10#
Noah hace que giremos y ahora soy yo el que se encuentra acorralado en la cabecera de la cama –¿Qué opinas? Así podré devolverte el golpe. –murmura teniendo sus ojos entrecerrados, está hablando de la fisura y pretende hacerme lo mismo.
–No puedes. –contesto poniéndome firme, el agarre de mis muñecas desaparecen sólo con eso, mientras Noah me mira con el ceño fruncido. Sé que me odia pero es su triste realidad –Tú tienes la marca. –le recuerdo dando unas lamidas sobre la misma. Todo su cuerpo tirita en ese momento, le es imposible resistirse a mí.
–Si tú tuvieras la marca serias el uke, el sumiso, el muerde almohada, el omega, el bottom, al que se la meten...
Lo callo colocando mis dedos en sus labios, ya entendí lo que trata de decirme –Pero no es así. –niego sonriendo. Entonces él abre la boca y muerde dos de mis dedos, no con mucha fuerza pero aún así duele –¡Ah, no seas salvaje! –me quejo tratando de recuperar mi mano.
–Bien, te ayudaré con la preparación. –murmura al quitar mis dedos de su boca para volverlos a introducir. Eso se siente asqueroso, su saliva y aspecto viscoso. Además la lengua me hace cosquillas entre los dedos.
Mientras Noah está ocupado con eso, yo bajo la mirada hacia su pecho descubierto y comienzo a dejar besos sobre toda la piel expuesta que encuentro. Mis besos dejan marcar rojas por donde pasan y me siento orgulloso por eso, además el dueño de ese cuerpo jadea ante mis actos.
–Creo que ya deberías comenzar. –habla luego de quitar mis dedos de su boca. Asiento estando de acuerdo, mi erección es una tortura y escuchar sus quejidos y jadeos no me ayudan en nada. Noah está sentado en la cama y abre sus piernas, dándome acceso completo a él, mientras sus manos comienzan a levantar el borde de mi camiseta para quitarla.
Siento su boca succionar la piel de mi cuello al mismo tiempo que sus brazos rodean mi torso. Estamos muy juntos, así que conduzco mi mano hacia su entrada, la toco suavemente mientras hago círculos a su alrededor –A-Ah... –Noah reacciona de inmediato jadeando en mi oído. Con esos sonidos tengo más incentivo para continuar con lo que hago, unos segundos pasaron y él aprieta con fuerza mis hombros –Haz algo... quiero sentir más. –me pide, más bien me ordena.
–Bien. –contesto frotando esa parte tan sensible hasta introducir uno de mis dedos lentamente, Noah muerde mi hombro con suavidad haciendo que yo suelte un gemido junto con él.
–Me duele, lo estas haciendo mal. –gruñe tratando de apartarse pero yo sólo estoy siguiendo sus instrucciones, además él pidió más y se lo estoy dando –I-Izan... –su voz tiembla cuando muevo mi mano lentamente.
–No aguantas nada. –comento recibiendo un golpe en la cabeza.
–Es que-que... oh-si, no había sentido algo ah-así antes. –responde entre gemidos graves, su cabeza se apoya contra mi hombro mientras suspira y jadea. Los preciosos ojos de Noah me mantienen cerrados y con sus cejas fruncidas pero no parece molesto.
–¿Aún te duele? –pregunto sin detener mis movimientos, él niega siendo incapaz de contestar. Parece que lo estoy haciendo bien, entonces introduzco otro dedo provocando que Noah levante la mirada y me mire con la boca entreabierta –¿Te hice daño? –mi pregunta no es respondida ya que mis boca es atrapada por la suya es un necesitado beso. Sus dientes mastican suavemente mi labio inferior, luego su lengua busca la mía mientras que sus manos alborotar mi cabello por completo.
–Si-Sigue... hum... –habla cerrando de nuevo los ojos. Yo estoy a sus ordenes y siento como su interior oprime mis dedos. Es húmedo y cálido, toco sus paredes hasta asustarme cuando Noah grita con su voz entrecortada.
–Si te duele dímelo. –digo sacando mis dedos lentamente, él me gruñe y golpea mi espalda contra la cama. Noah está sobre mí con sus piernas a cada lado de mi cuerpo, en eso, sus manos se deshacen de mi cinturón y me quitan los pantalones de unos fuertes jalones.
–No me duele estúpido. –niega cuando toma mi miembro haciendo que yo arquee una ceja.
–Pero gritast... –no puedo terminar la oración al sentir su lengua contra mí, luego sus labios en toda la extensión hasta que su boca me envuelve. Simplemente increíble. No es que sea la primera vez que alguien me haga esto pero se siente muy diferente con Noah. ¿Será por el lazo?
Olvido mis pensamientos cuando Noah se esfuerza por tomar más de mí, él tararea haciendo que las vibraciones sean muy placenteras, saca jadeos y gemidos de mi garganta.
–Haces ruidos como una mujer. –se burla levantando la mirada. Eso me ofende mucho y miro a un lado al escuchar su risa.
Aún así deja de darme atención para subir hacia mi cuello, allí me muerde varias veces mientras lucho por no hacer ningún sonido. Noah recorre con su lengua muy lentamente desde el pecho hasta mi barbilla –E-Espera... –siento su mano tomar mi erección y la dirige a su centro, poco a poco voy entrando, con cada pulgada siento que voy a explotar por la calidez que me envuelve. Se siente muy bien, hasta podría quedarme así por siempre.
