Promesa


Tratando de dormir, tratando de olvidar, tratando de sacar de su mente esa plática, esa discusión, su conversación con Ben. Había hecho una promesa de ayudarle, una promesa de que su "alma" descansará en paz ó alguna cosa así.

Después de hablar con la madre de Ben por teléfono, el había querido convencer a Rey de ir hasta Naboo para hablar con ella personalmente, Rey obviamente se negó, no creía que alguien más le creyera, además era muy lejos, todo era una tontería, optó por creer que todo era una alucinación provocada por su caída en la cocina, la ouija, la tormenta y la muerte que parece perseguirla.

Ignoro a Ben y se dispuso a terminar con sus labores, mañana era domingo y tenía pendientes con los trabajos en la escuela. Ben le habló pero ella hizo caso omiso. Después de un rato no escucho más su voz o su presencia, así que que sin más creyó que todo había sido producto de su imaginación.

Rey había porfin conciliado el sueño, quería dormir, estos días habían sido difíciles y justo este día había sido el peor. Un ruido al otro lado de la Sala la molesto, tapando su cabeza con la almohada, pero su molestia se intensificó con un ruido que la hizó girar y levantarse con mucha molestia.

El ruido venía de la sala, el televisor estaba encendido, no había nadie más que ella en la habitación, no le tomó importancia, buscó el control remoto, no lo encontró así que la apagó manualmente, aún así cuando se alejo de nuevo se encendió, la apagó de nuevo y el instante que su dedo soltó el botón, esta se volvió a encender, miro a su alrededor y en vez de tener miedo, lo que creció en su pecho fue enojó, molestia y frustración.

—¿Quieres pelea?. —Habló, aparentemente a la soledad que la rodeaba. Se agachó para desconectar la televisión y satisfecha se fue hacia su habitación, quería dormir de una buena vez. Camino directo sin mirar a ningún lado, cuando un ruido la hizo girar detrás para no ver nada, cuando se dispuso a entrar, una sombra se alzó sobre ella y esta gritó.

—Ya me habías visto antes, —tomó con calma el gritó de Rey. —Además, creí que el viejo truco de la televisión te asustaría más que yo. ¿Tan feo soy?. —bromeó.

Rey tomaba su pecho con fuerza, mirándolo irónicamente. Había visto demasiadas películas de terror como para caer en ese truco gastado y parodiado a lo largo de los años, y no era feo, realmente no era su tipo, ni en vida ella pudo haberse relacionado con alguién como el, el hecho de que fuera un millonario de Coruscant ya era un punto en contra, y en cuanto a la belleza, la belleza es subjetiva. A simple vista diría que Ben Solo era guapo, tenía algo que seguro encanto a más de una cuando estuvo vivo, era eso ó su dinero.

—Y bien, ¿me ayudaras?. —siguió con el patético interrogatorio.

—Ben, no puedo, ya te lo había dicho, tengo trabajó y cosas que hacer, soy una miserable pobretona, trabajo para sobrevivir. —lo hizo a un lado para entrar a la habitación. Ben encendió la luz detrás de ella.

—Rey, —suplicó. No estaba lista para una "discusión" Tenía sueño. —Porfavor, necesito que mi madre me escuché.

—Ben. —fue clara. —hasta donde sabemos, nadie más que yo te puede ver, nadie me va a creer, solo será una pérdida de tiempo, tu madre no hablará conmigo y sí lo hace, seguro me sacan a patadas, lo siento. —en son de consuelo alcanzó su mano, aún seguía fría. El la tomó y el dio un suave apretón.

—Rey, —siguió. —dijiste que me ayudarías. Solo tu puedes ayudarme, se que mi madre te escuchará, ella es así, desconfiada al principio, pero estoy seguro que ella te escuchará. —la miro detenidamente, sus bellas facciones delataban pena, en el fondo de su corazón ella quería ayudarle. —además, no quiero que se quede con la sensación de que yo me suicide, yo no le haría eso, jamás la dejaría sola.

Rey miro su pesar, sabía el sentimiento de perdida, de querer hablar con el ser que ya no estaba físicamente, mucho antes de lo que le pasó a Tod, ella había perdido a sus padres, siempre quizo que ellos supieran lo mucho que les amo y que les ama. Estar hablando con un fantasma le daba la ilusión de que sus padres en algún punto del firmamento la podrían estar bendiciendo.

