Capítulo 05 - ¿Ese es el rubio rompebolas?

AAAAAAAA MUCHA ESENCIA. bueno, no. Espero que lo disfruten, vamos a fuego muy lento, pero sirve para sentar las bases de la dinámica Kobeni-Haka.

🚬☠️🚬☠️🚬☠️

Kei podía percibir los 3 los poseídos porque estaban escondidos, cada uno en un flanco distinto. Pese a ser Himeno la compañera de mayor experiencia, aquí Kei sería de mucha mayor ayuda para coordinar a los demás.

-Himeno... - señaló a una parte del hecho, siendo el poseído más expuesto.

La del parche solo asintió con la cabeza, usando nuevamente su contrato para poder atrapar al primer demonio. Extendió su mano y pese a ser una distancia considerable, el poseído fue más lento que la superior. Siendo atrapado y llevado hacía Himeno.

-¡Hey Kobeni! ¿Quieres hacernos el honor? - decía Himeno mientras contenía al primer poseído.

-N-no creo que pueda señorita Himeno...

-Nah, tranquila imagínate que es... mmmm... ¿Odias a alguien?

-N-no. No odio a nadie, Himeno - aunque Kobeni tenía una cierta lista de cosas que le causaba aversión, algunos hombres pervertidos, a Haka, su padre y sobre todo al demonio Oso.

Kei se aproximó a las dos chicas, al ver qué Kobeni estaba temerosa por matar a su primer poseído, ella hizo lo propio usando su propia hacha, decapitando al primero de tres.

-¡Te gané Kobeni! - dijo Kei, haciendo la seña de amor y paz, además de sonreírle- Descuida, aún quedan otros dos.

Kei señaló al siguiente en otro extremo de la bodega, estaba escondido entre algunos escombros. Este no resultó tan tranquilo como el primero. Decidido matar a quien lo encontró, lanzándose a Kei. Para fortuna de la chica, Himeno actuó primero atrapando la cabeza del segundo poseído.

-Me debes una- dijo en tono burlón a su compañera- Arai, tu turno.

Arai se encontraba nervioso, intentó sostener firmemente su hacha, pero temblaba mientras se preparaba para decapitarlo. Para su infortunio, el tercer poseído hizo su aparición.

-¡AAAAAAAHH! - Entonó el poseído, abalanzándose en Arai. El pobre no puso suficiente resistencia, siendo derribado y golpeado.

-¡Novato! - gritó Himeno por la preocupación - ¡Kobeni, olvida tus miedos, mata a ese hijo de puta!

La novata a duras penas podía moverse, pero intentó hacer caso a su superior, se acercó lentamente y un hachazo solo hizo enfurecer más al poseído.

-E-eh e-eh ¡WAAAAAAAA! - Solo pudo balbucear y gritar la joven Kobeni, quién al ver al poseído que atacó reaccionar a su hachazo, decidió huir, siendo ahora perseguida por él. La ventaja es que ahora Arai estaría a salvo.

Kobeni hizo una demostración atlética, escapando en alta velocidad de su perseguidor. Pese a los obstáculos, el tamaño de Kobeni le permitía esquivarlos e incluso adentrarse en algunas estructuras más estrechas para cuerpos como el de Himeno o Arai. Un momento que asombró incluso a su superior fue que la escalada de Kobeni parecía profesional, aun así estaba a pocos metros del poseído.

-¡Eso es Kobeni, tu sigue escapando de él. Deja que nosotros eliminemos el de aquí!- gritó Himeno

-¡AAAAAAAAAAAAAA!- Solo pudo oír de parte de su aprendiz.

-Lo tomaré como un sí - dijo la maestra.

Mientras Kobeni estaba escapando del tercer poseído, el segundo seguía capturado, para su mala suerte Himeno ya no se encontraba de humor para las bromas.

Kei decidió asistir a Arai, afortunadamente solo tenía unos cuantos moretones. Lo levantó y ambos quedaron expectantes del acto que haría Himeno.

El segundo demonio seguía inmóvil, sujetado de la cabeza. Se podía ver sus movimientos agonizantes. Himeno solo estaba cerrando más el puño de su mano hasta no dejar el más mínimo de espacio. La cabeza del demonio se deformó y redujo su tamaño, el crujir de sus huesos y sus gritos eran una tortura para Arai, pero Kei y Himeno a estás alturas ya les daba igual.

