☃️ Bueno, no era el único capítulo ☃️
Días más habían pasado, estrictamente laborales, algún que otro de ocio y con las cuatro comidas compartidas. No podría decirse que eran mejores amigos, pero definitivamente estaban haciendo un equipo aquí.
Estaban conectados.
Cuando TaeHyung había escuchado la base de la pista, algo simple que le diera una idea, había quedado jodidamente enamorado. Era un nuevo estilo, entre el pop y el jazz, estaba creído que SeokJin le daría algo totalmente absurdo y aburrido, pero sin embargo, la música tenía cierta sensualidad en sus notas. Y solo era un simple base.
Había querido ver al productor tocar los instrumentos de su estudio porque un hombre que sabía cómo manejar todos los instrumentos y tenía el verdadero "músico" en su frente, era algo arrebatadoranente sensual. Pero SeokJin no lo había dejado verlo ni escucharlo hasta que estuviera terminado.
Era un ritmo dulce, pero intenso... Se preguntaba que más podría hacer SeokJin cuando la pista estuviera completa. Ese hombre si era bueno en lo que hacía y no era broma, así que lo menos que podía hacer era colaborar con su parte.
Era viernes por la noche y la ansiedad de salir le había atacado repentinamente, necesitaba emborracharse y perder la conciencia. La letra finalmente lista era demasiado cruda para él. Se sentía en carne viva cuando la había terminado e incluso la había cantado a ritmo que quizás, seguramente SeokJin le ayudaría a corregir.
Pero no quería dársela.
Era una noche helada, pero el agua templada de la piscina era exquisita. Había una lona transparente de plástico duro cubriendo la misma para que menos frío entrara por lo que era jodidamente relajante y la botella de whisky a la orilla de la piscina estaba casi, casi vacía.
—Estoy seguro que te tomaste todo el alcohol de mi mini bar —mencionaba SeokJin.
TaeHyung abría los ojos y resoplaba cuando lo veía a la orilla, llevaba un pantalón de algodón y remera blanca. Sus pies descalzos y dos copas con una botella de vino.
— ¿Vas a compartir eso conmigo? Y no te quejes por lo que he bebido, me tienes encerrado y no me dejas salir a divertirme —resoplaba.
SeokJin reía ladino, dejaba botella y copa a un lado y comenzaba a doblar su pantalón para meter los pies en la piscina, pero TaeHyung chasqueaba su lengua.
—No hagas eso ¿Ves que si eres un anciano?
—Respeto, niño —ordenaba—. ¿Qué hay de malo con querer meter mis pies?
—Métete completo ¿No que te gustaba y relajaba nadar? Muéstrame lo que tienes —arrastraba su lengua y bebía lo último del whisky.
SeokJin soltaba una risilla y asentía—. De acuerdo, necesito estar en el agua también. Se ve que está deliciosa ¿O me equivoco? —preguntaba distraídamente, mientras se quitaba la remera y dejaba a TaeHyung limpio de toda duda sobre cómo se vería su cuerpo ahora.
Y joder. Su polla se había removido bajo el agua. El tipo tenía la espalda y brazos de un nadador nato. Pectorales sutiles y abdomen tentador. Una cintura fina y ¡Carajo!
TaeHyung relamía sus labios cuando veía a productor quitarse su pantalón para quedar solo en boxer.
«No, no, no. No puede verse así» lloriqueaba, mientras una de sus manos pasaba con una dura caricia sobre su erección ya más que interesada en la vista.
SeokJin no lo veía porque estaba concentrado en ordenar la ropa a un lado de una silla. Caderas anchas, piernas largas, piel blanca, tersa y seguramente suave.
TaeHyung disparaba su imaginación hiperactiva y se veía a sí mismo sobre sus rodillas llevándose a la boca el gran bulto que definitivamente no era una media para una producción de fotos de Calvin Klein, el tipo tenía una gran poll-...
— ¿Qué miras? —preguntaba SeokJin desde la otra punta.
El Idol parpadeaba. TaeHyung estaba todo mojado, claramente y su cabello también con algunas ondas reluciendo allí. Su piel canela parecía ir a juego con las luces tenues que decoraban la piscina y sus ojos pesados por el alcohol lo hacían verse jodidamente sexual y sensual. SeokJin entendía porque la gente se volvía loca por ese chico.
— ¿Vas a tirarte un clavado? —preguntaba, intentando disimular que se lo estaba comiendo con los ojos.
—Por dios, no —respondía, entrando en la piscina y haciendo un rostro de mero placer cuando el agua caliente tocaba sus músculos.
—Esta piscina es una increíble excentricidad —mencionaba TaeHyung mientras veía que SeokJin servía dos copas de vino.
—Si lo es. Para eso trabajé tanto, sería el colmo no darme el gusto —ahora con copas en mano llegaba al lado del Idol y le brindaba una—. Has bebido demasiado, tus grandes y bonitos ojos están más pequeños.
TaeHyung tomaba la copa y rozaba los dedos de SeokJin sin querer, el tipo era heterosexual, por supuesto no estaba coqueteando, pero estaba demasiado alcoholizado y necesitado como para no tomar partido de aquel comentario.
— ¿Ojos grandes y bonitos, eh? ¿Solo eso dirás de mí? —susurraba con voz grave.
SeokJin estaba tomando cuando aquellas palabras lo golpeaban con sorpresa y reconocía el tono seductor del Idol. La voz del chico se volvía diez mil veces más profunda y grave. Así que se ahogaba con el vino tinto.
TaeHyung juntaba sus labios para evitar reír. Joder, eso había sido divertido ¿Por qué quejarse por no poder salir a disfrutar si podía jugar con SeokJin? Bueno, salir significaba encontrar un ligue casual y que alguien le follara por un par de horas.
Su líbido era algo peculiar y alto.
— ¿Te incomodé? —preguntaba riendo, dando un paso hacia SeokJin.
—Nah~... —el mayor carraspeaba su garganta—. Y sip, considero que eres atractivo. Fuiste elegido como el hombre más sexy del mundo varias veces —respondía, relamiendo sus labios.
TaeHyung daba otro paso y lo miraba intensamente, SeokJin conocía esa mirada "matadora" que le regalaba a ciertos bailarines o a otros idols amigos... El tipo era un coqueto de lo mejor, así que no se lo tomaría personal si después de varios días encerrados SeokJin era lo único que veía.
«No soy su tipo» pensaba el productor y se relajaba.
Sus hombros caían y TaeHyung notaba como la tensión dejaba el cuerpo de SeokJin. Mirando sus labios fruncia el ceño y reía.
— ¿Qué? —preguntaba el mayor.
TaeHyung mordía su labio—. Umm, tienes una pequeña... A ver —TaeHyung llevaba su pulgar a la comisura de los labios de SeokJin y limpiaba una gota de vino que había sido esparcida por la tos reciente—. Una gota de vino —respondía y luego llevaba su pulgar a sus labios y chupaba demasiado exageradamente.
