Confrontación III


Minutos antes:

Mientras Goemon cubría al grupo de los disparos certeros de Jael, antes de que llegase Hawk, Jigen se apartó del grupo de manera disimulada, cogiendo otro trayecto. Este lo llevaría a la parte trasera de la mansión, donde se encuentra la puerta que lleva a la cocina, allí subiría hasta la azotea, lugar donde se encuentra el francotirador con brazo biónico. 

Ahora:

GHOST se encontraba en frente de ellos, observándoles por si hacían algún movimiento. Zenigata fue el primero en moverse. Ella se preparó para el ataque, pero se detuvo al ver como tiraba su arma y alzaba las manos en alto a modo de rendición.

- No hemos venido a luchar contra tí, hemos venido a rescatarte y a desmantelar el lugar. - Dijo calmado y con una mirada seria el inspector.

La pequeña siguió observándoles. Al momento de acercarse a ella, sacó dos navajas a modo de defensa, provocando que este se detuviera en seco. Pero eso no lo detuvo, pues continuó con su acercamiento.

Ella empezó a dudar, sus manos comenzaron a temblar y se alejaba de él poco a poco. Sin embargo, el momento en que la distancia de entre ellos era casi nula. El inspector se agachó y abrazó con sus brazos a la pequeña, dejándola en absoluto estado de confusión.

Ella nunca recibió un abrazo, ni siquiera sabía el sentir de alguien abrazándote. Lo único que sentía en ese momento era la calidez del abrazo, confusión y un enorme temor por lo que está apunto de suceder.

En una fracción de segundos, ella se apartó bruscamente de él, rajándole de manera superficial su torso. Él cayó al suelo al mismo tiempo que ponía su mano en el corte que le acababa de hacer sin entender el por qué. Lupin acudió en su rescate para alejarlo de ella, mientras que Fujiko la apuntaba con un arma a modo de defensa. De un momento a otro, el ambiente se tensó hasta volverse pesado tras aparecer a espaldas de la pequeña, el Sr Drake.

Fue justo en ese momento que el grupo comprendió la situación de la pequeña al ver su rostro lleno de terror. 

- ¿Se puede saber por qué no has acabado con ellos? - La pequeña volvió su vista hacia atrás para ver el rostro enojado de él.

- Yo......

- No me repliques - interrumpió el hombre trajeado -. Lo único que te hemos pedido es eliminar a Lupin y su grupo, nada más. ¿Y así es cómo me lo demuestras? - La pequeña temblaba al ver que de su bolsillo, se podía distinguir el mando de su collar. - Está claro que me equivoqué al encomendarte esta misión. Ese ladrón te ha vuelto una inútil. - Desde su bolsillo, pulsó el interruptor del mando, activando el collar.

Aquella descarga era más potente de las anteriores, provocando que la pequeña agonizase de dolor y emitiera un grito desgarrador. Los tres no daban crédito lo que estaban viendo. Fujiko apuntó su arma hacia el hombre, al mismo tiempo que Lupin sacaba la suya y se acercaba a la niña, pero un disparo le interrumpió el paso.

- Ni se te ocurra acercarte a ella y si me disparáis, será mucho peor para ella. Sería una lástima que la potencia de la descarga aumentase por culpa vuestra. Si queréis salvarla, tirad vuestras armas y rendíos.

Los tres se miraron mutuamente resignados, mientras seguían escuchando los gritos de la niña que se encontraba tirada en el suelo. Zenigata era el más afectado de todos, pues no pudo hacer nada para protegerla. Lupin y Fujiko tiraron sus armas.

- Ya hemos soltado nuestras armas, ahora cumple con tu cometido. - Dijo Lupin serio. Con una sonrisa satisfactoria, desconectó el interruptor y, al instante, la niña dejó de gritar. En su rostro se podía ver perfectamente lágrimas derramadas y una gran cantidad de saliva y moco salidos de su boca y nariz, respectivamente. Lupin se acercó a ella y la cogió en brazos, mientras que Drake los observaba en silencio y los apuntaba con su pistola. La pequeña estaba al borde del colapso.

¿Cómo es posible que haya aguantado tanto con ese nivel de descarga? - pensó Lupin al notar la enorme quemadura que rodeaba su cuello, a causa de la descarga. Eso lo enojó más. Con sus dedos retiró parte de su enorme flequillo, dejándose ver un ojo ojeroso de color (o/c) enrojecido por las lagrimas. Apenas tenía brillo en él, como si hubiese perdido toda esperanza pero....

A-yu-da - movió sus labios para que sólo Lupin captase el mensaje. Finalmente, la pequeña pierde el conocimiento por completo en brazos de la persona, quien al final acepta ser su salvador. Lupin se levanta, sorprendiendo al hombre trajeado que le apunta con una pistola y entrega a la pequeña a Zenigata.

- Encárgate de ella, nosotros nos ocuparemos de todo. - Le murmuró al inspector. Luego, cruzó su mirada hacia Fujiko y se prepararon para el siguiente asalto.

- ¿Sabes? - comentó serio Lupin hacia su adversario. - Eres la primera persona que realmente me has hecho enojar.

- Entonces, debo considerar eso como un gran honor el haber enojado al famoso ladrón de guante blanco, Lupin III. Además de haberte derrotado.

Lupin se ríe por lo bajo, desconcertando al Sr Drake. - ¿Eso crees?

Ambos se encuentran cara a cara con rostros distintos del uno del otro, mostrando el Sr Drake desconcertado, mientras que Lupin mostraba una gran sonrisa. El Sr Drake estaba apunto de llamar a sus hombres, cuando de pronto se produjo un gran estruendo, procedente del techo. Al mismo tiempo, aparece por la entrada un Goemon ensangrentado, a causa de las heridas de sus brazos. Además de manchas de sangre esparcidas por todo su ropa y cuerpo, que muy probablemente sean de Hawk. 

- Me temo que nadie vendrá a ayudarte. - Dijo triunfante Lupin.


















Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top