Capítulo 12 - El 4 no es un mal número después de todo
Advertencia: El contenido sexual de este capítulo no será maquillado cómo el de otras obras, no sé si me cueste la censura de la plataforma pero lo hecho, hecho está. (Aunque me parecería un tanto hipócrita, los capítulos anteriores hablaron de desmembramiento y formas de asesinato un tanto más brutales)
(Me rendí, quise intentar poner otra vez una imagen de fondo arriba y no me deja, así que les dejo esto que me encontré en Twitter, el autor no lo conozco)
En fin, espero disfruten este capítulo que comenzó siendo de Chill y terminó un tanto extraño. Advertidos ya estan.
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El ambiente de forma extraña se avivó, ni Aki creía que una persona de una mayor jerarquía cómo Makima hiciera acto de presencia. La pelirroja era famosa en la organización de la cuarta división. Muchas veces si ella participaba en operaciones de captura o exterminio de demonios, el resultado era en el 100% de los casos un éxito.
Para desgracia de su división, la mujer siempre estaba en distintos lugares de Japón, por lo que no es común tenerla siempre en servicio. Por eso en el reclutamiento a hombres de confianza como Aki son a los que encarga misiones de un mayor grado de dificultad.
Y como en el cuadro. Destacaba una gran belleza, unos ojos fríos y unos labios que expresaban una calidad sonrisa, un contraste en su rostro que fácilmente definía a su persona. Siempre ha sido considerada distante, incluso con sus personas más cercanas, pero desde que llegó Denji, ha dado prioridad a su estancia en Tokio.
—La famosa señorita Makima, no es común verla en Tokio incluso yo quien llevo años en servicio puedo contar nuestros encuentros con una sola mano — Explicó Kei la rareza de encontrarse con Makima a su amiga Kobeni.
—E-eh... ¿Es una mujer muy ocupada?
—Podría decirse... para ser la jefa de nuestra división tiende a estar en otros lados muy a menudo. Incluso en protocolos como los de presentación no siempre se encuentra ¿O tú si la conociste en tu primer día?
—N-no, de hecho oímos los gritos de... Me parece Power en su oficina presentándose— Kobeni recuerda bien ese día, fue la primera vez que asesinó.
—Seh. Solo con algunas personas que parece que llaman su atención son las que se digna a reunirse, no es conocida por estar en reuniones de mucha gente. — Kei había hecho esa observación — Como con Denji.
—¿D-denji es alguien de interés para Makima?— la protagonista se daba una idea, pero quería saber si Kei tenía algo que ella no sepa.
—Lo ha estado cuidando o eso parece desde que llegó. Se lo dejó en manos de Hayakawa, porque dijo que es en la persona que más confía. Según me dijeron algunos de sus acompañantes de ese día que lo encontraron, ella abrazó al chico como si de un amigo cercano se tratase.
—Oh. Quizá sea empática con Denji.
—Si, yo pensaría eso, pero dijeron que su primer encuentro fue cuando el estaba transformado en Demonio.
—O-oh... ¿No le tiene miedo a los d-demonios?
—Me parece que no, nunca la he visto expresar otra emoción que no sea la que ahora mismo está en su cara. Si Himeno te dijo que la mujer es aburrida, no se equivoca.
En el otro lado de la mesa, estaba ocurriendo un pequeño conflicto interno en Denji.
«Agh. Maldición, no me quejo que la señorita Makima haya llegado, pero justo cuando la loca del parche me iba a besar» — Pensó el rubio.
—Disculpe, Señorita Makima. Antes de cualquier ridículo que uno de mis dos compañeros haga en un momento. Necesito actualizarla de la situación.
—Adelante Aki, soy toda oídos— Decía Makima, con tarro de cerveza en mano y bebiendo con suma facilidad.
—En el hotel al que se nos asignó investigar, se encontró un fragmento del demonio pistola, pero desde su integración con el resto de fragmentos la actividad de ellos ha sido más frecuente. Lo que nos hace sospechar que más demonios del calibre del demonio de Eternidad nos están amenazando y más con la fijación extraña que tuvieron por Denji ¿Usted sabe algo que nos concierne sobre la naturaleza de nuestro compañero?
La bebida que Makima había ordenado se acabó, colocando nuevamente el tarro sobre la mesa. Makima esperó un pequeño momento y dirigió la palabra hacia Aki.
—Te lo diré luego de que me tomé otras cervezas, acompáñame por favor.— Makima dirigió su mirada al mesero — ¿Podrían traernos otros 4 tarros a esta mesa, por favor?
«Mordió el anzuelo, bien hecho Himeno sobria» — Aki elogió el plan de su amiga, aunque sentía pena que ella haya perdido la batalla incluso antes de empezar.
Recibida la orden de cervezas, Makima ofreció un tarro para Aki y otro para Himeno, quién gustosa aceptó. Los otros eran solo para la jefa de división.
—Así que, Denji ¿Con quién será tu primer beso? — preguntó con una cálida sonrisa la pelirroja.
—E-este... será en la mejilla, Himeno me lo va a dar porque maté al demonio del hotel ¿Verdad, Himeno?
—NOOO SHI BIEN QUE QUIERESH EL DE LENGÜITA SHO TE OÍ CUANDO MATABAS A ESE DEMONIO PUTO
«Ahora sí, ya valió madres» — Denji no podía imaginar lo decepcionada que se pondría Makima con la petición del chico.
—Oh. Bueno, Himeno es una chica linda, así que buena suerte Denji — solo Dijo Makima antes de volver a los tragos, sin muestras de ebriedad.
Himeno empezó meterse en ambiente, también finalizando su tarro de cerveza, la mujer gritó de euforia, espantando a más de uno y luego procedió a agarrar el el rostro de Denji.
Aki no quería ver la escena, sabía que no podía reclamarle nada a su amiga, aunque la escena le causaba una mezcla de sentimientos que también prefirió continuar con su tarro de cerveza y pidió en silencio otro tarro más al mesero.
—Himeno cuando está ebria es una máquina de cariños y besos— Expresó Takeshi.
—Eh... ¿A-a que te refieres? — preguntó Kobeni.
