Capítulo 35 : Andrés.
Era de noche, exactamente las ocho PM. Ya llevaba pensado desde hace horas, no sabía que hacer. Caminaba en círculos en la sala, buscando en su cabeza alguna buena idea, ya que en dos días empezaría su nuevo empleo y no sabía que hacer con su pequeño hijo de apenas tres años de edad.
Aquél hombre que caminaba de un lado a otro tenía treinta años de edad, cabello castaño oscuro, ojos grises, piel morena y estatura un poco pequeña. Después de haberse divorciado de la única mujer que amó en su vida, entró en un pequeño estado de depresión, la custodia de su único hijo era compartida entre ambos, una semana se encargaba su madre y la otra semana se encargaba su padre, se suponía que sería diariamente. Pero al momento de llevar a el pequeño con su madre, ésta desapareció si dejar rastro, sólo para abandonar su familia y claramente, su responsabilidad.
Se encontraba estresado porque no quería dejar a su pequeño niño solo en casa y no podía llevarlo consigo a el trabajo, no se le era permetido. Miró a su hijo quien dibuja sobre una hoja de papel con un color rojo, agradeció el hecho de que su hijo era aún muy pequeño para comprender lo que había sucedido con su madre.
Se acercó a el pequeño, se sentó en el suelo y lo miró con una sonrisa. El menor levantó su mirada y sonrió. Su cabello era de un color castaño claro, piel trigueña y ojos grises.
- Tienes el mismo hermoso cabello de tu madre, Vincent. - Dijo mientras acariciaba la cabellera del menor.
El mencionado sonrió sin comprender completamente lo que su padre había dicho. Levantó sus brazos pidiendo que lo cargará, cosa que no pudo evitar; lo tomó por debajo de sus hombros elevándolo en el aire. El pequeño reía mientras su padre fingía que podía volar como un gran avión o un increíble super héroe.
En ese momento una idea llegó a su cabeza creando una sonrisa en su rostro. Bajó a el pequeño con cuidado para después escribir en una hoja de papel un anuncio rápido.
- Eso es, Vincent. Encontraré una niñera para que te cuide mientras trabajo, no sé porqué no lo pensé antes. - Rió.
Dejó la hoja en el comedor para después dirigirse a su hijo, quien agarró la hoja que había utilizado e inmediatamente se la mostró a su padre con una sonrisa en su rostro, había hecho un dibujo de ellos dos en un paisaje de un sol y unos pocos árboles. No pudo evitar sonreír, cargó a Vincent, agarró el dibujo para después tomar un marco vacío para introducir con cuidado la obra de arte hecha por su hijo, luego la colgó en la pared y el pequeño aplaudió contento.
- Te quedó excelente. - Besó su mejilla. - Ahora a dormir, mañana será un largo día.
Caminó hasta su habitación, la cual era de un detalle simple y acogedora. Dejó cuidadosamente a el pequeño en su cama la cual se encontraba al lado de la pared cerca de la puerta, luego apagó la luz, cerró la puerta y caminó hacia su cama la cual se encontraba al lado de la venta.
Acercó las sábanas para arroparse, en ese momento sintió algo subirse a su cama, pero no se alteró ya que se sabía exactamente de que o mejor dicho, de quien se trataba. Movió un poco las sábanas para encontrarse con su hijo a su lado. Sonrió y besó su frente, luego le susurró "buenas noches" y su hijo respondió con la misma oración.
Al salir el sol, pegó directamente en el rostro de Andrés, quien un poco agotado se levantó y despertó a su hijo. Mientras preparaba el desayuno el pequeño se vestía para salir con su padre a el parque, a la espera de que el volante que había hecho anoche funcionara y lograra encontrar a alguien interesado.
Dejó el desayuno en la mesa para después permitirle a su hijo comer. Mientras ellos disfrutaban del desayuno recién hecho. Una mujer observó el votante que se encontraba pegado en la puerta del dueño de la casa, curiosa leyó lo que informaba y sonrió. De su bolso sacó una pequeña libreta junto a un bolígrafo negro, escribió un breve resumen de lo que explicaba el volante, el número para contactarse y la dirección de la casa. Luego guardó la libreta nuevamente en su bolso y continuó con su camino.
