Una noche fría.
Hux había crecido con Ben. Desde pequeños habían hido a los mismos colegios, mismas niñeras y mismos problemas. Ambos habían sido "abandonados" por sus padres, al menos Ben tenía a su madre que de vez en cuando estaba con el, pero el fue huérfano de madre y aunque tenía a su padre era como si no lo tuviera.
Ben siempre se había sentido abandona por su familia y con Hux encontró una importante amistad que duró muchos años.
Hux era abogado y Ben arquitecto, aunque no tenían mucho que ver en su trabajo, aún se juntaban para hablar, seguían siendo buenos amigos.
Cuando Han murió en aquel accidente automovilístico, Ben se sintió muy culpable, siempre creyó que su indiferencia y esa discusión con el antes de irse de su oficina, fue el catalizador de su accidente en auto, cuantas veces lloró, por que no se hubiera muerto con la idea de que el lo odiaba. El amaba a su padre.
Su mejor amigo se recluyó a si mismo en su departamento en Coruscant y de pronto se alejó de el, se alejó de todos. Su madre siempre llamaba a su Oficina para saber si Ben estába bien, porque nunca contestaba su número.
Cuando Hux se enteró de lo que le pasó a Ben, supo en ese instante en que no dejaría que el espíritu de Ben se fuera del todo.
*
La noche acaecia frente a ellos y Rey se sentía ya muy cansada, era la primera vez que conducía una larga distancia. El sueño la vencía de a poco.
Ben no estaba seguro si podía conducir, así que optó por descansar. Rey no quería perder más tiempo, la cosa era llegar lo más rápido posible para que esto acabará de una vez. Pero Ben tenía razón, el cansancio se veía en sus ojos y un largo sueño no le haría mal.
Siguió conduciendo hasta llegar a una Posada a un lado de la carretera. Había visto muchas películas de terror, y no estaba segura si debía pasar la noche en una "Posada", pero ¿Que podría salir mal?.
El edificio era pequeño de un solo piso, el lugar no se veía mal, también se veía aseado, decente, familiar. Cuando llegaron a recepción, Ben estaba mirando algunas cosas, con su condición nadie podía verlo, pensó.
Para sorpresa de Rey, detrás de la barra apareció una pequeña niña castaña como de nueve o diez años. Que saludó amablemente.
-Buenas noches, bienvenidos a la Posada familiar Jhonson, ¿Puedo ayudarlos en algo?.
-Hola, sí quiero una habitación para una persona por esta noche. -sonando amable, aunque esperaba que saliera un adulto.
Ben merodeaba y veía algunas cosas, inspeccionando cualquier detalle de la pequeña recepción. Nunca había estado en alguna Posada.
-¿Y para su amigo?. -llamó la atención de Ben, quien rápidamente miro a la pequeña niña al otro lado.
Rey se sorprendió, miro tras ella y no había nadie, solo Ben quien ahora no le quitaba la vista a esa pequeña que le sonría.
-No hay amigo. -dijo silenciosamente.
-¿Y quien es el?. -levantó su mano señalando a Ben.
En ese momento fue como un destello de luz, como si al señalarlo fuera un hilo de luz en la habitación que ahora se sentía aún más pequeña. Como un látigo Ben se acercó a la barra con gran confusión.
-¿Me puedes ver?, ¿me escuchás?. -preguntó, ella volvió a sonreír, su sonrisa nunca se fué.
Antes de que siquiera la pequeña dijera algo, una mujer mucho mayor apareció detrás de la puerta y llamó su atención.
-Buenas noches, al parecer ya conocieron a mi pequeña Esmeralda. -tomó los hombros de la pequeña.
Ben se quedó con la duda, no estaba muy seguro de lo que había pasado.
-Es una niña muy inteligente. -comentó Rey, quien no había dicho mucho.
-Así es. -dijo y la pequeña le sonrió. Y Rey pudo notar algo en su mirada.
-Quizá no pueda ver como el restó de los demás, pero eso no me impide ser feliz. -la niña bajo de la silla, sacando un bastón y para despedirse y desear una buena noche. Saliendo por donde entró la mujer.
Ahora no entendían muy bien todo, esa niña había visto algo, lo había sentido. Rey no quizo que eso la afectará, de muy mala educación suponer cosas.
-Esmeralda, es una niña muy inteligente y activa, su condición no la detiene. -la mujer explicó, arreglando los papeles para la estadía. -su madre, mi hija, murió cuando ella nació y yo la crié, es una niña excepcional, es como si fuera un don.
*
La habitación F8 fue la que les tocó, de una sola cama, un baño, una televisión, era acogedora. Una bonita habitación familiar y sencilla. La cama era suave. Optó por ir al darse un baño. No había conversado con Ben sobre el pequeño inconveniente con la niña de la recepción.
