Huída


Tenía la mirada bajada al escuchar aquellas palabras, pero decidí mirarle a la cara seriamente y de manera fría, le respondí.

- ¿Y qué si es la primera vez que como algo bueno? - Todas las miradas se dirigieron a mí. - Desde que tengo uso de razón solo me he alimentado de suplementos, frutas y comida precocinada; y nunca me ha importado. Además, - me levanté del asiento, alarmando a los de mi alrededor por si hacía un movimiento sospechoso y/o peligroso - por si te habías olvidado, fuí enviada para eliminaros a TODOS - fijé mi mirada hacia el inspector, incluyéndole a la lista de objetivos - así que, me parece estúpido que invites a comer a la persona que te va a eliminar.

Tenía mi mirada fija en Lupin, pero me mantenía alerta por si algunos de sus compañeros movían ficha. Aún así, Lupin se mantenía serio ante la situación, pues seguía sentado en su asiento con su plato medio acabado, que ya se había enfriado.

- No vas a matarnos. - dijo tranquilamente. Se encendió su cigarrillo, se levantó de su asiento y se fué hasta a mí, dejándonos un par de metros de distancia. Con un simple gesto de su cabeza, hizo que Goemon y Jigen se apartasen.

Yo, mientras tanto, seguía desconcertada por aquellas palabras. - ¿Qué quiere decir con que no voy a matarlos? Cree que no lograré mi misión o acaso este idiota piensa de verdad que puede salvarme. ¡Es absurdo! - pensé. Miré sus ojos llenos de determinación, lo que provocó que de algún modo pensara en la posibilidad de ser liberada por aquella maquiavélica organización. Bajé mi mirada al suelo y comencé a temblar.

Pero no de miedo. Aguantaba todo lo que podía, pero mis ganas de liberarlo eran más fuertes.

El Inspector Zenigata iba a acercarse a mí, pensando que estaba llorando, cuando una risa estridente se inundó por toda la sala. Una risa que mezclaba locura, desesperación y diversión. Aquella risa desconcertó a todos los del lugar, incluyendo a Lupin.

- ¿Crees de verdad qué puedes salvarme, derrotando a la mayor organización de asesinos del mundo? - pregunté, mostrándole una sonrisa que irradiaba pura psicopatía. - Sin duda, estas loco.

- Es posible, pero será divertido. - Respondió Lupin con su sonrisa pícara. 

- ¿Divertido? - dije con incredulidad sin borrar aquella sonrisa maniática de mi cara.- ¿Pero, qué demonios gana en todo esto? - pregunté, aún sabiendo de la respuesta.

- Pues, es obvio, a la destrucción de la organización y la recuperación de una vida, que le ha sido robada. - Mi sonrisa se esfumó al volver a escucharlo. Este hombre cree realmente, que puede conseguirlo. Un simple hombre contra una organización lleno de superhombres. ¡Me pone enferma!

- Eres......- dije en voz baja, pero Lupin pudo escucharlo claramente.

- ¿Soy? - dijo Lupin, se quedó pensando y comenzó a continuar la frase con las palabras que él quería escuchar. - ¿Soy un caballero, un héroe, el hombre de tus sueños? - esto último lo dijo con la rodilla hincada al suelo. Obviamente, todas aquellas frases lo dijo en broma.

Todos tenían la mirada desviada o con la mano puesta en la frente por lo idiota que se está comportando.

- Eres........¡UN COMPLETO IDIOTA! - Dije enfurecida, al mismo tiempo que le propinaba un buen puñetazo a la cara de Lupin, mandándolo un par de metros hasta golpearse contra la pared, dejándolo KO, mientras Jigen y Fujiko iban tras él; y Goemon y Zenigata agarraban como podían a la joven asesina, quien se encontraba cabreada.

- ¡Lupin! - decía Fujiko, incorporando a un Lupin inconsciente con un enorme moretón en la mejilla y sangre cayéndole por detrás de la cabeza, a causa del golpe a la pared.

- Menuda fuerza. - Decía Jigen, impresionado por el golpe de la niña, quien seguía intentando liberarse del agarre del samurai y del inspector.

- Esto le pasa por hacer el idiota. - Dijo Zenigata, agarrando con fuerza las piernas de la niña.

- Lo de idiota se queda corto. - Contestó Goemon, cuando de pronto fue golpeado con la cabeza de la niña, haciendo que su nariz sangrase al instante, por suerte, no la soltó.

- ¡Soltadme! - dije enfurecida, liberando un grito con un tono más agudo de lo normal.

- ¡Llevaosla a la habitación y encerradla hasta que se calme! - dijo Jigen nervioso, mientras se llevaba a Lupin al sofá para tratar sus heridas. - ¡Está claro, qué esa niña es un peligro!

La joven asesina se liberó del agarre del inspector, propinándole una patada en la cara, pero Goemon la agarró más fuerte y se la llevó a horcajadas hacia la habitación, donde la lanzó hacia la cama y la encerró en la habitación con llave, dejándola sola.

Después de que Goemon me encerrase, seguía chillando y pataleando, destrozando la habitación hasta calmarme. Disimulé mi sonrisa pícara, al notar que había dejado al descubierto la cámara de vigilancia, que se ocultaba en la habitación, con el objetivo de vigilarme. Mi plan había funcionado, ahora solo necesito escapar de aquí. Me senté en el suelo, simulando que me estaba calmando para no levantar sospechas pero, en realidad estaba analizando mi alrededor para ver algún punto de la habitación y, así poder escapar. En frente hay una ventana, que seguramente esté conectada a unas escaleras de emergencia, pero la cámara vería claramente mi intención de escapar y me atraparían al instante, por suerte esa cámara tiene un punto ciego.

