Parte 5 ( El Primero En Despertar )
Parte 5 Comienza
-Naruto, que corría a gran velocidad hacia donde se encontraban los locos que estaban cortando y disparando a la gente, comenzó a reírse con locura mientras sacaba un kunai, apuntando directamente hacia la yugular del primer bastardo infeliz que se cruzó en su camino. Pero antes de que pudiera cortar limpiamente el cuello del encapuchado, Naruto giró su kunai y lo noqueó en lugar de matarlo.
-"¿Qué demonios estuve a punto de hacer?", se preguntó Naruto, sudando mientras miraba sus manos que comenzaron a teñirse de rojo.
-"Vamos, mátalos a todos. Estos infelices no merecen vivir. Mátalos y prueba su sangre. Destrúyelos, descuartízalos, y que no quede vida en sus ojos. Que sientan lo que es el sufrimiento", escuchaba Naruto en su mente mientras un dolor agudo le atravesaba la cabeza. A medida que la voz en su cabeza se intensificaba, él volvía a reírse como un loco. "Si tengo que matar a estos bastardos, tengo que hacerlos sufrir y ver su sangre", murmuró Naruto, mientras sus ojos comenzaban a volverse completamente rojos.
-"¡No! ¿Qué demonios estoy diciendo? No tengo que matar a estos bastardos. No tengo permitido hacerlo, y no soy ese tipo de persona. ¿Qué demonios está sucediendo?", pensaba Naruto mientras se agarraba la cabeza, tratando de aclarar sus pensamientos. Sin embargo, en medio de su confusión, vio algo acercarse rápidamente hacia su rostro. Saltó para esquivar y se dio cuenta de que uno de esos bastardos, blandiendo un hacha, intentaba decapitarlo mientras le gritaba algo sobre ser un "bastardo de la peste".
-"¡MÁTALO!", se escuchó la voz en su cabeza. Naruto, con sus ojos completamente rojos, lanzó su kunai. El arma voló hacia el enemigo, pero en lugar de atravesarle el corazón, se alojó en su hombro izquierdo, a solo unos centímetros del corazón.
-"¡No! Maldito bastardo, yo no asesino gente", grito Naruto con furia mientras, a gran velocidad, noqueaba a todos los encapuchados a su alrededor. Luego, se fue rápidamente, no solo para evitar ser atrapado, sino también para averiguar qué demonios estaba sucediendo en su mente.
-Al regresar a la casa que estaba utilizando como refugio, Naruto se dejó caer al suelo, con la cabeza latiéndole de dolor. "¿Qué maldita sea me está pasando?", se preguntaba mientras su cuerpo sudaba en exceso. La voz en su mente comenzaba a resonar más fuerte, gritándole con furia por no haber seguido sus deseos.
-Suspirando con dolor, Naruto decidió que necesitaba entender qué estaba ocurriendo dentro de él. Sentándose en posición de meditación, intentó adentrarse en su subconsciente para averiguar la causa de todo esto. Sin embargo, no fue una buena idea. La voz que antes solo era un dolor molesto ahora resonaba como un trueno, golpeando sus oídos. El dolor lo obligó a gritar mientras se tapaba las orejas, aunque no sirviera de nada.
-¿Qué demonios es eso? ¡Maldita sea! gritaba Naruto con una mezcla de dolor y enojo, cada vez más frustrado por lo que estaba ocurriendo. Incapaz de soportar más, se levantó rápidamente y comenzó a correr por los pasillos de su subconsciente, buscando llegar hasta donde Kurama debería estar. Sin embargo, cuando llegó, en lugar de encontrar la habitual cueva que albergaba a su amigo, se encontró con nueve cuevas. El espacio era mucho más grande de lo que recordaba.
-Aguantando el dolor que pulsaba con fuerza en sus oídos, Naruto comenzó a buscar el origen de los gritos que atormentaban su mente. Fue entonces cuando, para su sorpresa, vio a alguien familiar: el antiguo compañero de su amigo Gaara. Estaba gritando con furia mientras se movía de un lado a otro, pidiendo sangre a gritos, su rostro desfigurado por una sed insaciable de violencia.
