Capítulo 19 : Man Of The Height.

Tayler volteó mirando de reojo como sus compañeros eran llevados por uno o dos secuestradores a aquellos salones de gran tamaño, siendo encerrados dentro de ellos, incluyéndose a sí mismo. Sólo que su temor era más elevado, ya que iba con la mente maestra que creó toda esa terrible situación.

Robert.

Iba con suma tranquilidad, expresado tanto en su mirada como en su andar. Empujaba la silla de ruedas que era el nuevo transporte de Tayler hacia cualquier lugar. Se sentía algo incómodo por el hecho de sus extremidades no entraban con normalidad en la silla, al menos no como fue elaborada, por lo tanto tenía sus brazos sobre su ru regazo y sus piernas un tanto levantadas para no ensuciar ni arrastrar los yesos que traía.

Entraron a aquella habitación que fue asignada por el mismo hombre que le daba movimiento a la ya mencionada silla de ruedas. Tayler miró cada pequeño detalle del lugar en el que se encontraba recientemente.

Por un lado sentía curiosidad, pero por el otro temor. Su miedo aumentó más al no sentir más movimientos, dándole a entender que Robert se había detenido. Luego escuchó un leve sonido que se escuchó como eco en el lugar, era el cerrojo de la puerta.

— Okay Tayler, como verás no podremos hacer gran cosa por tu condición. — Apuntó con su mano a las piernas del mencionado. — Así que sólo tendremos una charla. Cuando termine la hora. — Apuntó a su reloj. — Será la hora del almuerzo.

Tayler miró dudoso a su superior. ¿Quería una charla de "amigos" "compañeros" o claramente de la situación en la que se encontraba? Tan sólo suspiró nervioso y levantó sus hombros, dándole a entender que no sabría que hacer exactamente.

— Oye, no te preocupes. Tan sólo es una conversación, como la de un trabajador con su jefe, es por si tienes una duda. Pero antes te explicaré los que harás tú exactamente en el show. — Explicó de manera tranquila Robert mientras se sentaba en el suelo.

Tayler bajó su cabeza lentamente. Miró sus piernas enyesadas. Sintió aquel sentimiento de preocupación y desesperación, por lo cual no pensó claramente lo que en segundos preguntó:

— ¿¡Y mi familia!? — Preguntó con desesperación en su tono de voz.

Robert se sorprendió un poco por aquella -notable- desesperada pregunta. Luego miró el techo pensativo, intentando recordar lo que había hecho con la pequeña familia de nuestro protagonista. Ya que había tratado con cada familia de cada víctima, para su suerte todos fueron exitosos y no hubo problemas ni reclamos de desaparición.

Luego recordó junto con una pequeña sonrisa, miró a Tayler y respondió su pregunta con calma.

— Tranquilo, a las familias no les hacemos nada, claro, dependiendo. — Observó la reacción de Tayler pero no era la que esperaba. Esperaba verlo con terror y preocupación expresado en su rostro, pero sólo lo vio desilusionado mientras dejaba caer sus hombros deprimido. —Ya veo. De verdad que tu relación familiar está por los suelos ¿ah? — Dijo algo burlón.

Tayler tan sólo mordió su labio,  frunció el ceño molesto y decepcionado. Sabía que Robert tenía razón, su relación con su pequeña y única familia no iba bien, aunque fuese típico y él siempre se negaba ante ello, se arrepintió por haberse quejado de su familia. Quería estar con ellos, abrazarlos y jamás soltarlos. A pesar de que estaba seguro que su padre le llamaría  "llorón" y su hermana le diría ese apodo que tanto detestaba "Tay Tay" pero en ese momento no le importó, incluso quería escuchar a su hermana burlarse de él como la típica relación de hermanos y ver a su padre quejarse de él.

Simplemente quería estar con ellos nuevamente. Para sentirse bien consigo mismo. Para tener en cuenta que sólo fue una horrible pesadilla. Para sentirse protegido.

Pero la vida no es justa.

Por lo cual...