Noah coloca sus manos sobre mi pecho como apoyo y se ve agitado, una fina capa de transpiración cubre toda su frente y esos cabellos negros se pegan en su rostro haciéndolo ver tan deseable. Ni siquiera estoy seguro de que exista esa palabra.
–Ah... –suelta un suspiro pesado cuando mueve sus caderas en manera circular. Yo también lo acompaño con los gemidos al sentirlo tan apretado a mi alrededor. No puedo evitarlo y menos cuando sus movimientos aumentan de intensidad hasta el punto de encontrarse dando bruscos saltos sobre mí.
–Veo que la-la p-preparación resultó... –hablo mirando a Noah, se ve tan excitado y hace que mi corazón palpite aún más rápido, creo que pronto llegaré.
–Cállate. Ah... ah... –jadea moviéndose con más intensidad, nuestras pieles chocan entre sí, el sonido es vulgar pero muy excitante y ahora siento esas cosquillas en mi vientre que me indican que estoy cerca. En mi límite.
Puedo jurar que Noah también lo está, él mantiene los ojos cerrados y la boca entreabierta por donde salen esos hermosos sonidos.
–Espera, se... se dobló. –murmuro cuando él sale demasiado y entonces baja, sentándose sobre mi hombría con fuerza, al mismo tiempo que se viene con brutalidad.
00:15, en el hospital más cercano:
–¡¿Una fractura?! –digo lloriqueando mientras me encuentro sobre la camilla de la habitación.
–Pero todos saben que ahí no hay hueso. Usted compró el maldito título de doctor. –contesta Noah de manera agresiva. Él se encuentra a mi lado pero no vinimos por su causa, sino que, al momento de tener su orgasmo se escuchó algo quebrarse en la habitación y luego yo comencé a gritar de dolor. Entonces vinimos al hospital y el doctor nos dio su diagnóstico: una fractura en mi miembro.
–No pero es posible, debemos recurrir a la cirugía para corregir el daño. –habla desinteresadamente mientras que Noah y yo nos encontramos muy avergonzados por esto. El hombre hasta dedujo que posición hacíamos.
–Bien, yo pagaré los gastos. –Noah habla con el doctor mientras que yo agonizo de dolor, tengo una bolsa de hielo sobre mi miembro para bajar la hinchazón. Pero aún así es insoportable
–Los dejaré solos por un momento mientras preparamos la sala de operaciones. –el doctor se retira y Noah se acerca a mí para acariciar mi cabeza. Sus dedos se enredan en mi cabello y luego se acerca para besar mi mejilla, es entonces que golpeo su rostro con todas mis fuerzas. Noah termina cayendo al suelo sosteniendo su mejilla la cual lastimé.
–¡No me vengas con esa mierda! Unas caricias y besos no solucionan nada. –digo molesto, desearía poder moverme para partirle toda la cara.
–¡Cálmate, tú fuiste el primero en enviarme al hospital! –contesta con el mismo tono de voz que utilicé.
–Pero no tuvieron que hacer ninguna cirugía, esto es mucho más grave. –contraataco haciendo que baje la mirada. ¡Si! ¡Debe sentirse muy culpable!
–No es para tanto, sólo harás pis de lado. Nada más. –murmura rodando los ojos. Lo odio con todas mis fuerzas.
–Ya está todo listo, el doctor me envió a buscarlo. –una enfermera entra al cuarto, se ubica a los pies de la camilla y la empuja hacia la puerta.
–B-Bien, estoy listo. –contesto con una mueca en mi rostro. Al llegar la misma enfermera nos recibió y me indicó que me quite toda la ropa para que el doctor pueda diagnosticarme y es por eso que ahora me encuentro usando una simple bata. Al menos nadie me verá al estar acostado en la camilla.
Una semana después:
–El doctor dijo que debes tener mucho cuidado hasta que cicatrice por completo. –me dice Alma leyendo las recetas que el médico me dio.
–¿Seis meses sin sexo? No desearía ser tú Izan. –habla Christopher palmeando mi espalda.
–Créeme, después de lo que sucedió lo último que quiero es tener sexo. –contesto entrando a mi departamento, está como lo dejamos hace una semana cuando Noah me llevó al hospital. Hablando de él apenas hemos cruzados unas pocas palabras en todo ese tiempo, aunque siempre se quedaba fuera de mi habitación mientras yo hacia reposo y tenía una vía por donde me colocaban antibióticos para sanar. También me habían vendado el miembro y era muy incómodo pero ahora me siento mucho mejor sin los vendajes.
–Bueno, ahora que todo está en orden nos vamos. –Alma me da un abrazo y luego choco los puños con Chris como despedida, ambos se despiden de Noah y él sólo los ignoró. Que mala educación.
–Si así tratas a tus amigos no quiero imaginarme cómo sería con tus enemigos. –comento mientras camino al refrigerador, muero de hambre y la comida del hospital es horrible –La comida que había ya se venció. –me lamento haciendo una mueca y tiro todo al basurero.
–Iré por comida. –Noah toma las llaves al auto y sale del departamento como si nada. Eso me deja un poco confundido pero luego sacudo mi cabeza y me ordeno limpiar el desastre que hay aquí.
–Mmm... él se fue pero no siento dolor ni nada. –me digo al recordar que el lazo no nos permitía alejarnos demasiado. Tal vez ahora lo podremos hacer ya que llevamos enlazados hace días.
Bueno, cuando Noah regrese planeo agradecerle por haberme cuidado estos días y hay muchas más cosas que podemos hacer en la cama sin necesidad de que nos unamos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top