—Ay sí, es difícil de olvidar eso— añadió Kei.
—Todos los presentes hemos sido besados por Himeno, ustedes novatos tienen la dicha de no pasar por esa mala experiencia, con excepción del rubio de allá.
—Descuida Kobeni, no lo hace para quitarte al chico. Creo que solo era una apuesta.
Kobeni solo se acercó a su amiga, en su oreja aclaró la situación.
—H-himeno solo hace eso para molestarme... No creo que me empareje con denji a propósito.
—Oh. Lo siento Beni, yo creí que si era real eso jaja. Pensaba que hacían una linda pareja.
Kobeni solo se ruborizó un poco, lo que fue un chiste de una sola vez terminó volviéndose rumor y algunos creían que eran alguna clase de pareja.
—Pobre Denji, no debió pedirle eso a Himeno — agregó Madoka — El beso que me dio Himeno también es parte de mis pesadillas.
—¿¡Qué?! — preguntó Kobeni solo momentos antes de ver el primer momento incómodo que ella pasará en la noche.
Hay 2 características que tiene Himeno y que todos tienen presentes para evitar este tipo de cosas. Primero ella tiene una sensualidad evidente y que puede hacer que cualquier hombre con excepción clara de sus compañeros más antiguos de división, se sientan atraídos por la chica del parche.
Segundo, ella siempre agarra valor para este tipo de cosas luego de estar lo suficientemente borracha, a veces no para no recordar las asquerosidades que hacía, como la de esta noche por ejemplo.
Himeno agarró con firmeza el rostro de Denji, el chico por el furor del momento cedió ante la experimentada chica. Dejando que ella aproxime sus labios con los de él. Dando el primer beso en la vida de Denji, pero no el único de esta noche.
La chica hábilmente prolongó el beso con Denji, introduciendo su lengua y jugando con la del rubio.
«¡ESTO ES EL CIELO! Perdóname Makima, solo déjame ganar experiencia y te juro que te daré a ti los mejores besos de mi vida» — Denji estaba emocionado, incluso también quería ser más activo, alzando sus brazos con el fin de también sujetar a Himeno.
El resto del grupo estaban sorprendidos por como Himeno mantenía cierto autocontrol, en otro momento ya serían más manoseados.
Mientras Denji a veces movía sus ojos en dirección de Makima, quién interesada también los observaba y bebía al mismo tiempo.
Himeno veía el rostro de Kobeni, no había expresión de culpa ni de que lo estuviera disfrutando, la chica del parche estaba en piloto automático.
Kobeni y Haka tampoco expresaron nada, solo vieron un momento incómodo en medio del bar. El demonio de la muerte seguía mirando fijamente a la señorita Makima, mientras Kobeni prefirió seguir comiendo lo que ella había ordenado.
Pero todo empezó a salirse de control. El propio Denji empezó a hacer ruidos de queja y Himeno siguió después.
Todos los demás miembros de la cuarta división dejaron de ignorar la situación, incluso Aki quién ya estaba tan pasado de copas que estaba olvidando para qué estaba ahí en primer lugar.
Solo pudieron ver cómo Himeno se separaba de Denji... Y de ella salía vómito, todo dirigido a la boca y el rostro del desafortunado muchacho. Quién por su calentura y ansioso de una experiencia tan íntima con una mujer ignoró el historial que ella tenía y su gustó por el exceso de la bebida.
Haka pasó de fijar sus ojos en Makima a esa asquerosa escena, incluso sus ojos se abrieron tanto por la sorpresa. Podía ver las muertes más brutales en los contextos más oscuros, pero para ella, esta escena fue lo más abominable al punto que por la sorpresa tapó su boca con su mano.
Kobeni quién había ignorado la escena hasta que vio a su compañera mirando con asco lo que tenía en frente, luego vio al resto de sus compañeros que también seguían la mirada al lugar que ocupaban Himeno y Denji.
Lo mejor era ignorarlo, pero por mera curiosidad decidió verlo. Su mejor amiga y el chico que la odiaba estaban teniendo una experiencia única y asquerosa, podía ver el vómito salir de la chica y como Denji no tenía más opción que recibirlo.
—¡HAHAHAHAHA! ¡Miren, el estúpido de Denji se lo va a tragar, siempre hace eso con cualquier cosa que sea mínimamente comestible! — Power desde su posición solo reía y disfrutaba.
Kobeni empezó a sentir náuseas e incluso vomitar, fue mala idea estar comiendo y luego ver la horrible escena. Su fuerza para contener su propio vómito fue mayor y empezó a mirar a Haka para reclamarle y tener una pequeña conversación sin uso de su voz.
—¡T-tu me obligaste a venir a este lugar, espero que estés contenta!
—¡Yo como iba a saber que vería una asquerosidad así!
—¡E-eres el demonio de la muerte, se supone que tú aguantas estás cosas!
—¡PERO CUANDO ESTÁN MUERTOS! — El gritó de haka fue fuerte, pero la única que lo escuchó fue Kobeni— ¡Nunca cuando están vivos!
—Creo que voy a vomitar— solo Kobeni agregó, dispuesta a ir al baño, Kei decidió acompañarla.
Del lado de Denji, el vómito de Himeno había terminado. La chica recostó su cabeza en su lado de la mesa, mientras que Denji seguía tragando todo el vómito que había recibido.
—Arai, ¿nos harías el favor de llevar a Denji al baño?— solicitó Makima, quién también se levantó de la mesa, sin tambalearse ni mostrar algún signo de embriaguez.
La jefa de la división salió del bar, buscó alguna farmacia cercana. Ya sospechaba que alguna escena así podría ocurrir así que solo compró algo para una resaca, agua y unos chupa-chups.
Fue seguida por Haka, quién seguía teniendo sospechas de su naturaleza. Pero solo vio a una chica normal, haciendo sus compras y retirándose del lugar agradeciendo la amabilidad de quién la atendió. Pero su presencia era distinta a la de los demás sujetos que estaban dentro del bar.
