14:25, al despertar:
–Tú te quedas ahí ¿Oíste? –le digo a Noah cuando intenta salir del cuarto para ir a hacer el desayuno. Como me me mintió durante una semana él no hará nada en todo ese tiempo. Sólo irá a trabajar, eso no lo puedo evitar.

–Izan, no puedo quedarme aquí sentado. ¿Te ayudo? –me pregunta mientras se cuelga por mi espalda.

–No.

–¿Puedo barrer al menos?

–No.

–¡Debo hacer algo! –exclama desesperado –No quiero sentirme inútil ¿Quieres eso?
–Que dramático. Toma. –yo lo siento en el sillón y de doy un montón de libros mientras que le coloco unos auriculares –Vas a leer todos estos libros y escuchar música. –digo serio haciendo que él bufe.

Una hora después...
–Listo, ya está todo. –digo sacudiendo mis manos y camino hacia el sillón para sentarme junto a Noah. Él se ve realmente aburrido, al verme arroja los libros y se dirije hacia a mi entrepierna pero lo detengo justo antes de que baje mis pantalones.

–¿Tampoco puedo hacer esto? –murmura levantando una ceja a lo que yo asiento lentamente con la cabeza.

–Es tu castigo. –le recuerdo mientras enciendo la televisión, allí aparecen las noticias –Sólo por una semana ¿Bien? Así estarás completamente perdonado. –agrego subiendo el volumen. Noah se recuesta sobre mi regazo boca abajo y toma mis manos para dejar una sobre su cabeza y otra en su trasero.

–Idiota. –dice molesto cuando aparto mi mano su trasero y sólo acaricio su cabello. En ese momento prestamos atención a la televisión.

–Buenos días televidentes, empezaremos las noticias con un acontecimiento muy peculiar que pasará el día de hoy a las 18 horas. Los astrónomos dicen que es un verdadero milagro de la naturaleza, uno de los eventos más importantes.

–¿Milagro? Si como no. –habla Noah rodando los ojos.

–Yo creo que es interesante. –opino sonriendo pero él me ignora y vuelve a dejar mi mano derecha sobre sus pompas.

–El fenómeno fue denominado por los científicos como "Eclipse", en donde la Luna y el Sol estarán en el cielo al mismo tiempo, eso sin duda es impresionante. –dice la periodista mientras le sonríe a la cámara.

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Nota: pensé en hacer así el eclipse, no es como lo conocemos nosotros y en este universo jamás se vio antes algo igual.
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Genial... –¿Vamos a ir a verlo? –le pregunto a Noah pero él no parece interesado.

–No puedo ir a ninguna parte, estoy castigado ¿Recuerdas? –contesta pero olvida un pequeño detalle. El eclipse se puede ver en toda la ciudad, sólo debemos subir a la azotea del edificio.
–Si hacemos esto tal vez te deje besarme. –murmuro tomando su rostro con mis manos, él me sonríe como un bobo y rozo nuestros labios sólo por unos segundos –¿Si? –pregunto sonriendo.

–Bien, tú ganas. –roda los ojos mientras se ubica sobre mí, con sus piernas a cada lado de mi cuerpo, sus manos rodean mi cuello y lo tengo muy cerca –Pero promete que nos uniremos luego. –susurra acercándose hasta besar mi cuello repetidas veces.

–Okey.

17:56, el la azotea:
–Hasta ahora no sucede nada, sólo es un aburrido atardecer como todos. –comenta Noah con una actitud muy aburrida. Subimos al techo del edificio y desde aquí vemos cómo el Sol baja lentamente, no hay nada fuera de lo común.

–Aún no es hora. –digo estando recargado por el barandal, la vista desde aquí es increíble, los edificios soy enormes pero parecen pequeños desde esta altura. Miro mi reloj y ya falta sólo unos minutos –Son las 18:00. –hablo y noto que no somos la única pareja que subió hasta aquí para ver el eclipse.

Y ahí está, mientras que el Sol desciende, la Luna se hace muchos más notable en el firmamento. Es increíble.

Yo no puedo dejar de admirar el cielo, ahora los colores son muy llamativos, hay tonos rosa, amarillos, anaranjados, también fríos como azules y morado. Pero lo que más me llama la atención son el Sol y la Luna. De repente siento todo mi cuerpo adormesido, mi visión se hace borrosa mientras escucho gritos de horror de las otras parejas.

No sé lo que está pasado, sólo siento como Noah me sacude. No puedo mantenerme de pie y me siento caer en un gran abismo. Lo último que logro ver es el rostro lleno de desesperación de Noah mientras llora, repitiendo mi nombre una y otra vez sin que yo pueda responder de algún modo.

