Capítulo 3.

La orden 66 desde otro ángulo 😥🥲😂😂.

Esa poderosisima banda ¿como están?.

Ya acabe con el primer maratón de cuatro capítulos, ahora sigue esta historia.

Me estoy salteando el orden porqué en en otro dos historias ya tengo los capítulos listos por eso actualize de forma distinta.

Sin más que decir comencemos.




Degoba.

Suspirando de forma pesada Obi Wan se levantó y tomó el vaso de agua que estaba cerca a su cama.

Solo necesitaba un día más de descansó y finalmente podría salir en la búsqueda de su aprendiz.

Durante estos días a tenido sueños, visones de Anakin pero.... se veía distinto.

La última vez que lo vio estaba en un estado deplorable, su piel estaba en su totalidad quemada, podía ver sus articulaciones, venas y juro por un segundo ver los huesos de su brazo derecho.

En un descuido de los pocos clones que aún estaban al servicio de la República, Anakin uso la poca fuerza para liberarlo de las esposas que le impedían moverse.

Quiso ayudarlo, salvarlo y llevarlo llevarlo un lugar mejor... tuvo que descartar ese pensamiento y ser realista.

Si sacaba a Anakin de ese lugar en el estado en el que se encontraba, era seguro que moriría debido a la gravedad de sus heridas.

Además de sumarle el hecho de que no tenía a donde ir realmente, no tenía créditos para moverse, aun estaba herido, cansado, hambriento.

Tuvo que decidir y lo mejor fue que el se salvará, solo así podría recuperarse y volver por su amigo.

Lo último que recordaba era que estaba en su nave, anteriormente se reunio con Bail Organa y le contó de la situación.

Bail por su parte le dijo sobre la situación de Padme y sus hijos, lo único que no sabía es que el concejo jedi engaño a la senadora Amidala haciéndole creer que Obi Wan mató a Anakin.

Después de ponerse al tanto el senador le dio la ubicación del maestro Yoda e inmediatamente partió en su búsqueda para que le ayudará en esta misión.

Cuando llegó al planeta apenas puso un pie fuera de su nave y se desmayó por el sobre esfuerzo.

Al día siguiente despertó en la casa del maestro Yoda y le contó sobre todo lo que vio y cual era su plan a seguir.

Para su mala suerte, Yoda le dijo que aún era muy pronto para actuar.

El a regañadientes acepto quedarse y descansar.

Mucho mejor te vez. -dijo Yoda entrando.

Solo un día más. -dijo Obi Wan.

Cuando salgas al exterior ¿que harás?. -pregunto Yoda.

Primero investigar los movimientos del concejo, los clones, rutas de hiperespacio e ir a Naboo a solicitar la ayuda de Padme. -dijo Obi Wan sin saber la realidad que se está viviendo en Naboo.

Con precaución debes de actuar. -dijo Yoda.

¿No vendrá conmigo?. -pregunto Obi Wan impresionado.

Meditar debo, mi batalla con Darth Sidious me debilitó. -dijo Yoda.

¿Pero si me ayudará?. -pregunto Obi Wan con intriga.

En cuanto pueda te alcanzaré. -dijo Yoda.

Entiendo maestro, gracias. -dijo Obi Wan.

Planeta desolado.

Días, semanas, meses, ya olvido cuanto tiempo lleva en ese infierno.

Cada maldito dia era lo mismo, torturas y humillaciones contra su persona.

Para sorpresa de pocos y molestia de muchos, Vader nunca cedió, nunca se arrodillo, nunca suplico por piedad.

Sin que nadie lo notará Vader aprendió la rutina de los jedi, hora de llegada y salida, cambios de turno, etc.

No todo era malo, al menos un soldado lo trato como una persona y no una máquina.

Un comandante clon llamado Howzer le ayudaba discretamente, le reparo su casco, le ayudaba a entrar y salir del tanque Bacta.

Sin que nadie supiera trajo médicos humanos que le ayudaban en todo lo que podían con respecto a sus heridas.

Vamos señor. -dijo Howzer sacando a Vader del tanque para su caminata se siempre.

La ayudo a colocarse el traje, ya no le dolía tanto como al principio, podía sentir poco a poco como se recuperaba.

Algún día te pagaré esto Howzer. -dijo Vader con su voz robótica y respiración irregular.

No es necesario, nadie merece lo que le paso a usted. -dijo Howzer retirándose.

Llenando sus pulmones con aire pensó.

Esto no es respirar. -penso Vader.

Los droides médicos realmente habían fallado, desde una caja de control acomodada en su pecho un cable entraba en su torso conectado a un aparato para respirar y un regulador de pulso.