Pero sensual. Jodidamente sensual y SeokJin se quedaba viendo sus labios. Semi carnosos y envueltos en su propio dedo.
Un calor se acrecentaba en su nuca, tiñiendo sus orejas y bajando por sus hombros hasta asentarse en su bajo vientre y~...
De acuerdo, eso era nuevo.
— ¿Sabes nadar? ¿Una carrera? Dos vueltas ¿Qué dices? Un poco de ejercicio no te vendría mal —mencionaba repentinamente, dejando la copa y alejándose para posicionarse.
TaeHyung rodaba sus ojos, entendía las indirectas. Pero no era mala idea un poco de actividad y así dejaría de pensar en sexo.
Bebía de un trago la copa y se pocionaba—. A tu orden —susurraba ronco.
SeokJin sacudía su cabeza, contaba y... Cómo era de esperarse, por supuesto había dejado a TaeHyung atrás en la segunda vuelta.
De hecho había continuando en unas repetidas seis veces, yendo y viniendo. TaeHyung estaba agotado por la falta de ejercicio en su vida hasta que solo se había quedado en un rincón diciéndole cosas tales como "culo engreído" "no vayas a ahogarte" "ya te vimos, anciano" hasta que SeokJin salía del agua y reía, se sentía drenado de energía y su polla ya no se sentía extraña.
Pero cuando secaba su rostro, tenía a TaeHyung frente a él con otra copa de vino y unos ojos brillosos.
—Gracias —mencionaba tomándola.
TaeHyung asentía—. Terminé con la primera canción —soltaba de repente.
SeokJin abría sus ojos sorprendido—. Creí que necesitarías más días.
El Idol se encogía de hombros—. Digamos que tengo algunos borradores que puse juntos y...
—Quería que contaras algo de tu pasado-...
—Trata sobre eso —Le cortaba el Idol.
SeokJin sonreía—. ¿Sería mucho pedir que me la cantarás ahora?
—Seguramente hay que pulirla —susurraba.
Y el mayor podía jurar que había—aparte de incomodidad—algo de timidez e inseguridad.
—Seguramente, como todo. Pero eso no significa que sea mala. Vamos ... Canta algo para mí —susurraba dulcemente.
TaeHyung alzaba sus cejas y parpadeaba. El tipo estaba interesado, él realmente quería trabajar con TaeHyung, no para TaeHyung.
Pasando el nudo en su garganta, se recostaba sobre la orilla de la piscina y cerraba sus ojos. Tomando aire, comenzaba...
Cuando TaeHyung terminaba la canción, se animaba a abrir sus ojos, SeokJin estaba mucho más cerca de cuando los había cerrado y parecía extrañamente bajo un hechizo.
Bajo su hechizo.
— ¿Qué? —susurraba el Idol con mejillas rojas por culpa del alcohol, el calor de la piscina y la mirada intensa del hombre frente a él—. ¿Tan mal está?
El mayor parpadeaba—. Tienes que cantarlo completo para mí —susurraba.
TaeHyung reía con extraña timidez—. ¿Lo dices en serio? —preguntaba, sonando inseguro.
SeokJin se extrañaba al notar aquello.
Relamía sus labios y salía de su letargo, alejándose del chico. Diablos, había notado lo cerca que estaba cuando su estómago sintió cosquillas por la sonrisa tímida del muchacho.
«¿Que diablos?»
—Sí. Mañana —se apresuraba a salir de la piscina antes de que más momentos extraños sucedieran.
TaeHyung relamía sus labios cuando veía el cuerpo mojado del productor, se arrimaba a la piscina y descansaba sobre sus brazos mientras lo veía cubrirse con una gran toallón y descaradamente se quitaba su boxer, claro que no lograba ver nada, pero sus ojos brillaban expectantes y SeokJin lo notaba.
Debería dejar de actuar como un jodido hetero, el chico estaba hambriento y él estaba paseándose como presa distraída.
—Ummm-... —SeokJin movía sus hombros y desviaba su mirada—. No te duermas tarde —pedía, tomando su ropa.
TaeHyung sonreía sensual y mordía su belfo. Cuando SeokJin lo miraba, hacia esta cosa con sus grandes ojos y los ponía de forma tierna, brillando bajo la luz tenue... Y luego añadía—. Sí, Daddy.
Pero ese "Daddy" era diez mil veces más azotador y lleno de flirteo a comparación del que le había escuchado decirle a Lee la primera vez que se vieron.
SeokJin parpadeaba, apretaba su ropa y asentía—. Sí. Buenas noches.
Y salía como alma que se la lleva el díablo. Y no, no le daría un segundo pensamiento a aquello.
TaeHyung había terminado de cantar cada palabra de aquella canción, para ser honestos, no era la primera que escribía ni por lejos, pero era la primera vez que alguien realmente lo escuchaba.
Pasaba el nudo en su garganta cuando SeokJin se le quedaba viendo.
—Si vas a decir algo, solo dilo, abuelo —pedía, saliendo de la cabina—. Me mirás como un bicho raro.
SeokJin entrecerraba sus ojos—. Te pedí que hablaras sobre el pasado en esta canción ¿De qué trata? ¿Por qué pides perdón?
TaeHyung suspiraba—. No era parte del plan que te dijera lo que significa
—No es parte del plan que le digas a tus oyentes y fanáticos. Habla conmigo —pedía suavemente—. ¿Por qué necesitas disculparte? Realmente quiero saber porque es una letra increíble, se sentirán muchos atraídos e identificados. ¿Que pasó con tu familia? No sé sabe mucho.
TaeHyung relamía sus labios, ya estaba en el baile, entonces bailaría—. Tengo una hermana y hermano. Y mi madre... Tiene Alzheimer, soy el menor de los tres y apenas me recuerda en sus lapsos de lucidez. Deje de verla hace mucho —respondía, jugando con sus pulseras. Luego se encogía de hombros—. Mis hermanos fueron planeados... Cuando mi madre se enteró de mi existencia en su vientre, su matrimonio iba en debacle, más de una vez expresó que yo fui el culpable de que mi padre se fuera... No quería otra boca que mantener —volvía a encogerse de hombros intentando sonar indiferente.
No sabía por qué le contaba esto a SeokJin, solo Lee sabía su historia.
—Pido perdón porque siento que de alguna manera ese tipo sabría que vendría fal-... —TaeHyung abría su boca, pero no podía continuar hablando cuando su garganta se cerraba.
SeokJin se inclinaba hacia adelante—. ¿Cuándo vendrías cómo? —preguntaba arrugando su ceño.
Lo miraba tan intensamente que TaeHyung se ahogaba en el lago negro de sus ojos—. Cuando le confesé a mi madre que era homosexual, me dijo que seguro y hasta mi padre lo sabía de antemano. Que saldría fallado y por eso seguía siendo solo mi culpa que él se hubiera ido. Nunca aceptó el hecho de que el bastardo ya no la amaba.
SeokJin abría su boca para decir algo, pero cuando veía un brillo de tristeza en los ojos del Idol más descarado y cómodo con su sexualidad, solo veía a un chico demasiado roto que necesitaba con urgencia un abrazo en ese momento.
