14#
–¿Qué has hecho todo este tiempo? –me pregunta Noah refiriéndose a los días que estábamos separados.
–Ya sabes, fiestas por aquí, fiestas por allá. –hablo despreocupado mientras como la pasta que él preparó para la cena.
–¿Ah si? Sé que estás mintiendo. –una sonrisa de lado aparece en su rostro –Hasta Alma te grabó llorando por los rincones. –comenta tomando su celular y me muestra el dichoso video en donde soy yo botando mocos y llorando como un niño. Que vergüenza.
–¡Borra eso ahora! –trato de quitarle el móvil pero él golpea mi mano.
–Luego, ahora come, estás muy delgado. –murmura enrollando fideos en su tenedor. Yo copio su acción mientras que el silencio nos rodea, con cada bocado mi estómago gruñe de felicidad.
–Listo. –dejo mi plato limpio para luego beber un poco de jugo, Noah también acabó con su porción y luego de beber suelta un gran eructo. Yo hago una mueca pero también eructo, nos miramos sorprendidos hasta reír burlándonos del otro.
–Me alegro saber que estás bien. –Noah me sonríe mientras lleva los platos sucios al lavadero –Nada hubiera pasado si yo no... –él deja de hablar cuando paso mis brazos por su cintura, ya no importa lo que pasó.
–Sólo no lo vuelvas a hacer. –susurro en su oído, lo siento estremecer y dejo un beso en su nuca mientras que mis manos bajan lentamente hacia su entrepierna.
–Izan, recuerda la fractura. –me advierte tomando mis muñecas con sus manos mojadas ya que acabó de lavar los platos, Noah gira para quedar frente a mí y sus labios rozan los míos suavemente. ¡Yo quiero meter mi lengua hasta su garganta!
–N-No importa, ya no me duele y...
–Izan, no vamos a hacerlo hasta que te recuperes por completo. –interrumpe colocando su mano en mi pecho para alejarme.
–Pero... ¡Son seis meses!
–¡¿Seis meses?! –repite sorprendido y Noah luego se ve preocupado. Mientras espero su respuesta mi mente ya comenzó a trabajar e imagina lo que pasará.
¡No puedo esperar más! Quiero demostrarle lo mucho que lo extrañé. Al ver que él no piensa hablar, yo coloco mis manos en su cintura para luego ocultar mi rostro en su cuello. Beso una parte de su suave piel hasta dejarla muy roja y consigo sacarle un gemido ronco –Noah, no pienses demasiado. –murmuro en su oído, sintiendo como traga saliva. Paso mi lengua por su nuez de Adán lentamente y al subir atrapo sus labios.
–Bien, pero lo haremos a mi manera. –responde haciendo que mis ojos brillen, ahora es él quien prueba mi boca con entusiasmo.
Unos minutos después, en la cama:
–Esto no me gusta Noah, no me gusta. –niego rápidamente mientras lo veo con una sonrisa malvada. Él utilizó una de mis corbatas para amarrarme las manos, ahora no puedo separarlas. ¿Qué demonios trama? Oh... ¡No voy a dejar que me haga eso! –Ni se te ocurra hacer lo que estás pensando. –hablo entrecerrando los ojos.
–Me atrapaste. –me sonríe para luego comenzar a quitarse la ropa. Primero desabotona su camisa, la cual termina siendo arrojada al suelo junto con sus pantalones, quedando sólo con sus boxers –Yo me encargo Izan, lo vas a amar. –habla como si eso fuera a tranquilizarme.
–No puedes hacer esto, tú eres el que recibe, no yo. –gruño y le ordeno soltarme con un tono de voz grave pero no funciona. En cambio Noah niega lentamente y se arrodilla frente a mí. Sus manos toman mis piernas, separándolas, y haciendo que yo frunza el ceño –Basta, te ordeno parar. –él tiene la marca, debería obedecer.
Noah se inclina quedando entre mis piernas mientras acaricia mi mejilla –Sólo confía en mí. –me pide tomando mis labios en un necesitado beso con lengua. Nos besamos por una largo tiempo hasta que siento su erección contra mí.
–Pero... –vuelve a callarme con sus labios y ahora deja pequeños besos por mi barbilla, baja hacia mi cuello, puedo jurar que me está dejando marcar que serán muy notables. Mientras que se mueve suavemente creando fricción entre nuestros miembros.
–Te encantará. –me asegura dejando un beso en mi pecho para después comenzar a bajar mis shorts junto con los boxers, cuando siento la brisa pasar entre mis piernas abiertas siento escalofríos y el miedo me vuelve a invadir.
–¿Me dolerá mucho?
–Para eso es la preparación. –responde sonriendo, entonces lo veo retroceder y meterse ahí abajo, su cabeza esta muy cerca y puedo sentir su cálido aliento contra mi entrada. ¡Esto es nuevo, muy nuevo para mí! –¿Te relajas un poco? –las manos de Noah toman mis muslos haciéndome chillar.