-Iré a refrescarme. -tomó su bolso de baño. -¿Estas bien?. -aunque sabía que ya no podía sufrir más después de haber muerto, algo en el parecía "roto".
El asintió. -Saldré, quiero un poco de..... -¿De aire?. Que podría querer alguien que ya no puede tener nada.-te dejaré sola.
Rey no pudo protestar, el solo salió por la puerta, y por primera vez, noto algo en el, algo que no sabía cómo manejar.
*
Rose no podía dormir, no sabía nada de Rey, desde la llamada en la mañana, había tenido éste extraño presentimiento de que algo malo podría estarle pasando.
Tanto tiempo que ella había sido su hombro para llorar. Recordó cuando llegó entusiasmada contándole sobre Tod, desde el primer momento ella quizo que fuera su esposo, aunque Rose nunca le dio una confianza de que el era el indicado para su amiga.
Nunca quizo parecer una entrometida, así que dejó que ella tomara sus propias decisiones, aunque ser la sumisa de un hombre como Tod, le daba náuseas. No se alegró de su muerte, pero fue reconfortante que Rey viviera su vida más allá de los estándares de Tod.
Pero ahora con Rey así, yendo y viniendo, no quería pensar que se había vuelto loca ó algo por el estilo. Además irse de viaje en auto no era una locura, se calmó, intentaría llamarla de nuevo, al menos para saber si estaba descansando.
Antes de poder hacer algo, una llamada le alegro su noche.
-Rose.-Era Rey, quién sonaba tranquila, como si nada, Rose respiro aliviada. -Antes de que te enojes conmigo, solo llamaba para decirte que estoy bien, y que si no conteste es porque no habia buena señal.
Ni con eso Rose podía estar tranquila. Pero le dio la oportunidad de excusarse.
-Ahora estamos. -error.-Estoy en una Posada, una Posada bastante limpia y bonita. Acabó de darme un baño e iré a dormir. -espero que Rose la regañará ó algo así. -¿Rose?.
-Aquí estoy. -porfin habló, dispuesta a regañarla, pero no lo haría, no quería enojarse con ella, le daría una oportunidad. -Sabes algo, no voy a discutir, ni a reclamar, eres una mujer adulta y es bueno que quieras salir de la rutina. Me alegro que quieras ser tú por primera vez y no la sumisa Rey.
-Gracias Rose. -Desde el momento en que aceptó ayudar a Ben, quizo decirle la verdad sobre eso, pero tenía miedo de la reacción de su amiga. Pensó unas cuantas veces hacer esta llamada y decirle la verdad.
-Tengo que contarte algo. -la sonrisa y alegría al otro lado.
-Hasta acá puedo sentir tu alegría, cuéntame. -se sento en la pequeña silla del tocador del baño.
-Recuerdas a Armitage Hux. -un pequeño "ajá" por parte de Rey ánimo a continuar a Rose. -Pues ayer tuvimos una cena, y terminanos en mi casa. -ahogo una sonrisa. Rey estalló en felicidad.
-Eso suena genial. -ánimo Rey.
-Y se siente mejor que solo genial.
Rey no podía estar más que contenta por su amiga, ella nunca salía con nadie, así que esta cita era importante y que se llevará "bien" Con el, era algo bueno, bueno sobre todas las cosas.
-Y me invitó a un festival a Naboo. -Rose vio la oportunidad para poder influir en su amiga.
-La primera cita y ya quiere ir de vacaciones contigo, va para algo serio. -Rey no sabía a donde llegaría tan confesión.
-Bueno realmente nos invitó a todos, y ya que tú vas para allá y nosotros también, porque no te quedas justo donde estás y mañana te alcanzamos y nos vamos todos juntos. -la forma desinteresada y con buenas intenciones Rey nos las tomó de ese modo, no enojada no molesta pero lo haría sola.
-Suena bien, pero es un viaje que quiero hacer sola, después de que haga eso podremos encontrarnos en Naboo. -Su propósito era uno y nada la detendría.
-Rey, mirá, no está bien lo del auto. -confesó.
-No te preocupes, no creo que Amilin me meta presa. -sin preocupación alguna.
-No es por eso. ¿Que es lo que harás?. Me tienes preocupada con esta llamarada de locura. Dime, se sincera, ¿que pasa?. -El tono de Rose la hizo meditar, de una u otra forma tenía que confesar este don, después de mirar a esa niña quien al igual que ella y con su condición podían verlo. -¿Rey?.
-Rose, te diré algo, y quiero que me creas, quiero que mis palabras sean suficientes para que me creas. -el tono por la bajo la alertó.