Perspectiva de Noah
Si, un eclipse. Que aburrido, pero por alguna razón a Izan le interesa mucho estas cosas y haría lo que fuera para verlo feliz justo como lo está ahora.

–¿Cuánto dura esto? –le pregunto aburrido, esto no me llama la atención. Si es bonito verlo pero ya llevamos aquí 15 minutos mirando el cielo como idiotas –¿Izan? –murmuro tratando de llamar su atención, sólo permanece con la vista fija en el cielo.

–¡Ah! –una mujer grita a mis espaldas, entonces volteo para ver que su pareja se encuentra en el suelo. Tal vez se desmayó. Pero estaban muy bien observando el paisaje como nosotros. De repente otras personas también caen, todo esto es muy extraño y tomo la mano de Izan.

–¿Qué está pasando? –me pregunto. En ese momento el agarre de Izan desaparece poco a poco –Izan, ¿Estás bien? –no me responde y sólo continúa mirando al cielo mientras yo lo sacudo para hacerlo reaccionar. Él también cae desmayado como las otras personas e intento despertarlo. Nada da resultado y me encuentro a mí mismo llorando, golpeando su pecho con mis puños mientras repito su nombre.

20:36, en el departamento:
–Al fin llegan. –hablo entredientes mientras abro la puerta para que Christopher y Alma entren. Ellos de ven un poco confundidos.

–Dijiste que pasó algo terrible. –Chris se cruza de brazos mientras que Alma recorre el departamento con la vista.

–¿Dónde está Izan?

–¡Ese es el problema! –los tomo de los brazos para llevarlos a toda prisa hacia la habitación. No sé lo que está pasando –Él sólo se desmayó esta tarde y al despertar... nada. –digo preocupado al ver que Izan no se ha movido de la cama y mantiene sus ojos entrecerrados.

–¿Qué? –Alma se acerca a él y le toca la frente. Yo ya he hecho eso pensando que estaría enfermo o algo pero no tiene nada. Sólo se mantiene así con la mirada perdida –Izan... ¿Sabes quienes somos? –le pregunta ella levantándole la mirada por unos momentos pero él no responde.

–Esto es grave. –habla Chris negando –Ahora que lo pienso noté algo muy extraño cuando veníamos de camino.

–¿Extraño? –repito mientras me acerco a Izan y me siento a su lado. Necesito que él me hable, que reaccione de algún modo. Ni siquiera puedo sentir nada con el lazo, es como si no lo tuviéramos.

–Las personas parecían alteradas. Pude oler ansiedad y desesperación en el aire. –se explica mejor mi amigo alfa.

–Yo también llamé a Natalia pero no me contestó, fue igual con Lucía. –pienso en voz alta. Entonces enciendo la televisión para ver las noticias, hay algo que no me gusta nada. Cuando las noticias comienzan ya no está la misma reportera de hoy sino que ahora es un hombre.

–Las autoridades aún no saben lo que está sucediendo. Al parecer la mayoría de la población ha caído en una especie de transe. Creen que el eclipse sea el responsable pero no estarán seguros hasta realizar unas pruebas. –habla el hombre mientras que yo miro a Christopher y a Alma preocupado. ¿La mayoría de la población están como Izan?

–¿Transe? Entonces Izan no es el único que se encuentra así. –habla Alma bajando la mirada.

–Aquí estoy recibiendo más información. –el reporte toma una pila de papeles y los mismo se le caen al suelo –Me disculpo por mi falta de experiencia, aquí dice que... todos las personas que están en ese transe son betas. No se conocen aún casos de algún alfa u omega en este estado.

–Deberían despedir a ese sujeto. –comenta Christopher pero creo que él no escuchó lo que dijo.

–¡¿Todos los betas están así?! –exclamo tomando a Izan para darle un abrazo –No, vuelve. ¡Ahora! –lo sacudo pero no reacciona de ningún modo.

–Pero también eres beta. –me recuerda Alma. En eso se equivoca.

–Mi madre es omega, no soy un beta puro. Tal vez el eclipse sólo afectó a los betas puros. –le explico mientras mantengo a Izan entre mis brazos, él está recostado sobre mi regazo y parece ageno a todo lo que pasa a su alrededor. 

–Oh no, los demás deben estar así también. –Alma se apresura a tomar a su alfa y corren diciendo que ellos se ocuparán de cuidar al resto de nuestros amigos.

–Estarás bien, lo prometo. –le digo a mi novio mientras beso su frente. Sólo espero que Izan vuelva pronto.