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Han pasado tres días desde que eclipse dejó en transe a todos los betas puros, y no sólo he tenido que lidiar con Izan, sino que también con Gala. Ese gato es verdaderamente asqueroso. ¿Por qué Izan no eligió un perro? Además ese animal a veces no me deja acercar a Izan, cuando trato de apartarla de él, Gala me gruñe y todos sus pelos se ponen de punta. Hasta llegó a arañarme un par de veces.
–Ya estoy harto, tú te largas. –digo entredientes mientras llevo la caja entre mis manos. Gala está adentro y me costó mucho meterla ahí. La llevaré a un escampado o algo, debe ser muy lejos para que no intente regresar.
12:34, hora del almuerzo:
–¿Qué tienes Izan? –murmuro manteniendo la cuchara cerca de su boca –Come, no está caliente lo juro. No volveré a quemarte. –digo nervioso al recordar la primera vez que le di sopa y quemé su lengua al no enfriarla como se debía.
Acerco de nuevo la cuchara a sus labios pero Izan no abre la boca, no lo entiendo, debe comer. Además sabe muy bien, no es como si la sopa tenga un sabor horrible –Vamos Izan. –lo animo –Está rica ¿Ves? –hablo luego de tomar un gran sorbo de mi plato. Pero después de todo recibo el mismo resultado, Izan no quiere comer.
Luego del almuerzo decido llamar a Eric por más que no quiera, la verdad es que necesito ayuda. 15 minutos después de mi llamada ese alfa se encuentra golpeando la puerta, entonces me apresuro a recibirlo pero me sorprendo al ver a Natalia frente a mí. Creí que el eclipse también la había afectado.
–Hola Noah, vine a verlos porque Alma me obligó a hacerlo. –responde dando unos pasos hacia la sala, allí está Izan recostado en el sillón y ella hace una mueca –¿Todo en orden?
–Si... Pero creí que tú estarías...
–Claro que no, mi padre es alfa. Así que no me convertí en un vegetal como Izan. –contesta sonriendo de lado y esa actitud no me gusta para nada.
–Izan no es un vegetal. –murmuro manteniendo mi mirada en ella. Natalia roda los ojos mientras acomoda su cabello. Siempre noté que odia a Izan con todas sus fuerzas, pero el día que fue contratado en la empresa parecían llevarse muy bien.
3 años atrás, 8:01, en la empresa:
–¿Haz oído Noah? Dicen que hay un nuevo empleado aquí. –Luka se asoma sobre mi hombro mientras yo coloco unas cuantas cartas en cada caja correspondiente, luego las mismas se llevan a las distintas secretarias de la empresa.
–¿Un nuevo? Jejeje. –rio bajo al imaginar las bromas que puedo hacerle a ese sujeto. Un momento... ¿Y si es mujer?
–Ya sé lo que estas pensado. No lo hagas. –me advierte Luka pero yo lo ignoro por completo.
–Si es una chica podré hacerle bromas pero no pesadas y si es bonita la invitaré a salir. –murmuro para mí mismo mientras continúo ordenando las cartas. En ese momento veo a Natalia entrar acompañada por un extraño, es un sujeto alto y se ve como nerd con esos anteojos.
–En este departamento se reciben todas las cartas y recibos de los acreedores. Ellos son Luka Janer y Noah Leonar, sólo espero que te lleves bien con todos. –ella le sonríe al nuevo mientras que él nos observa como si fuéramos bichos raros. O al menos esa es mi impresión.
–Mucho gusto, soy Izan Caimanis. –se presenta dándonos unos apretón de manos primero a Luka y luego a mí –Espero que seamos amigos muy pronto. –me sonríe. Entonces copio su acción.
–Claro. –contesto imaginando todas las posibles broma pesadas que le haré una vez que comience a trabajar con nosotros.
–Bien Izan, te llevaré a tu oficina. –Natalia le toma del brazo pero yo los detengo. ¿Dijo oficina?
–Él trabajará con nosotros ¿No? –hablo sorprendido. Natt niega sonriendo mientras yo me aparto de su camino lentamente.
