Narra Ryu

Como iniciar esto, bueno mi nombre es Ryu Cranel, vengo de una familia que se dedica a cazar creaturas sobrenaturales, en mi familia somos o mejor dicho éramos 9 personas, éramos yo y mis 5 hermanos. Éramos mi hermano mayor y heredero de mi padre Shion , mi segundo hermano mayor Jack , mi tercer hermana Sasha y las pequeñas gemelas Sara y Anna cada uno con su magia y estilo de pelea distinto, también era mi padre y madre Deimos y Touka ellos eran inseparables además de mi abuelo Salazar quien es el mas poderoso de nosotros.

Recuerdo claramente la noche en la que todo cambió para nuestra familia. La alarma resonó en nuestra casa, un sonido familiar que normalmente no despertaba más que un ligero interés entre nosotros. Pero esta vez era diferente. El tono urgente nos hizo abandonar nuestras rutinas y nos reunimos en la sala, cada uno con la mirada fija en el abuelo Salazar.

Salazar : Hay una manada de hombres lobo en las afueras de la ciudad —anunció el abuelo con seriedad-. No podemos permitir que amenacen la seguridad de las personas de la ciudad.

Aquella noche, nos preparamos para una misión conjunta, algo que rara vez sucedía. Cada uno de nosotros, con nuestras habilidades y magias distintas, nos armamos hasta los dientes. Mi hermano mayor, Shion, lideraría el ataque, seguido de cerca por el resto de nosotros, incluido el abuelo, cuyo poder eclipsaba el nuestro.

Salimos en la oscuridad de la noche, nuestros pasos resonando en la tierra mientras nos dirigíamos hacia el conflicto. La luna llena iluminaba el camino, y el viento llevaba consigo el olor a humedad y tensión.

Al llegar al lugar, nos enfrentamos a una manada de hombres lobo feroces. El abuelo lideró el ataque con una destreza impresionante, sus habilidades sobrenaturales brillando con intensidad. Pero, a medida que la batalla se desataba, algo inesperado sucedió.

En un rincón del campo de batalla, vi a dos hombres lobo alejándose. Con mi magia de mejora, los perseguí, solo para descubrir una escena que cambiaría mi vida para siempre. un hombre lobo sostenía en sus brazos a un bebé dormido parecía ser su madre. La imagen de la inocencia en medio del caos me hizo dudar. Entonces uno de ellos se abalanzo sobre mi , por poco logre esquivar su ataque e inmovilizarlo en el suelo y cuando estaba por darle el golpe final algo había en sus ojos, algo que nunca había pasado sus ojos eran de suplica. Mientras vacilaba, fui atacada por un tercer hombre lobo que emergió de las sombras. Derribada en el suelo, sentí su mordedura en mi hombro. Fue entonces cuando el abuelo intervino, eliminando a los hombres lobo restantes, incluido el que sostenía al bebé.

como pude trate de ponerme de pie pero la mordedura hacia imposible apoyarme en mi brazo, entonces vi como el abuelo se acercaba a mi pero lo ultimo que esperaba fue su pie apunto de darme una patada, mientras me golpeaba con dureza, el abuelo Salazar no solo castigaba mi error, sino que también me recordaba la crueldad necesaria en nuestro mundo. En cada golpe, mi nueva naturaleza como hombre lobo se hacía más evidente, y con ella, la comprensión de que mi destino estaba irrevocablemente entrelazado con la caza de criaturas sobrenaturales. no paro hasta que termine desmayada 

Después de lo que parecieron horas desperté en la mazmorra debajo de la casa. La mazmorra era un agujero nauseabundo. El hedor a carne podrida se colaba por mis fosas nasales, mezclándose con el persistente olor a humedad. El suelo estaba marcado con manchas oscuras, rastros indelebles de tormentos pasados. La poca luz que se filtraba revelaba las cicatrices del tiempo y la brutalidad en las paredes desconchadas. No era solo una celda; era un recordatorio constante de la oscuridad en la que vivíamos.

Fue en ese rincón lúgubre donde desperté, mis muñecas atadas por cadenas gastadas. No estaba sola en ese lugar, pero las sombras parecían devorar toda compañía. mi madre con una linterna titilante, entró como un rayo de luz en la negrura. No pronunció palabras, pero sus ojos decían más de lo que sus labios podrían expresar.