Así que, abría sus brazos e intentaba-...
— ¿Qué haces? —TaeHyung ponía sus manos en sus hombros y lo miraba con ojos inmensos. Luego se ponía de pie y reía incómodo, intentando volver a ser un culo engreído, pero no podía encontrar su personaje—. No es necesario, hombre —decía, sin aliento.
SeokJin lo miraba entrecerrando sus ojos y se ponía de pie, daba un paso y TaeHyung vacilaba, mirándolo con el ruego pintado en sus enormes y hermosos ojos.
Otro paso.
—Hyung... —susurraba el chico en advertencia.
Nuevamente el honorífico y SeokJin apretaba sus dientes, tomaba a TaeHyung de su ropa y lo atraía hacia él, rodeándolo fuertemente con sus brazos y reteniendolo allí un largo tiempo. TaeHyung había forcejeado al inicio, gimoteando débilmente entre sollozos que "Por favor, por favor lo soltará" pero contrario a eso, SeokJin apretaba más su agarre y lo mantenía en su pecho.
Hasta que TaeHyung rompía en un silencioso llanto, aferrándose a su cintura con fuerza y humedeciendo su camiseta en la zona del hombro. El chico había llorado un largo tiempo en silencio entre sus brazos, mientras que su propia cabeza estaba totalmente revuelta. Al igual que sus sentimientos por el Idol.
Y aquello había sido el primer paso, a una amistad silenciosa que a veces ninguno de los dos quería admitir en voz alta. Amistad y cosas más que desorientaban tanto a uno como al otro.
Para la tercera semana de diciembre y cerca de navidad, TaeHyung se encontraba terminando su canción respecto al futuro.
Cómo SeokJin le había mencionado, continuaba con la temática de los espíritus navideños, TaeHyung sentía que había estado siendo visitado por ellos mientras iba escribiendo y escribiendo. En el proceso, SeokJin estaba trabajando en otra canción que iba incluso retocando con TaeHyung, pero que no tenía nada que ver con el pasado, presente o futuro. Solo era una canción romántica que sabían, gustaría a los oyentes. Esa era Sweet Night.
TaeHyung se había burlado con respecto al romanticismo del hombre. Incluso le había preguntado ¿Sobre quién trataba? SeokJin había reído, pero no había respondido y TaeHyung, se había sentido extraño. De la mala manera, enfermo. Como una extraña punzada en la boca del estómago porque al parecer el hombre había sentido algo por alguna mujer y no había podido ser.
Y le había dado vueltas en su cabeza más veces de las que quisiera admitir.
—Mañana viene Lee y su familia, junto con mi madre y hermana para pasar fin de semana con nosotros y festejar así navidad —mencionaba SeokJin aquella tarde noche mientras veía a TaeHyung hacer una última corrección a su canción con respecto al futuro—. ¿Cómo va eso?
El Idol alzaba la vista—. Creo que de esta forma quedaría bien con el tempo y no pierde el mensaje —le brindaba su cuaderno.
SeokJin le daba una repasada al ritmo de aquella canción titulada "Inner Child" luego sonreía orgulloso y le devolvía el cuaderno a TaeHyung.
—La grabaremos cuando Lee esté aquí... Chico, estará orgulloso —mencionaba sonriente.
Una sonrisa preciosa aparecía en su rostro que, encandilaba a TaeHyung y hacía cosas en su estómago porque se veía orgulloso. Orgulloso de él.
— ¿Y me dirás de quién trata Sweet Night? —volvía a preguntar por enésima vez—. ¿La mujer se casó? ¿Tuvo hijos? ¿Se volvió lesbiana?
SeokJin reía sonoramente, mierda, esa risa también era música para sus oídos. Aunque riera de lo insistente que era.
—Eres como un perro con su hueso ¿no? —cuestionaba.
TaeHyung se encogía de hombros—. Yo te conté mi historia, podrías devolverme el favor.
SeokJin dejaba de reír y suavizaba sus rasgos—. Soy escritor de canciones. Productor musical... A veces las historias solo ocurren en mi cabeza, no necesariamente tuve que vivirlas para escribirlas... —se encogía de hombros.
TaeHyung no estaba seguro si creerle. Pero estaba asqueado de su propia insistencia—. Digamos que te creo
—Por favor y gracias —pedía el mayor.
El día de navidad, la casa de SeokJin estaba ruidosa debido a los gemelos de Lee y la música que el pre adolescente, su hijo mayor Kai, había puesto a gran volumen luego de que TaeHyung y SeokJin mostrarán a Lee su última canción, la primera que habían titulado "Stigma" y la romántica de "relleno" como mencionaba SeokJin.
Horas después estaban en la mesa esperando a que el productor y su madre trajeran todo el manjar para devorar. Ninguno quería ayuda extra y TaeHyung sonreía al ver todo el desorden y gritos divertidos. No era la primera navidad con Lee, pero si la primera en varios años que venía rechazando por salir de fiesta.
—Es bueno verte la cara en una noche tan especial y familiar —mencionaba su manager.
Lee era amigo del tío de TaeHyung, el hermano de su madre. Había descubierto el talento del chico, una noche que no había vuelto a su casa luego de la escuela. Lo había encontrado en la vieja casa del árbol que nadie había checado con anterioridad. Cantaba una melodía triste y sonaba roto, pero su voz era grave e intensa.
Lee aún no tenía el poder que tenía en la actualidad. Y los chicos a los que había llevado a diferentes audiciones, no lo habían logrado. Pero TaeHyung tenía todo para triunfar y no se había equivocado. Había tenido a TaeHyung bajo su ala luego de eso, lo había cuidado hasta que simplemente, TaeHyung se había ido escurriendo de sus manos y para cuando era un adulto, no pudo hacer más. Manejarlo a su "antojo" como hacía referencia un TaeHyung de diecinueve años, solo los alejaba. Entonces, trataría con él e intervendría cuando fuera necesario, pero no dejaría que TaeHyung lo hiciera completamente a un lado.
El Idol lo miraba y sonreía, se veía más joven, más descansado, su piel había mejorado en gran manera siendo que ni siquiera la estaba cuidando como debería. Y cuando sonreía, el TaeHyung soñador de quince años estaba allí.
El corazón del manager se estrujaba.
—Estoy secuestrado por el anciano ¿Qué esperabas? —respondía.
Lee reía a carcajadas—. Oh, vamos... Ustedes se hicieron amigos
—Es lo que le dejo creer —se excusaba, Lee lo empuja con dulzura, TaeHyung sonreía y luego veía a SeokJin a la distancia hablando algo con su madre.
Una señora dulce que lo había abrazado con afecto apenas había cruzado la puerta y el productor los había presentado, era una mujer de unos sesenta y dos años que trataba a SeokJin como un bebé y ni siquiera era el menor.
