Capítulo 02 - Unión familiar

Hace 3 años:

-Una reunión familiar, vaya. - Dijo con cierto sarcasmo Haka, caminando entre los escombros de lo que alguna vez fue la Residencia Higashiyama.

La casa por fuera no parecía tan grande, pero debido a tiempos mejores era de las que más espacio abarcaba en la zona. Los Higashiyama antes eran una familia respetable y adinerada, pero sus mejores tiempos se vieron en declive una vez el abuelo de Kobeni tomó el control de la economía familiar.

Al ser hijo único sin más pretensiones en la vida más que despilfarrar el dinero, su descendencia viviría en agonía día a día por su egoísmo.

El único hijo reconocido terminó siendo Hiroshi, padre de nuestra protagonista quien al ver la delicada situación que le esperaba, se terminó refugiando en el alcoholismo, su actitud desenfrenada por culpa de la bebida terminó por enamorar a Hana, madre de Kobeni y sus 8 hermanos.

-S-si... mi hermana cumplía años h-hoy - dijo Kobeni, cada vez más con el moco tendido y con los ojos llorosos. No soportaba ver a sus hermanos en distintas partes de lo que alguna vez fue su casa.

Habían pasado minutos desde que Kobeni convenció a Haka, demonio de la muerte, a formar un contrato entre ellas dos. Las condiciones de Haka eran de extrañas.

«Estoy abierta a las nuevas experiencias» - lograba recordar nuestra protagonista, aunque ¿Qué clase de nuevas experiencias? Las respuestas a esa pregunta la perturbaban, sabiendo que enfrente de ella tenía a un potencial peligro para la humanidad...

Señorita Haka - intentó formalizar Kobeni - ¿Usted me puede decir que debo dar a cambio para que regrese mi familia?

Haka por su parte solo detuvo su caminata, analizaba la escena antes de poder explicarle a Kobeni las consecuencias de hacer un trato de ese peso con ella.

-Eres mía. Bueno, básicamente, tu destino es mío. - en dos oraciones, Kobeni quedó congelada del miedo más por desconocer lo que significaba.

-Eh eh eh ¿Eh? - las palabras se quedaron atoradas en la garganta de la cuarta hija.

Haka solo la miró decepcionada, empezó a creer que su determinación por el contrato acabó antes de empezar.

-Verás. A diferencia de otros demonios, que tienen posibilidades de ver un futuro ciertamente fijo... lo que yo veo es algo más bien abstracto. No puedo ver números de lotería ni si mañana el día estará nublado, pero puedo percibir ciertas señales que muestran mis intereses.

Kobeni solo escuchó atentamente, mientras por el nerviosismo empezó a sudar. Una característica muy peculiar en ella.

- Y lo que yo vi en ti... Tiene algo interesante, algo que se ha estado preparando y en lo que tu tienes mucho que ver - dijo Haka, acercándose al rostro de Kobeni y dándole una sonrisa falsamente amistosa.

-Pero, así como el propio concepto de la muerte, tu destino es inevitable e impredecible. Lo único que estoy segura es que quiero verlo en primera fila. - Se aleja animadamente mientras observa el cadáver destrozado de la cabeza de la familia.

De solo levantar el cráneo, una de sus habilidades pasivas se puede activar. Cada cadáver cuenta una historia, como si de un libro se tratase y la del padre de la chica, no era un cuento de hadas. Podía ver los maltratos psicológicos que hacía a sus hijos mayores, la poca atención a los menores, sus problemas con la bebida, el abandono hacia su mujer y lo que le pareció más interesante, el repudio que tenía sobre su hija Kobeni.

-Oh ya entiendo, ¿Quieres que reviva a todos menos a tu papá? - Interpretó Haka, luego de ver las memorias del padre en un instante, nada destacable más que la vez cuando ganó 100,000 yenes en un juego de cartas y lo perdió todo por cobro de deudas en ese mismo instante.

-¡¿Qué?! No, yo quiero que él también reviva... S-si no es mucha molestia señorita Haka - respondió primero exaltada y luego apenada por su tono la pequeña Kobeni.