—Estoy segura que tú madre te ama y que no piensa eso de tí, —fue lo único que pudo decir y en parte una madre siente esas cosas.

—No es suficiente para mí. —se sentó en orilla de su cama. —Necesito que ella lo tenga en claro. ¿Tú sí crees que me lancé por esa ventana? . —de la nada la atacó, así se sintió Rey en ese momento. Ella se sentó a su lado calmando sus propios nervios.

—Ben, yo no creó eso, pero ¿como saberlo?, no recuerdas muchas cosas. —no lo dijo por enojo ó reto, más bien fue la verdad de todas las cosas, las pistas en este lugar. —No sabías que tu padre había muerto, además la postal me da la sensación que no hablabas con tu madre por un largo período de tiempo.

Ben no fue capaz de ver su rostro, sentía culpa, porque ahora que ahondaba en sus memorias, podía sentir el distanciamiento con su madre y ni siquiera estaba seguro si su muerte había sido un accidente, muchas culpas vinieron a su pecho, una de ellas, el haber apartado a su madre y encerrarse en éste apartamento, que a la larga fue su tumba, su castigo.

—Ben, —la forma tan suave de decir su nombre, Ben la miro con dolor, ella pudo ver ese dolor y sentir que era igual que ella, quería respuestas, estába solo al igual que ella. —no quise hacerte sentir mal. —automáticamente se dijo a si misma que estaba muerto, pero le generaba empatía. -quisiera ayudarte.

—Y puedes hacerlo, —ahora el tomó sus manos en un impulso de retenerla, ella sintió el tacto, la fuerza, la intensidad de su agarré. —no estoy seguro de muchas cosas, solo se que después de recibir esa postal yo hablaría con ella, yo le hiba a pedir perdón, como es que si yo le hiba a pedir perdón y estar con ella, yo habria querido suicidar, no tiene sentido. -—sus palabras eran firmes y de alguna forma tenían sentido.

—De verdad. —soltando sus manos y levantándose lejos de el. —de verdad quisiera ayudarte, se por el mal que pasas, pero no puedo, no se como tú madre me va a creer, no estoy segura si ella comprendería todo esto, que tú aún estés en este plano terrenal hablando conmigo. —ella parecía calmada, mucho más que antes, y tenía razón, Ben entendía todo lo místico que era y que nadie les creería, el mismo no hubiese creído esto. —Además, si encontrará la forma en como explicar esto a tu madre, esta el inconveniente de mi trabajo, aunque halla comprado la casa de un arquitecto y parezca una chica adinerada, solo soy una simple maestra en una escuela pública, que después de la muerte de mí novio y haberme tomado unas vacaciones por el duelo, tengo gastos, mantener esta lugar es costoso. —parecía cansada de todo, y es que al final éste departamento no era precisamente un sueño financiero.

En ese momento su semblante cambio y parecía molesta. —Si tan solo le hubiese hecho caso a mis amigos, Rose me dijo hasta el cansancio, "no inviertas todos tus ahorros en un departamento, no sabes si Tod estará para tí". Debí hacerle caso, ahora que gaste todo mi dinero en un departamento, que se suponía sería NUESTRO nuevo hogar, solo duramos aquí una noche, y ni siquiera tuvimos sexo, porque nos peleamos. ¿Y sabes porque nos peleamos?. —miro a Ben esperando una respuesta, el solo la miro de una forma extraña sin saber que responder, estaba claramente alterada. —Nos peleamos porque yo le saque el tema de casarnos, llevábamos más de seis años de novios y solo le dije, "¿cuando me propondrás matrimonio?" Y el solo se enojó, me llamó loca, además de decir qué era una controladora, que lo obligaba a formar una familia que el no quería, fue un maldito desgraciado, aunque a la mañana siguiente me dejó un recado muy lindo, y después de eso solo murió. Yo esperaba que me dijera "casate conmigo, te amo Rey Kenobi, tú no me obligas a nada, te daré la familia que tanto quieres y que yo quiero compartir contigo". —Sus ojos llorosos miraron a Ben. —Pero todo eso se fué, me quedé aquí, en bancarrota, y sola.