De forma paralela, tanto Denji como Kobeni estaban vomitando, Arai y Kei los ayudaron a ambos. Denji vivió un evento más traumático que el de luchar con cualquier demonio. Arai lo estaba ayudando en este pequeño tormento.
—Wow kobeni. No sabía que eras de un estómago tan débil— Kei hizo un pequeño chiste hacia su amiga
—Comí demasiado... no... lo soporté.
—Seh. Era de imaginar que algo así pasaría, sabes por lo regular ella te vomita en la ropa, pero con Denji... Wow, no hay perdón de Dios. En momentos así, agradezco ya no tener sentido del olfato.
—¿Có-cómo sabían q-qué eso podía ocurrir? — preguntó Kobeni, ya más relajada.
—A todos en algún momento nos ha besado en una borrachera, a mí ni siquiera me lo preguntó, sólo me agarró y ¡Bang! Me dio un beso.
—Debió ser horrible.
—Y lo fue. Yo después vomité y no pude olvidar esa situación por un mes, incluso Himeno y yo nos habíamos dejado de hablar... Pero, no puedo enojarme con ella.
—Yo tampoco, es molesta a veces pero no... sobria no es mala persona.
—Seh. Vio mucha gente morir en el pasado, incluso más que yo, algunos ya habían sido amigos cercanos. He escuchado que fue Kishibe quién la influenció en tomar alcohol para ahogar sus penas y pues... No es buena controlando la bebida.
—E-es un tanto triste si, s-si lo miras de esa forma.
—Lo es. Tómate tu tiempo Kobeni. Aquí estaré para ti, hermanita.
Desde la perspectiva de Haka, vio como Denji había salido del baño, mareado y aún con náuseas. Al parecer el vómito de Himeno lo había embriagado, seguía siendo sostenido por Arai. Hasta que Makima le permitió ya retirarse y que ella hiciera el resto.
Acompañó al rubio hacia afuera, ella le había dicho que le faltaba tomar aire. El demonio de la muerte solo siguió viendo la escena.
Una vez en el exterior, Denji le expresa su pena a Makima, el soñado primer beso que tanto anhelaba tuvo sabor a vómito. No se lo pudo dar a Makima y quién estrenó sus labios fue de alguien que lo terminó vomitando.
Makima escuchó atentamente a su compañero, quién le entregó una bolsa con lo que él necesitaba, algo para la resaca y una botella de agua.
Denji continuó triste. Estaba arrepentido de su decisión. Makima solo decidió hacer una cosa como un aparente consuelo para el chico. Del bolsillo de su abrigo, sacó un chupa chups. Lo desenvolvió y lo introdujo en su boca.
El chico motosierra se sentía un tanto confundido, pero solo observó lo que su jefa hacía. Cualquier emoción se había ido, no tenía intenciones de buscar cosas así nuevamente.
—Abre la boca Denji— Makima dio la orden, el chico le hizo caso y ella solo introdujo el mismo chupa chups a su boca— Puede que no parezca lo mismo y no olvidarás un rato el sabor a vómito. Pero seguirás experimentando cosas nuevas y este lo podrías considerar tu primer beso indirecto o el segundo beso. Sigue pendiente nuestra promesa, cuando mates al demonio pistola, dime tu deseo.
—S-si... — solo pudo expresar Denji. Makima le pidió que volviera entrar al bar, ella en un momento regresaba.
—Asqueroso— solo dijo Haka, presenciando esa escena.
La escena tornó un tanto rara, Makima había volteado hacia dirección del demonio de la muerte, mantuvo ahí la mirada. Haka estaba un tanto sorprendida ¿Podía verla?
—¡Hey! ¿Puedes verme? — Haka intentó llamar su atención, le parecía desconcertante. Solo quienes estaban cerca de morir, algunos animales podían notar su presencia y cuando desactivaba a voluntad, era visible. Luego se percató que no la miró a ella, si no a un chico con su perro de raza husky que pasaba cerca suyo.
—Aw. Es un lindo perrito— Makima empezó a halagar al perro, mientras el dueño y su mascota seguían caminando.
Haka por un momento creía que estaba siendo observada anulando de alguna manera su habilidad.
Habían pasado media hora. Se dio por finalizada la bienvenida y Makima había pagado el consumo de todos. Los cazadores como Fushi, Arai o Madoka estaban aún conscientes de sí mismos, por lo se retiraron sin problemas. Power ayudaba a un ebrio Aki a seguir de pie, también agarró rumbo hacia la casa de los 3.
Kei se ofreció a acompañar a una más relajada Kobeni (y aseada, se había lavado la boca con productos de la misma farmacia donde estuvo Makima) a su casa, ella estaba a punto de aceptar. Pero como de costumbre, su compañera de contrato tenía otros planes.
—Rechaza la oferta, tienes otro asunto que atender.
Kobeni no respondió a Kei ni a Haka, solo hizo un ademán con sus manos para señalar a Haka que continúe con lo que pide.
—La tuerta está llevándose al chico de las motosierras muy seguramente a su casa. Síguelos y busca la forma de averiguar lo que es ese chico Denji.
Kobeni miró al suelo, arrepentida por lo que hará, pero tampoco quería que Denji sea alguna víctima de abuso por parte de su mejor amiga. Rechazó la oferta de Kei, justificando que irá a ver a Himeno y como está. Se retiró del lugar con la caja que le regaló Madoka.
Kei se sentía confundida, pero no dio vueltas y decidió alcanzar a Madoka a ver si quería pasar la noche con ella.
Haka guió a su compañera. Kobeni estaba mareada, no era muy fuerte con el alcohol por eso solo tomó un solo tarro, además que terminó vomitando luego de ver aquella horrible escena.
Pudo visualizar a su amiga Himeno, quién cargaba en su espalda a Denji. Kobeni solo se acercó a ellos dos y a ver si su amiga le daba alojó en su casa.
—¡Oh! Hola Kobeni, que tal estash— Himeno seguía un tanto ebria, pero no aparentaba esa euforia que presentó en el bar. Por lo que ahora sí era más seguro tener una conversación con ella.
—E-eh. Me preguntaba si me podía quedar en t-tu casa— Kobeni hizo rápido su jugada, Haka solo aprobó.