-¿Sabes que él también estará ligado al contrato? Es decir, una vez que él vuelva será parte de la deuda que tú tendrás que pagar.

—S-sí... soy consciente que no soy su hija favorita... Pero, sigue siendo mi Padre y el de mis hermanos... Tampoco es justo que él haya muerto de esa manera. Tal vez sea una segunda oportunidad para él. - dijo con tristeza y mucha inocencia la joven.

-Bien. Más te vale que hayas reflexionado tu petición. Trae los pedazos de todos tus hermanos y padres. Siguen estando frescos, el tiempo es oro, de lo contrario ni yo puedo revertir su partida.

-S-si- dijo Kobeni, aunque segura de traer de vuelta a su familia... no podía resistir las ganas de llorar, ver a su familia destrozada y ensangrentada, lo que alguna vez fue su imperfecta pero amada familia, eran ahora pedazos parcialmente devorados por un demonio.

Kobeni en un punto tuvo que interrumpir todo, empezó a vomitar, no resistía mover los cadáveres de sus hermanos más pequeños. La escena seguía siendo fuerte para ella.

Kobeni logró juntar casi todos lo que quedaba de sus familiares, para su fortuna el demonio oso no comía los cráneos de sus víctimas.... Así que veía en el piso y de forma alineadas, el rostro inerte y de terror de cada hermano y padre.

Solo se necesitó un chasquido. Un simple chasquido. Y el poder de Haka entraba en acción, del suelo emergieron distintas y numerosos brazos esqueléticos, todos ellos con pedazos de carne, huesos e incluso órganos. A diferencia de alguna secuencia de horror, no veías a estos mientras separando y arrancando estos pedazos de los individuos muertos, todo lo contrario, lo implantaron.

-¿Q-qué se supone que está sucediendo señorita? - Kobeni dijo asustada por lo que veía, incluso sabiendo que esto era beneficioso para sus familiares.

-Todo lo contrario, a lo que represento. Para tu fortuna, el demonio oso no llegó a digerir mucho de tus familiares, otros pedazos quedaron esparcidos fuera de tu casa y lo que no se localice, yo puedo reemplazarlo, pero no preguntes esto último.

-B-bien. Con que esto ayude a mi familia.

- Claro que lo hará, idiota. Pero esto me es repugnante. Yo represento el fin y un nuevo comienzo, no el reinicio y la continuidad. Jóvenes o viejos una vez llegado el momento de su muerte, su propósito se cumple. Tu familia terminó devorada por un demonio y ese es el fin de su historia.

Kobeni... rebasó su límite... no podía sentirse enojada, pero si frustrada, su llanto se intensificó... y nació un sentimiento de culpa, por haber sobrevivido y los demás no.

-Tienes razón, su historia acabó aquí... pero me niego a aceptar que eso sea todo para ellos, mis hermanos mayores ya tenían una vida, Kenta pudo ser un gran médico, los pequeños tenían una vida por delante... sé que tú como demonio no entiendes el concepto de familia... pe-pe-pero...

-¿Qué no lo conozco? Claro que lo conozco... pero hace tiempo me dejó de importar, no eres la única que ha perdido gente que aprecias.

Kobeni se quedó simplemente callada, tenía miedo de cualquier reacción violenta de Haka, pero también dudosa... ¿Un demonio puede sentir afecto por otros... o se refería a otra cosa, otra clase de ser vivo quizá?

Kobeni no podía saber los sentimientos de muerte, solo veía los gestos de sus labios, pero sus ojos... sus ojos estaban ocultos.

La reconstrucción no llevó mucho tiempo, sus hermanos y padres parecían muy idénticos a como Kobeni los reconocía. Muerte le había asegurado que la preservación de sus cráneos fue un golpe de suerte, en teoría la mayoría de los recuerdos estarían bien preservados por lo no quedarían como un cascarón vacío.

Otro chasquido suena, este como una orden a los brazos para retirarse. Le asqueaba ver respirar a la familia Higashiyama, pero un trato era un trato. Haka le regresaba a su familia y kobeni le pagaba con diversión, en un mundo como este, los demonios respetan mucho los contratos que hacen con los humanos.

-Felicidades, están vivos- dijo Haka fingiendo celebrar esto.

