Viviendo en el Limbo
Cinco meses después.
Rey miraba con tristeza, nostalgia, dolor y resignación las cajas con todas las pertenencias de Tod apiladas en la puerta principal, sentada en el piso, añorando los días soleados junto a él, pero ahora parecían tan distantes, tan lejanos y sabía que nunca llegarían.
Cinco meses antes..
El teléfono cayó a sus pies y ella gritó tan fuerte, no podía creer lo que le habían dicho; Tod muerto, su Tod, el amor de su vida, su presenté, su futuro. Cayó de rodillas al suelo llorando fuertemente, quería a su madre, quería a su padre, necesitaba consuelo. Tomó el teléfono y marcó a su amiga entre jadeos y llanto rogó por ayuda.
—Rose.— la llamó. —, amiga, ayúdame. —al otro lado de la línea Rose no entendía nada. —¡Esta muerto! — gritó de nuevo, su vista se nublo y de repente todo era blanco.
*
El funeral fue sombrío, no esperaba que fuera brillante ó algo así. Ella odiaba estas cosas, cuando perdió a sus padres optó por olvidar lo poco que recordaba de aquel día, de aquellos días, pero ahora todo eso volvía a flote, como una coladera repleta. Sus amigos estaban para ella, sujetando su mano mientras el ataúd de Tod bajaba lentamente. Comenzó a llorar y sollozar, era real, era cierto. Jamás volvería a sentir sus besos, caricias, jamás volvería a oir su voz ó hacerla reír.
Habían pasado unos días y Rey seguía sumida en la miseria de la soledad, pidió estar en su apartamento sola, ante la negativa de Rose, quién la invitó a pasar unos días en su casa ó la de Poe, no la querían dejar sola, pero ella se negó a todos. Todas esas primeras noches que ella pensó reír entre sus brazos se habían convertido en noches de llanto sola en su cama. No podía creerlo, no podía ni siquiera entender como la vida la había dejado sola de nuevo.
Con su pijama puesta y tirara en el sofá en la inmensidad de su departamento contemplaba el vacío, que era ahora su nueva vida. Así estuvo los días siguientes, la contestadora llena de mensajes de Rose y Poe.
"Rey soy yo Poe, cariño no puedes seguir así" "Rey, soy Rose porfavor contesta el teléfono me tienes preocupada" "Rey dejanos verte"
Así eran todos los días, y ella recordó la nota mental, editar el mensaje de la contestadora, sonrió ante ese pensamiento. Los días siguieron y su depresión seguía ahí en ese lado de su corazón.
Para su sorpresa y mientras seguía recostada en su sofá, la puerta sonó bruscamente, al otro lado, eran Rose y Poe quien exigían entrar. Rey solo se movió para tomar un cojín y ponerlo sobre su cabeza, no quería ver ni oír nada al respecto.
—Rey, sabemos que estas ahí. —grito Rose. —, así que déjenos entrar ó romperemos la puerta.
—Déjenme en paz. —, gritó Rey. —No los quiero ver, porfavor déjenme sola.
Cuando dijo eso, escucho silencio, pensó que se habían ido, lloró en silencio. Pero un estruendo se escuchó y entraron. Rey se levantó para ver a sus amigos entrar por la puerta.
—Pero como... —balbuceo Rey.
Rose saco una pequeña llave y la giró en sus pequeños dedos.
—Olvidas que viví en un Orfanato. —dijo con aires de seguridad.
—Les dije que me dejaran sola, quiero un poco de soledad. —realmente estaba cansada.
Sus amigos miraron el departamento se veía descuidado y Rey igual, sin cepillar su cabello y con una pijama. Todo era un desastre. Sin pedir permiso, Rose y Poe comenzaron a limpiar, Rey se quedó inmóvil en el sofá, aliviada de tener amigos que la apoyarán en momentos así, pero también melancólica, no quería verlos no estaba lista y no sabría cuando. Después de una larga hora ya habían terminado y tocaba Rey. Cuando Rose se acercó a Rey, comenzó a llorar y esta la abrazo.