—¡C-claro que Shi! Sho te invito y juntas le daremos la experiencia dorada a este chamacón.
—Eh— Ambas, tanto Kobeni cómo Haka creo entendieron que Himeno estaba malinterpretando todo. Pero si eso las dejaba cumplir sus objetivos. Todo bien.
Fue una caminata no muy larga, para fortuna de las chicas y Denji, el recorrido no fue exhaustivo. El elevador los llevó al piso donde estaba el apartamento de Himeno, los 4 entraron.
Himeno fue la que le enseñó de forma básica, la sala, su cuarto de invitados, cocina y baño. Para ser un desastre de persona en muchos aspectos. Himeno tenía bien cuidada su propiedad. Contrario a Kobeni, que poco a poco se iba creando un desorden ya que ella solo llegaba a dormir a su casa debido al cansancio.
La chica del parche dejó al adormilado Denji en la cama de la propietaria. Ella fue directo al baño y luego a su cocina, para agarrar del refrigerador otra cerveza y llevarla a su habitación. Kobeni estaba sentada en el sofá, a punto de quedarse dormida mientras que Haka intentó ver lo que sucedía en la habitación de Himeno.
La chica fue directa, se quitó todas sus prendas dejando solo su ropa interior. Se puso sobre el chico, quién debido al movimiento se estaba despertando, aunque aún seguía un tanto ebrio por el vómito de su compañera.
El chico rubio estaba pidiendo agua. Himeno decidió dársela, en forma de cerveza, lo bebió primero y lo pasó a través de un beso en la boca con Denji. Su tercer beso de la noche había sido dado. El más normal relativamente hablando por el momento.
La cosa para el chico no estaba acabando ahí. Himeno empezó a moverse de adelante hacia atrás, rozando los genitales de ambos. Estaba esperando estimular el pene de Denji y que comience la diversión para ella.
No había respuesta, Denji seguía un tanto ebrio lo que evitaba estar consciente que una chica hermosa le quería quitar su virginidad. Ella solo se acercó a su rostro y le preguntó.
—Oye Denji ¿No quieres hacerlo?
—Eh. ¿De qué estás hablando?
—De tener sexo. Tu y yo, tontito— Himeno empezó a juguetear con el.
—¿No te gustaba Aki?
—¿Y a ti no te gusta Makima?
—S-si... pero...
—Tu querías ese besito y yo te lo terminé dando, incluso lo arreglé con uno normal, pero si quieres podemos avanzar en esto, te daré la experiencia que seguro ella no te dará jamás.
Denji estaba reflexionando, era una jugada fácil, Himeno estaba ofreciendo sexo a cambio de nada. Makima por su lado no garantiza nada y ella quería la cabeza del demonio pistola. La respuesta fue un tanto obvia para todos presentes, menos para Haka, quién le asqueaba ver esto y decidió traer a Kobeni para que lo detuviera.
—B-bien... ¡Hagámoslo!
—Ese es el espíritu, mocoso — luego de esto Himeno levantó a Denji, lo empezó a desnudar, quitándole la playera, dejando expuesto su torso desnudo y en su pecho la cadena que accionaba su poder.
—Ahora vamos por aquí— Himeno empezó a bajar los pantalones de su compañero, una vez removidos, por mera curiosidad exploró lo que tenían, ya que algo le estorbaba en el bolsillo derecho —Eh ¿Qué es esto?
Denji observó que ella había sacado un chupa chups nuevo y el objeto que interpretaba como goma de mascar.
—S-solo unos dulces— Respondió Denji
—Nu-huh... Estos no son dulces. Estos mi amigo son condones.
—No creo, deben ser dulces, hasta la loca de Kobeni me pidió uno.
—JAJAJA. Kobeni tampoco creo que tenga mucha experiencia en esto. Pero si quieres te enseño para que sirven.
En la sala, Haka llegó al sillón donde Kobeni estaba dormida. Le dio una cachetada en la cara, que terminó despertando y dejando adolorida a la protagonista.
—¡Maldición! La perra de tu amiga va a violar a tu novio, tenemos que evitar eso.
—¿Y-y a ti desde cuándo te importa tanto que Denji sea tocado por Himeno?
—¡Porque ya vi desde puede que el active sus habilidades de motosierra, necesito que lo liberes de las manos de esa loca y lo traigas aquí!
—O-okey, sirve para que Himeno no se meta en problemas con la ley— Kobeni estaba todavía movida por el alcohol, realmente no le daba importancia nada de esto, pero ya estaba cerca de la habitación de su amiga, Haka le dejó de importar el poder del Motosierra, solo ya no quería ver más cosas así, le incómoda el afecto de los vivos.
Dentro de la habitación, Denji observaba con detenimiento el chupa chups que Makima le regaló, mientras debajo de su cintura sentía como la mano de himeno pasaba sobre su boxer, esperando que poco a poco el pene de mucho se endureciera.
Himeno empezó por abrir el condón que llevaba Denji, ella se lo mostró y decidió por fin remover el boxer del joven. Ella por su lado se quitó su única prenda superior, dejando ver sus senos al desnudo.
Podría decirse que Denji estaba experimentando cosas que no estaban planeadas para este día, el chupa chups terminó cayendo en el suelo luego de sentir cierto estímulo que Himeno estaba haciendo con la mano.
Eran cosas que él por sí mismo hacía. Pero ahora, sentía la delicadeza de la mano de su compañera. Colocando apropiadamente el condón en el genital de Denji.
La chica del parche terminó por desnudarse por completo, removió su calzón y lo aventó hacia el otro lado de su habitación. ambos estaban como dios los trajo al mundo. Himeno estaba lista para tener sexo con Denji.
«Espero que me perdones Kobeni, pero te lo voy a dejar con más experiencia» — La mente de Himeno alcoholizada era un claro peligro para la virginidad de Denji, quién no sabía si ceder o salvar ese privilegio para Makima.
Cuando Himeno estaba a punto de introducirse el pene del muchacho, se escuchó como alguien estaba intentando entrar en su habitación. Era Kobeni, aún ebria pero dispuesta a ayudar al rubio.