-"¡Quiero sangreee! ¡Necesito una masacre! ¡Maten a todos, que mueran! ¡Muerte, muerteee! ¡Jajajajaja!", gritaba y reía como un loco el mapache, mientras sus ojos brillaban con locura. Antes de poder decir algo más, su mirada se detuvo cuando vio que algo se acercaba lentamente hacia él, envolviendo el ambiente en una tensión inquietante.
-"¡Un sacrificio! Al fin voy a poder matar algo", gritaba el mapache, preparándose para lanzarse sobre la pobre alma que osara cruzarse en su camino. Sin embargo, justo antes de hacerlo, sus ojos se fijaron en un mechón de cabello rubio. En ese instante, algo en su memoria se encendió. Recordó unas palabras que sus hermanos le habían dicho antes de que todos cayeran en un largo sueño por el agotamiento.
-Los nueve bijuu estaban al borde del colapso, exhaustos por el esfuerzo de proteger el cuerpo de su nuevo portador. El viaje a través de ese extraño portal los estaba desgastando, y Naruto, aunque fuerte, estaba sufriendo las consecuencias. Kurama, que había estado observando a Naruto cruzar finalmente el portal, soltó un suspiro de alivio cuando lo vio llegar al otro lado. Sin embargo, sus ojos se cerraban poco a poco debido al agotamiento.
-"Maldición...", pensó Kurama mientras luchaba por mantenerse consciente. "Tengo que avisarle a Naruto que tenga cuidado con el primero de nosotros que despierte". Su mirada se dirigió inevitablemente hacia su hermano más pequeño, Shukaku, temiendo que fuera el primero en despertar y perder el control al no haber nadie que lo controle.
-El chakra de los bijuu se agotaba rápidamente, y cada uno caía en un estado de sueño forzado. Kurama sabía que, aunque sus intenciones eran proteger a Naruto, algo oscuro podría despertar antes de tiempo si no lograban estabilizarse.
-"Oye, maldito mapache imbécil, solo lo voy a decir una vez," gruñó Kurama, su voz resonando con una autoridad indiscutible mientras sus ojos se clavaban en Shukaku. El bijuu de una cola lo miró furioso, mostrando sus dientes por la ira de que lo llamaran imbécil.
-Kurama no se dejó intimidar y continuó: "Que no se te pase por la cabeza intentar hacerle algo a Naruto mientras estemos todos durmiendo. Porque te juro que, cuando despierte, lo primero que voy a hacer es darte una paliza que no olvidarás jamás. ¿Entendido?"
-Shukaku abrió su boca, preparado para contestar con una burla o una amenaza, pero algo en la mirada de Kurama le hizo reconsiderarlo. Aunque enojado, sabía que su hermano de nueve colas no bromeaba con algo así. Miró a su alrededor, notando cómo los otros bijuu también asentían en silencio, conscientes de lo volátil que podía ser el bijuu de una cola cuando se dejaba llevar.
-"¡Tch! No necesito que me den órdenes, Kurama. Pero no olvides que no soy como ustedes. Yo hago lo que quiero," respondió Shukaku con un gruñido, desviando la mirada, aunque en el fondo sabía que su hermano mayor lo estaba vigilando muy de cerca.
-Kurama soltó un resoplido, satisfecho de haber dejado claro su punto. "Será mejor que lo recuerdes... por tu bien y por el de Naruto," dijo antes de cerrar los ojos, permitiendo que el cansancio lo venciera finalmente.
-El silencio cayó sobre los bijuu mientras uno a uno se sumergían en el letargo profundo, sabiendo que lo único que los mantenía unidos era Naruto.
-Shukaku se quedó inmóvil, gruñendo en silencio mientras las palabras de Kurama resonaban en su mente. Odiaba que le dieran órdenes, especialmente de su hermano mayor, quien siempre parecía tener la última palabra en todo. El bijuu de una cola apretó los puños, frustrado, mientras su ira burbujeaba dentro de él.
-"Maldito Kurama... siempre creyendo que puede controlarlo todo," murmuró con rencor, mientras su cola se agitaba con impaciencia.