Un punto ciego, la cual, acabo de encontrar.


Mientras tanto, Lupin se acababa de despertar y se quejaba del dolor, debido al golpe que ha sufrido en la cabeza y por el puñetazo de la niña. - ¡Menuda bestia! Esa cría necesita que le enseñen modales. - Se quejaba Lupin.

- Eso te pasa por hacer el payaso. - Le regañó Jigen.

-¿Esa niña? A pesar de no tener modales, sabe comportarse en la mesa. - dijo Fujiko pensativa. -  Lo que significa que sabe de etiqueta y, por lo tanto..... 

- Tiene modales. - Continuó el Inspector. - Simplemente, la has cabreado.

-¡Oh, venga ya! Si sólo ha sido una broma de nada. - Soltó Lupin.

- Esa broma ha hecho que te dejara KO de un golpe, Lupin. - Dijo Goemon, mientras vigilaba a la niña por la cámara de seguridad. - ¿Pero, qué? - se alarmó al ver que no estaba y la ventana se encontraba abierta. Se levantó inmediatamente, avisando al resto que la niña había huído.

Goemon abrió, rápidamente la puerta y se adentró a la habitación, aparentemente vacía. Cuando Zenigata entró a la habitación, el samurai supo que había cometido un error fatal.

Desenvainó rápidamente su katana, dirigiendo el corte hacia Zenigata. - ¡Agáchate! - dijo apresurado el samurai.

El Inspector bajó, fugazmente la cabeza, quedándose agachado al suelo. Escuchó el sonido del choque entre la katana y algún objeto metálico. Miró hacia arriba y observó que Goemon había bloqueado el golpe de la niña, quien usaba una barra de metal. Un momento, ¿de dónde demonios sacó esa barra?

La niña rebotó hasta quedar detrás del samurai, mientras el inspector inspeccionaba la habitación destrozada y se percató que la cama le faltaba una pata.

El resto habían llegado, donde la joven asesina y Goemon estaban enzarzados en una pelea contra katana y barra. Goemon logra cortar la barra hasta quedar en nada, dejando a la joven desarmada.

La joven se alejaba poco a poco hasta quedar arrinconada por Goemon, Zenigata y Jigen. En el momento en que iban a atraparla, la niña saltó por encima de ellos, chocándose entre ellos. Al bajarse, cogió la pistola del inspector y apuntó hacia ellos, pero tenía un problema.

Tendría que enfrentarse contra el pistolero más rápido del mundo, pero estaba a su favor.

Se apartó ágilmente de la ventana,saliendo un disparo que alertó al resto y se pusieron a cubierta, pues conocían de quien provenía aquel disparo. En ese momento, la joven asesina se escapa por la ventana y salta al otro edificio, donde desapareció su rastro. Jigen intentaba acercarse por la ventana, pero el francotirador se lo impedía.

Sin duda, la joven asesina había logrado escapar y todo gracias a que la hayan podido localizar.

¡MIERDA! - dijo el inspector, mientras Lupin lo observaba todo detrás de la entrada a la habitación.

¿Qué tendrá de especial esta niña para que no quieran perderla? - pensó Lupin - Y, ¿qué clase de experimentos la estarán sometiendo para que haya sufrido aquel ataque?



El francotirador había salido ya del edificio y se dirigía a su coche, cuando se encontró a la pequeña subida encima de su coche.

- Llegas tarde. - Dijo la pequeña, bajándose del coche.

- Tenía cosas más importantes qué hacer, que rescatar a una mocosa por haber fallado en su misión. - Abrió su maletero para guardar su maletín, donde guarda su rifle. La pequeña se molestó ante su comentario.

- ¡Tsch! Si no recuerdo mal, fue Jigen, quien te destrozó tu brazo, Okuzaki-san.

- Si no fueses importante para la organización, ten por seguro que te habría reventado la cabeza de un disparo. - Dijo de manera fría hacia la menor, quien le caía una gota de sudor frío. - Y ahora, entra al coche. - Le abrió la puerta del coche y la menor entró sin rechistar.

La menor sabía que lo que le esperaba al llegar al complejo sería un duro castigo y horas de dolorosos experimentos



El Inspector Zenigata se encontraba recogiendo el estropicio que había formado la niña, horas antes de su escapada.

- Deberías dejar eso. - Dijo Lupin al observar a Zenigata limpiar la habitación.

- Y dejarlo todo patas arriba.

- Sólo buscas una excusa por no haber podido detenerla. - Zenigata seguía limpiando -  Además, sé dónde podría estar. - Zenigata se detuvo y se giró, quedándose cara a cara con Lupin.

- ¿Por qué no lo has dicho antes? - dijo molesto.

- Porque no lo has preguntado. - Dijo despreocupado.

- ¡Lupin!

- No va a ser fácil entrar, ya que lo custodia Hawks. - Dijo seriamente.

- Me tomas el pelo.

- Nop y posiblemente, también estará el francotirador, Jael Okuzaki. - Informó Lupin.

- Deduzco que es el francotirador de antes.

- Exacto.

- El rescate e infiltración no será fácil. - Dijo seriamente.

- No, pero lo conseguiremos. - Sonrió confiado, mientras se encendía un cigarrillo.








Hasta aquí termina el capítulo.

 Siento la espera, estaba más centrada en el otro fanfic que estoy escribiendo. Pero, sobretodo, me he estado centrando más en el reciente juego GENSHIN IMPACT, por suerte he llegado un punto en el juego que es más difícil subir de rango de aventura y es más difícil encontrar misiones de mundo. 

Pero, aún así, es bastante bueno el juego, siendo un free-to-play.

Intentaré poner al día la historia.

"Mata ashita"

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top