La situación fue un tanto incómoda, ver a su mejor amiga desnuda, mientras Denji estaba confundido por todo y ella sin poder sostenerse del todo en su propio eje.
Pudo ver el rostro de Denji, algo asustado y solo diciendo en susurro
—Sal-va-me— con una voz que no pudiera escuchar bien Himeno.
—¡Kobeni! Se me había olvidado que estabas aquí— Himeno dejó de agarrar a Denji y lo dejó sobre ella. Estaba emocionada de tener a su amiga en la misma habitación.
—Himeno... d-deberías p-pa...
—Sé que a ti te gusta este vago hediondo, pero te lo voy a dejar como un experto... HAHAHA... ¿O quieres unirte? No tengo experiencia con chicas en el sexo, pero podríamos empezar con algo— nuevamente, Himeno ebria estaba demostrando ser un peligro.
—¿De qué rayos e-estás hablando, Himeno? — Kobeni se acercaba a la chica, para poder apartarla y liberar a Denji— D-debemos L-liberar a e-este idiota, y-ya tuvo suficiente.
Himeno no escuchó nada de lo que dijo su amiga. Así como Kei le había contado, hizo lo mismo pero con la protagonista. Quién fue atrapada por la chica del parche.
Agarró las mejillas suavemente de Kobeni, apreciando el rostro de su amiga.
—¡Qué bonitos ojos comadre! — fue lo último que dijo Himeno, antes de traumar a Kobeni y de paso a Denji.
Sujetó con una mano la espalda de Kobeni y con la otra uno de sus senos. De forma irónica, nuestra protagonista siempre se cuidó de los hombres, pero al parecer tenía la guardia baja con las mujeres, cosa que no volvería a repetir de aquí en adelante.
Himeno no dudó en ningún momento en besar a su amiga en los labios. Al igual que con Denji, ella intentó hacer uno de lengüita. Aunque Kobeni estaba un poco más a la defensiva, no permitió que eso pasara.
«¡Pero qué rayos/mierda está pasando» — Kobeni, Denji y Haka pensaron al mismo tiempo lo mismo. La más perturbada de forma irónica resultó ser el demonio de la muerte. Quién decidió mejor retirarse del lugar, está vez caminando y solo observando atrás de la puerta.
«¡Maldita Haka, ayúdame!» — Kobeni solo podía pensar, sus labios estaban ocupados besándose con los de Himeno.
Kobeni solo pudo apartar a Himeno, quién solo estaba dudosa y preguntó a su amiga.
—¿No te gustó? Si quieres te puedo dar uno mejor.
—¡No! Así está bien. Solo creo que deberíamos descansar— kobeni, no se volvería a acercar a Himeno, prefirió pedirle la mano a Denji, quién rápido se la dio y lo jaló.
Aunque la caída fue un tanto dura, Himeno se pudo quitar de estar sobre Denji y solo vio como Kobeni ayudó a Denji a levantarse. Himeno estaba extrañada por lo sucedido, aunque ella no tenía derecho a preguntar, ella había hecho incómodo todo desde el bar.
—¡Oh ya entendí! Ustedes se quieren quitar la virginidad entre los dos, sin mí. Hay un cuarto de invitados al otro lado del departamento o usen la sala. Yo me voy a dormir.
Y se durmió. Himeno no hizo lucha ni algún berrinche, se acostó y empezó a roncar.
Denji desnudo y Kobeni manoseada no sabían ningún carajo de lo que estaba pasando. Haka prefirió irse, mandó a la mierda la misión y dejó sola a Kobeni y al hombre motosierra.
De forma extraña, se podría decir que Himeno estrenó los labios de los novatos más interesantes de la cuarta división este día y por poco, si lograba el objetivo, hasta los estrenaba de otra forma.
Kobeni esperó a que Denji terminará de vestirse, por alguna razón su estado de borracha no le hizo darse cuenta que su compañero estaba totalmente desnudo, solo esperó y cerraron la puerta.
Ambos estaban cansados y muy mareados para irse del apartamento. La energía que les quedaba la usaron para llegar a la sala, ambos en los extremos de un mismo sillón.
Kobeni y Denji se quedaron callados por unos minutos. Ella no sabía si era el momento indicado para pedirle disculpas a su compañero, quién aún seguía en unos malos términos o al menos eso parecía en el bar.
—D-denji y-yo te q-quer...— Kobeni quién había agarrado el valor para pedir disculpas, fue interrumpida por su compañero el rubio.
—Gracias kobeni. Creo que sin ti, hubiera tenido una experiencia que... si desee pero no como quería.
—E-eh... ¿Te refieres a...
—No estoy seguro. Quería tener sexo pero... no con una chica como Himeno, quería que fuera con alguien como Makima.
—O-oh... Entiendo. Debió ser difícil esto...
—Lo superaré, esto quedará en el pasado como otras cosas y luego me dará igual— Denji empezó a usar su protección mental que había desarrollado desde pequeño.
Kobeni decidió sacar de su bolsillo, el mismo condón que Denji tenía, igual interpretaba que era una goma de mascar y dársela a su compañero para que él se relajara.
—Eso no es goma de mascar... lo aprendí hoy, esa cosa Himeno me la puse en mi pene.
Kobeni se sorprendió, primero observó el objeto y luego procesó el resto de información, ya sabía porque una pareja de enamorados la tenía en su mochila. Se perturbó luego de balbucear un poco y lo arrojó al otro extremo de la sala.
—JAJAJAJAJA— Hizo reír a Denji.
—N-no fue gracioso— dijo Kobeni avergonzada
—Descuida, el día fue una mierda, pero lo de ahorita lo compensó.
—Eso es cruel.
—Cruel es recibir todo el vómito de una mujer ebria.
Luego de reflexionarlo Kobeni le dio la razón a Denji.
—Me acuerdo que con mi mejor amigo nos burlábamos de las ratas que comían el vómito de los vagabundos, los reales, no yo.
—Debió ser asqueroso ver esa escena.
—No era muy distinto a como lo es ahora. Antes comía hamburguesas podridas y ahora que tengo una vida medianamente normal, aún no pruebo una que no provenga de la basura.