Ryu : No deberías haber vuelto, mamá - dije con un nudo en la garganta, temiendo la respuesta que ella me daría.-

Touka : No podía dejarte aquí sola, Ryu. No esta vez -respondió con una firmeza en su voz que no había escuchado en mucho tiempo.-

Con manos temblorosas, liberó mis muñecas y nos adentramos en la mansión, evitando las sombras y los recuerdos que acechaban cada esquina. Corrimos por pasillos cargados de secretos, cada paso resonando con la tristeza de lo que estábamos dejando atrás y la incertidumbre de lo que nos esperaba.La alarma del abuelo resonó por la mansión, como una advertencia de que nuestro escape no pasaría desapercibido. 

Salazar : ¡! Alerta a todos en la casa Ryu ha escapado del calabozo, deténganla a toda costa !!

Aunque no mencionó a mi madre, su silencio hablaba de un peligro aún mayor. Llegamos a la cima de la torre, y allí, frente al anciano, se desató la tormenta.

Salazar :Ryu, debes perecer para mantener la paz. Es la única manera - sentenció el abuelo con una frialdad que hizo que la sangre se me helara mientras desenvainaba su espada -

Touka : ¡Paz a costa de la sangre de tu propia familia! ¿Es eso lo que llamas justicia, padre? - mi madre intervino, su voz vibrando con la frustración acumulada a lo largo de los años mientras imitaba al abuelo tomando una pose de desafío. -

La pelea se desencadenó con una ferocidad que cortaba el aire como un cuchillo afilado. Mis ojos seguían cada movimiento con una mezcla de temor y determinación, incapaces de apartarse de la confrontación que se desarrollaba frente a mí.Mi madre y mi abuelo se enfrentaban con una intensidad que sacudía los cimientos de la torre. Cada choque de espadas resonaba en mi cabeza como un eco de tormenta, una cacofonía de metal contra metal que parecía no tener fin.El cansancio pesaba en mis huesos, agotándome más allá de lo que pensé posible. Cada respiración era un esfuerzo, cada parpadeo una lucha contra el agotamiento. Mis músculos gritaban por descanso, pero mi mente estaba atrapada en la vorágine de emociones que se desataba frente a mí.

Mi madre luchaba con valentía, pero podía ver el cansancio en sus ojos, el peso de los años y los recuerdos que la arrastraban hacia abajo. Mientras tanto, mi abuelo parecía alimentarse de la oscuridad que lo rodeaba, su rostro una máscara de determinación implacable.La disputa se prolongaba, cada minuto que pasaba parecía una eternidad. Mis emociones fluctuaban entre el miedo y la rabia, la impotencia y la determinación. Quería intervenir, quería detener la violencia que se desataba delante de mis ojos, pero sabía que no podía.

Entonces, en un instante fugaz, el destino se reveló. El abuelo lanzó un golpe fatal, y mi madre cayó ante él, su cuerpo inerte yacía en el suelo como una marioneta rota. El silencio que siguió fue ensordecedor, un vacío que parecía devorar todo a su paso.Mis lágrimas fluían libremente, mi corazón se retorcía en un dolor insoportable. Quería gritar, quería llorar, quería correr hacia ella y nunca dejarla ir. Pero todo lo que podía hacer era mirar, impotente y rota, mientras el último aliento de mi madre me empujaba hacia la seguridad antes de desvanecerse en la noche.Entonces, el abuelo se volvió hacia mí con ojos fríos y crueles.

Salazar : Ella pagó el precio por tu existencia- dijo con una voz llena de veneno. - Debes morir para que no vuelva a pasar. Es tu destino.

Sus palabras resonaron en el aire, una sentencia que colgaba sobre mí como una espada lista para caer.De repente, un viento feroz azotó la torre, la tormenta enfurecida rugía a nuestro alrededor. Mi madre, con su último aliento, usó su magia para empujarme lejos de la pelea. A pesar del estruendo ensordecedor, pude escuchar sus palabras susurradas como un eco en la tempestad: "Vive".

El viento aullaba como una bestia enloquecida mientras me alejaba de la torre, impulsada por el último acto de magia de mi madre. Sus palabras resonaban en mi mente como un eco eterno, un recordatorio constante de su sacrificio y su amor.Mientras la tormenta rugía a mi alrededor, el resto de la familia llegó al lugar. Sus rostros reflejaban horror y confusión al ver el desastre que se extendía frente a ellos. Mi madre yacía en el suelo, su figura silenciosa y fría en medio de la devastación.El abuelo se erguía en pie, su mirada una mezcla de seriedad y furia. Sus ojos se posaron en mí con una intensidad escalofriante, como si pudieran atravesar mi alma y arrancarla de raíz.
Salazar : ¡Mira lo que has hecho! - rugió el abuelo, señalando el cuerpo sin vida de mi madre. - Su sangre está en tus manos. Eres una maldición para esta familia, una aberración que nunca debió existir. 

