El callejón sin salida era una entrada al laberinto.
Heridas sangrantes como estigmas en las palmas.
Dolor intenso subiendo por las alas abiertas.
Es un sueño para elevarse.
En busca de un mar imposible de encontrar.
El joven camina.
El joven no con un, pero siete corazones.
Siete latidos y una zancada adelante.
Perspectivas alteradas y uno es siete.

Si corre, es sentencia al fracaso.
Pegado contra el peñasco.
En el mundo de la seducción ondeante.
¿Qué busca con los ojos cerrados?
Cuando las cortinas están abiertas para romper el espejo.

Afuera es Adentro, Adentro es Afuera.
Mundo enredado.
Una encrucijada para todos.

Dos mundos espalda contra espalda.
Fundiéndose implacablemente.
Ahora los siete jóvenes están en el camino.
Siete, pero uno.

Siete jóvenes con un corazón.
Un joven con siete corazones.
Uno y siete, se reflejan.
¿Cuántos caminos debe un joven recorrer para poder llamarle hombre?
Los caminos son otro nombre para el mundo.

Los caminos divergen interminablemente.
Y siempre sólo cuando hay que decidir.
Dobla en la esquina.
¿Y las flores carmesí de la juventud siguen en plena flor?

¿A dónde nos lleva este sueño?
El miedo es otro nombre para la esperanza.
Las lágrimas son otra forma de sonreír.
El joven sonríe.
Puede sonreír cuándo esta entero.
El joven sigue caminando.

Nada que ver pero este libro es puro relleno y lo saben