TaeHyung sonreía con dulzura cuando veía que la mujer limpiaba su mentón porque este tenía la boca llena de Kimchi. Lee se le quedaba viendo y miraba hacia donde los ojos de TaeHyung estaban fijos, volvía a mirar el Idol y este seguía sonriendo sin dejar de ver a SeokJin.
— ¿Tae? —le llamaba. El chico continuaba perdido con la adorable vista de SeokJin molestando a su madre y abrazándola tiernamente, la mujer era pequeña y él se veía gigante—. ¿TaeHyung-ssi?
El chico saltaba cuando sentía la voz de su Hyung más cerca, aclaraba su garganta y lo miraba como si nada. Fingiendo una sonrisa cegadora, rogando que Lee no se haya dado cuenta de nada.
— ¿Sip?
El manager notaba el sonrojo en sus mejillas, sonreía y luego negaba—. Estoy muy orgulloso de ti.
—Oh... Sí, lo dijiste como diez veces —se mofaba, pero la verdad era que no se cansaba de oírlo.
Cuando la cena había pasado, con postres y brindis, para las doce todo el mundo estaba diciéndose la típica y cálida frase "Feliz navidad". TaeHyung solo sonreía, chocaba su copa y asentía.
Hasta que SeokJin se posicionaba a su lado para ver los fuegos artificiales y exclamaba:
—Feliz navidad —extendía su copa y TaeHyung hacía el mismo gesto que le había hecho a todos, incluído Lee—. No hagas eso conmigo
— ¿Qué cosa?
—Sonríes y asientes, pero no me deseas una felíz navidad —acusaba SeokJin.
TaeHyung rodaba sus ojos—. ¿Pero la tienes o no?
—Dilo —exclamaba.
—No lo haré. Yo no digo eso... —miraba nervioso a los lados y luego bebía toda su champán y se alejaba de SeokJin.
El productor podría dejarlo irse, pero no, iba tras él.
— ¿Por qué no le deseas a otros felíz navidad? —preguntaba, sentándose justo a la lado de TaeHyung, en el sofá, dentro de la gran casa.
TaeHyung se encogía de hombros—. Es algo que le dices a la gente que-... Es una expresión la cual considero que la gente se la dice cuando está feliz, en familia, amigos... En su hogar —TaeHyung miraba a SeokJin—. Lo siento, no me siento así desde que tengo uso de razón.
SeokJin lo miraba encogerse de hombros—. Pero ¿Y la familia de Lee?
—No me juzgues. Los quiero y sé que ellos a mí, solo siento que no pertenezco, así de simple. Jamás le dije esa frase a nadie, solo asiento y sonrío. Jamás se han quejado, solo tú —acusaba.
SeokJin lo miraba y no sabía cómo responder a esa confesión. En parte lo entendía y en parte no. Pero no lo juzgaría.
—De acuerdo —soltaba a cambio—. Feliz navidad, chico —repetía, pero a eso le agregaba un dulce beso en la cabeza de TaeHyung.
Muy rápido, casi fugaz, dejando al Idol con un nudo en la garganta y algo vacío, cuando se iba nuevamente afuera con el resto.
Para el lunes a la mañana, ahí se encontraban arrancando nuevamente y despidiendo a Lee, su esposa y tres hijos. Luego de eso, la familia de SeokJin, madre y hermana se irían al mediodía.
Luego de cocinarles un batallón de comida casera.
—Te dije que yo cocino, eomma —reprendía el productor.
—No sé si creerte, ví muchas cajas comida rápida por ahí. No sé están alimentando bien por la noche —se quejaba, señalando a ambos hombres.
La hermana de SeokJin, Kim So-Jeong, reía sonoramente, la chica se parecía mucho a su madre, SeokJin quizás era una copia de su padre. A quien no se veía ni se había mencionado. Para cuándo ambas estaban con el auto listas para irse, TaeHyung estaba entusiasmado, no estaba seguro si por estar solo con el productor nuevamente o porque la madre del mismo se acercaba y volvía a estrecharlo entre sus brazos.
Ya sabía a quién salía SeokJin con esto de los abrazos, cabe mencionar que el abrazo del llanto noches atrás, no había sido mencionado, pero tampoco había sido el último. TaeHyung había tomado lo que SeokJin le había dado en más de una ocasión. Abrazos, demasiados. Toques, dios, a veces no se daba cuenta hasta que estaba encima del hombro de SeokJin pidiendo cariño, no es que lo pidiera, solo estaba inconscientemente encima de él y SeokJin no lo alejaba tampo. Incluso seguía repitiendo el beso en su cabeza la noche de navidad.
Cuando se enojaba consigo mismo por necesitar algo que detestaba—como los abrazos o el tacto—, se llamaba a sí mismo: Puta de abrazos... Y luego se golpeaba mentalmente porque aprovecharía al día siguiente si otra oportunidad de abrazos o caricias descuidadas surgían con el productor.
O quizás... Otro beso en su cabeza. Dios, era un idiota.
—Jeong-ah, avísame cuando lleguen a casa —pedía, cerrando la puerta del auto y luego ambos saludaban a las mujeres mientras se retiraban.
Cuando estaban solos, SeokJin suspiraba. TaeHyung lo miraba divertido.
— ¿Eso es un suspiro de alivio? —cuestionaba.
SeokJin reía—. Los niños de Lee son geniales, pero ruidosos. Y mi madre se cansó de decir que tengo pésima alimentación. Adoro el tiempo en familia, niño... Pero me aferró a la soledad con uñas y dientes —se mofaba, volviendo adentro con TaeHyung pisando sus talones.
Cuando llegaba al sofá y se sentaban, notaba a TaeHyung serio y casi puchereando.
— ¿Qué sucede? —preguntaba. El Idol estaba sentado en la otra punta del sofá.
— ¿Acaso tengo la edad de alguno de los hijos de Hyung? —preguntaba.
SeokJin fruncía el ceño—. Pfff, no ¿Por qué le preguntas?
—Porque me llamaste niño, por enésima vez y has estado con niños este fin de semana para darte cuenta que estoy lejos de ser uno —acusaba.
SeokJin abría sus ojos inmensamente—. Bueno, eres un niño para mí y no es tan diferente de cuando te llamo "chico" por enésima vez —se mofaba—. Podría haberte cambiado los pañales.
TaeHyung fruncia el ceño—. Eso es imposible, eras un niño cuando nací
—Pre adolecente, tenía trece y mi hermana tiene tu edad, se los cambiaba a ella.
TaeHyung alzaba sus manos—. Eso fue horrible. Dios
— ¡Era un bebé! ¿Por qué tienes que ser tan mal pensado?
TaeHyung rodaba los ojos—. Cómo sea. Podrías haberme cambiado los pañales, pero no lo hiciste. Así que no... No sigas llamándome niño —pedía en puchero.
SeokJin se reía sonoramente—. Eres increíble. Te comportas como uno y hasta haces un puchero. Eres un infante, no puedes decirme cómo llamarte —respondía burlón.