-¿Y mi casa? - preguntó Kobeni muy inocentemente.

-Puedo parcialmente revivir gente, pero no reconstruir casas, si quieres llamo al demonio de la demolición para que te la reconstruya- respondió con sarcasmo el demonio.

-¿En s-serio? - respondió Kobeni con otra pregunta, de forma incrédula.

-No.

El silencio se volvió incómodo tras esa negativa, pero no duró mucho, los refuerzos solicitados por alguno de los cazadores de demonios que cayó durante el conflicto contra el demonio del oso habían llegado.

Obviamente llegaron muy tarde, habían pasado 24 minutos entre la solicitud de refuerzos y su llegada al lugar, en ese tiempo pasaron bastante cosas. La familia de Kobeni había muerto, sus compañeros también, ella tuvo que escapar y debido a la insolencia de la chica, le costó la vida a su victimario y casi también la suya.

-¿C-como voy a explicar esto señorita Haka? - dijo Kobeni

-¿Quieres mi ayuda? - respondió Haka. Antes de cualquier respuesta que llegase a dar Kobeni, Haka solo tocó la frente de la chica y la durmió, no la atrapó ni nada, permitió su caída y parte del impacto lo recibió su cabeza, dejando una herida abierta.

-De nada- dijo Haka, observando a una inconsciente Kobeni, no sin antes ver cómo los refuerzos llegaban a la casa destruida de los Higashiyama, reportaban una familia inconsciente y que parecía mal herida, sobre todo la pequeña Kobeni que tenía una herida donde seguía brotando sangre.

El transcurso de los días era normal, todos tuvieron que ser hospitalizados. Resultando ser la única familia no masacrada por el demonio del Oso, que no se encontró una vez se siguió su rastro hasta llegar a un cementerio.

Seguridad pública dijo que había planes de asilo en lo que ellos se hacían cargo de financiar la reconstrucción de su hogar. Era lo de menos que podían hacer tras haber llegado tarde al llamado de auxilio.

Ninguno de los Higashiyama recordó lo que había sucedido. Ninguno con excepción de Kobeni, quién para guardar las apariencias, decidió ocultar información valiosa, para los cazadores de demonios, con el miedo de que Haka anule el contrato.

Hace un año.

Con 18 años de edad Kobeni se había graduado de la preparatoria, el mínimo obligatorio en la educación japonesa. Por lo que sus padres con bombos y platillos le anunciaron que ella no podría cumplir sus sueños de estudiar algo relacionado a las artes.

Realmente esto no sorprendió en nada a la cuarta. Sus calificaciones nunca fueron sobresalientes sino al igual que lo esperado, fueron lo mínimo aprobatorio para graduarse. El tiempo para estudiar era limitado, siempre tenía que estar ayudando a su familia en cualquier asunto, recolecta de basura, trabajos menores en la comunidad e incluso cuidar de sus hermanos menores en la ausencia de sus papás.

El tiempo invertido en muchas de esas cosas limitaba lo que ella quisiera hacer en realidad con excepción de sus hermanos, la verdadera razón por la que jodió su existencia en primer lugar.

La convivencia con sus hermanos era alentadora en la vida de Kobeni, todos disfrutaban que ella los dibujara, a veces hacía retratos y otras veces los dibujaba en situaciones graciosas. Algunos de los menores pedían dibujos de sus animes favoritos y ella con gusto los hacía.

Para Kobeni, sus hermanos eran un ancla para un tener algo de felicidad en su vida, los mayores Kenji, Kaori llegaron a ser fuentes de aprendizaje y de sabiduría, los dos mayores la ayudaron para sus tareas hogareñas, facilitar sus trabajos o incluso prepararla para las entrevistas de trabajo, incluso saber distinguir las señales por si querían que ella hiciera cosas extrañas.

Kenta por su lado, ayudaba a Kobeni con los temas académicos, aunque les costó, Kobeni pudo aprobar sus grados escolares sin reprobar ninguna materia.

Kenji y Kaori tuvieron problemas con sus papás, por lo que terminaron separando caminos y buscando una independencia con amplias dificultades. Aunque en la actualidad, pese algunas carencias, se sienten más plenos que en el pasado dónde obedecían a sus padres.