—Vaya.
—Seh. Vaya mierda.
—Si quieres como... cómo disculpas por haberte querido...
—Asesinar. Clavar un cuchillo. Decirme en mi cara que merecía morir. Salir del hotel y decirme que solo querías salvarte.
—E-eso. T-te podría invitar a comer una.
—Dos.
—O-okey. Después de todo, la comida sabe mejor cuando otra persona la paga.
—Buena frase
—S-se ha vuelto... Parte de mi filosofía de vida.
—La mía solo tiene que ver con tocar tetas. Aunque después de tocar unas no se sintió tan bien como esperaba.
—Eh.
—Larga historia.
—La noche también lo es.
—¿Qué? ¿Quieres oír la historia de mi vida?
— P-podría ser ú-útil para conocernos.
—Sigh. no hay mucho que contar, no recuerdo mucho de mi infancia, solo qué mis padres eran una mierda llena de deudas. Mi madre tenía algo en el corazón y se murió. Mi padre era un tremendo pocos huevos y se suicidó. Los cobardes me dejaron con la deuda y un jodido viejo de mierda me quiso hacer que la pagara.
—E-eso fue terrible.
—Seh. El pendejo del viejo me dio dos opciones luego de enterrar a mi padre en el cementerio. "Si quieres pagar la deuda mendiga o prostituyete." Vaya mierda de ser humano. Por eso lo terminé matando.
—Oh— Kobeni también escuchó palabras similares, pero eran de parte de su padre.
—Ese maldito mafioso de mierda, me contrató como cazador de Demonios luego de que matara a uno con mi amigo Pochita.
Kobeni recordaba el nombre de Pochita, gracias a un perro con ese nombre ella logró comer y regresar a casa.
—¿Espera, conoces a Pochita?
—¿Cómo si lo conozco? Era mi mejor amigo.
—Eh... ¿Era un perro?
—Algo así, era un demonio, pero tenía la apariencia similar a la de un perro. Tenía una motosierra y una colita con forma de arranque, cómo está la de aquí — Denji subió un poco su playera, mostrando el arranque de su pecho— ¿Tú cómo conoces ese nombre? No recuerdo haberte conocido antes.
—H-hubo una vez qué... pasaron muchas cosas y me quedé refugiando en un callejón pequeño, recuerdo que un chico y su perro iban a mi dirección, el perro era muy amable y creo que reconoció que yo estaba sola y triste. El chico era grosero pero tenía una linda voz. Recuerdo que el perro también era llamado Pochita le pidió a su amigo que me ayudara y él me dio 3000 yenes. Me ayudó a comer y a volver a casa.
—Ay no puede ser.
—¿Qué? ¿D-dije algo malo?
—¿Tu eras la perdedora sin hogar de esa noche?
—Eh...
—Por tu culpa nos quedamos sin poder pagar la luz de nuestra casa por una semana.
—¡EH! Y-yo no sabía. Te lo iba a compensar... bueno al perro y a ti también.
—No podía ver nada en casa, estaba casi ciego y no tenía un ojo.
—¡¿Qué?!
—Otra larga historia, pero lo que aquí importa es que me debes 3000 yenes.
—S-Sí... te los voy a pagar....
—Perdón por eso. Eh... no fueron buenos días los que recuerdo, en ese entonces. Estábamos también cortos de dinero y me gustaba alimentar a Pochita. No teníamos mucho que comer y siempre buscábamos en la basura.
—L-lo siento. Debió ser duro.
—Lo fue. Pero ahora tengo más comida y Aki prepara comida deliciosa como buen sirviente.
—¿Y... Pochita?
—El... Está aquí— nuevamente muestra el arranque de su pecho— Makima me dijo que Pochita ahora estaba en mi corazón.
—Eh.. eh... eh.... ¿E-está en tu interior?
—Seh. El anciano que te dije nos intentó matar, quería poder y se hizo con un contrato con el jodido demonio zombie, no te mentiré, me rompieron la madre y morí. Recuerdo que Pochita me volvió a despertar y... me pidió que le enseñara mis sueños. Y eso haré, tocar tetas, besas mujeres y tener sexo, incluso dormir en los brazos de una.
—¿Es alguna clase de contrato?
—No sé, pero Pochita ahora está aquí, así que para mí sigue vivo, aunque la estúpida Power diga que está muerto.
—Me agradó tu amigo. Aún recuerdo que dijiste que siempre tenía que ser el héroe. Supongo que era bueno.
—Algo así, para ser un demonio hacía lo correcto. Si alguien pedía ayuda corría a ese lugar y buscaba la forma de que yo hiciera algo bueno también.
Kobeni sintió algo de ironía en las palabras. Un demonio devoró y mutiló a su familia, pero por otro lado, uno de su misma especie, sintió lástima por ella y obligó a Denji a ayudarla.
—Tienes un gran amigo en tu corazón— Kobeni le sonrió a su compañero, poco a poco la distancia entre ambos en sillón se iba reduciendo sin que ambos se dieran cuenta.
—El mejor, recuerdo la vez que tuvimos que matar al demonio de los tomates, esa cosa no soportó el primer golpe. Pochita era increíble, su motosierra lo cortaba todo y después de eso, llegábamos a casa y dormíamos abrazados.
—¿Ah sí? Yo creo que ya no tuve la suerte de volver a ver a Pochita. Le dije a Himeno cuando estaba sobria está historia. De cómo un chico de voz atractiva me ayudó y que yo... quería devolver el favor. Resultó que eras tú.
—¿Pagarlo? Supongo que las hamburguesas es más que suficiente...
«¿U-un momento, voz atractiva? Le gusté a esta loca solo con mi voz... supongo que no pudo verme el rostro, ni yo la reconocí»
—Si, la loca de Himeno creyó que hablaba de S-sexo. Iba a invitar un plato de ramen, me acuerdo que ahí fue donde dije por primera vez que las cosas serían mejor si alguien más pagaba la cuenta. Y-yo te invito y así sabrá mejor.
«¿Esto e-es la propuesta de una cita? Pochita... Muchas gracias, al menos ella no busca emborracharme.»