El cuerpo del segundo poseído se desprendió de lo que alguna vez fue su cabeza, por lo que ya no había más que hacer.

-¡Bien hecho equipo! Otro trabajo exitoso para los cazadores de demon... - decía Himeno mientras veía a sus compañeros hasta que fue interrumpida.

AYUDAAAAAAAAA! - se podía escuchar afuera de la bodega, proveniente de Kobeni.

-Ah sí, me había olvidado de que había otro- solo dijo Himeno un tanto apenada.

Kobeni había escalado hasta el techo de la bodega, no había ningún obstáculo, así que era solo ella y el poseído restante. Cada ataque era esquivado, pero no sería suficiente si quería deshacerse de su enemigo.

El poseído solo gritaba y se lanzó hacia Kobeni, ahora sí la habría atrapado. Lanzó su primer golpe, quién conectó con el rostro de la chica.

«Duele mucho» - Solo podía repetirse en su mente nuestra protagonista.

Otro golpe había conectado. Kobeni pese a un físico extraordinario, no tenía una resistencia a los golpes fuera de lo normal.

El terror de una muerte segura se hacía más y más fuerte, lo que por obvias razones terminó atrayendo a cierta entidad. Pero sabía las consecuencias de ceder a tan violento final.

De la nada, solo pudo recordar las palabras que su hermano mayor le dijo una vez la dejó en su nuevo hogar

-Haz lo que sea necesario para sobrevivir- Solo escuchó la voz de su hermano - No quiero llorar tu pérdida, no dejes que esta ciudad te coma.

Kobeni sabía que incluso, si ella es asesinada por el poseído no moriría, sino Kenji, él no lloraría la pérdida de ella, sino nuestra protagonista le lloraría a su hermano mayor. De la nada, un poco del valor que ella nunca antes había despertado se desató.

Esquivó el tercer golpe que había lanzado. Aclaró su mente, por fin pudo retomar el dominio de su brazo donde tenía el hacha. Kobeni por fin decidió responder con mucha violencia, dirigió con fuerza el filo del hacha hacia el cuello del poseído.

Debido al tamaño de Kobeni y su poca experiencia en armas, solo llegó a la mitad del cuello, no pudiendo lograr decapitarlo por completo. Aun así, fue suficiente para dejar al poseído tirado.

Kobeni y el poseído intercambiaron lugares, ahora era ella quien estaba sobre su enemigo. Por fin tenía a alguien quién odiaba en frente de ella.

-Hazlo. Mátalo. - Escuchó una voz que durante el resto del día se había ausentado, pero ahora, en un momento tan crítico de la vida de Kobeni, decidió presenciar el primer asesinato de la joven.

-¡AAAAAAAHH! - gritó Kobeni, volviendo a tomar el hacha y apuntando a la cabeza, incrustando una y otra vez en la cabeza del último poseído. La mezcla del terror y supervivencia de la joven dieron como resultado una naturaleza violenta en un individuo pacifico.

-¡MALDITO! ¡MUERE! ¡MUERE! ¡MUERE! - Gritaba Kobeni, repitiendo una y otra vez, desfigurando más el rostro de quién parecía iba a ser su ejecutor.

Kobeni no se detenía hasta que una fuerza invisible detuvo ambas manos dispuestas a seguir encajando en la cabeza de un ya muerto poseído.

-Kobeni... Es suficiente- Himeno hizo acto de aparición, se había tardado en subir debido a que necesitaban colocar una escalera para llegar al techo. El tono por como llamaba a la chica, mostraba preocupación y un poco de remordimiento por no haberla ayudado a tiempo.

La Superior solo se acercó a la novata que le asignaron. Kobeni por su parte, dejó ese impulso asesino. Por fin pudo ver con claridad el desastre que ella misma provocó, lo que alguna vez fue un rostro, era ahora solo seso magullado y sangre fresca.

La protagonista tiró su hacha, empezó a lagrimear mientras intentaba pronunciar alguna palabra sin éxito.

-Y-yo... Y-yo - Kobeni no podía decir más que eso.

Himeno, solo procedió a abrazarla, lo más fuerte que se pudiera para consolar a su nueva compañera de aventuras, Kobeni por fin la correspondió, sujetándola fuerte y ahora llorando a moco tendido, estaba tan asustada e hizo algo de lo que se arrepiente. Nunca antes había asesinado y ahora, aunque sea un demonio, lo había dejado desfigurado en su totalidad.