Kenta por su lado, tenía una presión bajo sus hombros increíble. Tuvo que trabajar para pagar siquiera una parte de la inscripción y una mensualidad de su universidad. Sus padres le repetían continuamente que él sería quien salve a esta familia y recupere el honor de su apellido. Sintiéndose responsable sobre todo de que a sus hermanos menores no les falte nada en su vida.

Por lo que los 4 mayores tenían sus respectivos problemas. Los 5 menores seguían en edades escolares y para su fortuna, recibieron el amor y cooperación de los mayores por lo que a diferencia terminaron siendo un tanto más optimistas e incluso extrovertidos.

Sus padres eran responsables de múltiples maltratos psicológicos, quienes provocaron amplias inseguridades en sus hijos, sobre todo en Kobeni quién nunca recibió el simple tacto del cariño o amor paternal.

Nuestra protagonista solo tuvo 2 motivos para revivir a sus padres. Sus secuelas con la culpa del superviviente a pesar de incluso verlos con vida, sigue recordando sus cadáveres despedazados y expresiones de horror en sus cráneos, también es que dejaron de ser tan negligentes a partir de Keiji, el quinto hermano.

Seguían siendo padres que no expresaban tanto cariño, pero a la vez ya no eran tan despreocupados como lo fueron con sus primeros 4 hijos, incluso en contadas ocasiones veías a ambos padres intentando ayudar en las tareas de sus hijos o aceptando muestras de afecto por parte de los menores.

¿Culpa? ¿Alguna clase de epifanía por haber sido atacados sin enterarse por el demonio del oso o porque así podrán manipular más fácilmente a sus hijos más jóvenes?

Preguntas e ideas que la propia Kobeni generaba, pero no era el único de sus problemas ya que la búsqueda de empleo era el reto a seguir.

En la actualidad

Kobeni se encontraba como copiloto en un auto particular algo descuidado, con capacidad de 4 pasajeros y con los años pasándole por encima. El conductor era su hermano mayor Kenji, algo inseguro debido al plan que tenía su hermana menor.

-¿Kobe, estás seguro de esto hermanita? - preguntaba Kenji - Sabes, no es necesario que lo hagas, hay otros trabajos que podríamos encontrar para ti.

-Ninguno paga bien, ya he intentado múltiples veces y los más sencillos me despiden al primer día - respondió Kobeni, quién frustrada por no tener un empleo fijo, decidió hacerles caso a sus padres parcialmente.

-Hermana, entiende que esto puede arriesgar tu integridad, me daría algo si terminas hospitalizada o peor - reclamaba Kenji con un tono preocupado

-Kenta necesita el dinero, casi lo dan de baja por atrasarnos en los pagos y he oído que, en este trabajo, pagan muy bien - Contestó Kobeni cabizbaja

-Yo podría hacerme cargo de él hermana, intentemos buscarte otra cosa

- Kenji, tener múltiples trabajos también te estaba matando, todavía tienes problemas de espalda por trabajar en el campo

La situación de Kenji era muy delicada, el sobreesfuerzo físico que hacía le estaba cobrando factura y tenía el riesgo de quedar inhabilitado de por vida si continuaba así. Kenji tuvo que reducir su carga laboral para mantener su salud, pero también limitaba el dinero que podría darle a la escuela de Kenta.

Kaori por su lado también tenía trabajos sobre todo de limpieza, las jornadas eran largas y repartía una parte para ella y la otra para la universidad de su hermano.

Sus padres se terminaron por endeudar más, la educación de Kenta no estaba saliendo barata para ellos ni a sus hijos mayores. Como de costumbre, criticaron la poca constancia en los trabajos de Kobeni.

Con un simple comentario, hirió la poca autoestima que le quedaba a la chica, si ella no podía encontrar trabajos dignos y mucho menos mantenerlos, que busque uno sucio, prostitución o cazadora de Demonios ahí ganará más y servirá de algo en su vida.