–¡Ah, no! –me quejo levantando la mirada y me encuentro con la de él, se ve sorprendido, entonces me sonríe con burla.
–No te he hecho nada aún. –se burla riendo pero yo rodo los ojos.
–Tus manos están frías. –hablo teniendo mis cejas como una línea recta. No me contesta, de repente siento dos de sus dedos hacer círculos en mi alrededor. Se siente muy extraño y estoy avergonzado.
–Es muy pequeño y rosado. –comenta haciendo que lo quiera asesinar. ¿Cómo puede hablar con tanta normalidad ahora? Me estoy muriendo de la vergüenza.
–Déjame, yo entraré en ti. Puedo hacerlo. –trato de levantarme pero las manos de Noah en mis hombros me lo impiden.
–No me arruinarás la diversión. –él regresa a donde estaba y comienza a dejar besos en las caras internas de mis muslos. Admito que eso me hace jadear, se siente bien, hasta que... –Está apretado. –comenta mientras que uno de sus dedos se introduce en mi interior lentamente, la incomodidad es inmensa sin contar el ardor que se hace presente.
–N...No. –me quejo tratando de liberar mis manos, entonces siento como algo líquido y espeso cae en mi entrada, con eso Noah se empieza a mover lentamente –¿Q-Qué es...?
–Lubricante. –responde subiendo hacia mi cuello, besa una vez más ese lugar mientras que su dedo nunca se dejó de mover. Corrijo... ahora son dos –¿Duele? –me pregunta haciendo que niegue con la cabeza. Me muerdo la lengua para no gemir como si fuera una mujer, recuerdo que Noah se había burlado de eso.
–No, y... n-no pares. –hablo con la voz entrecortada. Suspiro con pesadez mientras él continúa con la preparación, el ardor casi ya no está y en cambio siento placer. Es muy poco así que decido moverme contra su mano para sentir más.
–Despacio, Izan. Hay que ser cuidadosos. –él toma la corbata que ata mis muñecas y la sujeta por la cabecera de la cama, así mis brazos quedan extendidos sobre mi cabeza. Ahora siento sus besos sobre mi pecho, suben y bajan siguiendo un camino imaginario mientras siento mucho calor. Mi erección descansa sobre mi vientre y duele, necesito tocarme.
Doy unos fuertes jalones a mis ataduras y Noah levanta la mirada un poco preocupado –Tócame. –le ordeno. Sin embargo me enseña una pequeña sonrisa la cual es traviesa.
Él coloca sus labios en mi cuello haciendo jadear pero todo el aire se me escapa al sentirlo entrar en mí.
–Respira, r-relájate. –murmura teniendo su frente apoyada por mi hombro izquierdo, el ardor regresa con mucha más intensidad hasta que la cadera de Noah choca contra mí. Estamos unidos.
–Creo... qu-que me rompiste algo. –murmuro teniendo los ojos cerrados con fuerza. Está dentro de mí, muy adentro –¿Así... es c-como se siente? –hablo pero en respuesta recibo una suave embestida. Entonces no evito soltar una maldición junto a gemidos bajos.
–Se pone mejor.
Eso me da más miedo del que tenía –¡No, no! Basta Noah, suficiente. –él vuelve en embestir iniciando un vaivén suave pero constante haciendo que mi interior queme. Jamás había sentido esto y... me gusta.
Mantengo los ojos cerrados mientras siento cada embestida y las manos de Noah pasearse por mi cuerpo sin límites. Quisiera poder tocarlo también pero debo conformarme con gemir bajo y jalar las molestas ataduras.
En algún momento siento que la punta de su miembro toca algo muy en mi interior que me hace jadear.
–Sigue así Izan. –susurra dejando un beso sobre mis clavículas para después sentir como se desliza fuera de mí. El vacío es incómodo y quiero que regrese a hacer lo que estaba haciendo de inmediato. Antes de que pueda reclamarle algo él me gira dejando mi trasero levantado, siento una fuerte estocada y trato de sostenerme de la cabecera al tenerlo mucho más adentro.
–Ah... No-Noah. O-Oh. –muerdo mi labio inferior tratando de guardar silencio pero él me está haciendo gemir como yo lo había hecho antes de que la fractura arruinara todo.
Sus movimientos son más rápidos y menos profundos mientras sus dedos se aferran a mi cintura, el olor a sexo inunda la habitación como el sonido de nuestras pieles chocándose y eso nos enciende aún más.
Jalo una vez más mis manos pero es el mismo resultado, no puedo tocar a Noah y eso es muy frustrante –Izan, y-ya casi... –él cubre mi espalda y lo escucho respirar con dificultad en mi oído, eso me lleva al límite haciendo que mi semilla manche las sábanas de la cama. Noah aún sigue dando estocadas hasta que me muerde con fuerza el cuello y siento algo caliente derramarse en mi interior.
Ambos nos dejamos caer, completamente agotados. Él se mueve sobre mí para desatar mis muñecas y permanecemos tirados en la cama, mirando los ojos del otro y tratando de recuperar el aliento.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top