El resto de la familia se reunió a su alrededor, sus rostros endurecidos por el dolor y la ira. Uno por uno, juraron venganza contra mí, prometiendo que pagaré por la muerte de mi madre con mi propia sangre.

El mundo se volvió oscuro a mi alrededor, la tormenta furiosa reflejaba mi propio tormento interno. Pero en medio de la oscuridad, las palabras de mi madre resonaban con fuerza, recordándome que aún había esperanza en medio de la desesperación.

Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de determinación, juré honrar su sacrificio, enfrentar mi destino y luchar por la verdad y la justicia. A pesar del dolor y la pérdida, me aferré a la promesa que había hecho en la cima de la torre, una promesa de vida en medio de la muerte.

Ryu : y así fue como termine siendo odiada por mi familia y se le dio precio a mi cabeza - mientras se limpiaba las lagrimas al recordar esa parte de su pasado -

en un instante izuku se acerco y abrazo fuertemente a Ryu sin decir ni una sola palabra

Ryu : M..Midoriya suéltame- mientras hacia fuerza para romper el abrazo pero le resultaba imposible - por favor - mientras su voz se volvía a romper y las lagrimas volvían a salir

El silencio continuó, solo interrumpido por los sollozos entrecortados de Ryu y el latido acelerado de sus corazones. En medio de la angustia y la confusión, Ryu sintió un atisbo de consuelo en el abrazo de Izuku, una sensación de calma en medio de la tormenta emocional que la consumía.

Finalmente, después de un momento que pareció una eternidad, Ryu se rindió a la calidez del abrazo de Izuku. Sus brazos cayeron a los costados, y se permitió aferrarse a él, dejando que las lágrimas fluyeran libremente mientras se sumergía en el consuelo que le ofrecía su amigo.

Sin necesidad de palabras, Izuku le transmitió su apoyo incondicional a Ryu, su presencia constante en medio de la oscuridad que la rodeaba. En ese abrazo, encontró un refugio temporal, un lugar donde podía dejar de lado su dolor y su soledad, al menos por un breve momento.

después de varios minutos y que ryu se tranquilizara de nuevo izuku se acomodó en la banca y lanzo una pregunta a ryu 

Izuku : Oye Ryu, hay algo que aun no entiendo bien, yo no soy un vampiro por completo pero porque me dieron sangre con la maldición, pero a ti si te mordieron, por que no te transformaste por completo ? 

Ryu : Mira, Izuku, es complicado - comenzó Ryu, buscando las palabras adecuadas para explicar lo que había pasado - . Creo que mi genética juega un papel importante en esto. Tengo una especie de... resistencia natural a las maldiciones y la magia en general. Es como si mi cuerpo estuviera diseñado para luchar contra eso.  - Izuku asintió con interés, esperando a que Ryu continuara.-—Pero eso no es todo —continuó Ryu—. Durante la pelea, la maldición de hombre lobo estaba tratando de tomar el control, pero mi madre... Bueno, ella hizo algo increíble. En su último acto de amor y sacrificio, usó su magia para protegerme. Fue como un escudo que me mantuvo a salvo de la transformación completa.- Los ojos de Izuku se abrieron de par en par, asimilando las palabras de Ryu. -—Es sorprendente, ¿verdad? —añadió Ryu, con un toque de emoción en su voz—. El amor de mi madre fue tan fuerte que incluso en la muerte, logró protegerme. Es algo que nunca olvidaré.Izuku asintió en silencio, impresionado por la historia de Ryu y el increíble vínculo entre madre e hijo que había sido capaz de resistir incluso las fuerzas más oscuras y poderosas.

Izuku : Gracias por compartir eso conmigo, Ryu - dijo finalmente Izuku, con un tono de gratitud - Es realmente inspirador.

Ryu asintió con una sonrisa, agradecido por tener a alguien como Izuku con quien compartir sus experiencias más profundas. Juntos, se prepararon para enfrentar los desafíos que les deparaba el futuro, sabiendo que, con amor y sacrificio, podrían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

FIN CAP 

PROXIMO CAP 21/03