Los 4 integrantes habían regresado al cuartel, fue un éxito la misión, pero para desgracia de Kobeni, fue un trauma que no estaba dispuesta a recordar. Kei y Arai intentaron darle palabras de aliento, la chica dijo que después de eso podían ir a comer, ella invitaría la comida. Kobeni aceptó, al fin de cuentas, la comida sabe mejor cuando la paga otro.

Himeno le había ofrecido a Kobeni que ella se encargaría del papeleo con respecto al trío de poseídos. En el reporte haría ver qué Kobeni fue quien salvó a todos de una muerte segura. Aunque la del parche le daba gracia lo que decía, Kobeni seguía intentando procesar.

-Me imagino que haces esto por tu familia ¿Cierto? - comenzó a preguntar Himeno

-S-si... Por mi hermano mayor, sobre todo.

-¡Oh! ¿Está enfermo?

-No, está estudiando para ser un gran médico, pero mi familia es pobre y los mayores estamos buscando ayudarle a pagar su escuela.

Himeno solo sintió empatía por la situación de su nueva amiga.

-Cuando llegué aquí, también lo hice por mi familia. Comencé a hacerlo por mi Padre, es un buen hombre, cuidó a mi madre, a mi hermana y a mí cuando estaba sano. De la nada empezó a tener problemas de salud, dejó de poder trabajar y tenía que ser hospitalizado de forma seguida.

-L-lo siento.

-No te disculpes -Decía Himeno con una sonrisa sincera- llegué aquí un tanto parecida a ti, me daba miedo todo... Me sigue dando miedo, había un viejo cazador que siempre me recordaba que, para ser parte de este trabajo, había que tener flojo uno o dos tornillos.

Kobeni solo se quedó mirando a su compañera. Sintió empatía por ella, tenían comportamientos distintos, pero al menos hay alguien quién la entiende para cuidar de una familia.

-Los demonios se alimentan de nuestro miedo, pero ellos también pueden sentir miedo, hay humanos lo suficientemente desquiciados, tan impredecibles y peligrosos que generan terror a la mayoría de ellos. No creo ser una, Aki tampoco podría ser uno, pero yo la verdad... Yo ya quiero retirarme.

-¿Retirarte?

-Seh. He intentado hacer que Aki renuncie a su misión de vida. No te diré cuál es, aunque me gusten los chismes, respeto mucho a ese sujeto y no esparciré lo que conozco de él. He intentado de distintas formas, pero sigue decidido a su misión, ya lo conocerás, te lo voy a presentar, es agradable cuando lo conoces bien.

-Eso espero- Kobeni creía que hacer más amigos aquí, serviría para no sentir tanto miedo como la pasó hoy.

-Perdí a muchos compañeros en el pasado- Himeno, se abrió emocionalmente a Kobeni - Todos ellos, novatos como tú, algunos tenían ideas locas, acabar con el demonio pistola u otro demonio, siempre con sed de venganza.

La protagonista solo se quedó atenta a lo que dijera su superior.

-Todos ellos fueron asesinados, en misiones grandes o incluso en una pequeña cómo está. Me estaba hartando de verlos morir, tú me conoces con esta actitud un tanto relajada, pero la verdad, no era tan distinta a Aki en ese entonces. Cuando lo conocí, estaba harta de pensar que no era tan diferente al resto de mis difuntos compañeros. Me preparaba para lo peor, pero él seguía ahí. Incluso me defendió de alguna ex novia de un compañero que falleció días después de su pérdida.

-Debe ser, alguien agradable señorita Himeno- Kobeni se alegraba de oírlo, aunque seguía teniendo sus dudas de cómo sería Aki con ella.

-Es divertido molestarlo jaja, cuando él dejó de ser un novato, se le asignó un compañero a quien debía instruir. Cómo nosotras. Para su desgracia, el novato no duró mucho y Aki lloró igual que tú a moco tendido jaja, tuve que consolar al pobre.

-Debió ser horrible, pobre Aki- Kobeni estaba desarrollando una empatía por alguien que no conocía.

-Una vez en una noche de borrachera, tenía ganas de quedarme con la coleta que él se deja crecer. Así que cuando nos dormimos, agarré unas tijeras que tenía cerca y corté su distintiva coleta. Aunque me gritó, solo le dije que no se enojará con la Himeno sobria del presente por lo que hizo la Himeno ebria del pasado.

A Kobeni le pareció una broma muy cruel eso último, pero a la vez también le dio risa que su maestra busque darle sentido del humor a la vida.

