Run Away With Me
El aire era frío, y la ropa que apenas llevaba la salvaba de clima exterior a su alrededor. Éste sería su primer viaje como novios. Las vacaciones de invierno y con la Universidad habían tomado la desicion.
Cuando Tod le dijo irían de vacaciones, el rostro de Rey se iluminó. No lo podía creer, imaginando todos los posibles lugares, como los volcanes de Mustafar, los lagos y cascadas de Naboo ó las selvas tropicales de Yavin.
Su sonrisa se helo como la nieve que caía sobre ellos.
Las primeras vacaciones. Donde conocería a la madre de Tod. Amilin, quién no era precisamente la mejor persona que podía conocer.
Cuando se alejaron de la nieve Rey pudo ver como era todo desde dentro. Lo que creyó serían unas lindas vacaciones navideñas, término siendo un recorrido de pequeños consejos hirientes, que sin duda dejaron a Rey al tanto de que Tod era demasiado apagado a su madre, y que ella era solo su novia sin posibilidades de opinar dentro de la casa.
Cualquiera se hubiera molestado lo suficiente como para dejarlo con sus complejos de Edipo, pero Rey no era cualquiera, Rey era una mujer que buscaba desesperadamente una familia y tan ciega que pensó que Tod sería distinto cuando se casaran. Error.
*
Rey hizo su maleta un día antes de partir, recordando algunas momentos de su noviazgo. Los últimos días había estado pensando mucho sobre eso, sobre el amor que tuvo y que perdió ó si alguna vez lo tuvo como tal. Sin duda la muerte siempre trae a la realidad al doliente. Cuando niña, aprendió que los Reinos colapsan y ahora se dio cuenta que los cuentos de amor sólo son en los libros. Aún así no podía no negar que existían cuentos mucho más poderosos.
Si alguien le hubiera dicho que tendría el poder, don o maldición de hablar con alguien que no está más vivo se hubiera reído y mucho más si alguien le hubiera dicho que Tod jamás volvería a ella. Todo era posible, como el hecho que quizá nunca se casaría con el.
Una parte de ella, la de la lógica y la de la razón estaba cómoda con eso, aunque una parte, la parte estúpida de aún lo extrañaba y daba por sentado que aquella mañana el hubiera pedido matrimonio.
*
Rose tenía una amena cena con Armitage, quién después de algunas reuniones en el trabajo y alguna comida en el salón comedor. Hux por fin se ánimo a invitarla, no es que Rose fuera demasiado penosa en el tema de las citas, pero es que de verdad le gustaba mucho y no quería arruinar nada.
Su lindo cabello color rojizo, sus ojos color esmeralda y su porte que lo hacía atractivo a sus ojos. No podía dejar de mirarlo y el hacia lo mismo.
—¿Te las estás pasando bien?. —tocando levemente su mano.
—No podría ser mejor. —asintió levemente. —El lugar es muy agradable y tú compañia aún más.
El restaurante era uno de los más brillantes de la ciudad sumando lo exclusivo que era. No creyó que logrará las entradas aunque bueno Armitage Hux podía hacer maravillas.
—Tú compañia es la mejor. —aseguró.—tú sonrisa ilumina cualquier obscuridad.
No sabía porque pero su corazón estaba estallando en su pecho, no quería verse muy obvia.
—Será demasiado pronto para asegurar otra futura cita contigo. —la forma en que lo dijo.
Rose se sonrojo lo suficiente como para que el lo hiciera igual.
—Aún no termina esta y aún no se como va a terminar ésto. —fue sincera.
La charla continuó, procuraron no hablar de trabajo y eso estába bien.
*
Rey buscaba algún vuelo para la siguiente semana, aunque para su sorpresa se dio cuenta de algo que le dio muchas más preocupaciones. Esto si era una maldición.
—¿Y no sabías que el Festival de las flores sería está semana?. —encaró a Ben en la Sala.
El no sabía muy bien que contestar. El Festival de las flores era una festividad anual en Naboo, se celebraba a la Diosa Deméter por las buenas cosechas y el clima cálido de la primavera. Y a ñpesar de que la ciudad ya no era agrícola en su mayoría, aún se preservan las viejas tradiciones arraigados en la comunidad.
Su familia como cada año participaba en el evento, aunque los últimos años ya no asistían, más bien donaban dinero para los eventos culturales.