—Murió Rose, me he quedado sola otra vez. — Lloró en el pecho de su amiga, esta le dio consuelo y calmó su llanto.
—Rey, cariño no estás sola, nos tienes a nosotros, que siempre vamos a cuidar de tí. —Rey se sujeto aún más a ella y negó en sus brazos.
—¿Que voy a hacer sin el?. —El llanto no cesaba.
—Seguir. —La miro a los ojos. —eres una mujer valiente Rey Kenobi y solo resta seguir. Es difícil lo se, será muy difícil eso es seguro, pero aquí estamos.
Rose la insto a tomar un baño y ponerse ropa limpia, casi a empujones lo logró, Rey entró a la ducha, mientras Rose y Poe hacían algo de comer, Rey se veía muy desmejorada.
—Pobre de mi bebé. —Poe estaba afligido. —Y me dices que no le dejó nada.
Rose asintió. —No estaban casados, por lo cual su seguro paso a su madre que vive en Bespin. —Rose parecía más serena.
—Pero el departamento es de Rey, ¿cierto?. —Mientras ayudaba a escurrir los vegetales.
—Por supuesto, Rey pago la mayor parte por este lugar, y bueno la madre de Tod no puede hacer nada.
Amilin Holdo de Wilkinson era la madre de Tod, nunca se llevó muy bien con Rey, quien siempre la miro cómo una niña muy apresurada y falsa, por ese mismo motivo no habían entablado una amistad cercana. Rey creyó que cuando Tod y ella se casarán y le diera un nieto, su futura suegra la recibiría con los brazos abiertos, lastimosamente no habría ni boda, ni nietos y mucho menos cariño de su parte. Al no estar casados el seguro de Tod paso a su madre y no a Rey, quien se quedó solamente con el departamento y eso solo porque había pagado más que el. Pero ahora no tenía ni ahorros, un departamento enorme que lidiar. Aunque ella aún no veía la magnitud de todo, por su estado de pérdida y su duelo, Rose que era abogada estaba más al tanto que ella.
Rey salió del baño, con ropa limpia, aunque pálida se veía más viva. Después de la comida, llegó la hora de hablar de temas, como ¿que hacer después de todo?, Rey no estába lista, había pasado un mes pero tomó fuerzas gracias a sus amigos y haría lo necesario para volver a la normalidad, si es que ahora esa palabra tenía algún sentido, en su miserable vida.
Actualidad..
Rey seguía mirando las cajas con una especie de nostalgia, el camión de la mudanza vendría pronto por ellas. Parecían sólo simples cajas con cosas, pero para ella eran una vida juntos, había ropa, zapatos y otras cosas. Obviamente no se deshizo de fotos y algunas cosas más íntimas, pero se aseguró con ayuda de Rose de sacar cualquier cosa innecesaria. Se levantó y fue a la cocina, antes de eso paso por el inmenso librero y recordó a la dueña del lugar, la madre del joven que murió aquí hacia años, seguro ella también dejó ir las cosas de su hijo, y se quedó con el mueble con los que seguramente eran sus libros, no tuvo corazón de dejar ir sus fotos con Tod, como ella de este mueble. Aún tenía la encomienda de devolverlo ó al menos sus libros.
Salió de la cocina con un emparedado de maní y buscó un libro al azar. Sus dedos jugaron con los títulos, se sorprendió al ver la cantidad de títulos, en todo el tiempo que vivió aquí no se había detenido a verlos minuciosamente. Desde Shakespeare, Austen, Bronte, Victor Hugo, novelas de amor, tragedias, pasajes bíblicos, lectura griega. Se alegro al encontrar uno de sus libros favoritos casi en la parte final, "El mago de oz" Al sacarlo para ojearlo cayó al piso una foto. Al tomarla y leyó la parte de atrás.
"Espero que vengas a verme para mi cumpleaños, te extraño hijo mío, te quiero. Con amor tu madre".