Ben tomó su mano y ella lo miro, el de regalo una leve sonrisa.

—Tú no estás sola.

—Tampoco tú. —se afianzó a su mano. —Te ayudaré, iremos a Naboo, habláremos con tu madre y podrás descansar en paz. Creo que todos merecemos paz. —Ben la abrazó, fue suave pero cálido, extrañamente no se sentía frío, Rey solo sonrió y le correspondió.

*

Habían pasado unos días y Rey había estado meditando y arreglando todo para irse. Este día en la semana se había arreglado, unos jeans y una camiseta blanca para salir a desayunar con sus amigos en un mall en la ciudad, Ben se quedó con el misterioso gato, le sonrió al otro lado de la habitación y se despidió.

Mientras manejaba su viejo auto Chevy, pensó en las formas de cómo le diría a sus amigos casi hermanos que se iría a Naboo a solucionar unos cuantos pendientes. Sus amigos en especial Rose era demasiado perspectiva para cosas sospechosas, y sabía que ella no creería nada sobre el fantasma del antiguo dueño, y Poe, bueno el de daría unas Mimosas y unas pastillas para dormir.

Rose estába muy emocionada por el nuevo contrato que había sellado su firma de abogados en la cual ella participó, además de que había un apuesto caballero que la había invitado a salir.

—Es un pelirrojo encantador. —dándole un buen sorbo a su licuado de zanahoria. —se llama Armitage Hux.

Los ojos de Poe brillaron.

—¿El vicepresidente de "First Orden"?.

—Si ese mismo, ¿lo conoces?.

Poe asintió y comenzó a chusmear todo lo que sabía de el. Rey estaba ensimismada con su jugó de naranja, hasta que una palabra la hizo mirar a sus amigos.

—¿Amigo de los Skywalker-Organa?.—habló, interrumpiendo la conversación.

—Así es, Armitage es amigo de la familia, muy cercano a Luke Skywalker, ¿Rose tu lo conociste hace unos años?.

—Si, un hombre bastante serio, es abogado muy prestigioso y tiene su propio bufete. —Rose parecía cerena ante la aparente interés de Rey sobre su trabajo. —¿Porque preguntas?.

En su cabeza resonó la familia de Ben, y su deseo de que sepan la verdad, aún así no estaba preparada para decirle a sus amigos sobre su nueva encomienda.

—Solo curiosidad. Solo que no sabía que Poe tenía muchos conocimientos sobre bufetes de abogados. —le dio un guiño.

—Cariño trabajo para una revista profesional, no solo en la barra de chismes. —le lanzo un beso. —Me alegró que tú y ese Hux estén en tanteos.

—Ojalá fueran más qu que tanteos. —se burló. —solo iremos a comer, aunque espero que con resultados sexuales. —bromeó. —Dejando la joda, creo que me gusta y quiero creer que yo también a el.

—Estoy muy feliz. —tomó sus manos Rey. —Ojalá encuentres el amor lo mereces.

—¿Y yo?. —con falso horror.

—¿Que pasó con Finn?. —exclamó Rey. —perdón por estar tan alejada de ustedes.

—Oh cariño, hace un tiempo que nos dejamos de ver, y antes de que te mártirices pensando que fue por la muerte de Tod, más bien fue desde antes, creo que seremos buenos amigos..... Sin resultados sexuales.

Todos rieron, y Rey optó por abrazarlo, era como un hermano para ella, esta era su familia, su única familia en el mundo.

Lo que resto pasó tranquilo, Rey esperaba el momento idóneo para confesar su inesperado viajé, Rose estaba muy inmersa en su conversación, además de lo animaba que parecía con ese joven, uno que según ella era inteligente y qué se sentía comoda por la forma en la que la trataba, supongo qué el qué trabajen en el mismo círculo lo hace más fácil. Hubiese querido que Tod y ella se hubiesen llevado mejor, ahora que se replanteaba su relación, no fue la mejor en términos laborales, creo que el siempre la miro como una maestra sin futuro y algo poco para el. Evitó pensar mal de un difunto, lo que estaba viviendo con Ben, quien ahora podría estar siendo juzgado por su madre.