-Sin embargo, por más que su rabia lo incitara a rebelarse, Shukaku sabía que no podía hacer nada. Recordó las miradas de los demás bijuu, que ahora parecían tener un extraño respeto por el rubio. Eso lo enfurecía aún más. Nunca le había importado mucho quién lo contenía, pero sabía que si intentaba algo contra Naruto, no solo tendría que enfrentarse a Kurama, sino a todos sus hermanos. Y aunque era fuerte, incluso Shukaku reconocía que no podría con todos ellos.
-"¡Tch! No necesito que me aprecien ni que me den órdenes... pero maldita sea, si me meto con ese mocoso rubio, todos me golpearán," pensaba con furia. Pero debajo de su enojo, una chispa de resentida aceptación se encendió.
-A pesar de todo, Shukaku entendía que estaba atrapado en una situación que no podía controlar. Así que, aunque odiaba la idea, por ahora, tendría que contener sus impulsos destructivos. Eso no significaba que aceptara la autoridad de Kurama, pero sabía que era más inteligente esperar su momento.
-"Esto no ha terminado, Kurama," pensó, dejando que su rabia se enfriara lentamente.
-Shukaku se acercó un poco al rubio, lo miró fijamente y le sopló un poco de arena mientras gruñía, molesto.
-Vamos a dejar una cosa clara desde este momento. Si yo te pido sacrificios, tú me los darás, y masacrarás a todos los que yo diga que masacres. Y me llamarás "madre" desde este momento. ¿Entiendes? dijo, intentando sonar firme y autoritario, sin saber que en la mente del rubio resonaban las palabras que Kurama le había dicho antes.
-"Escucha, antes de que me termine durmiendo como mis hermanos. Si Shukaku despierta primero, no le aceptes nada de lo que dice. Él es más débil que todos los que estamos presentes aquí, y hasta es más débil que tú en este momento. Con tu modo sabio, tienes la fuerza suficiente para hacerle frente.
-"El bastardo mapache solo acepta a los fuertes, así que dale una golpiza si empieza a decir cosas como que le tienes que escuchar. Golpéalo hasta que diga que entendió y que no dirá más nada. Solo golpéalo", dijo Kurama antes de empezar a dormirse.
-Oye, maldito enano, ¿me estás escuchando? ¡Lo que te estoy diciendo! preguntó furioso Shukaku mientras se acercaba más a la cara del rubio. Tienes que traerme mucha sangre y darme todo lo que te pido. Si digo que tienes que matar a una simple mosca, tú lo haces, ¿entiendes? preguntó ahora enojado, ya que parecía que el rubio estúpido no le escuchaba.
-Shukaku, que se acercó para ver mejor al rubio, notó algo raro que antes no había visto. Oye, bastardo, ¿tus ojos no eran azules antes? preguntó confundido el mapache, antes de que una pequeña sonrisa de Naruto le hiciera ponerse nervioso. ¿Qué te pasa? ¿De qué te ríes ahora? preguntó mientras se hacía para atrás por si acaso, pero fue demasiado tarde.
-Naruto, que había reunido energía natural, activó su modo sabio mientras le sonreía al mapache. Lo siento, castillo de arena, pero te voy a tener que destrozar un poco pensaba con una risa malvada. Luego, saltó y le dio un golpe en la cara al mapache, que no logró esquivar y salió volando hacia dentro de la cueva.
-¡Maldito mocoso, vas a pagar por eso! se escuchó el grito de Shukaku, que hizo temblar todo cuando empezó a correr.
-Habían pasado ya tres horas desde que Naruto había entrado a su espacio mental, y la pelea que había tenido todo este tiempo con Shukaku finalmente estaba llegando a su fin. Naruto, suspirando con alivio, vio cómo el gigantesco mapache caía de espaldas, agotado, mientras intentaba recuperar el aliento al sentir cómo todas las fuerzas que había acumulado durante su largo sueño se desvanecían por completo.
-¡Maldito niño de mierda! -gritó Shukaku, lleno de enojo y frustración.