-No quiero ser una prostituta, pero quiero ser útil. Quiero ayudar a Kenta y y-yo también tengo miedo

-Kobeni... t-tu, no es necesario hacer esto

-Tenemos muchas deudas, pero creo que después de esto podremos pagarlas. -Kobeni después de decir eso, señala a un edificio que no se distinguía del resto, pero que, según la dirección, eran las oficinas de los cazadores de demonios- Ahí es.

Kenji solo procedió a estacionarse, dejando a Kobeni que se bajara.

-Kobeni... Voy a tener que ir por algunas cosas, pero estaré cerca para recogerte. Llámame cuando salgas.

-Si, hermano. Descuida, tengo algunas monedas para llamarte. Nos vemos entonces.

-¿Te vas sin recibir tu regalo? - dijo Kenji con una expresión de felicidad- No creas que me olvidé de darte un regalo para tu cumpleaños.

El mayor sacó de la guantera de su vehículo un pequeño regalo envuelto en papel rosa. Extendiendo su brazo para entregárselo a su hermanita.

-E-eh- Solo pudo decir con sorpresa la pequeña

-Seguirás pagando para hacer llamadas, pero al menos en algo que es tuyo jaja- dijo entre risas su hermano mayor.

Al abrirlo, se percató que era un pequeño celular, para nuestra época sería una pequeña reliquia de algún pasado, pero en los noventa un celular plegable era un lujo, que apenas los citadinos se estaban dando.

-¡Hermano! Esto debió costarte mucho- solo pudo decir Kobeni con algunas lágrimas en sus ojos, pero ahora de sorpresa y felicidad

-No solo trabajo para pagarle la escuela a Kenta, trabajo para todos mis hermanitos - le dijo con una sincera sonrisa

-¡Muchas gracias, hermano mayor! - dijo Kobeni que abrazó a su hermano antes de que él se vaya.

-Solo prométeme que te vas a cuidar sí... sí llegas a entrar como cazadora.

-Claro hermano, prometo cuidarme.

-No me gusta decir esto, pero haz cualquier cosa para... no salir herida o peor- el tono feliz de Kenji pasó nuevamente a ser uno de preocupación- Nos vemos, me llamas en tu nuevo celular, ya tiene registrado mi número.

Ambos hermanos separaron caminos, Kobeni se encontraba enfrente del edificio dispuesta a pedir trabajo como cazadora de Demonios.

Pese que Kenji nunca lo notó, Haka siempre estuvo sentada detrás del asiento de Kobeni. Aunque no fue necesario salir de la puerta como una persona normal, ella en un simple pestañeo se encontraba ya al lado de Kobeni.

-Sabes... No tienes una pésima familia como yo creía - Decía Haka, un tanto asombrada porque creía que todos serían malos con su propiedad.

-T-te dije, que los únicos malos eran mis p-pa... - Kobeni no pudo terminar la frase

-No me hagas esperar, después de 3 años veré algo interesante- interrumpió el demonio de la muerte, que pacientemente por 3 años, vio una vida cotidiana, sosa y algo triste de la chica que considera su propiedad.

-B-bien- Kobeni respondió para finalizar la pequeña charla. Camino hacia la entrada del edificio de una organización que cambiaría la vida de nuestra protagonista.

Sin saberlo, la vida de la cuarta hija se retorcería a niveles inimaginables. Y sin que Haka se entere, las visiones del destino de Kobeni por fin estaban dando apertura.

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Por fin! Cómo verán (1 o 2 lectores que tengo) la Kobeni de esta historia tiene una vida un tanto complicada, pero sentía que para darle un tanto de coherencia a sus acciones futuras tenía que enseñar que ella tiene mucho por perder. Los hermanos mayores tienen sus reflectores actualmente, pero los menores también tendrán sus momentos (o eso creo) (⁠◔⁠‿⁠◔⁠)

En fin, en el siguiente capítulo inician los eventos de Chainsawman de forma paralela con la historia de nuestra prota. Así que Denji, Power y sobre todo Aki llegarán próximamente.

Cómo pequeño spoiler, el siguiente capítulo hablará un poco de la relación que tendrán Himeno y kobeni.

Estaré en exámenes, así que, como primer aviso, no creo actualizar tan pronto.

Nos vemos y si llegaste hasta acá, tqm.

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