El respirador estaba colocado en su quemado pecho junto con tubos que entraban directamente a sus pulmones dañados por el humo, otros hiban a la garganta para que en caso de que la placa del pecho o controles del cinturón fallarán pudiera respirar sin asistencia por un corto tiempo.

El panel de monitor hacia sonido frecuentemente y sin razón, la constelación de luces le recordaba constantemente su vulnerabilidad, el rasposo sonido de su respiración le impedía descansar ni pensar en dormir y el sueño en el raro momento en el que llegaba era una pesadilla de recuerdos recurrentes que se transformaban en sonido de tortura.

Por lo menos, los droides médicos le habían colocado los tubos redundantes lo suficientemente abajo como para que con la ayuda de una caja de voz sus cuerdas vocales pudieran emitir sonidos y palabras.

Pero sin la caja de voz, que le daba un voz sintética y grave, su voz era poco más que un susurro.

Podía comer por su boca, pero solo cuando estaba en una casa hipervarica, tenía que quitarse la rejilla triangular que era tan característica de la máscara.

Era más fácil recibir nutrientes por vía intravenosa a través de líquidos, dependía de catéteres, bolsillos de recolección y recicladores para lidiar con los desechós líquidos y sólidos.

Todos esos dispositivos le complicaban aún más el moverse con facilidad, ya ni hablar de hacer con porte.

La placa pectoral que protegía el pulmón artificial lo undia al igual que el collar lleno de electrodos y le daba soporte al casco, el cual era necesario para proteger los aparatos ciberneticos que reemplazaban sur vértebras superiores.

Los delicados sistemas de la máscara y las cicatrices en su calva cabeza, las cuales de debían a lo que vivió en mustafar como dos intentos de trepanación de emergencia durante su viaje a Coruscant a bordo de la nave de los Jedi.

La piel sintética que sustituyó lo que fue chamuscado de sus huesos daba mucha comezón, su cuerpo debía ser limpiado periódicamente y tallado para quitar tejido necrotico.

Vivía momentos de claustrofobia, de desesperación por quitarse el traje, para salir de el se le construyó una cámara en la cual podía sentirse humano nuevamente, si es que eso era posible, a fin de cuentas pensó.

Esto no es vivir. -penso Vader.

Esto era un confinamiento solitario, una prisión de la peor clase, tortura incesante, no era más que poder de destrucción con un claro propósito.

Un suspiro melancólico salió de la rejilla de la máscara, se repuso y caminó de regreso.

Muy pronto saldre de aquí. -dijo Vader.

Cuando llegó de nuevo al lugar donde estaba su tanque bacta, le pareció raro no ver a Howzer en el mismo lugar.

Decidido salió en su búsqueda, el fue su único amigo en ese infierno y hará lo que sea necesario por salvarlo.

Escucho un golpe detrás de una compuerta, la abrió y encontró a Howzer herido y a los jedi dentro del lugar.

Ahora sabemos porque tus heridas ya no son tan críticas. -dijo Fisto algo cansado.

Por más que lo golpeamos no hablo. -dijo Mundi.

No más golpes. -dijo Vader enojado.

El lugar empezó a temblar, las puertas de acero se comprimieron hasta quedar hechas pedazos.

El sith cerró su mano derecha y tanto como Fisto como Mundi sintieron que eran asfixiados.

Howzer, busca una nave para escapar de aquí. -dijo Vader poniendo todo su esfuerzo en retener a los Jedi.

Voy. -dijo Howzer limpiando la sangre de su cara.

Creo que es momento de regresarles todas esas torturas que me hicieron pasar. -dijo Vader atrayendo un tanque de combustible.

Es-espera. -dijo Fisto a duras penas.

El tanque fue abierto y sintieron como sus manos eran rociadas del líquido.

Esto será divertido. -dijo Vader acercándose a Fisto y sin cuidado alguno puso su mano derecha sobre unos de sus ojos.

Al-alto por-porfavor. -dijo Fisto asustado.

Ahora quien es el que implora piedad. -dijo Vader sacándole un ojo lentamente.

Los gritos de desespero y dolor se escucharon en todo el lugar.

Suéltalo. -dijo Mundi.

Sin embargo Vader le abrió la boca y deposito el ojo que le arranco a Fisto en su interior para que se callara.

Atrajo una estaca de piedra y le atravesó ambas piernas sin piedad.

Por último vertió más combustible dentro de la cuenca derecha de Fisto, donde anteriormente estaba su ojo solo había gasolina.

Haciendo un chispazo encendió la gasolina y salió ignorando los gritos de los jedi.

Estoy listo señor. -dijo Howzer ayudando a Vader a subir todo su equipo médico e irse del lugar.




Aquí dejo el capitulo panas.

Seguiré con el siguiente.

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