Su "condición" Era que ya no sabía muy bien las fechas ó los horarios. Aunque recordaba el dulce aroma de las flores de mayo.
—Lo siento Rey, pero como verás. —encogiendose de hombros ante su pregunta y la obviedad de su muerte.
No le quedó más que cruzarse de brazos y rodar los ojos.
—Muy bien, pero ¿como haremos para ir?. Sin avión, autobús no llegaremos nunca. —insistió. —tendremos que esperar una semana más.
—Los festivales duran hasta dos semanas Rey. No podemos esperar más tiempo. Que te parece si vamos en auto. —sugirió. Es obvio que Rey no le pareció la idea.
—¿¡En auto!?. No llegaremos nunca. —casi pudo ver como Ben no creía en su enojó. Se sentó frente a el, mirándolo fijamente esperando que desistiera de una vez.
—Dijiste que me ayudarias. Podemos irnos en auto y si nos vamos mañana podríamos llegar en dos ó tres días. —parecía seguro de lo que decía y Rey no podía comprender exactamente lo que decía.
—Muy bien, sí ponemos en marcha tú plan. Hay un inconveniente, yo no tengo auto. —Era cierto, su auto no era lo mejor en el mercado y no llegarían muy lejos.
—Bueno, ese si es un problema, no creo que mí auto éste en el estacionamiento abajo. —medito.
—Supongo que no, no ví ningún auto en el contrato de compra. —bromeó. —habló en serio Ben no tengo auto.
Una idea se le ocurrió. El auto de Tod, ciertamente seguía en la agencia de seguros, al parecer Amilin no había venido por el.
—El auto de mi ex novio. —dijo en voz alta. Ben la miro aún más.
—¿El auto de tú ex novio?. —repitió.
—Bueno, ahora es de su egocéntrica madre. —recordando las veces en que Amilin la llamó mala cocinera. —No estába casada con Tod así que el auto es de ella. Pero bueno, creo que es una mala idea, aunque me irrita un poco que Tod no me considerará alguien importante en su testamento, cosa que tampoco me importa. —recordar que Tod nunca la miro con importancia la ponía de malas. —olvidemos eso. —aún así no se veía capaz de hacer algo así. Robar no era una opción.
Su celular vibró al otro lado de la mesa, con algo de jaqueca lo tomó para descubrir con algo de sorpresa pues era la mismísima Amilin.
—Bueno. —con tacto, no por ella. Demasiado extraño.
—Hola Rey, solo quería decirte que la próxima semana mandaré por algunas cosas que aún tengas de Tod. Su lugar son en su casa. —dijo tan secamente, Rey no podía dejar de pensar que era una descarada egoísta.
—Gracias, ten una linda noche. —le colgó con rabia. No podía creer que estuvo tan cerca de ser parte de su familia. Su lado razonable era el que la hizo más fuerte, pero el lado estúpido refloto cuando una idea un poco más loca cruzó por su mente.
—¿Quien era?. —pregunto Ben, se acercó hacía ella. Le sonrió y Ben no pudo adivinar lo que le diría.
—Una señal de que mañana nos iremos a Naboo, ya tenemos transporte.
*
Hux se ofreció llevarla a casa, cada gesto era de verdado un caballero.
Su vestido no era tan corto pero el aire de la primavera azotaba con fuerza su rostro. El le había dado su chaqueta.
—Llegamos.—hizo un gestó hacia la puerta. No esperaba déjarlo pasar, pero si el estaba dispuesto. No quería parecer muy obvia, no tanto al menos no en la primera cita.
—Lindo lugar. —aunque lo menos que miraba era la casa detrás de ellos.
—¿Quieres pasar?. —por fin le preguntó. Demonios. —¿Una taza de café?. —corrigió. No se avergonzaba de sus propios deseos, los nervios lo estaban traicionando.
—Por supuesto. —no perdió ni un instante, Rose era linda. —una taza de café estaría bien.
*
Rey no pudo dormir, había estado teniendo estos extraños sueños. No les había tomado importancia no parecía algo que le preocupara. Desde muy chica había tenido estos pequeños lapsos de miedo nocturno.