TaeHyung apretaba sus dientes, se ponía de pie y se quitaba la remera frente a SeokJin. No era la primera vez que andaba semi desnudo. O casi todo desnud, cuando se quitaba sus pantalones y quedaba en boxer negro frente al mayor a quien veía tragar duro.
— ¿Qué haces? —preguntaba SeokJin. Intentaba parecer no impresionable, pero la forma en la que había tragado duro, dejaba ver qué no estaba tan relajado como aparentaba.
TaeHyung lo miraba y se inclinaba hacia abajo, acorralándolo en el sofá.
— ¿Ves a un niño, SeokJin? —susurraba con voz grave.
El productor lo miraba, recorrería su cuerpo con sus ojos, TaeHyung estaba más que seguro que no era la primera vez que lo chequeaba. Luego lo veía como relamía sus labios—incoscientemente— y volvía la vista a TaeHyung.
—No tienes nada que no haya visto en todas estas semanas —respondía gravemente.
La piel de TaeHyung picaba. Relamiendo sus labios de igual forma, tomaba la mano de SeokJin y la posaba sobre su pecho. El productor largaba el aire por sus fosas nasales y apretaba sus dientes mientras veía como el chico llevaba su mano por todo su pecho. La piel era suave, SeokJin lo sospechaba, pero ya lo había confirmado. Debería de poner un parate o negarse, pero estaba algo hipnotizado viendo su mano y dedos, recorriendo el cuerpo de TaeHyung, hasta que notaba que estaba llegando a la cinturilla de su boxer.
Justo ahí, se ponía firme y TaeHyung no podía continuar moviéndolo cuesta abajo.
— ¿Qué haces? —preguntaba seriamente.
TaeHyung volvía a relamer sus labios, para estas instancias, eran los nervios.
—No viste esta parte en particular de mi cuerpo —respondía.
Su voz algo temblorosa.
SeokJin apretaba sus dientes y arrancaba su mano de la de TaeHyung y se ponía de pie, el chico retrocedía antes de ser verdaderamente empujado.
El productor giraba y se veía cabreado—. No hagas eso. No conmigo.
Y luego desaparecía, TaeHyung apretaba sus dientes y golpeaba su frente. Luego se ponía los pantalones y salía corriendo detrás de SeokJin. No le gustaba reconocer cuando la cagaba. Pero lo había hecho en grande.
— ¡Hyung! ¡Jin! —llamaba, llegando al pasillo donde el mayor se detenía antes de entrar a su cuarto—. Lo siento... —susurraba.
SeokJin suspiraba y dejaba caer su cabeza, luego giraba con una mirada suave de ojos gentiles.
Veía que TaeHyung estaba a medio vestir y tenía ojos suplicantes.
—Lo lamento, no quise incomodarte. Soy un idiota, lo lamento... —luego se apresuraba a caminar hacia adelante, pero no iba en dirección a SeokJin, sino a su propia habitación.
Ya no podía verle la cara al mayor. Sentía que había tirado por la borda toda la confianza trabajada estos días. Pero su cabeza estaba demasiado confusa con la actitud amable del productor.
—No eres un idiota —exclamaba este, deteniendolo de entrar a esconderse—. Creo que es hora de devolverte tus cosas. Seguro y tienes mensajes que deseas enviar en estas fechas.
TaeHyung pasaba saliva y lo miraba de lado—. No realmente —su voz baja. SeokJin suspiraba—. No tienes que tenerme lástima
—No lo hago, pero de todas formas te daré tu teléfono y el resto. Solo te pido que seas responsable ¿De acuerdo? —pedía, TaeHyung asentía y luego de eso, SeokJin iba en busca de sus cosas a su habitación. El chico entraba en silencio y lo veía buscar en su placard.
—Nunca iba a encontrarlo allí —murmuraba.
SeokJin reía—. Lo sé.
Luego de acomodar todo y entregarle al azabache sus cosas, este alzaba la vista, aún estaba avergonzado.
—Gracias y prometo que seré responsable, aparte... Hay una canción que tengo aquí y me gustaría que las escuches —se encogía de hombros—. Cuando la presente a los productores, dijeron que era poco colorida y algo depresiva para "V" —rodaba los ojos.
SeokJin ahora entendía la inseguridad del chico, querían que triunfará, pero no lo dejaban realmente ser. Lo habían hecho un maldito robot, manejandolo a su antojo.
—Me encantaría escucharla ¿Cómo se titula?
TaeHyung reía—. Blue and grey
—Oh, realmente es poco colorida —se mofaba, pero había dulzura en su voz.
TaeHyung reía, una sonrisa cuadrada. La había dejado relucir varias veces... A SeokJin le gustaba y mucho.
— ¿Quieres escucharla ahora? la grabé en casa de un amigo. Tengo la pista, todo —parecía entusiasmado, demasiado.
SeokJin asentía y seguía al Idol a su habitación. Cuando TaeHyung tomaba su teléfono, buscaba dicho proyecto y ponía play. Dejando el aparato sobre la cama, le daba a SeokJin la espalda. Nuevamente, no era fácil compartir su trabajo y una rabia se asentaba en el pecho del mayor por la gente que trabajaba día a día con el menor, no dejándole crecer realmente de forma artística.
TaeHyung era bueno, muchísimo mejor que "V".
Cada palabra de la canción dejaba a SeokJin con la boca abierta y el corazón frágil. No podía ver el rostro de TaeHyung, solo su espalda que aún se encontraba sin ropa. La piel era canela, ya sabía que era suave y su cintura fina, bajando para llegar a sus caderas y la vista de espalda de su cuerpo, era una espectáculo.
El chico era precioso. Mierda, debía dejar de verlo.
— ¿Qué te pareció? —preguntaba sin girar, desoertandolo de su ensoñación.
— ¿Te sigues sintiendo así? Podrías usarla bajo el concepto del espíritu navideño del presente —mencionaba, intentando aminorar el ambiente—. Es preciosa. Gris, pero no veo porque publicarla sería una mala decisión.
TaeHyung suspiraba y sonreía, SeokJin no podía ver la sonrisa—. Entonces añadela. Pero no es la canción que habla sobre el presente... Estoy escribiendo algo más para eso.
SeokJin alzaba sus cejas—. Entonces eso acelera el trabajo. Para enero estarás libres de mis garras, porque el contrato es por cinco canciones.
« ¿Liberarme de tus garras? » pensaba TaeHyung.
— ¿Entonces si crees que es buena? —preguntaba, abrazándose a sí mismo.
Él necesitaba oírlo una vez más.
Pero SeokJin tardaba en responder, iba a girarse para ver si continuaba dentro de la habitación, pero se sorprendía, casi gimiendo de la sensación, cuando los brazos de SeokJin lo rodeaban desde atrás y lo abrazaba con fuerza. Presionándolo contra su pecho.
TaeHyung había olvidado que estaba a medio vestir, hasta que esos brazos cruzaban por enfrente de su pecho, piel con piel, a medias y su espalda desnuda tocaba la tela de la ropa de SeokJin. Quedaba con su respiración atascada cuando sentía la nariz de SeokJin y sus labios rozar la curvatura de su cuello. Seguramente no era con una segunda intención, pero TaeHyung se derretía por todos los motivos incorrectos entre los brazos del mayor.
