Desde pequeña he podido ver fantasmas, bueno me corrijo, nací con esa habilidad, solo que no fui consciente de ella hasta que vi al espíritu de mi abuela paterna sonriéndome y diciéndome que tenía un don especial, aunque para mi no lo era.

Todos en la familia Nightshade tienen poderes que van más allá de comprensión humana; manipulación de sombras, telequinesis, poder de transformación y otros tipos de poderes más comunes.

En si, el poder de hablar con los muertos no se ha visto en más de una generación de la familia y es más raro en mi caso porque mi padre pertenece a otra familia fundadora.

Las familias fundadoras habían sido aquellas primeras en llegar al claro de Silent Grove, todas ellas con poderes especiales. La familia a la que pertenecía mi padre son los Ashworth, los cuales tienen poderes más físicos que sobrenaturales; fuerza bruta, poder correr a grandes velocidades y una resistencia superior a los humanos promedio y a varias familias fundadoras.

Naturalmente al no permitir la entrada a forasteros, era muy común ver matrimonios concertados entre miembros de las casas fundadoras, en especial cuando se trataba de los primogénitos, aunque claro había casos excepcionales como mi abuela materna, que fue una forastera que se casó con el hijo primogénito de los Nightshade.

Mis padres también fueron una excepción muy grande, ya que las familias Nightshade y Ashworth han sido rivales por generaciones, así que al menos hasta mis padres, jamás se había mezclado la sangre Ashworth con la sangre Nightshade.

Así que si bien mi apariencia grita Ashwoth por todos los poros, mi talento desciende de los Nightshade a diferencia de mi hermana Cathleen y mi hermano Rabastan que aunque tienen los rasgos Nightshade más presentes, sus talentos son más parecidos a los que se dan en la familia Ashworth.

De todos modos, como la familia Ashworth repudio a mi padre por ser mestizo y por enamorarse de mi madre, mis hermanos y yo vivimos con los Nightshade que nos han acogido con mucho cariño desde que nacimos, en especial desde la manifestación de mi talento.

Mi talento principal es poder interactuar, escuchar y poder hablar con los fantasmas que estén cerca de mi, a veces son personas conocidas y otra veces son gente que quiere pedirme ayuda para descansar en paz.

Pero conforme fui creciendo, mi don creció junto a mi; dejé de solo escucharlos a dejarlos poseerme para poder interactuar con los demás o que influyeran en mis sueños para poder mostrarme los lugares a los que necesitaban ir; ahí fue donde comenzó mi tormento.

Al principio mi familia pensaba que la mezcla de sangres rivales había afectado mi desarrollo y por ende no poseía un talento, lo cual era una estupidez, ser rivales no afectaba nada, solo eran prejuicios de gente tonta, porque realmente tenía un don, pero no podía ser demostrado, hasta que tuve mi primera posesión.

Ocurrió cuando cumplí diez años, era el cumpleaños de mi padre también y mi abuela paterna, que había fallecido hace mucho tiempo, quería al menos felicitarlo una vez.

Para poder realizar una posesión hay que tener en cuenta ciertos requisitos: primero es que la alma en pena debe de tener un propósito fijo al momento de querer poseerte, en segundo lugar, la posesión es más efectiva mientras más cerca sea de la fecha de muerte y por último es que yo debo de aceptar de manera verbal la posesión.

Si alguno de estos requisitos no se cumplen, el alma que busca mi ayuda no puede poseerme, creo que es una especie de candado para proteger mi cuerpo, no lo sé porque no hay nadie, vivo o muerto, que tenga mi talento para preguntarle.

Regresando al tema de mi abuela, ella tenía un motivo fijo que era felicitar a mi papá, su fecha de muerte era ese día, pues murió dando a luz y por último...no pude negarme a aceptar a pesar de ser la primera vez que un espíritu me poseía, solo pensé en lo feliz que sería mi papá.

Y si fue feliz, pero eso dio pie a que todos en la familia Nightshade supieran que podía comunicarme con los muertos y me empezaron a acosar peor que si no tuviera un don pidiéndome favores para hablar con sus familiares o para sonsacarme secretos que me enteraba gracias a mis amigos espíritus.

Mí problema eran los vivos más que los muertos, hasta que lo conocí a él y por primera vez decidí ayudar a una persona de carne y hueso, pese a lo que eso conllevó.