-Me estás asustando.
-Tranquila. -la calmó. -Rose puedo ver fantasmas. -solo hubo silencio. -¿Rose?.
-Amiga porfavor....
-Escúchame. -se apuró. -solo escúchame. No se como paso exactamente, pero desde que jugue con esa ouija aquella noche algo pasó, algo mágico y extraño. Puedo hablar y ver al fantasma del antiguo dueño, el no se suicidó.
-Claro que no se suicidó. -la interrumpió.
-Si, no se suicidó, cayó y murió. Vamos a Naboo a hablar con su madre, ella creé que lo hizo, y haré algo bueno con éste don. Solo quiero que me creas, solo quiero que digas que me creés, y después de eso haremos lo que quieras en Naboo. -espero silenciosamente la respuesta de su amiga.
-Rey, hay algo que tienes que saber......
Un sonido de batería baja hizo que el celular de Rey se apagará. De repente no se escuchó nada.
Rey maldijo al ver que su celular se apagó, salió por su cargador solo para darse cuenta que Ben aún no regresaba de su tour por el lugar, no se preocupó mucho, ¿Que podría pasarle?.
*
Había estado vagando por el lugar, que ahora lo veía mejor, si era algo grande, tenía una piscina cerrada, pero funcional.
Sentado en unas las sillas frente al agua cristalina que brillaba por las luces de colores del letrero fosforescente y las luces de las habitaciones. Pensó con calma que le diría a su madre al llegar a Naboo.
Desde que tiene memoria, recuerda que ella fue una mujer amable y buena con el. El distanciamiento empezó cuando ella se metió de lleno en la política y su padre en sus negocios, el paso a ser algo más de la casa. De sus padres vinieron recuerdos gratos, ahora que ya no estaba vivo, ya no podía recordar la malo si no lo bueno. Aún no podía recordar aquella noche, aquella noche fría hace tantos años, que ahora parecían lejanos.
-Hola.-llamó su atención la pequeña niña de la recepción.
-¿Hola?. Más bien era una pregunta que un saludo.
-¿No puedes dormir?. -se sentó a su lado. Ben tenía miedo que ella se cayera a la piscina y el no podría hacer algo. -No caería, conozco muy bien este lugar.
-¿Sabes lo que soy?.
-Por supuesto, eres una persona, tú alma la puedo sentir. -la niña parecía tan segura.
-No, no soy una persona, soy un fantasma, nadie más puede verme. -le aseguró, pero ella sonrió, solo le sonrió.
-Talvez yo no pueda ver más allá de lo que usted ve, pero puedo sentirlo. -tomó su mano.
Una descarga eléctrica sintió en sus venas.
//-Hijo. -llamó su padre. -Tú madre y yo queremos verte para Navidad. -expresó con calma.
Ben miraba algo en la computadora, su empresa había prosperado muy bien, y ahora era un arquitecto reconocido en Coruscant. No le hizo mucho caso a su padre, quien se veía ya mayor, mucho más mayor de lo que recordaba.
-Padre. -tecleando algo. -Estaré ocupado todo éste mes, quizá ¿año nuevo?. -sin siquiera mirarlo.
-Ben Solo Organa, por una vez podrías ser considerado con tu familia. -Su voz se alzó en la habitación.
-¿Considerado con tu familia?. -el resentimiento se cortaba con un cuchillo.
-Ben, por favor. -Rogó.
-Lo dice quien abandonó a su hijo cuando pudo. -ahora si lo miro.
-Lo siento. -Rogó de nuevo.
-Ya es tarde Han Solo, ya es muy tarde. -sin una pizca de dolor.
-Vuelve a casa. -La forma en la que lo dijo.
-Ya es tarde, tengo trabajo, nos vemos en año nuevo. -sin decir más, siguió con lo que tenía.
-Te amo hijo. -sin alguna otra cosa que hacer, el salió por la puerta, la última vez que vería a su padre.
La causa de su muerte un accidente de auto, al parecer sufrió un infarto y no pudo esquivar aquel auto.
Por un largo tiempo sufrió la pérdida, el no haberse despedido de su padre le dolía.
Ben sentía culpa, y en ese momento creyendo que su madre estaba enojada con el, se fue, huyó a su departamento, dejando todo atrás hasta su empresa.
Hux lo ayudó, el lo ayudó, pero Ben no quería nada. El lo ayudó con la empresa, en varias ocasiones animandolo a salir de nuevo. Incluso ir con su madre, pero el se negó, la culpa no lo dejaba dormir.
Una mañana de noviembre hacia frío a fuera. El día de ayer había venido Hux, con sus ideas de salir al exterior, pero el se negó por milésima vez.
