[...] admitió para sí haberse convertido en un perezoso, dejándole últimamente todo el trabajo a Lan Zhan.

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SRDT – 02.

La cabeza le daba vueltas, no quería abrir los ojos, no cuando intuía que la luz iba a incrementar su malestar. La sensación era similar a la que tenía después de beber demasiado; pero no, el recuerdo llegó a él por medio de imágenes y, definitivamente, no había bebido ni una gota.

Recordaba haber salido de Gusu, acompañando a Jingyi, junto con Lan Zhan rumbo al territorio de Langlin para reunirse con Sizhui, JinLing y otros aprendices; pero en el camino se habían encontrado con una horda de cadáveres; en ese momento pensó en el terrible error que fue haber dejado a Chen Qing en casa, admitió para sí haberse convertido en un perezoso, dejándole últimamente todo el trabajo a Lan Zhan. Pero luego pensó que unos cuantos cadáveres no eran oponentes para su esposo, sin embargo, su cerebro dejó de funcionar cuando dos enormes animales aparecieron; eran perros demoniacos; sí, no había otra forma de describirlos; no lo analizó siquiera cuando sus pies se movieron, corrió hacia el lado opuesto a esas grandes amenazas, adentrándose en la maleza; su corazón latió desbocado cuando escuchó el gruñido muy cerca, a su espalda. Inconscientemente miró hacia atrás, por sobre su hombro, entonces tropezó y todo a su alrededor se tornó oscuro. Hasta ahora.

Lentamente abrió los párpados, tardó en poder enfocar su mirada, luego, prestó atención a los alrededores. Estaba en un dormitorio, aunque bastante limpio, parecía viejo al igual que los pocos y desgastados muebles.

¿Estaría en una posada? Tal vez presa del pánico cayó en la inconsciencia, por lo que sus compañeros de viaje habían decidido hospedarse en el pueblo cercano a descansar.

Tiró de las sábanas, haciéndolas a un lado para bajarse de la cama, entonces notó que tenía los tobillos envueltos en anchas tiras de tela, mirándolo con detenimiento, pudo notar que era un vendaje bastante cuidado y elaborado; trató mover los pies y entonces un dolor punzante le atacó; fue tan inesperado y fuerte que no solo frunció un ceño, sino que dejó escapar un quejido.

La puerta, la cual estaba al otro extremo de la habitación, se abrió y una joven entró con una expresión de preocupación.

—No lo intentes, por favor, te harás daño—, su voz era dulce y amable a pesar de estar dando una orden; llevaba en una mano, y apoyada en su cadera, una canasta con plantas, en su mayoría flores; su ropa tenía un poco de barro en la parte inferior.

A Wei Wuxian solo le llevó un segundo usar su mejor sonrisa y luego preguntó, —¿qué es este lugar?

—¿No lo recuerdas?— ella se acercó un poco, entre tímida y dudosa, añadiendo, —te encontré en el bosque, creo que caíste por el barranco.

Bueno, eso explicaba varias cosas, entre ellas sus pies heridos y la falta del listón que ataba su cabello; seguramente este era en un pueblo asentado cerca del pie de alguna montaña.

—Viajaba con dos personas más, ¿les has visto?— preguntó con la esperanza de que Lan Zhan estuviera cerca, tal vez había ido a buscar comida.

Ella negó, —solo estabas tú.

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ESPACIO PARA CHARLAR: Bueno, debo informar que hay OC, aunque imagino que ya lo intuyen.

¡Sonrisas a todos!