SeokJin sentía incluso como el chico se sostenía de sus brazos y se echaba sobre él. Débil, parecía incluso deshuesado por un simple abrazo. Sabía que le gustaban, TaeHyung se derramaba sobre sí cada vez que lo abrazaba o lo tocaba. Sabía que le gustaba y a él también.
No, no le daría un segundo pensamiento.
Pero TaeHyung comenzaba a moverse entre sus brazos, mientras que él, olfateaba la colonia masculina en su cuello. Estaba demasiado hipnotizado por el aroma dulce que, no notaba la desfachatez con la que acariciaba la zona con la punta de su nariz. TaeHyung estaba sin aire. TaeHyung se sentía ahora tenso. TaeHyung se molia contra su cuerpo y él notaba que el suyo propio tenía vida por su cuenta.
El menor gemía suavemente cuando intentaba seperar sus brazos para girar entre estos. SeokJin aflojaba el agarre, apretaba sus ojos y sabía que el chico lo había sentido. Por dios, él jodidamente había provocado a TaeHyung sin hacer nada.
El azabache giraba su cabeza cauteloso, buscaba el rostro del productor y lo veía con sus ojos bien apretados. Con su nariz se animaba y acariciaba la ajena. Sentía como SeokJin aspiraba con fuerza a través de sus fosas. Girando sobre sus talones, su brazo tomaba la nuca del mayor, sus dedos se enredaban en sus hebras y cuando las manos del productor caían a su espalda baja, TaeHyung llevaba su boca hacia la contraria y la estrellaba con suma precisión.
Chupando con avidez el labio inferior de SeokJin y robándole un gemido ronco que le daba pie para meter su lengua. SeokJin se perdía en el sabor por medio segundo y su cuerpo vibraba cuando sus lenguas chocaban en un segundo intento de TaeHyung y el primero de su parte.
"Mmm~..." el azabache gemía, sus dedos apretaban el cabello en la zona de su nuca y sus propias manos presionaban contra la espalda baja de TaeHyung, respondía a los labios ajenos por una fracción de segundos y luego, él reaccionaba, alejando su boca de la ajena antes de que TaeHyung pudiera continuar y profundizar ese beso.
—No~... —sollozaba el chico, buscando una vez más con labios abiertos, rojos, tentadores y hambrientos, su boca.
Pero SeokJin tomaba su cuello con una presión suave, soltaba el aire retenido por su nariz y miraba a TaeHyung con el perdón pintando su rostro.
—Lo siento, niño —susurraba ronco. Soltaba la cintura del Idol, besaba su frente con fuerte presión y lo empujaba con suavidad para salir de la habitación.
TaeHyung quedaba totalmente descolocado, hambriento por más de esa boca y su sabor. Y su cuerpo temblaba con su piel picando por un poco más de esas manos sobre él.
—Ahora si la cagaste TaeHyung —susurraba sin aire.
Podría decirse que al día siguiente estaba creído que SeokJin no le dirigiría la palabra, pero contrario a eso. Había pretendido que nunca pasó.
Había saludado a TaeHyung con una sonrisa forzada, habían compartido el desayuno, incluso en el estudio de grabación hacía pésimos chistes y había estado totalmente absorto en ocasiones por perfeccionar algunos aspectos de la última canción y nada.
Nada más.
TaeHyung lo había dejado pasar, había dejado que creyera que nunca sucedió, pero había jodidamente pasado. Él lo había besado, se habían besado por medio segundo y no estaba cien por ciento seguro si se arrepentía de eso, pero joder ¡Aunque lo ignoraba, ellos se habían besado! SeokJin había respondido a sus labios.
En la noche de año nuevo cuando TaeHyung sentía tantas ganas de explotar y dejar de fingir que no quería comerle la boca a su productor, trece años mayor que él y jodidamente caliente, tocaba su punto límite, decidido a que la bomba estallara y hablarán sobre lo mucho que había cambiado la dinámica entre ambos.
Pero SeokJin entraba en la sala con una sonrisa y una invitación que tiraba sobre la mesa frente a él, haciéndole olvidar que estaba enojado.
— ¿Qué es esto? —preguntaba curioso, a cambio.
—Un festejo de fin de año al que fuimos invitados —mencionaba—. Tengo un grupo de amigos grandes, que siempre hacen estas fiestas y siempre se ponen un poco locas
— ¿Son el grupo de amigos solteros, supongo? —mencionaba, abriendo la invitación y leyendo por arriba.
—Exacto. Saben que estoy contigo trabajando aquí y bueno ¿Qué te parece festejar año nuevo con gente joven, de tu edad y mucho alcohol? Es el único permitido, aparte ya tenemos el disco casi terminando y Lee me dijo que la empresa te quiere de vuelta para el dos de enero. Solo falta tu canción con el concepto del espíritu navideño del presente y listo. Esa podemos trabajarla en Seúl, pero tienes que volver a tus quehaceres de Idol. Tomemos esto como un festejo y una despedida.
TaeHyung apretaba sus dientes y se llenaba de aire para luego largarlo por su nariz. Odiaba a Jin con su sonrisa adorable y su espíritu positivo.
—Genial —forzaba una de sus sonrisas de utilería—. Voy a prepárame, no falta mucho —mencionaba, haciendo alusión al horario.
SeokJin asentía sonriente y salía de la sala. TaeHyung no estaba seguro si quería besarlo o partearle el culo.
Horss más tarde, habían llegado a la fiesta a las ocho y media de la noche, para once y media, TaeHyung estaba muy ebrio, apartado de SeokJin desde que habían llegado y solo admirandolo de lejos mientras diferentes personas se acercaban para tomar fotos, hablar o coquetear. Incluso las mujeres no se rendían a pesar de no ser de su interés.
Igual le gustaba coquetear.
Habría jurado que cada vez que un hombre atractivo se le acercaba, SeokJin no le quitaba los ojos de encima. No habían estado juntos en casi toda la velada, TaeHyung no necesitaba presentación y se había movido solo a través de la gente, pero nunca tan alejado de SeokJin.
No sabía quién de los dos estaba siguiendo a quien.
— ¿Todo bien con el Idol más mimado de la industria? —preguntaba su amigo, Joong-Ki, organizador de las extravagantes fiestas de fin de año, dónde a veces se podía ver de todo.
SeokJin reaccionaba y lo miraba—. ¿Qué?
Su amigo reía—. Lo has estado viendo casi toda la noche. Por un momento creí que era esta cosa de Hyung y responsabilidad, pero estoy empezando a creer que te sientes atraído hacia a el chico —afirmaba sin pelos en la lengua.
Y SeokJin se ahogaba con la champagne.
— ¿Qué locuras dices? —abría sus ojos.
—No es ninguna locura. El chico es hermoso, pasaron mucho tiempo juntos y él tampoco te pierde vista... ¿Qué pasó allí? ¿Se odian?