-Por esta vez te salvaste, maldito bastardo, pero no se quedará así. Volveré por más cuando me sienta mejor dijo el mapache, levantándose del suelo y comenzando a entrar en la cueva. Susurros del mapache se escuchaban a medida que se alejaba. Maldita sea, primero mis hermanos me molestan y me golpean, y ahora un maldito humano también lo hace. ¿Por que me persigue la desgracia? se oyó su pequeño llanto mientras el gigante mapache desaparecía de la vista del rubio.
-Qué bien que pude arreglar esto rápido. Gracias, Kurama, por decirme la forma en la que podía contener a ese loco mapache pensó Naruto mientras se dejaba caer al suelo, antes de quedar dormido por el cansancio tras pelear contra un Bijuu.
-Naruto, que se había dormido en posición de loto, comenzaba a despertarse molesto, ya que un rayo de luz le estaba golpeando en la cara. Esto le hizo fruncir el ceño, irritado. Al abrir poco a poco los ojos, se dio cuenta de algo. Espera, estoy seguro de que aseguré la casa para que ningún rayo de luz entrara aquí, pensó. Entonces, vio con sorpresa a Stain, que estaba sosteniendo un espejo y guiando un rayo de luz hacia su cara.
-Naruto, con cara de póker, miró a Stain, quien se estaba riendo con una sonrisa estúpida.
-Vaya, es increíble. Tu primer día como vigilante y ya estás en las noticias por todos lados como el extraño sujeto que derrotó a más de 20 personas en unos segundos. Y, para colmo, después de que los derrotaras a todos, llegó All Might y se quedó como un tonto parado alrededor de todos los sujetos que golpeaste.
-Las personas se están preguntando por qué alguien tan fuerte como tú está actuando como vigilante, ya que podrías fácilmente ser parte del top 10. Todos están comparando tu velocidad con la de Ingenium e incluso con la de All Might.
-Sabía que eras fuerte, muchacho, pero no esperaba que fueras así de fuerte. La verdad, ahora estoy interesado en saber quién eres realmente. Después de nuestro encuentro en este lugar, busqué información sobre ti y solo encontré datos vagos acerca de tu nombre y tu quirk. Estoy completamente seguro de que ese quirk no es una simple mejora del cuerpo, como dicen los papeles.
-¿Quién eres realmente, Naruto Uzumaki? Solo sé tu nombre y una vaga descripción de tu quirk, que seguramente no es lo que dicen. Estoy realmente interesado en ti en este momento.
-Primero que nada, deja de hablar así, haces que suene raro y asqueroso dijo Naruto mientras se alejaba de Stain, sintiendo un poco de asco por sus palabras.
-Segundo, no es de tu incumbencia lo que sea yo o mi quirk. Lo único que tienes que saber es que tengas cuidado, porque la próxima vez que te acerques tanto a mí, no será como la otra vez; te volaré la cabeza.
-Y tercero, ¿qué demonios haces aquí de nuevo? Estoy seguro de que dijiste que te ibas y que no esperabas volver a encontrarme. Pero ahora estás frente a mí buscándome. ¿Cuál es la razón de esta visita tan inesperada?
-Stain, que había estado parado todo este tiempo, suspiró con cansancio mientras se sentaba frente al rubio. Naruto no dijo nada y simplemente dejó que el asesino de héroes hablara para saber qué quería.
-Te lo volveré a preguntar, chico. ¿Realmente no quieres convertirte en un héroe? ¿De verdad deseas ver este mundo con tus propios ojos, en todas sus formas? preguntó Stain, serio.
-Ya lo dije. Los héroes en este momento son peores que algunos villanos que andan sueltos por las calles. Dejan morir a la gente por un poco de fama y no les importa si alguien sufre. Primero tienen que asegurarse de que las cámaras los están viendo, y después de todo eso, piden recompensas por sus actos. Simplemente son ladrones, asesinos y desalmados protegidos por el gobierno. No quiero entrar en ese tipo de lugar pensaba Naruto, recordando que eso mismo era lo que hacían los shinobi, solo que sin cámaras.
-Entonces, tengo una oferta futura para hacerte dijo Stain.
-Naruto, al escuchar las palabras "oferta futura", se sorprendió, pero decidió que quería escuchar lo que este sujeto tenía para ofrecerle.