-A veces no controlo el alcohol o el cigarro, te habrás dado cuenta - decía Himeno mientras señalaba su cajetilla de cigarros ahora a la mitad de vacía.

-Soy un tant... - La conversación se interrumpió, era Aki en el radio que poseía Himeno, estaba pidiendo refuerzos cercanos, al parecer se avistó actividad de demonios de mayor calibre.

-Ni modo, así es la vida, en un momento te relajas y en el otro hay un demonio amenazando la paz de tu vecindario. Vamos Kobeni, está vez no te haré forzarte tanto.

-S-sí, voy- solo pudo decir nuestra protagonista, aún seguía traumada por lo sucedido, pero luego de cambiar de ropa y una revisión médica que indicó que no tenía nada de gravedad, pensó que al menos el pago valdría la pena.

En el camino hacia la salida, se encontraron con Arai. También se encontraba en buen estado, Kei por su parte estaba haciendo el reporte de lo que correspondía, así que ya no se encontraba disponible.

-¡Hey Chico! Vamos a necesitar otro par de brazos para esta misión. Ven con nosotras y si quieres, de premio ambas te damos un besito en los cachetes- Dijo en tono burlón Himeno.

Arai por su lado solo se sonrojó, pero decidió con mucha pena rechazar la oferta de su superior.

-M-muchas gracias por su tan maravillosa oferta... ¡Pero me niego a-a faltarle el respeto a tan hermosas damas!

Himeno solo le dio risa y Kobeni pena. A diferencia de la vez anterior que solo fueron a patrullar en pie, en esta situación se pedía apoyo inmediato, así que usaron uno de los tantos vehículos que la organización ofrecía cuando de misiones se tratara.

Cerca del lugar donde Aki había solicitado refuerzo, se podía percibir el peligro latente. Y cómo negarlo. Uno de los edificios de la zona había sido destruido con una fuerte explosión sónica, lo que terminó dejando aún más asustados a los dos novatos que acompañaban a su superior. El conductor tenía la dicha que una vez los deje en la zona de conflicto, se marcharía.

Fue el único ataque con ese nivel destructivo, pero aún faltaba distancia por recortar hasta llegar donde Aki estaba. Himeno se preocupa mucho por su amigo, sin embargo, reconoce que él es demasiado fuerte incluso para cosas como esas, ella conoce los 2 contratos que tiene y uno de los dos le aterra que lo llegue a usar.

Los 3 cazadores de demonios estaban aún lejos de la escena de los hechos. Himeno le confirmó a Aki su posición, a lo que su interés amoroso solo pudo confirmar que el demonio que se iban a enfrentar ya había sido eliminado, aun así ahí acababan las buenas noticias, lo que parece ser el demonio de las sanguijuelas entró en acción.

Una vez llegado a su destino, los cazadores buscaron a Aki. El tipo era fácil de identificar, siendo el único cazador del lugar observando detenidamente el conflicto.

-Llegas tarde como siempre, Himeno - fueron las únicas palabras que el chico pronunció, para después volver a ver la pelea entre el demonio de la sanguijuela y un humano semidesnudo con una motosierra en la cabeza.

-¡Oh! Ese es el rubio rompebolas- dijo con asombro Himeno, con la intención de molestar a Aki sin mucho éxito

Kobeni y Arai estaban asustados por lo que veían, ni de chiste podrían enfrentar a un demonio de esa magnitud con solo hachas. Arai además no tenía todos los poderes que le brindaba el demonio zorro, no era del agrado visual para ese espeluznante ser.

-Kobeni, mira tu novio- Señaló la del parche al tipo que estaba peleando- ¡ah! Espera, sigues esperando a tu príncipe vagabundo.

Kobeni solo podía escuchar las pequeñas risas de su superior, aunque molesta decidió no decir nada, Himeno es un tanto irritante si no la conoces bien, pero tratará de hacer más amenos los momentos de vida o muerte.

Los 4 compañeros se quedaron expectantes al ver cómo ahora el demonio sanguijuela estaba atrapando con lo que parecían apéndices saliendo de su cuerpo. Ninguno hizo un gesto de preocupación, Aki por su lado solo apuntó hacia la sanguijuela, juntó las puntas de ambos dedos de en medio con la punta de su pulgar, dando forma de cabeza canina. El meñique y el índice estaban parados, dando forma de orejas. El espacio formado entre las puntas de sus dedos y la palma de su mano funcionaba como mirilla. Una vez encontrando un punto exacto dónde sólo mate a la sanguijuela sin tocar al rubio con motosierra, el pelinegro pronunció solo una palabra.