El sueño de anoche fue aún más cálido que los anteriores. Recuerda su calida boca sobre la suya, las lindas palabras en su oído y sus grandes manos vagando por su cintura. La forma tan suave y a la vez obscena de su cuerpo sobre el suyo, la hizo temblar. Podía jurar que era real, la carne, el calor. Todo en el era perfecto, susurrando suavemente en su oreja, con el calor de su aliento tras cada palabra. Un "estaré contigo" Y un "nunca te abandonare" La hicieron agarrase más a su piel desnuda. Entre los salvajes beso ella logró articular un "no estas solo" Y un "el destino es extraño" Un grito ahogado por la fuerza de su impacto la hizo despertar.
Después de que despertó agitada por el sueño que no era precisamente decente, miro con pena la foto alado de su cama, Tod y ella ¿un día fueron felices?. Ni en sueños podría ver su rostro y el hombre de ese sueño claramente no era el. ¿Quien era? Tal vez sabía la respuesta, pero se negó aceptar tal cosa. Imposible.
La adivina la dijo que tenía una misión. Quizá sea ayudar, quizá sea darle paz a los demás aunque ella jamás la tenga.
*
Llegó hasta la agencia de seguros donde tenían el auto de Tod. Fingió muy bien su siguiente movimiento. Aún no podía creer que lo estaba haciendo, era enojo y una especie de reto para su ex suegra y su modo de tratarla una buena lección.
—¿Es usted la señora Amilin Holdo?. —preguntó la recepcionista, vagando en la apariencia juvenil de Rey.
—Sí. —primer mentira. —vengo por lo del auto. —sonrió.
—Bien, necesitaré su identificación y una carta poder. —la mujer despreocupada al otro lado de la ventanilla no pudo notar el nerviosismo de esta.
—Miré, lo que pasa es que no los traje conmigo, vengo desde Endor. —segunda mentira. —es la herencia de mi novio. —tercera mentira.
—¿Novio?. Porfin la miro. —creía que eras su madre. —tratando de buscar los papeles para que confirmaran eso.
—No.—se apresuró. —era mi novio, seguro es un error de tipografía. Porfavor señorita traigo una copia del seguro. —se la mostró, quería morderse las uñas.
Le dio una mirada rápida y el teléfono sonó, parecía demasiado ocupada ó demasiado aburrida ó simplemente odiaba este trabajo.
—Muy bien, tomé este ticket y pase por las llaves. —se los dio sin ninguna preocupación.
—Gracias. —todo fue tan fácil que podría decir que si había un poco de magia en todo esto.
*
El café no sólo fue para la noche, también habría un poco en la mañana.
Beso su cuello asiendo que atrapara su boca con sus labios. Armitage y Rose se habían quedado a dormir juntos. Al parecer los nervios de Rose se perdieron en el momento en que beso sus labios. Un cosa paso a la otra y terminaron consumando su deseo sobre el sofá para finalizar en su cama, más suave.
Froto sus ojos y se dio cuenta de que era su invitado.
—¿Te vas?. —levantándose de su sueño.
—No. —beso la punta de su nariz. —me levante antes para hacer café. —sonrió picaramente.
Ella se levantó para atrapar su cuello y besar dulcemente sus labios.
Un rato después tomando café. Rose jugó con la camisa de Hux ya que ella la traía puesta.
—Fue una noche maravillosa, espero que se repita. —las luces que entraban por la ventana, de daba una especie de brillo a su rostro, Hux no perdió tiempo en apreciar su belleza.
—Fue una noche muy buena, debemos tomar café más seguido. —bromeó Rose con la taza, mirando la sonrisa que Hux le dio.
—Por supuesto, ademas estába pensando en ir a un lugar más agradable. —se puso algo serio y Rose dejó la taza y lo miro tratando de descifrar lo que quería. —Un viaje a Naboo, al Festival de las flores.
Rose se alegro de tal invitación. No esperaba eso, habían salido a comer algunas veces, era rápido.
—Entiendo sí dices que no. —quería darle una opción.
—No, —se apresuró. —me gustaría, por supuesto. —se tomaron de las manos cuando su teléfono sonó al otro lado.
Rose no quería contestar, el momento era mágico y romántico. Pero siguió.
—Hola. —al otro lado se oía un sonido demasiado fuerte, parecía viento.
—Hola Rose. —dijo animada Rey al otro lado de la línea.
—Cariño ¿que es ése sonido?. —Rose cubrió una de sus orejas para oir al otro lado. —no se escucha bien.