—Chicos. —llamó su atención. —hace unos días estuve meditando, que sería bueno que yo me tomará unos días para mí. —Poe y Rose le dieron una mirada curiosa.

—¿Un viaje con nosotros?. —Poe preguntó.

—No. —mirando sus expresiones.

—¿Y a donde piensas ir?. —Rose era alguien importante para ella, y siempre se preocupaba por su amiga. Sin duda qué de la nada Rey quisiera unas vacaciones, tanto tiempo que ellos la quisieron convencer y aún así ella se negó.

—A Naboo. —la forma en la que lo dijo tan despreocupada.

—¿A Naboo?. —casi al mismo tiempo en unísono, Rose y Poe se miraron con curiosidad.

—Bueno, Naboo está muy lejos de Coruscant, además ¿A quien conoces ahí?. —Poe dejó su cigarro para mirar a su amiga.

—Nadie en específico, solo quiero salir de Coruscant, alejarme y me parece que Naboo es un lugar bastante bonito, tú lo dijiste Poe. -
—El solo pudo ver en su amiga un poco cansada pero decidida.

—Bueno, sí quieres tú espacio esta bién. —Rose pareció comprenderlo. —talvez un viaje largo de ayudé.

*

Rose tenía unas cosas que hacer, así que Poe y Rey fueron a ver algunas cosas, el se ofreció a regalarle un bikini para su viaje, el lugar tiene lindos lagos, ella se burló.

Mientras Poe buscaba algún traje de baño algo revelador, Rey pudo pensar que hubiese deseado que ella y Tod viajarán a algún lugar paradisíaco, solo recuerda algunos lugares donde viajaron juntos. Ahora lo haría en una encomienda que no tenía nada que ver con lindos trajes de baño y piñas coladas cerca de una cascada con agua cristalina. Aunque sonreí ante cualquier cosa que Poe le decía, aún se sentía rara con todo esto.

Ben le dio muchos planes de cómo podrían hablar con su madre, aún así ella se mantenía escéptica, pero se burló de ella misma, hablaba con un fantasma ya eso tiraba cualquier pizca de escepticismo.

Rey no podía más con la situación así que quiso de una manera muy sutil sincerarse con el.

—Poe. ¿Tu crees más allá de lo que podemos ver ó escuchar?. —ni siquiera lo miro a los ojos, en cambio buscaba entré los estantes algo que le podría quedar.

Poe se detuvo en seco y la miro con mucha curiosidad.

—¿De que hablas Rey?.

—Solo es una pregunta. —su cara de poker era lo suficientemente buena como para ganar un Oscar.

—¿Solo una pregunta?. —le acusó.

Ella bufo negando con la cabeza.—No es nada, olvidado.

—Bueno lo olvidaría, si no fuera porque estás buscando camisas de hombre talla XL. -la descubrió.

Perdió.

—No es nada específico, solo que no se, siento que hay algo más allá de lo que es lógico. Creo que no sabemos con seguridad que hay allá afuera. —le fue sincera, sin decirle más de la cuenta.

—Mi abuela fue una mujer muy mística, me dijo que cuando morimos una parte de nosotros se queda aquí, cuidando lo que más ama, algunos dirían que buscando una respuesta. Pero mi abuela era sabía. Puedo decir Rey que sí, existe algo que no comprendemos del todo y que aún hay preguntas sin respuesta, pero no lo sabremos nunca. —Aunque sus palabras no eran una respuesta, fue algo que la tranquilizó. —Y a todo esto, ¿El viaje no tiene nada que ver con.... ?

—No. —fue rápida —, es un viaje que quiero hacer por mi, talvez más allá de lo que halla escuchado o visto es algo que quiero hacer por mi misma, quizá sea algo, una señal, una señal positiva.

—Solo quiero que sepas que te amo bebé, eres mi hermana.

*

Llegó a casa después de mediodía con algo de ropa, tenía poco dinero en su cuenta, pensó que Ben estaría en la estancia pero al parecer no estaba. Ahora que lo pensó quizá todo esto sea una jodida broma o un sueño, quizá este muerta.

—Hola. —la llamó desde su habitación.

—Ben, que esta haya sido tu habitación, no te da el derecho de estar en ella. —no fue molesta fue clara.

