Capítulo 1
Nagisa shiota, siempre fue criado para aquello, para ser perfecto para el señor akabane.
Y lo era, sus 2 años de relación y como ahora su familia vivía en paz lo probaban. Su tiempo aprendiendo que necesitaba su ahora esposo había valido la pena... Tener el rostro de una bella muñeca viviente, cuidadosamente cuidado desde bebé, había valido la pena...
Se levantó de frente al espejo y comenzó a vestirse. No necesitaba corset, pero igual se lo puso, después de todo había sido criado para tenerlo puesto en toda ocasión aunque no lo necesitará, su cuerpo ya tenía las medidas perfectas... pinto un poco sus labios de un rosado claro, se hizo un peinado de moño alto ya que a karma le gustaba verlo así, con su blanco cuello expuesto.
Había descubierto hace no mucho, cuando karma le sostuvo el cabello así por primera ves, que al pelirrojo le gustaba ver su cuello descubierto, haciéndole más facil el besarle el cuello de imprevisto.
Y aveces hacerle pequeños y rojos chupones en su blanca piel... su piel era tan palida por razones naturales, que lo hacian ver más como una muñeca viviente, o como un hermoso espectro de carnosos labios rosados que daban ganas de besar sin ni siquiera conocerlo.
Nagisa no era ningún rey idiota, sabía que su apariencia afeminada que hacía babear a todos al verlo jugaba una importante carta con su esposo. Por eso seguía haciéndose tan perfecto todos los días... Él Creia que se veía cada ves más perfecto con los días, cuando en realidad, cada día se hacía más repetitivo y aburrido para todos.
Camino por los pasillos con delicadeza envidiable, tan perfecto incluso para caminar en esos pasillos vacíos... Espera ¿vacíos? ¿Porque estaban vacíos? ¿Y los sirvientes que normalmente cuidaban de él?.
Aún curioso no cambio su expresión, no quito esa linda sonrisa que ya empezaba a aterrar tanto al rey como algunos sirvientes... Siguió caminando buscando algún sirviente por los pasillos, pero al no encontrar ninguno se preguntó si algo había pasado en el castillo. Negó al ver la tranquilidad de este y solo se dedico a caminar al salón para desayunar.
Sin embargo, en medio de su caminata escucho a 2 sirvientas en el pasillo caminando hacia quien sabe donde. Se acercó a hablarles, pero se detuvo al escuchar algo que le dejó atónito.
—¿Escuchaste lo que dicen los demás? Dicen que el rey karma será con los demás reyes antiguos del reino, no seguirá el camino de su padre.
—¿Eh? ¿Entonces está formando un harem? —Nagisa se quedó tieso escuchando eso con la boca abierta, pero sin decir nada, no le salían palabras.
—¡Si! Esta buscando a las 6 mujeres más buenas y puras del reino, ya encontró 2. —¿Que? ¿Hablaban en serio? Ese rumor no podía ser real.
Karma le amaba demasiado y estaba seguro de ello, su perfección era insuperable, nadie podría dejar de amarlo. Debían estar bromeando con un tonto rumor.
—Vaya... Pobre del segundo rey... No creo que le hayan dicho nada acerca de eso. —la sonrisa de nagisa desapareció mientras su rostro perfecto pasaba a hacerse serio.
—Si, es por eso que todos los sirvientes se fueron y estan con el rey. Ellos no saben como decirle al segundo rey esto, y además creo que el rey se lo dirá personalmente... —sintió sus labios temblar un poco.
—Bueno, si ese es el caso no será por ahora, esta muy ocupado con las chicas. ¿Tu crees que el rey reemplazará al señor nagisa? —Una horrible punzada le dio en su pecho, ¿él? ¿Remplazando por ese montón de chicas?.
Pero él era perfecto, era irreemplazable.
—Es lo más seguro. Pobre señor shiota...
Nagisa se quedó paralizado aún después de que se fueron, remplazado...¡No podía ser, maldición! ¡Debía hablar con karma ahora mismo! Él era muy perfecto, se había esforzado para serlo como para que lo amara por milenios, no podria ser remplazado. Simplemente no podía.
Pero a medida que iba caminando hasta la habitación donde karma trabajaba, se hacía cada ves más lento, pues sentía una presión en el pecho y un pequeño ardor en sus ojos... No, no podía dejar de ser perfecto.
Le demostraría a karma que él era irreemplazable. Tocó la puerta de la habitación con la mayor delicadeza posible.
Trató de escuchar adentro y escucho las voces de casi todos Sus sirvientes, la de unas cuantas mujeres y finalmente la de karma acercándose a la puerta.
La puerta se abrió y ambos reyes se miraron, hubo silencio. Nagisa parpadeo unas cuantas veces viendo el beso rojizo pintando que tenía karma en su cuello, que se esforzaba por cubrir con la mano, sin embargo nagisa, no cambio de expresión.
Karma rió nervioso cerrando un poco más la puerta.
—¿Sucede algo cariño? Estoy algo ocupado ahora...
—... Me —hizo una pequeña pausa— doy cuenta.
—Lo siento amor, dime que necesitas más tarde, adiós. —Con nerviosismo karma cerro la puerta.
Y nagisa... El solo quedo sonriente hacia la puerta, bajo la cabeza un boco y su sonrisa tembló. No sabía exactamente que estaba sintiendo, si ira o tristeza.
Solo sabía que... Lo iban a remplazar..., pero lucharía para no seder tan fácil.
Después de todo ellas eran imperfectas. No como él, él era perfecto y se encargaría de demostrárselo a todos.
Él no era desechable.
👑
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top