—Es que voy en la carretera. —dijo simplemente. —Solo llamaba para decirte que me voy para Naboo.
—¿De que hablas?. —sonaba preocupada y Hux se acercó, no tan cerca a una distancia considerable. —Creí que sería para la próxima semana.
—Bueno, por un festival en la ciudad, no habrá vuelos, así que tome la decisión de hacer un viaje por carretera, no te preocupes estaré bien.
Rose se tocó la cien con clara preocupación.
—Rey, escuchame es una locura, te vas a perder, podría pasarte cualquier cosa.
Rey sonrió al otro lado una carcajada clara.
—No es gracioso. —acusó.
—Ya lo se, pero sabes. La mayor parte de mi vida viví encerrada en un mundo que no era mío. Por un momento quiero vivir una aventura, y no se quizá sea mi destino. Cuando llegue a Naboo te habló. Te quiero amiga. —colgó sin esperar algo de Rose.
—Rey, ¿Rey?. —pero esta le había colgado.
Rose se quedó con sus palabras, a que se debía todo esto.
—¿Estas bien?. ¿Tu amiga esta bien?. —Hux se acercó, Rose se veía muy preocupada, no era algo que su amiga haría.
—No, Rey mi mejor amiga. Desde que murió su novio ella a estado extraña, supuse que era por el luto, no lo sé, pero ésto es demasiado. —Hux la llevó a sentarse en la Sala.
—¿Que a hecho?, que te a puesto tan nerviosa.
Rose lo miro con dulzura, tan preocupado por ella.
—Hace unas semanas decidió hacer un viaje a Naboo, se suponía que sería para la próxima semana, pero me acaba de hablar diciendome que ya está en camino en auto, ¿en que auto?. Me a puesto muy nerviosa.
Temió ser demasiado expresiva pero el entendió.
—Bueno en verdad no habrá vuelos. —Rose lo miro como pensando que era una broma. —Es una ciudad llena de tradiciones. Tengo un avión privado así que no tendremos problemas. —una risita ánimo a Rose.
—Me preocupa. —fue sincera.
—Te entiendo. Es normal estar preocupado por un amigo, yo también lo estuve hace un tiempo. —una sombra sobre su mirada.
Rose no estába segura de ventilar los problemas de Rey con Hux, pero bueno tenía que desahogarse de alguna manera, y talvez Hux podría ayudarla.
—Sí, la quiero mucho, y quiero ayudarla, últimamente a estado rara, digo una vez la vimos con una ouija, y dijo que había vistoun fantasma, Poe y yo hablamos con ella y ya no nos a dicho, pero teo que algo le este pasando. —fue sincera y Hux parecía pensativo. También se veía preocupado.
—¿Un fantasma?.
—No te conté. —se apresuró. —Rey vive en la casa del que fue Ben Solo.
—¿Lo conociste? —El asintió. —Pues al parecer ella vió.....a su fantasma. —el rostro de Armitage cayó.
—Eso es imposible. —parecía serio.
—Lo se. —ella dijo con pesar. —eso es imposible, no existe eso de los fantasmas, le dije a Poe que dejará de contarle sus cuentos. —suspiro con pesar. —me preocupa.
—Te entiendo, pero eso imposible porque Ben....
El sonido de su celular la hizo correr a el.
—Bueno, Rey. —Tenía mucho miedo de su amiga.
—No Rose, soy Poe. Me acaba de hablar Rey, y no sabes lo que hizo....
—Irse en auto a Naboo.
—¿Y sabes en que auto?. En el auto de Tod, se hizo pasar por Amilin Holdo. Es una locura.
—¿Robo un auto?. —era increíble lo que le contaba Poe.
—Si querida, pensaba en ir a buscarla.
—Te acompaño, tengo a alguién que puede ayudarme, claro si el quiere. —mirando a Hux quien solo sonrió y asintió.
—No me digas que estas con Armitage Hux. —bromeó.
—Sí, pero ahora debemos ayudar a Rey. —dijo sería aguantandose las ganas de contarle sobre su noche con Hux.
*
Ben buscaba algo de música en la guantera, pero la música que veía era horrible, al menos para su gusto. Demasiado pop aburrido. Pensó un momento en tirar todo eso por la Ventanilla, aunque quizá esto fuera de ella ó para males de su ex novio. Muchas guardan recuerdos.