— ¿Qué? No, no nos odiamos. Somos un excelente equipo juntos —respondía SeokJin.
—Ah... Entonces si paso algo más allí y por eso no se pueden dejar de mirar cuando el otro no lo ve
— ¿Me está viendo ahora? —preguntaba SeokJin.
Joong-Ki reía y mira a TaeHyung, luego alzaba sus cejas—. Mmmm, nop. Está bailando con otro chico que le esta hablando al oído... Uh.
SeokJin miraba de inmediato, sin titubear ni dudar y Joong-Ki aguantaba la risa. No había un chico hablandole al oído, solo un chico parado a su lado.
—Eres un imbécil
— ¿Te gusta? No sería nada del otro mundo
—Soy heterosexual, Joong-Ki ¿Lo recuerdas?
—Yo sí ¿Y tú? —cuestionaba de inmediato.
SeokJin dibujaba una sonrisa ladina—. Rstás hablando conmigo ¿Cuántos hombres intentaste presentarme y dije que no? ¿Eh?
Joong-Ki lo miraba—. Es exactamente la razón por la cual me llama tanto la atención que no le quites los ojos de encima. Y no son ojos "amistosos" —señalaba sin burla, dejando a SeokJin sin palabras y viéndole terminar otra copa de champagne de un trago.
Al otro lado, TaeHyung estaba desde la planta alta viendo cómo SeokJin hablaba con su amigo. Si este no fuera casado y su esposa no fuera preciosa, estaría teniendo un ataque de celos.
«Esto es el colmo»
—... Y por eso deje la universidad, pero no me fue mal —mencionaba el chico que había estado hablando con el hacía unos momentos, pero joder... Él no había prestado atención al susodicho.
Ni un poco.
—Interesante historia, hombre —respondía como si nada.
— ¿Y que hay de ti? —preguntaba su acompañante del cuál no recordaba ni su nombre.
—Bien, gracias —respondía desinteresado.
No le gustaba ser mierda con los fans, pero Jin lo tenía mal humadorado.
El chico no se ofendia, contrario a eso, reía y tomaba su mentón para tenerlo mirándole solo a él. Interiormente se lo agradecía, porque no podía quitar la vista de SeokJin voluntariamente.
—Falta poco y nada para año nuevo ¿Tienes a quien besar a las doce?
TaeHyung relamía sus labios, miraba los del chico y eran rellenos y besables, pero no los quería.
Hasta que la cuenta regresiva comenzaba: 5, 4, 3... La gente gritaba al unisono, la caricia del chico en su mentón era constante y la sonrisa provocativa también dejaba en claro que él sería su beso de medianoche... ¡Feliz año nuevo! Se escuchaba de fondo cuando la boca ajena estaba cerca de la suya.
Pero alguien tiraba de TaeHyung antes de que los labios del otro pudieran siquiera rozarle.
— ¿Qué car-...? ¡Hey! —Taehyung estaba algo mareado y entra tanta gente y la arrastrada del año que le estaban dando fuera de la fiesta, lo tenía un poco mareado, no entendiendo quien carajos lo estaba llevando al estacionamiento y joder... Había llegado rápido entre el tumulto de gente y la música alta. Un empujón, lo hacía casi caer al suelo.
No había sido un empujón brusco, es que él estaba demasiado borracho para sostenerse bien.
— ¡¿Qué mierda, hombre?! —preguntaba, girando y encontrando frente a él a un SeokJin que tenía su camisa blanca mucho más desabotonada que cuando habían llegado y su cabello era una maraña en dónde TaeHyung quería enredar sus dedos.
El productor se había vestido tan aburrido con unos skinnys negros y botas que combinaban para quedar tan pulcro con su camisa blanca sosa. Pero a TaeHyung le parecía jodidamente perfecto. El Idol en cambio llevabata unos pantalones negros ajustados, botas en punta y un blazer del tipo top. Dejando ver parte de su bonito abdomen, tan delicado y sensual.
SeokJin lo había visto demasiado aquella noche, contoneando sus caderas entre la gente y dejando su hechizo en cada uno.
Incluyendolo.
— ¡¿Por qué me sacaste así de la fiesta, anciano?!
— ¿Qué estabas haciendo? —preguntaba a cambio.
— ¡No me contestes con otra pregunta! Iba a besar a ese chico y me sacaste arrastrando de allí ¿Que mierda pasa contigo? —preguntaba enojado, dando un fuerte empujón a SeokJin, casi dándolo contra la pared más cercana.
El mayor lo miraba y no decía nada, TaeHyung respolaba frustrado e intentaba volver de nuevo adentro, pero SeokJin lo volvía a atraer de un tirón, alejandolo del camino de vuelta a la fiesta.
— ¡Suéltame! —pedía, forcejeando con SeokJin y dándole de manotazos—. ¡Tengo un maldito beso pendiente! Dejam-... —TaeHyung se quedaba con la palabra entre su boca y los labios, más la lengua de SeokJin.
Este había tomado su rostro y besado sin titubear. Su boca estaba sobre la suya, moviéndose, mientras que su lengua se movía dentro. TaeHyung estaba atónito, sus ojos abiertos de par en par mientras contemplaba la mirada oscura que SeokJin le daba mientras se apoderaba de su boca y él simplemente se rendía, gimiendo en la boca del mayor.
SeokJin sentía que se ponía más duro por ese gemido desesperado, las manos el chico sobre su camisa para traerlo más cerca y como, extrañamente, su cuerpo encajaba con el del menor. Y la forma en que lo besaba.
Joder.
TaeHyung estaba hambriento, sediento, necesitado... Era una maldito huracán cuando finalmente respondía al beso y lograba que sus lenguas chocarán, haciendo explosión y repartiendo millones de sensación en el cuerpo de ambos. Su agarre bajaba de la cabeza a la espalda baja del menor, era casi inseguro en la cintura del chico, pero se reforzaba, cuando lo apretaba contra su pecho para sentirlo más.
TaeHyung estaba besando, chupando y mordía en ocasiones. Dios, era un maldito desquiciado y SeokJin estaba mareado. No estaba seguro si había compartido un beso así.
Cuando TaeHyung lo daba contra la pared, su cuerpo comenzaba a frotarse mientras sus dientes mordían su labio inferior y tiraban de él. SeokJin siseaba.
—Ahí estás... Joder, me encanta tu boca —susurraba el Idol, muy ronco y con ojos inyectados en lujuria.
La cabeza de SeokJin deba vueltas y se sentía tan necesitado como lo estaba TaeHyung, así que sus manos bajaban por la curva de sus glúteos y se quedaban allí, apretando y robando otro gemido ronco.
—Salgamos de aquí... Salgamos —pedía, desabrochando los botones de la camisa de SeokJin.
—De acuerdo, deja de hacer eso... —pedía el mayor abotonando nuevamente la prenda.
En menos de cinco minutos, estaban en el auto, en marcha y TaeHyung seguía encima de él. Besando su cuello, su mentón. Su lóbulo.