Tomó su consejo de rasurar su rostro y limpiar un poco. Lo había hecho y tomaría un vaso de leche. Revisó su correspondencia y era una postal de su madre. Antes de hacer cualquier otra cosa, se sento a leerla y algo en su corazón se re ánimo, ella lo quería, ella no le tenía resentimiento alguno, ésto era lo que quería, a su madre.
Haciendo una pequeña maleta, se dispondría ir a su hogar familiar, llamaría a Armitage para que lo ayudará con algunas cosas. Tomó la postal de su madre y la guardo en uno de sus libros favoritos, "El Mago de Oz" Lo dejó sobre su cama.
Un ruido proveniente de la azotea lo hizo salir. Cuando miro, ahí estaba, un gato color naranja, de donde había venido, ¿de donde era?. Con el temor de que cayera, fue hasta el, la barandilla rechinaba, tenía miedo de que el animal cayera.
Se acercó hasta tomarlo, cuando lo tuvo en sus brazos, este gruño y saltó hacia adentro. Ben lo miro pensando que era un mal agradecido. Al dar el siguiente paso se resbaló, cayó sobre la barandilla y esta aguantó. Al tratar de levantarse tomó la barandilla de nuevo y está hizo un ruido, un crujido tan fuerte, y como en cámara lenta sintió que caía, que caía hacia al vacío y de repente todo fue blanco//
Y un destello lo hizo abrir los ojos.
-¿Que me has hecho?. -retiro su brazo de su toque.
-Nada, solo te mostré la verdad, una verdad que tú no recordabas. -Ben no podía entender la naturalidad de esa niña. -La verdad de quien eres. La verdad de tu alma.
-¿Quien eres tú?. -pregunto, tocando su brazo, sintiendo los recuerdos que ahora eran aún más claros que antes.
-Soy Esmeralda, ¿Y tú?.
-Soy Ben, ¿como lo hiciste?. -necesitaba saber la verdad.
-No lo se, es un don. Mi abuela me dice que soy especial, que puedo mirar más allá de los que sí pueden. La forma en la que yo miro a los demás es distinta, no necesito la vista. -Ella se levantó. -Me tengo que ir, espero Ben que te perdones a tí mismo y que puedas ser feliz, esa mujer que te acompaña tiene el mismo problema que tú, ayudala, como ella te ayuda a tí.
-¿De que hablas?.
-Se lo que sientes por ella, y ella también siente algo por tí, aún no lo saben, pero si lo descubren quizá puedan estar juntos.
Ben no pudo decir nada más. Trato de seguirla, pero esta se fué. Tenía que saber a que se refiera, como sabía. ¿Rey sentía algo por el?. Y aunque así fuera el estaba muerto, no había retornó a su condición. Ahora sentía más cerca que nunca a su madre, como si en algún lugar le susurrará algo, algo tenue.
Rey lo llamó a la distancia. Ella llegó hasta el borde de la piscina al otro lado de donde estaba. El la alcanzó. Rey parecía preocupada, no sabía muy bien como llamar a alguien que solo ella veía.
-Ben, me preocupaste. Ya voy a dormir, vienés. -Ella le tendió la mano. No sabía porque pero la tomó.
Rey sintió calor, un extraño calor emanando de el, esta vez no sintió miedo. Ella reafirmó su mano.
Ben no dejó de pensar en lo que la pequeña Esmeralda le dijo. ¿Sería que Rey sentía algo por el?. Es verdad que el si sentía algo por ella. Era dulce y tierna. Además de lo leal, había cumplido la promesa, y estaba con el, en este viaje tan extraño. Nunca había conocido a alguien como ella, tan sincera con el, no era como las mujeres de su antiguo entorno. Y No era la primera vez que deseaba haberla conocido antes de todo esto.
Pero se había dicho que no podía ser, todos esos sentimientos se irían el día en que ella hablará con su madre. Donde recordó que aún no sabía que le dirían. Sea lo que sea cuando ella lo llevará hasta su madre, el la dejaría ir. La dejaría ser feliz y libre.
En un lapso de la noche, no sólo Rey pudo dormir y soñar, Ben en el sofá cerró los ojos y de repente soño, soño con su madre.
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Wow muchas gracias por el apoyo, de esta historia. Y las "teorías" Que han salido 🤭🤭. La esperanza es lo último que muere. Sigan al pendiente de la historia y lo descubrirán 🤠👌
Gracias por sus votos ☑ y comentarios 💬. Por favor déjenme sus opiniones. Son igual de importantes que sus votos.
El nombre de Esmeralda, es por una amiga EsmeraldaLezro que siempre esta aquí apoyando mi Trabajo. 💖💖💖.
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