Luego del pequeño paseo en el parque, volvieron para almorzar en su hogar. Andrés buscó la llave de la cerradura para entrar, pero en ese momento alguien lo llamó interrumpiendo su breve búsqueda.
- Disculpe, vengo por el anuncio. - Dijo la mujer que anteriormente anotó los datos del papel, con éste en la mano.
- ¿Uh? - Andrés volteó sorprendido. - Claro, es que... Wow, no creí que fuera tan rápido. - Rió. Tomó el papel y miró a la mujer ante él. - ¿Cuál es su nombre, señorita? - Preguntó amablemente.
- Mary, un gusto. - Dijo mientras arreglaba sus lentes con una sonrisa.
Al entrar a la casa, Andrés interrogó a Mary con las básicas preguntas respecto al tema. Ella admitió no tener experiencia, pero sabía los pasos exactos para cuidar a un pequeño bebé o niño. Andrés le agradó la actitud de la mujer y sus respuestas a sus preguntas eran confiables ya que se le notaba tener ideas de como cuidar a un menor.
Por no tener el tiempo suficiente contrató a Mary para cuidar a su hijo en horas de trabajo. Ella aceptó y al poco tiempo se retiró ya que tenía ciertas cosas que realizar en ese momento, Andrés le dijo que mañana temprano sería su primer día, al igual que él. Después de un breve tiempo de observar un programa infantil de televisión con su hijo, llegó la hora de cenar. Luego de la comida se preparon para descansar cada quien en su cama esta vez.
Al día siguiente. Mary fue con una sonrisa orgullosa a la casa de Andrés para encargarse de su hijo, Vincent. Andrés le recordó ciertas cosas importantes sobre los gustos y unos cuantos cuidados de su pequeño hijo, agradeció nuevamente y se despidió de Vincent para después retirarse.
- Bien, pequeño - Dijo entre dientes. - Es hora de encargarme de tí.
El pequeño que anteriormente sonreía, la miró temeroso al sentir un mal presentimiento de miedo ante la mujer que lo observaba con el ceño fruncido. Tomó con fuerza su brazo, Vincent obviamente quiso llorar pero fue detenido por la amenazadora mujer que lo obligó a quedarse callado. Le colocó un sueter con capucha a el pequeño niño para después irse rápidamente de la casa sin sospecha alguna a su alrededor.
Calló la noche y Andrés finalmente terminó su turno. Amablemente se despidió de sus compañeros para después montar su auto camino a su hogar. Al momento de llegar a su casa, abrió la puerta con una sonrisa la cual rápidamente se desvaneció al notar que habían personas que él desconocía ante él.
Temeroso por su vida y especialmente por la de su hijo, intentó llamar lo más rápido que pudiese a la policía, pero fue detenido gracias a unos de lo invasores. Con un movimiento rápido arrojó el teléfono y calló a Andrés ahogando sus gritos de auxilio. Fabián se acercó revisando sus bolsillos hasta encontrar la llave de su hogar, luego Daniel se encargó junto a Eric de amarrar las extremidades de Andrés para evitar que esta tuvieran movilidad par escapar. José soltó a Andrés para después asegurarse que no hubiera nadie en las calles o personas asomadas por una ventana de cualquiera de las casa presentes a su alrededor.
- ¿Mi hijo, dónde está? - Andrés preguntó entre lágrimas totalmente aterrado por la escena que vivía.
- No te preocupes por él. - Dijo Mary al salir de la cocina. - Está en un orfanato, encontrará una mejor familia. - Sonrió de una manera escalofriante.
Andrés sintió su corazón later a mil por hora mientras metafóricamente se rompía en miles de pedazos por el inmenso dolor que sintió al escuchar tal respuesta por parte, de una supuesta inocente y tierna mujer, la cual alejó a su único hijo de él, siendo el único propósito de su vida en la tierra. De manera grupal lo alejaron rápidamente de su propio hogar para formar parte del proyecto.
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