Rey giró la foto y se trataba de una mujer de no más de 50 años junto a un hombre de casi la misma edad que ella, supuso que más viejo. Y luego un joven de pelo negro como la noche con una sonrisa por igual que la de la la mujer y hombre mayor a su lado, el jóven sostenía un perrito negro, pero su mirada no parecía lo mismo que su sonrisa, era como si algo estuviera pasando. Aún así se alegro de ver una familia feliz. El joven debía haber sido el hombre que murió aquí, un escalofrío recorrió su espalda, se asustó pegando un saltó cuando la puerta sonó, se tranquilizó, debían ser los de la mudanza, su corazón se estremeció y dejó la foto en el libro y lo acomodó. Suficiente de curiosidad por hoy.
*
La cena paso algo silenciosa, Poe saco su estilo de cocinero gourmet y la comida era deliciosa. Rey aún estaba algo sentida, hoy había dejado ir la mitad de su vida en unas cajas.
Rose comenzó una conversación sobre su trabajo y sobre una de sus compañeras iría de vacaciones a Naboo, tenía los lagos más bellos de la galaxia. Un buen lugar para los turistas en épocas calurosas. Poe habló lo pesado que era el trabajo, pero no se quejaba tendría un buen reportaje para la revista donde trabajaba. Rey parecía jugar con la comida y solo sonreí vagamente.
Poe comenzó a hablar sobre el reportaje de una de sus amigas del trabajo, "Hechizos de amor, para atrapar a la pareja ideal". Rey no tomó mucha importancia hasta que Poe comenzó a hablar sobre una conocida que había hechizado a un hombre y había consultado un ouija y que le dijo como y quien sería el hombre de su vida. Rey dejó el tenedor y puso por primera vez en toda la velada atención de lo que estaban hablando, obvio Rose bufo ante tal cosa, pero Poe le aseguró que los espíritus de la ouija hablaron con su conocida y que todo era real.
—Poe esas cosas no son reales. —demasiado escéptica ante esas cosas.
—No es broma Rossi, tú misma hablas de la inmensidad del espacio y que no sabemos que hay ahí. —Se sirvió más vino.
—Una cosa es la inmensidad del espacio y otra cosa muy distinta son los fantasmas y los espíritus. —Puso los ojos en blanco.
—¿Y con la ouija puedes hablar con los fantasmas?. —Por primera vez Rey habló, parecía absorbida por la idea.
—Rey cariño, Poe esta alucinando con estas cosas, no se puede. —Mirando con negativa a Poe quién no media sus palabras.
—Sí, solo son cosas que digo, no se si sea real y no tenemos porque averiguarlo. —Bebió de la copa.
—Pero. —insistió. —Podríamos intentarlo, podríamos hablar con ellos. —Tenía iniciativa.
—Rey, amiga, esas cosas de hablar con espíritus son solo cuentos, fantasía no es real. —la quizo tranquilizar Rose.
—Pero la amiga de Poe habló con ellos, quizá yo pueda hablar con Tod. —Tenía ilusión en su mirada, Poe se dió cuenta de su error.
—Bebé.—llamó su atención. —Es solo un cuento, y mi amiga estaba más ebria que sobria así que temo que solo bromeaba.
—Si Rey. Y no es como que Poe sea Walter Mercado. —dijo sarcásticamente.
Rey emitió una carcajada, dulce e inocente, después de tanto tiempo sik hacerlo, allí estaba Rey, la misma de siempre. Sabían que sería bueno para ella reír y ser ella misma, la joven soñadora, amante de la docencia y el espíritu libre que siempre fue.
*
Habían pasado los días, y Rey volvió al trabajo y sus actividades normales, estar entre los niños le ayudaba, ellos eran amables, seres de luz. No había pensado en nada sobre espíritus o ouijas misteriosas, pero aún estaba la duda de si era posible hablar con fantasmas ó no. Y tenía que sacarse la duda, algo la tomó, y su inciativa de saber y escuchar se hizo presente.
Al salir del trabajo paso por el centro comercial y entró a una tienda esotérica, con algo de vergüenza por verse inmiscuida en un lugar así, con veladoras, imágenes y otras cosas que no alcanzó a reconocer.