-Kon.

Emergiendo de la nada, el demonio del zorro hizo acto de presencia, atrapando de un solo bocado a su presa. Este demonio siempre estaba dispuesto a devorar tanto otros demonios cómo personas siempre y cuando el sabor no sea horrible, los únicos que tenían derecho a usar esta parte de su poder era quienes consideraba atractivos.

Aki no era la excepción, un tipo alto. Pese a ser un tanto delgado tenía la condición física suficiente para hacer frente a demonios más fuertes que él, su cabello era largo, pero lo recogía en una simple coleta, su intención siempre ha sido de usarla como sacrificio cuando el demonio zorro pide algo de él a cambio. El joven pelinegro no era tan distinto a las fotos que Kobeni observó en la oficina de Himeno, aunque aquí no sonreía, sus ojos seguían transmitiendo frialdad y su voz era calmada, excepto cuando se trataba de convivir con su nuevo inquilino.

-Este es el demonio sanguijuela ¿Puedo comérmelo? - solo dijo el demonio del zorro, con una voz femenina.

-Claro, es todo tuyo- Solo confirmó Aki, quien después de esto confirmó por radio que el demonio de las sanguijuelas había sido exterminado.

La lucha había terminado, aun así, Aki dio instrucciones a los cazadores recién llegados a la escena.

-Himeno, verifica que no haya presencia de otros demonios en los alrededores.

-¡A la orden capitán!

Los dos novatos, Kobeni y Arai quedaron expectantes a la orden de su superior Aki.

-Novatos, busquen y evacuen a cualquier civil que haya quedado atrapado en esta área.

-¡S-sí señor!- ambos pronunciaron mientras acataban la orden que Aki les dio.

Pese al miedo, nuestra protagonista se sentía más segura sabiendo que estaba acompañada de gente más experimentada que ella, aun así, las malas vibras volvieron. Al ver que ahora el ambiente se había puesto frío cerca de ella y eso sólo significa una cosa.

-Deberías acercarte al chico rubio. Algo no anda bien en él, tiene una maldita motosierra en el rostro y una correa en el pecho. - Haka empezaba a sospechar del chico, recordando cosas que sucedieron hace años en un distinto plano al que Kobeni conoce.

-D-debemos buscar civiles y ayudarlos primero- La búsqueda no duró mucho, Kobeni logró localizar a una chica que aseguraba ser rescatada por el chico de las motosierras. Aunque quería darle las gracias se le instruyó a retirarse de la zona.

El "héroe" que combatió a ambos demonios que fueron reportados por Aki se encontraba tirado en el suelo, los 4 cazadores se acercaron a él. El rostro del chico estaba empapado de sangre, tenía evidentes heridas abiertas y hemorragias, decía palabras que no tenían coherencia, sobre sus sueños y una pelea que ya había finalizado.

-Si lo bañamos, fácilmente podría ir a tu casa- Dijo Himeno a su aprendiz

-N-no es momento de bromas, Himeno - solo respondió a su superior.

-Jaja perdón - solo soltó Himeno, mientras abrazaba a su compañera, en este punto a ambas ya no les incomodaba.

No muy lejos de ellas, había una chica en medio de los intestinos del primer demonio neutralizado, se trataba del demonio murciélago, por fin había dado acto de aparición luego de estar ausente sin registro de exterminio por parte de los cazadores. La chica era rubia, delgada y con unos destacables cuernos rojos en su cabeza, sus ojos tampoco parecían humanos, teniendo una forma similar a los de una mira de un francotirador. Ella solo tenía abrazada consigo una jaula con un gato dentro. Esta chica fue la misma que gritó su nombre, Power y evitó que Kobeni conociera a Makima.

-Es bueno tenerte de vuelta Nyako- Solo dijo Power, antes de observar que tanto Himeno como Kobeni se acercaban a asistirla.

Power pese a no estar en la mejor de las posiciones, no pudo reprimir su personalidad altanera y con superioridad que no tenía.

-¡HUMANAS IDIOTAS! Soy Power, la futura presidenta de la tierra, denme su sangre y juró que no me reiré cuando las mate- decía con una seriedad tan exagerada que parecía una broma de mal gusto. Himeno solo apartó a su aprendiz y se acercó a la rubia poseída. De rodillas miró el rostro de la chica, aunque hermosa, sus expresiones eran raras.