Kobeni intentó acercarse a Denji, aunque el efecto del alcohol ya estaba pasando. Seguía un tanto mareada por el resto de cosas que habían sucedido. Su cabeza terminó sobre el pecho del Rubio, escuchando los latidos de lo que se supone que ahora es Pochita. Ella valoró lo que ese demonio hizo por ella y sin preguntar a Denji, abrazó al sujeto.
—"Gracias, Pochita"
—H-hey... ¿Quién te dijo que podrías invadir mi espacio personal?
—L-lo siento— Kobeni no sé separó después de disculparse
—Eh... ¿Puedes quit...— Denji fue interrumpido antes que él le pidiera a Kobeni que ya no la abrazara.
—¿P-puedo invadir tu espacio personal, Denji?— Pidió permiso, mientras aún escuchaba los latidos cada vez más acelerados del chico.
—S-si... está bien, es mejor que estar con la ebria Himeno. Al menos si pides permiso.
Kobeni ignoró lo que dijo. Estar bajo los efectos del alcohol hizo que ella tomara una actitud con más iniciativa que de costumbre.
—Tenías razón. No eras un vagabundo apestoso. Solo un vagabundo.
—Te dije que si me bañaba tonta. Odiaba lo que la gente dijera de mi olor, pero ahora puedo presumir que me baño a diario.
—Es cómodo estar acá.
Habían pasado unos minutos donde ella aún escuchaba sus latidos y Denji solo podía observar, no tenía mucha idea de su compañera, a diferencia de los demás, no era tan consciente de lo que la chica vivía. Pero si ella era la perdedora sin hogar de ese callejón, su situación no era de lejos mejor que la del chico. La pena de Denji era evidente, titubeaba al alzar la mano, pero lo hizo para dar un pequeño abrazo a la chica. Después de todo, si Pochita estuviera con vida es lo que él hubiera querido.
—Muchas gracias— Kobeni solo dijo eso luego de separarse de Denji y verlo a su rostro. Sonriéndole.
Denji también la observó de reojo, cuando ella se encontraba tranquila y no bajo los efectos del peligro inminente, su belleza era notoria. Himeno no sé equivocaba cuando se refería a su amiga como la más linda de la división.
La tensión entre ambos era notoria, habían vivido cosas que no creían que podían suceder en solo un simple evento de bienvenida, Himeno terminó retorciendo todo y al final, ambos inocentes chicos se terminaron salvando de una experiencia de la que se hubieran arrepentido. Para su mala suerte, ambos tuvieron su primer beso con una mujer que no era consciente del mal que hacía.
—Es una basura ¿Verdad?— preguntó Kobeni
—Seh... Supongo que sé a lo que te refieres.
—Ambos tuvimos nuestro primer beso el día de hoy con la misma persona.
—¿Espera... tú tampoco habías besado?
—No. Siempre fui reservada en ese tema y nunca fui popular entre los chicos de mi escuela, para todos yo era un fantasma.
—P-pero si eres linda, no dudo que algún idiota se pudiera fijar en tí sin que tú lo supieras.
—Lo mismo digo de ti. Pero supongo que atraemos a los raros, siempre eran señores y la verdad a mi me daba miedo. Al parecer contigo son las alcohólicas.
—No me lo recuerdes. No creo olvidarlo en un buen rato, quizá en una semana.
—Yo tampoco, no esperaba ser manoseada por Himeno. Va a tener que pedir disculpas.
—La haremos pagar con mucha comida.
—Buena idea, que ella nos invite los desayunos y comidas jajaja
—¡Si! Así sabrá mejor cómo tu frase
—No lo había pensado, mañana será un largo día para su cartera.
Eso último les dió gracias a los dos quienes empezaron a reír, su sentido del humor estaba un poco flojo ese día. Terminaron igual, algo abrazados, eso ya no les estaba incomodando del todo.
Ambos terminaron volviéndose a observar. Los dos chicos solo vieron a víctimas de la noche y casi de la lujuria de una mujer, tenían un mal sabor de boca y necesitaban cambiarlo.
—O-oye Denji... —Kobeni tenía pena por lo que iba a decir. Incluso estaba por sentirse arrepentida de lo que iba a decir.
—¿Qué pasa? — solo preguntó Denji, no creía que fuera algo malo.
—¿Y si parte de mis discul-disculpas es que n-nos olvidemos d-del b-beso que nos dió Himeno?— Kobeni se sentía nerviosa, ebria y hasta confundida, con sus 5 sentidos óptimos no hubiera agarrado el valor de pedir eso.
Denji luego de escuchar eso, seguía confundido y analizando "¿Qué rayos me está pidiendo?"
—N-no sería mi primer beso... Pero, te puedo dar mi segundo.
—Y-yo creo que te estaría dando el cuarto.
— Denji a lo largo de esa noche, recordó que directamente e indirectamente recibió 3 besos esa noche, 2 de Himeno y uno de Makima. Él al menos lo contaba como uno.
—Ou... Lo siento.
—N-no está bien. Creo que... no estaría mal recibir otro de alguien que está igual que yo. ¿N-no te molesta lo que viste en el bar?
—T-también vomité y f-fui besada por quién t-te vomitó, ya no importa supongo.
El momento de ambos había llegado. Denji solo había cedido a la experiencia de Himeno, pero los dos chicos presentes tenían nula experiencia dando muestras de afecto como un simple beso.
Kobeni intentó imitar lo que Himeno había hecho con ella sin tanta fuerza, Denji por su lado fue recíproco. Ambos intentaron no retroceder, los nervios de los chicos estaban al tope, el rubor de sus caras era evidente, sobre todo de la chica quien empezó a sudar. Cada uno giró su cabeza en dirección para que no se golpearan la nariz.
El rostro de ambos estaba separado por simples milímetros, no podían verse, solo sentir el calor que emiten ambos chicos. Poco a poco acercaron sus labios. Kobeni y Denji no sé gustaban del todo, eran unos desconocidos, apenas sabían poco de sus vidas, lo único que podían coincidir es que físicamente cada uno entraba en el tipo del otro. No se sentía como algo incorrecto o que uno engañara al otro, era solo un simple favor entre dos compañeros que no querían sentir una mala experiencia como lo más reciente en sus vidas.