—¿Puedo ayudarla?. —Una mujer joven la ayudó. Rey no sabía que hacer, la mujer era como de su edad, con el cabello negro, un vestido largo con muchos collares.
—Bueno, yo. —estaba nerviosa, esto era un error, Rose le dijo que eran fantasías. —Solo entre por curiosidad.
La mujer la miro con intuición, Rey se veía nerviosa y apenada.
—Puedo ver en tu mirada que algo estas buscando, ¿respuestas acaso?. —La interrogó.
Se armó de valor—Bueno, buscaba una ouija. —dijo sin reparos. La mujer Se sorprendió.
—¿Una ouija?. —Rey asintió. —Esos objetos no son juegos querida.
—Lo se, y no es para un juego, un amigo me contó que puedes hablar. —, lo dijo como un susurro.—con seres espirituales. — La mujer la miro con cuidado.
—Supongo que perdiste a alguien recientemente y quieres.....
—Hablar con el. —la interrumpió. —era mi novio y tengo que hablar con el, tengo que hacerlo. —Todo lo que salía de su boca parecía una locura pero es que tenía la necesidad de hacerlo. La mujer meditó su respuesta y su necesidad.
Entró hacia el pequeño cuarto detrás de una cortina, Rey espero paciente detrás del mostrador analizando mejor el lugar, había imágenes de Santos, amuletos y otras chácharas. Una inscripción en la pared "Un alma nunca se va totalmente". Rey leyó eso con cuidado otra vez hasta que la mujer regreso. En sus manos tenía una caja y con cuidado se la mostró.
—Esto es una ouija muy antigua, pero no porque sea antigua es menos poderosa, tienes que usarla con cuidado y te explicaré como.
Después de un rato la mujer le explicó a Rey, quien escucho atentamente como usarla, antes de irse le advirtió.
—Querida mía. Recuerda que estas cosas son reales y muy poderosas, úsalo con cuidado porqué no son un juego. Las cosas que harás y veras son reales y se tienen que manejar con cuidado y respeto. —La mujer la miro sería con una mirada fija, Rey por primera vez tuvo miedo.
*
Rey llegó a casa dejando el paquete en la mesa, la mujer de la tienda le dijo que no eran juegos y no sabía ahora si quería usarla ó no. Se preparó un baño y luego la cena, mirando al otro lado el paquete, pensando si debía ó no hacerlo. Quizo llamar a Rose para que la acompañara pero sabía de antemano que ella se enojaria y le diría que eran cosas sin sentido y mucho menos lógica. Sonrió ante eso.
Fué a su habitación sin sueño, de su mesita de noche saco un álbum de fotos, con un dolor en su pecho, miro las fotos, sus recuerdos felices con Tod, sus pequeños viajes. Creo que después de la muerte se olvidó de los momentos malos que vivió con el. Aquella foto donde habían hido a un picnic en su primer año de novios. Fue uno de los momentos más felices de su vida, el le había dado una familia y se sentía mal por no haberse despedido ó cualquier otra cosa. Se agitó y dejó el álbum en su lugar, se recosto un rato cerrando los ojos queriendo dormir. Mañana era sábado así que no tendría escuela. Un ruido en la cocina alteró sus nervios interrumpiendo su sueño. Se levantó perezosamente para apagar la luz que había olvidado. Cerro bien la ventana y se fijó en la puerta. Desde ahí miro la inmensidad del lugar, ahora lo veía con otra perspectiva se dio cuenta que era demasiado grande y hasta era frío. Negó pasando por el pasillo y miro el paquete y luego miro el reloj, eran las 3 de la madrugada.
Encendió algunas velas en forma de círculo, se puso en medio de este y saco con cuidado la ouija de la caja. Como le había dicho la mujer, le dijo que se concentrará, que lo hiciera con fe y sin miedo, que no dudará. Tomó la ojiva y la posicionó en la tabla. Afuera se avecinaba una tormenta. A lado de la ouija puso un objeto personal de el; su reloj.
—Tengo fé, creo en esto, creo en sentir, sentirte Tod. —dijo lo más calmada y serena posible. Pero nada, no se movió nada. Repitió los mismo una y otra vez esperando algo.