–Claro que no, él irá al departamento de contaduría y redacción. Conmigo. –sonríe y luego continúan su camino mientras yo rodo los ojos. Adiós a todas las bromas que iba a hacer.
–Idiota. –murmuro y Luka me da una gran pila de paquetes que debo entregar.
–Él debió estudiar en una universidad, no como nosotros. –comenta subiendo y bajando los hombros. Luka regresa a su lugar mientras que yo muerdo mi lapicera, es una manía que tengo.
Luego de eso llegan más paquetes los cuales debo llevar a los demás departamentos, así que coloco las cartas y cajas en un carrito, el cual usamos para eso.
–Iré arriba. –le digo a Luka mientras subo al ascensor junto con el carrito. Las puertas se abren frente a mí y me encuentro donde están las oficinas, allí trabaja Natalia, siempre me pareció bonita pero su personalidad no es de las más agradables.
–¿Hay algo para mi? –me pregunta Nicolás, es otro empleado nuevo pero él ya lleva trabajando un mes aquí.
–Sip. –le doy una carta que preparé especialmente para él. Nick la abre ilusionado pero una gran cantidad de tinta estalla y mancha todo su rostro. No puedo evitarlo y rio en su cara por caer tan fácilmente en mi broma.
–Que gracioso. –gruñe molesto. De inmediato le paso un pañuelo descartable para que se limpie. Nick es bueno pero cuando se enoja puede ser peor que el diablo en persona. Aprendí eso el primer día de su llegada, aún siento la suela de su zapato impresa en mi trasero.
–Sólo fue una pequeña broma. –digo haciendo que él ría conmigo al final. Después de eso termino de entregar todas las cartas hasta que sólo queda una. Una para Caimanis.
Rodo los ojos y tomo la carta para caminar hacia su oficina, apenas llegó y ya lo odio. Tiene una oficina, es un fanfarrón egocéntrico si duda. Yo golpeo la pared delgada, que secciona a las oficinas, para llamar su atención y cuando levanta la mirada le enseño la carta –Oh, pasa... eh...
–Noah. –digo aburrido y le entrego su estúpido correo. Sólo nos vimos hace unos minutos y ya olvidó mi nombre. Que arrogante.
–Gracias Noah, parece que es de mis padres. –habla sonriendo mientras ve la carta.
–Si, lo que sea Izan.
–Espera. –me detiene justo cuando estoy saliendo de su oficina –¿Cómo lo haces? –pregunta haciendo que gire para mirarlo confundido.
–¿Qué cosa?
–Recordar mi nombre, olvidé el tuyo y tampoco recuerdo el nombre de la beta que me mostró la empresa. –murmura bajo como si estuviera contándome un secreto.
Retiro lo dicho, no es arrogante ni egocéntrico, sólo es idiota –Es fácil. –respondo y rio al ver su cara de preocupación –Hey, si no te quedarás haciendo trabajo extra podemos ir a tomar unos batidos. Un alfa de seguridad llamado Christopher conoce unos bares muy buenos. –comento, cruzándome de brazos, a lo que Izan no tarde en responder animadamente.
–Sería genial y parece que tú conoces a todos los de aquí. Podías hablarme de ellos. –habla emocionado mientras que yo hago una mueca.
–¿Qué edad tienes? No quiero llevar a un menor a un bar. –pregunto haciendo que rode los ojos.
–Habló el anciano, tampoco te vez mayor. –contesta sonriendo de lado –Tengo 19 años. –agrega luego.
–Igual yo. –digo sorprendido, entonces estrecho su mano como cerrando el trato –Bien, nos vemos luego del trabajo. –yo salgo de su oficina cuando Izan acepta sonriendo.
Al dar unos pasos hacia el ascenso me detengo un momento para pensar en lo que acababa de pasar.
–¿Acabo de pedirle una cita al nuevo? –me pregunto frotando mi barbilla para después continuar –Nah. –subo y bajo los hombros para volver al trabajo antes de que me llamen la atención. Y en el horario de la salida vi a Izan bailar cuando fui a buscarlo, es muy divertido y no puedo evitar reír en silencio y ver como festejaba haber sido contratado.
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