para terminar en la voz del temible Akira.

-Así es- Declaró el dueño del tipo siniestro –Sin embargo, jamás esperé que durara tanto tiempo, pronto será el final del día.

-¿No les parece poético?-Agrego la rubia –El final de una batalla, el inició de un nuevo día- Señaló al cielo que se desvanecía de su color para llenarse de oscuridad.

–"Una batalla donde nada es bondad y nada es maldad, un solo deseo por conocer la verdad"- Anís también se encontraba en medio de ese grupo, escribiendo, citando y mencionando diversas partes en voz alta, asegurando que esta obra sería una de las mejores. A pesar de que, según su propia voz nadie podría entender el sentimiento de verlo con tanta cercanía.

Otra explosión, permitiendo que la noche se iluminara con fuerza, parecía no haber estrellas, pero los relámpagos y el fuego eran suficientes para ser interpretados como soles.

-Al parecer no tendré mi lindo descanso- Catleya usaba tres de sus Pokémon para establecer otra barrera por encima de la de Aza y Lotto, sin embargo no había quedado muy contenta; después de todo le obligaron a cuidar a dos chicos y una abuela.

-¡Mira eso hermano!- Rox señalaba las chispas restantes de cada colisión como si fueran fuegos artificiales, su hermano sólo lo sostenía entre sus hombros mientras cuidaba de reojo a su abuela, había sido bastante riesgoso traerla, pero su insistencia y la ayuda de los pertenecientes al alto mando había sido suficiente para convencerlo.

-Sí, lo estoy viendo Rox- Sonrió –Creo que toda ciudad cercana puede presenciar que está sucediendo.

Así pasaron los minutos, así pasó el día, hasta que finalmente llegó el único ruido que alteraría a los compañeros de la Arcout.

-¡Se están enfrentando de nuevo!- Alertó Aza.

-¿No es eso lo normal?- El tono burlesco de Catleya no desvaneció la angustia del tío de Annie.

-Esta vez es diferente, Anís, Lotto refuercen sus escudos, algo sucederá.

Un pequeño jadeo, para luego perder las fuerzas en las piernas; los corrientazos ya me estaban afectando bastante. Además, no podía ver a N, pero sospechaba sus heridas.

Los dragones se encontraban en igual de condiciones, agitados y al tiempo a punto de desfallecer, si tal vez habíamos mencionado que el final se acercaba, este sería el momento.

-Zekrom- tartamudeé entre el cansancio, tenía a Raichu en mis brazos, intentando que no recibiera una sobrecarga.

"Annie" Contestó, calmándome un poco, escuchar su voz sólo me aseguró dos cosas; primero, no aguantaría una hora más, segundo, estaba esperando que le diera su última orden.

-Vamos a darlo todo esta última vez, ¿Sí?- Parecía más una despedida que una batalla final.

"Pues claro" Soltó una risa forzada y levantó la mirada, Reshiram poseía sus mismas intenciones y N estaba tan decidido como yo.

-Pues, entonces- Empecé a susurrar mientras los dragones empezaban a acercase con lentitud, aumentando la velocidad de a poco –Fue un gusto combatir contigo Zekrom.

"Igualmente" Ya estaban cerca, ya íbamos a terminar.

-¡Ataque fulgor!

-¡Llama Azul!

Otro acierto, de nuevo los corrientazos y finalmente una caída. Tal vez había perdido el equilibrio, tal vez había sido Zekrom el que me había empujado, pero estaba cayendo hacía la sala del trono. Solté una risita de tristeza y cerré los ojos.

Finalmente, esto había terminado.

-¡Annie!- Sentí la fuerza regresarme y retomé la conciencia, N estaba al lado mío, ambos echados en el suelo con recuerdos no muy placenteros de la batalla en forma de marcas. Raichu seguía en mis brazos y al recuperar de a poco la visibilidad me di cuenta de los dos dragones que estaban al frente de nosotros, con miradas de preocupación y al mismo tiempo de cansancio. Con rapidez me levanté y me acerqué a N con algo de lentitud.

-¿Te encuentras bien?-Pregunté, él se quedó mirándome con sorpresa y luego sentí que su mano me rodeaba el cuello.

-Yo debería hacer esa pregunta- Sin más me abrazo permitiéndome ver a mi compañero dragón soltando un suspiro de alivio y rindiéndose al agotamiento en el acto, Zekrom se había debilitado.

Había perdido.

Esa era la pura verdad, a pesar de mi confusión lo estaba viendo con mis propios ojos, sin embargo N susurró algo completamente diferente.

-Has ganado- Escuché su risita –Te hiciste con la victoria- Deseaba desmentirlo asegurarle que había fallado, pero no tenía la suficiente fuerza, los pocos calambres eléctricos regresaban de vez en cuando y sabía que duraría un tiempo antes de poder caminar del todo.

-Duele...- Susurré casi automáticamente, permitiéndome notar que el agarre de N estaba aumentando, no me hacía daño, o tal vez no lo sentía, pero era tranquilizante.

- Lo sé, pero pasará- Volví mi mirada a Zekrom y por los alrededores alcancé a deducir que estaba cerca del trono, incluso tan cercanos que la luz del amanecer me deslumbró por unos segundos.

Era el inicio de un nuevo día.

Las manos de N me alejaron un poco y alcancé a ver sus heridas, tenía diversas quemaduras en su cara y la mano que me sostenía con fuerza se encontraba "chamuscada", sus piernas tampoco parecían responderle con facilidad y gracias a la poca distancia logre asegurarme de nuestra localización. El amanecer era realmente hermoso.

Sentí otro agarre y después lo único que ocupo mi campo de visión fueron los ojos de N, estábamos juntando frentes.

-En esos días tú me ayudaste, podría incluso asegurar que "sanaste" mi soledad- Manifestó una sonrisa en su rostro –Déjame devolverte tus palabras- hizo un poco de presión en mi cuello y me di cuenta que se refería a su gesto...

-"Así te calmarás más rápido, te lo aseguro"- Sonreí un poco, ese había sido el último día. –Aunque yo diría, "así te sentirás a salvo".

Volvió a apartarse y mi cabeza terminó en su hombro, de la nada sentí mis brazos recuperar las fuerzas mientras el sol se elevaba en lo alto. ¿Acaso N me estaba sanando? Parecía un propio ataque Pokémon, al estilo Sol matinal, pero era imposible que él pudiera hacerlo. Volví a sentir felicidad y cerré los ojos de nuevo, al menos podría descansar un poco.

-Gracias, N-

(T___T)7

Me reporto desde el momento de mi resurrección... Okno, lo sé, me fui por mucho tiempo, demasiado para ser exactos. Así que no me voy a disculpar esta vez, dejaré que toda la arena venga a mí y tal vez moriré.

Pero bueh, eso no va a evitar que termine este libro, así que con toda la inspiración que pude recoger, les entrego ¡La conclusión de esta épica batalla final! Espero que les gustará. A mí me encantó y a pesar de que es un poco exagerada me parecía algo realista, o al menos ese es el sentimiento que te da luchar contra un campeón.

Es un gran reto y una gran final, así que espero haberles dado ese sentimiento.

Si Dios quiere, y si el clima me lo permite, publicaré el próximo mañana, y por actos de la intriga y asegurando de que ya lo tengo listo, pasado mañana será el final definitivo de esta serie...

Muchas gracias, y que tengan una buena noche!!!

Niko se despide!

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