Los labios de ambos chicos habían chocando, Denji y Kobeni podían decirse entre ellos que al menos ambos tuvieron la libertad de escoger con quién darían su cuarto y segundo beso. Era torpe y los nervios de ambos hizo que no durara mucho. Una vez se separaron, ambos notaron el rubor de sus rostros.
—N-no estuvo tan mal— Dijo Kobeni— sabes, el cuatro no es un mal número. A muchos no les gusta, pero creo que es mi número favorito.
—Si te soy sincero, el cuatro ha sido el mejor en lo que va del día
Kobeni entendió eso, se sentía nerviosa y apenada. Pero para calmar la tensión dijo algo que escuchó no hace mucho de su mejor amiga.
—"Te podría dar uno mejor" — imitando el tono ebrio de Himeno
—¿E-en serio? E-está bien— creo que Denji no había captado que era una broma, solo había cerrado los ojos y esperaba que Kobeni se acercara, después de todo ambos eran inexpertos y Denji solo sabía otorgar poder a otras mujeres.
Kobeni se sintió apenada por eso, pero no quiso que Denji creyera otra cosa como que no le gustó ese beso. Solo siguió el juego. Ella se acercó nuevamente a los labios de Denji y los volvió a besar. A diferencia del primer beso de ambos, este duró más, fue más cálido e incluso Denji tomó la iniciativa de sujetar a su compañera, con la debida delicadeza que alguien como ella merecía.
Ambos se volvieron a separar, el furor del momento y viendo cómo la química de ambos chicos era totalmente compatible, solo hizo que los dos chicos no pensaran en la noche, estaban un tanto ebrios, traumados y se querían desquitar la mala experiencia que Himeno les dió. El tercer beso de ellos no se preguntó, no dudaron y solo se lo dieron. Ya tenían más experiencia, ambos acariciaron su rostro, Denji tenía ganas por tocar sus pechos, pero su impulso fue contenido, no podía arruinar un momento así.
Kobeni dejó la pena que tanto la caracterizaba. mientras aún se seguían besando, ella se terminó por subir sobre las piernas del muchacho quien aún estaba sentado en el sofá, Denji no sabía lo que estaba pasando, ahora tenía muy pegada en su entrepierna a la de Kobeni y tenía miedo que esos estímulos provocarán una erección.
Nuevamente se habían desprendido sus labios, ambos chicos podían mirarse fijamente. Ambos sabían que tenían ganas de otro más, un cuarto beso y el último de la noche de no ser por lo que iba a ocurrir.
Kobeni volvió acercar sus labios con los del rubio. La diferencia de los anteriores es que aquí la lengua de los dos fue más activa. El beso de lengüita que tanto ansiaba Denji, que creía que se lo daría Himeno y fue una pesadilla. Con ella fue lo que deseaba, un sueño. El chico solo pudo sostener la espalda de la chica. Mientras que Kobeni el cuello de Denji.
Haka por su lado había regresado a la casa, creía que Kobeni ya estaba dispuesta a irse y solamente vio como los dos chicos, uno sobre el otro estaban besándose de forma apasionada. Se estaba preguntando que rayos había pasado en tan poco tiempo, ambos tenían una cierta repulsión el uno del otro y ahora los veía besándose como si siempre hubieran sido amantes. Era suficiente para el demonio de la muerte, su cementerio y asesinar demonios molestos le daba menos traumas que esto y se fue.
Para fortuna o desgracia de Denji y Kobeni, no hubo un quinto beso. Durante el cuarto beso de ambos, que se podría considerar el más duradero. Denji cedió a los estímulos del momento y tuvo una erección.
Kobeni la sintió y aunque estaba un tanto confundida, mientras continuaba con lo suyo, recordó que había visto esa misma cosa, cuando Himeno estaba sobre el. Lo que la terminó apenando y redujo la pasión del beso.
Ambos se terminaron separando, Kobeni se levantó del lugar y vio como en efecto, Denji fue víctima de los estímulos que la chica le estaba dando. Pero todo ya era un hecho pasado. Para no parecer cínicos ninguno de los dos, solo regresaron al sillón en una posición cómoda. Ambos estaban abrazados.
La ironía fue algo que se podría considerar en la relación de estos dos. Himeno molestaba a Kobeni con emparejarlo con un vago, ella estuvo dispuesta a matarlo, Denji de su parte sentía un tanto de molestia por los rumores que se estaban lanzando y además que era con la chica que lo intentó matar. Al final nada de eso importó, el primer beso que ambos tuvieron donde pudieron elegir a su pareja, fue entre los dos. No sentían algún romance, sólo habían cedido al impulso.
La primera en dormir fue Kobeni, sobre el pecho de Denji escuchando los latidos del corazón del muchacho que resultó ser el perro que ofreció ayuda a la joven. Denji sólo observó cómo su compañera estaba dormida y él decidió también hacerlo.
La reunión de bienvenida parecía ser un asco, pero resultó terminar mejor de lo que ambos chicos habían esperado.
😳-😳-😳-😳
Lo prometido era deuda, aquí está un capítulo casi full Kobenji, si esperaban algo más vanilla pues, no tenía ganas de hacerlo un tanto así.
El punto de aquí, es que sigue siendo un slow burn, ni de pedo se volverán pareja por la calentura del momento, falta un chingo por conocerse y estando fuera de los efectos del alcohol.
Los siguientes capítulos serán más tranquilos con esta temática, pero no duden que si volveré a hacer este tipo de cosas.
Este se volvió el capítulo más largo del fanfic, espero que les guste, no lo hago por números ni por el estilo así que solo queda esperar un buen trabajo de mi parte y una buena recepción de quienes lean la obra.
Me despido, a veces me pregunto cómo chingados escribo tanto en tan poco tiempo, estoy asustado y creo que me daré una pausa porque aunque las ideas, no se cómo plasmarlas aún.
La idea del beso se me ocurrió luego de volver a ver al Naruto chikito y quería ponerlo en la obra xd
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