-Hace unos días, antes de llegar a este lugar, unos sujetos extraños que se hacían llamar la próxima Liga de Villanos intentaron contactarme para hablar sobre algunos asuntos, e incluso mencionaron la posibilidad de unir fuerzas. Sé lo que debes estar pensando: "¿Por qué hablar con esos bastardos villanos?" continuó Stain. Yo no tengo problemas en aliarme con ellos si sus ideales son iguales a los míos. Pero tú, que me has hablado sobre cómo nunca serías un villano... Tal vez te interese ver con tus propios ojos por qué los villanos son lo que son ahora, desde su punto de vista.
-¿Estás diciendo que existe la posibilidad de que te unas a la Liga de Villanos si sus ideales son correctos como los tuyos? ¿Y me estás invitando para que vea con mis propios ojos cómo es la vida de un villano? ¿Esa es tu oferta... que me convierta en un villano? preguntó Naruto levantando una ceja.
-La oferta no es simplemente que te conviertas en un villano respondió Stain. La oferta es que aprendas más, que entiendas por qué hacen lo que hacen. Porque, desde que te vi, me di cuenta de que sabes muy poco sobre cómo funcionan realmente las cosas en este lugar. Y eso me causa curiosidad.
-Bueno, dejaré mi oferta aquí y me iré. Cuando me contacten nuevamente esos de la nueva Liga de Villanos, vendré a este lugar, que supongo será tu base por todo lo que estás dejando y arreglando. Así que espero que pienses en la oferta, aunque realmente no creo que esos sujetos compartan mis ideales dijo Stain con una risa irónica. Y si no los tienen, simplemente los asesinaré añadió, sacando su lengua con una sonrisa siniestra, antes de marcharse, dejando a Naruto pensando.
-"Realmente sería una buena oportunidad para ver ambos lados, primero entender por qué los villanos en estos lugares son villanos... Realmente no tengo nada que perder, no soy nadie en este lugar", pensó Naruto. Sin embargo, dejó de darle vueltas al asunto, ya que si lo que Stain dijo sobre contactar nuevamente era cierto, tendría tiempo de sobra para decidir. Por ahora, simplemente seguiría siendo un vigilante hasta que llegara el momento.
-"Bien, creo que no estaría mal salir por el día, un poco de aire fresco me haría bien", pensó Naruto. Nuevamente cambió su apariencia, esta vez con el cabello rojo como el de su madre y ojos violetas, ocultando las marcas de nacimiento en su rostro. Salió de la casa que estaba ocupando y se dirigió hacia el centro de la ciudad, donde se encontraba la mayoría de la gente, esperando pasar desapercibido para los héroes.
-Después de recorrer las tiendas de los alrededores, Naruto había comprado ropa junto a varios aparatos de alta tecnología llamados celulares, además de una computadora. Luego, se dirigió hacia donde vendían comida y fue directo a la mejor tienda del mundo que estaba frente a sus ojos: ramen. Naruto estaba feliz, emocionado por poder seguir saboreando el manjar de los dioses.
-Después de comprar su jugoso ramen, Naruto estaba sentado en una mesa un poco apartada de la gente, disfrutando de su gran sabor. "Vaya, esta ya es la tercera o cuarta vez que nos encontramos", se escuchó una voz detrás de él, seguida por un toque en su hombro.
-"Después de verte tantas veces en tan poco tiempo, no puedo evitarlo, la curiosidad me gana... ¿Podría tener tu número de celular?", preguntó una chica que pasó de estar detrás de él a sentarse justo frente a él.
-Naruto, sorprendido mientras comía, se quedó de piedra. Sentía nuevamente esa extraña sensación que lo dejaba confundido cada vez que veía a esta persona de piel rosa... Pero ahora estaba realmente confundido y necesitaba ayuda urgente, porque se estaba ahogando con el ramen.
Fin Parte 5
Bueno manga de negros aca esta esta madre de cap 5 jajaja me tarde dios sabe cuanto tiempo pero fue una banda pero bueno yo solo quiero decir que espero poder tener algo de tiempo para poder actualizar las demas negradas y no dejarlos re tirados como siempre pero bueno ahora sin nada mas que decir nos vemos en proximas actualizaciones negros adioooos xd
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top