—Lo siento, ¿Oye éso es ropa?. —mirando sus bolsas, ella solo asintió.

—Les he dicho a mis amigos que me iré de "vacaciones" Y Poe me a comprado ropa.

—No son exactamente vacaciones Rey. —le acusó sentándose cerca de ella.

—Lo se, pero no les dije que iría con un fantasma a pasar mis vacaciones. —bastante sarcástica.

—Quería darte algo, —de su bolsillo sacó dinero y Rey se quedó atónita.

—¿De donde lo sacaste?. —eran como cinco mil dólares. —ésto es mucho dinero.

—En parte debajo del lavado, tenía algún dinero, cosas de ricos. —se encogió de hombros.

—Estaba viviendo bajo una mina de oro. —aunque en cuanto lo tomó se lo regresó. —Lo siento Ben, pero te ayudaré porque es una promesa, y si es verdad que estoy en la quiebra...

—Me gustaría que lo tomaras, es como un regaló. —lo volvió a poner en sus manos.

—¿¡Cinco mil dólares!? no es un regalo modesto. —de verdad no lo quería. —Haré esto por los dos. —se había dado cuenta que ella también estaba pérdida, quizá este viaje también le ayudaría a sanar y ver con otros ojos la vida.

—Esta bien, por el momento aceptaré este gesto aún así estoy muerto Rey, cinco mil dólares no valen nada para mí.

—Ben. —le sonrió. —guardaré el dinero para el viaje, nos hará falta Naboo es una ciudad costosa, Reyes vivieron ahí.

—Fue mi hogar de la infancia. -la forma nostálgica en que sus ojos vagaron hacía aquellos días.

—Debió ser muy buena. Me refiero a tú infancia. —Ahora que lo pensaba no sabía mucho sobre el. Había poco sobre su vida en la Internet.

—Diría que sí, —no parecía que lo fuera. —el motivo, aunque vago, es que me aleje de mi familia fue el demasiado amor que recibí.

Eso dejó confundida a Rey, ¿Como el amor de un padre de aleja del seno familiar?.

—No me mires así, —le sonrió para areglarse su negra cabellera. —Mi familia era demasiado perfeccionista, en especial mi madre, ella era una mujer de familia, dedicada a que todo fuera perfecto, viniendo de la realeza, la última que gobernó Naboo, fue criada para ser una madre y esposa devota. —sin duda algo en su mirada lo hacía ver miserable. —Mí padre siempre estaba fuera y mi madre siempre estaba sobre mi, cuando tuve la edad necesaria me mandaron a un internado, jamás se los perdone. Una parte de mi siempre creyó que solo me querían lejos. Después de eso, la culpa los alcanzó y me querían cerca de ellos, y yo en un momento que talvez sea el que más me arrepienta es que yo los castigue dejándolos como ellos a mí. Rey lo escuchaba atenta.

De nuevo la necesidad de darle consuelo, tomó su mano en un leve roce, calmando sus demonios.

—No te sientas mal, estoy segura que tú madre no te guarda rencor, una madre no juzga, escucha y perdona.

—Me hubiese gustado haberte conocido antes, hubiese sido bueno tener una amiga como tú. —la forma en la que lo dijo la puso nerviosa, soltó su mano.

—A mí también, —sonrió de lado, nerviosa. ¿Que le pasaba? ¿Porque la cercanía la ponía nerviosa?.

Ben se sintió raro lo que había dicho fue demás, no tenía que haberlo dicho, se disculpó yéndose.

Rey tomó sus cosas y se fue a su habitación, cerro con llave, bueno el podía entrar pero no lo haría y ¿porque lo haría?.

Ben yacía en el sillón que daba al bosque, pensó en Rey, en lo dulce que era con el, lo humana y calidad, además no sabía que le estaba haciendo que cada vez que la veía por ponía nervioso, además de que amaba verla sonreír. ¿Amaba? ¿Amor? Sentimientos tan lejanos, el ya no podía sentirlos. ¿Verdad? . Pero la forma en la que daba consuelo y le hablaba. Una forma única.

*

Gracias, gracias. Apreció sus comentarios y votos.
Me hace tan feliz el recibimiento de esta humilde historia 🖤.

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