Mierda, SeokJin apenas podía concentrarse en conducir porque las sensaciones nublaban toda su cordura y era reemplazada por deseo y lujuria. La mano del chico no era para nada tímida cuando se metía entre sus piernas y comenzaba a masajear su erección.
—Joder... Tae, espera a que lleguemos
—Te esperé demasiado —susurraba en su oreja y luego tiraba de su lóbulo.
Para cuándo habían llegado, se habían besado todo el camino cuesta arriba, con ropa de ambos regada por el suelo, la habitación de TaeHyung había sido la más cercana y la privilegiada de presenciar tal acto.
SeokJin no podía entender como es que la boca del chico era tan adictiva y su piel tan suave. Necesitando tocar, acariciar y besar. TaeHyung estaba completamente desnudo para cuando sus besos sobre su pecho y abdomen habían llegado. Importandole poco que no habían senos que manosear por allí. Solo un firme pecho con sutiles pectorales y unos vas también de forma sutil, marcados.
El Idol le había ayudado a desvertirlo, no era solo trabajo de SeokJin, el chico colaboró a quedar desnudo más rápido. Él aún estaba con el pantalón y la bragueta abierta. No había camisa y lo sabía porque TaeHyung había clavado sus uñas en sus hombros y espalda. El chico se estaba deshaciendo debajo de su boca y no estaba seguro en que momento le había quitado su sosa camisa blanca.
Cuando los besos sobre el torso del Idol continuaban, notaba la gran erección que tenía a centímetros de sus labios, no podría decirse que se asusto porque sabía cómo se veía una polla erecta, pero era una imagen fuerte sabiendo que era una erección ajena, pero totalmente causada por él.
TaeHyung alzaba la cabeza cuando notaba que los besos se habían detenido.
—No mires tanto, puedes seguirla de largo. Solo no te detengas ¿Ok? Puedo prepararme y darte la espalda. Un culo es un culo —soltaba excitado.
SeokJin parpadeaba y lo miraba, luego subía y lo besaba con fuerza, demandante. Como si fuera dueño de la boca de TaeHyung y su mano tomaba su miembro y lo trabajaba.
— ¡Ah, joder! Si, si... Tócame así —pedía el chico.
La voz grave sonaba rota y quebrada, le gustaba. Sus labios iban al cuello de TaeHyung y comenzaba una serie de besos fuertes mientras sentía las manos del chico meterse en su boxer y rodear su circunferencia con sus dedos largos y su mano grande.
—Mierda... —por poco y se encorvaba ante la sensación de esa gran mano casi tomándolo por completo.
Gran diferencia con manos femeninas y pequeñas.
Luego pasaba algo totalmente nuevo para SeokJin. El chico juntaba ambos miembros y comenzaba a trabajarlos juntos, ayudándose de la pre eyaculación de ambos para deslizarse con facilidad, estaban prendiendose fuego.
TaeHyung sabía lo bueno que podrían ser juntos en la cama cuando SeokJin daba estocadas al mismo tiempo que él para encontrarse con el apretón fuerte de su mano.
Y luego SeokJin buscaba desesperado su boca, tomando fuerte su mentón. Joder, como le encantaba a TaeHyung ser besado con la misma desesperación, ansiedad y deseo que él sentía.
No recordaba ningún encuentro tan frenético, incorrecto y perfecto, como lo estaba siendo con SeokJin. Era demasiado de todo y simplemente se corría cuando sentía a SeokJin doblarse encima suyo y gemir del placer.
Ambos envuelto en una vorágine de pasión, confusión y necesidad. SeokJin había mordido su belfo una vez que el impacto de su orgasmo había descendido. TaeHyung suspiraba, abriendo sus ojos y encontrándose con los sorprendidos de SeokJin.
TaeHyung sentía el desastre que era su mano a causa de la corrida de ambos, pero tomaba lo que podía de los dos y llevaba sus dedos a su boca y chupaba. Justo frente a SeokJin, tal y cómo había hecho cuando había chupado la gota inexistente de vino de la comisura de los labios del productor.
En ese entonces había tenido efecto en el mayor y ahora, mil veces más y peor.
—Mmm~... La combinación más deliciosa —susurraba—. Podemos tomarnos unos momentos y continuar con la segunda ronda. Muero por tenerte dentro —SeokJin parpadeaba, relamía sus labios y se levantaba de inmediato—. Jin-...
El mayor negaba, se acomodaba la ropa y se ponía más o menos decente y lo miraba con esos ojos que TaeHyung ya sabía reconocer como unos llenos de lástima y compasión.
—Tae-... —Susurraba, cruzando un mirada con TaeHyung.
Él iba a enloquecer.
—Vete —añadía el azabache, sabía lo que diría, lo que pasaría y no necesitaba verlo ni escucharlo. Luego se daba la vuelta y se cubría su desnudes y añadía—. Solo vete de una maldita vez.
SeokJin se golpeaba interiormente, sus dientes se apretaban y su brazo se extendía para tocar el hombro de TaeHyung ¿Pero qué le diría? El momento de silencio hacía que la ilusión en TaeHyung creciera dentro de su pecho, pero cuando la puerta se abría y cerraba, rompía en llanto.
A la mañana siguiente, TaeHyung tenía todo preparado. Se suponía que Lee mandaría el auto en el día de mañana, pero luego del fiasco con SeokJin, él no podría aguantar un día más juntos.
Necesitaba respirar lejos de ese hombre.
Por supuesto, SeokJin estaba al tanto, porque al instante en que TaeHyung había llamado a su manager en plena madrugada, este se había comunicado con SeokJin.
Ninguno había dicho mucho y al fin de cuentas, TaeHyung ya tenía que volver a Seúl ¿Así que para que retrasarlo? SeokJin solo contribuyó en decir que estaba listo para volver y que solo les quedaba trabajar en una última canción, para la cual ya tenía una pista que había hecho incluso con TaeHyung corrigiendolo y aportando.
Cuando el Idol se encontraba en la sala esperando por el auto de la empresa, SeokJin aparecía, vistiendo un equipo deportivo y su cabello algo húmedo. Venía de correr y TaeHyung no quería pensar que se veía demasiado jodidamente bien.
Así que lo ignoraba, mirando hacia la puerta e intercalando con su teléfono, rogando a todos los santos que el auto llegará de inmediato. La cosa se ponía peor cuando SeokJin decidía sentarse a su lado.
—Lo lament-...
—Cierra la boca —soltaba de inmediato—. No me intentesa tocar ningún tema contigo que no sea acerca de la maldita canción que me falta entregarte.
SeokJin lo miraba y suspiraba cuando TaeHyung no le devolvía la mirada. Minutos después, el auto que venía por él, salvaba el momento incómodo. SeokJin había intentado ayudarlo, pero él no se había dejado y cuando se subía al vehículo, el chico no atinaba a mirarlo en ningún momento.
Y un sensación de mierda se asentaba en el pecho del productor.
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