-Solo acerca tu brazo y así podré morder...- Decía Power creyendo que Himeno si le daría su sangre, una idea totalmente equivocada. Usando la extraña habilidad de la chica del parche, Power terminó noqueada de un golpe proveniente de la nada. Himeno ya tenía preparadas las esposas que usaría en la poseída y se las colocó.

Kobeni y Arai quien ya se había reunido con su compañera, luego de ayudar a un señor que le lloraba a su auto destruido, solo podían estar un tanto asustados por los cambios de actitud que tenía su superior de un momento a otro.

Su superior de la misma forma que atrapó a los poseídos en la misión de la bodega hizo lo propio con Power, usando las esposas como el punto de agarre para contener a la poseída y no permitiendo que la chica toque el suelo. Al menos no fue negligente con el gato, cargando consigo misma a la jaula con el animal.

Aki por su lado, cargó al chico de la motosierra. Cómo Aki le había confirmado a Himeno y ésta a su aprendiz Kobeni, el chico era rubio, tenía una apariencia juvenil, poca musculatura pese a la hazaña de combatir y exterminar a dos demonios, parecía unos 10 centímetros más bajo que el superior que lo ayudaba a ponerse de pie.

-Denji, irás conmigo al hospital, Himeno ayúdame con la chica demonio, debemos hacerle unas cuantas preguntas.

-Va que va- decía Himeno mientras comenzaba un trote hacia su interés romántico.

Denji seguía un tanto desconcertado por lo que había vivido, pero bastó con observar a Himeno y a Kobeni para que él solo pronuncie...

-¡Heeey, chicas! - saludando de una forma que Denji creía seductora incluso colocando una voz más grave, dando un tanto de pena como de miedo a la novata. No duró mucho la lucidez de Denji, a los segundos se había desmayado.

-Creo que le agradas o algo así- Himeno solo vio a Kobeni, molestando de cualquier forma a su compañera.

-Y-ya no es gracioso, Himeno - decía Kobeni un tanto cansada de las bromas que hacía su superior

-Ya, ya. Perdón, te noté asustada y quería ayudarte con eso. Capaz sea lindo detrás de toda esa capa de sangre. De todos modos, lo prometido es deuda, tómate el resto del día libre, yo haré el reporte de ambos casos. Si puedes, pide que te den otros trajes en el cuartel, ahora conociéndote un poco mejor no me extrañaría verte manchada de sangre muy seguido... ¡Ah! Por poco se me olvidaba, dame tu número de teléfono, así podré estar en contacto contigo.

-S-sí, jefa- sólo pudo responder.

El primer día de trabajo de Kobeni, fue un desastre, pero al menos acabó en una sola pieza.

Kobeni pudo llegar a su casa, sana y salva. Preparándose para comer un poco de la comida que le había dejado su hermana y descansar lo que restaba del día.

De forma inoportuna, su celular empezó a sonar y temiendo lo peor, Himeno probablemente la estaría llamando para una emergencia, quizás el chico Denji o Power se habían revelado o un demonio peor había aparecido. La protagonista solo pudo sentir dolor en el estómago de sólo imaginar el escenario. Aun así, agarró su celular y contestó.

-¿H-hola?

☠️-☠️-☠️-☠️-☠️

¡

5 CAPITULOS, 5 PINCHES CAPITULOS PARA QUE SE NOMBRARA AL DENJI! (y un prólogo)

En fin, espero que haya sido de su agrado. Este será el comienzo del fin de la salud mental de Kobeni, justamente vimos su primer asesinato, pero... No será el último.

La verdad ahorita que estamos en los arcos que menos desarrolló Fujimoto, creo que son momentos que puedo aprovechar para que Kobeni interactúe con personajes que pasaron desapercibidos de la obra.

El siguiente capítulo, será medianamente de Chill. Preparándonos para comenzar el arco del demonio de la eternidad.

Si leíste hasta acá, gracias tqm. Me voy a tardar un poco en subir el 6, ya que tuve que reiniciar todo el capítulo, no me terminó de convencer XD pero por alguna razón la historia fluye por mi mente y tengo que escribirla antes que se me olvide. En fin, el kobenji se acerca.

(No esperen ese final, sigo pensando si darles un final bonito o uno muy trágico. No estamos en los rezagados god por lo que no será tan wholesome la cosa)

Me at this moment

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top