—Porfavor, porfavor, necesito tus respuestas, quiero verte porfavor, vuelve a mí. —quería llorar pero mantuvo la calma, sabía que era algo tonto pero tenía fé de verle de nuevo afuera la tormenta se intensificó y se oían los truenos, al estar en un bosque rodeado de árboles el sonido era aún más fuerte. —Ven a mí, aún quedan cosas pendientes, dime algo. —Un rayo cayó cerca de la casa que la hizo abrir los ojos, sin soltar la ojiva aclaro sus pensamientos para ver sus manos y como sin explicación se movía hacía un "sí". Ella soltó todo y se levantó.
Mirando el rejol y eran más de 4 de la madrugada, dejó todo, estába alucinando, apagó las velas, tomó la ouija y la puso bajo la alacena y camino a su dormitorio, la tormenta aún seguía afuera pero sin tantos ruidos. Fue a su habitación, cubriéndose con las mantas, se sentía cansada.
*
Por primera vez en estos 5 meses después de la muerte de Tod, Rey había podido dormir bien. Un ruido la molesto y abrió los ojos, se estiró en su lugar, mirando a través de la habitación, los rayos del sol entraban por la ventana, después de una tormenta viene la paz.
Se levantó para hacer el desayuno, sentada en la mesa comiendo unos paqueques de nuez con un vaso de leche tibia, degustando de la paz que podía sentir. Quizá lo de anoche le dio paz, quizás ese "si" Que apareció en la ouija era una señal, de que siguiera, una cosa era segura, regresaría la ouija cuanto antes, le daba escalofríos pensar en eso, ya no la utilizaría, no era un juego. De repente un ruido en la terraza la asustó, de nuevo ese ruido, lo dejó pasar y de nuevo el ruido. Dejó el plato e iría a averiguar.
Salió por la ventana y miro el lugar, no había nada, solo una maceta que se había caído con sus flores favoritas; margaritas. Al recogerla y levantar la vista algo la asustó.
Se tranquilizó tomando su pecho, riendo y negando con la cabeza ante su sorpresa. Era un gato, un gato anaranjado.
—Pequeño me asustaste. —Lo miro parado junto al barandal. —Ven, vamos te tomaré con cuidado no quiero un accidente más. —El gato ronroneo en sus brazos y ella lo acarició suavemente. Notando que tenía un collar al revisar este tenía escrito "BB"
Entró de nuevo.
—Ven, te daré un poco de leche y serás mi mascota hasta que encuentre a tu dueño BB. —paso cerca del librero y pensó en que ya tenía dos cosas que regresar. Dejó al gato en el suelo y entró a la cocina. Abrió el refrigerador buscando la leche y al cerrar la puerta abrió los ojos ampliamente, era aquel hombre.
—¿Quien eres y que haces en mi departamento?. —Exigió el hombre parado en el marco de la puerta.
Ella se agitó, todo paso tan lentamente, soltando el envase de leche al piso.
—¿Quien eres?. —de nuevo interrogó. Era el hombre de la foto.
—Tú, tú no eres real. —estaba muy asustada y agitada.
—Soy el dueño de esta casa y tú eres una intrusa. Te demostrare que soy muy real mientras llamó a la policía. —se acercó al teléfono de la cocina, vestía una sudadera negra unos pantalones de mezclilla azul, su cabello despeinado y negro, con esa piel pálida.
—No te me acerques. —le gritó. —Es un sueño, tu no eres real. —su mente se nublo, perdió el equilibrio desmayandose.
El hombre la miro con curiosidad, mientas el gato camino entre sus piernas hasta llegar a una Rey inconciente, el gato lamio su rostro y luego lamio la leche en el pisó.
**
Quiero agradecer la maravillosa acogida que a tenido esta historia, muchas gracias.
Espero sus votos y sus comentarios, sus críticas constructivas son buenas y bien recibidas.
EsmeraldaLezro te dedicó este capítulo, eres una de mis mejores amigas y espero que este humilde capítulo te de una sonrisa 💛✨
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top