Rey había llegado en este auto y se veía eufórica.
"Tomemos las maletas y vamonos" Grito llegando a la casa. Le pareció chistoso en ese momento, pero la verdad se veía tan distinta con ese actitud. Le hacía ver libre y llena de alegría. Las locuras son sanadoras.
—No hay música interesante. —dejó todo en su lugar. —y será muy aburrido el viaje con solo el silencio.
—El silencio es bueno. —lo miro de reojo.
—Lo se, he vivido con el toda mi vida, e inclusive en mi muerte la llevó como una cruz. —parecía nostálgico.
—Por que no me cuentas de tí. —El alzó la vista. —seguro habrá algo bueno que contar siempre lo ahí. —lo ánimo.
Ben no era de contar cosas y menos de su vida. Amarga y llena de soledad, pero era demasiado tarde para las vergüenzas familiares.
—Fuí multimillonario. —dijo como si eso fuera lo más importante.
Rey bufo en su asiento, lo miro con una amplia cara de decepción.
—Eso ya lo se. ¿Hubo alguna señora Solo?. —ánimo el ambiente.
El comenzo a reír. Rey no podía creer cuando Ben reía de una manera u otra le parecía familiar.
—¿Que es tan gracioso?. —El motivo de su risa le daba curiosidad. —¿tan feo te sientes?. —lo reto y el aguanto la risa, pero la sonrisa se formó en sus labios. —Silencio, ¿que pasó señor Solo?, era un chiste.
—Sabes algo Rey, la única mujer con la que he pasado tiempo más allá de solo una noche has sido tú. —de una manera tranquila. Rey le hecho una mirada confundida, como de incredulidad.
—Mientes. —acusó.—Eres un multimillonario, seguro tenías a mil mujeres. —Rey no podía creerlo, no podía pensar.
—Quizá, pero ningúna como tú. —su mirada fija en ella, por un instante Rey olvido que venía conduciendo, hasta un sonido la hizo mirar de nuevo al frente, sonrió sin mirarlo.
—Seguro ninguna te aguantaba. —otro golpe bajó.
—Tal vez, ahora no lo sabre con exactitud. —Rey no lo miro esta vez.
—Bueno, eres algo molesto, pero no creo que fueras mal novio, eres divertido Ben Solo. —esta vez si lo miro.
—Gracias, de verdad al menos se que lo dices de forma sincera. —mirando por su venatanilla.
—¿Porque me creés honesta?. Digo no es que no lo sea, pero te vez tan seguro. —la conversación seguía.
—Bueno, tal vez porque solo soy Ben Solo y no el multimillonario, se que eres sincera conmigo, no te has hido.
—No me iré. —fue clara, —tampoco creo que seas feo, eres bastante guapo.
—Tú también lo eres, cuando esto termine espero seas feliz. —de nuevo nostálgico.
—Tod no sabía de música. —cambio de tema rápidamente, recordando que realmente no sabía qué música le gustaba a Tod. —Ni siquiera se que música le gustaba. ¿Estamos muy lejos?. —cambiando el tema de nuevo.
—Un poco, yo diría que mucho. —Rey comenzo a reír.
—Es la primera vez en mucho tiempo que siento que hago algo bueno. —se tornó sería y respiró profundo.
Ben la miro, tenía una vibra diferente, ahora lo sabía y lo sentía, como si emanara una fuerza muy poderosa y segura, amo ese momento.
Rey comenzo a buscar algo en la radio y sin querer oprimio un botón que abrió el capo del auto. Demonios, gritó.
Ben ayudó un poco, pero el auto se quedó sin techo. Y de repente la radio sonó.
—Déjala. —dijo Rey. —Amo esa canción. "A Run Away with you, cause me feel like a could be tried night, baby take to the felling, run away for me"
Lo que siguió de camino sería así, ambos los sentían, con la luz en sus frentes y la música de fondo no podría salir nada mal.
Aunque aveces nada es lo que parece y habrá que descifrarlo sobre la marcha, mientras eso sucedía a cada paso se sentía la libertad y el amor propio al que estaban destinados, el camino era largo pero Rey sabía que con Ben todo estaría bien.
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Gracias a todos por sus comentarios, votos y vistas. De verdad muchas gracias 🖤.
Como siempre su apoyo es importante para mí, los quiero amistades.
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Foto de portada por mí, en picsart.
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