Estaba solo con la peor persona para él, que se encontraba al frente de sí. Se sentía muy mal consigo mismo. Tenía muy claro que todo lo que sucedía era más que real. Se sentía completamente desprotegido. Sentía que cualquier cosa, hasta la más pequeña, lo haría caer. Una lágrima de dolor resbaló por su mejilla y calló en el yeso derecho de su pierna.

Robert lo miró con seriedad, luego se molesto mostrando una mueca. Le parecía completamente inútil y patético aquellas personas que sufrían por simples familias que en sí sólo son personas que existen para compartir ADN y criticarte,  por lo cual suspiró estresado. Él sabía la historia de Tayler como su lo hubiera leído en un libro, sabía su relación con las personas, y la más baja era la de su familia. Es inútil llorar por personas que no te quieren, pensó Robert.

Tayler se lamentaba en los días en los que se supone, que la familia debe reunirse en la casa de uno de los integrantes, a charlar y pasar el tiempo. Y sabía que su familia la pasaba de maravilla sin él, aunque él lo supiera, los amaba. Les deseaba lo mejor aunque ellos ni se preocupaban por su estado.

¿Así es la familia, no? Pensó Robert irónico.

— Tayler ya deja de llorar, das lástima. — Dijo Robert irritado por la actitud del joven ante él.

Tayler intentó calmarse. Suspiró para dejar pasar los nervios y el temor levemente. Levantó su mirada, obteniendo contacto visual con su superior, quien lo miraba con seriedad y sus brazos cruzados.

— ¿Ya puedo explicarte tu papel? — Tayler asintió con la cabeza. — Muy bien. Como verás Tayler, tú eres importante para nosotros y para el show, ya que eres el principal de todo y además de ello, la imagen.

Tan sólo miró a Robert nervioso. Parecía feliz ante lo dicho, lo cual a Tayler le incomodó un poco. Con ser la imagen del show era más que suficiente para su límite tanto, su estado emocional como su estado psicológico.

— ¿C-Cómo se supone que práctique mis partes en estas condiciones? — Preguntó Tayler rompiendo el contacto visual con el contrario.

— Si te soy sincero, no es para preocuparse. Claro, entiendo que estés nervioso y aterrado por cometer un error ante nosotros, me imagino que Luis te contó sobre ello ¿cierto? — Sonrió de lado. Tayler abrió sus ojos como platos sorprendido ¿Cómo sabía eso? Asintió lentamente aún con su mirada en el suelo. — Bien. Tú sólo presentarás a el resto de los chicos al público y serás como su "Líder" — hizo comillas con sus dedos.

— ¿Líder? P-pero llevo menos tiempo que todos aquí. — Dijo algo desesperado.

— En eso tienes razón, pero tendrás información que ellos no. Prácticamente, tú serás la voz de ellos. — Dijo refiriéndose a el resto de las víctimas.

— ¿Su v-voz?

— Sí. Tú nos dirás si hay algún problema, ideas interesantes o sugerencias por parte de ellos o por tu persona.

Tayler sintió una gota de sudor caer por su frente. Creyó que no habría más que ser la imagen, sino que tendría que ser la voz de sus compañeros. Hablar por ellos, defenderse por ellos, opinar por ellos como si fuera, parte de las mentes que creó esa espantosa idea.

Tan sólo negó con la cabeza dudoso. Tenía su mirada en pánico fija en Robert mientras tragaba en seco, dándole a entender a su superior que no estaba de acuerdo con aquella idea. Pero recibió una mala expresión por parte de Robert. Frunció levemente su ceño y miró a el inferior e indefenso Tayler mientras se levantaba del frío suelo.

Se acercó a el menor con pasos lentos. Cada paso razonaba en eco por el lugar. Creado por sus pisadas, transmitidas por la paredes y escuchadas por los oídos de Tayler. Sintió su corazón later rápidamente, tenía miedo por lo que fuese a hacer y más en el estado en el que se encontraba. Recordó la primera vez que vio a Robert, fue casi de la misma manera.

Al tener a Robert al frente de él, tragó saliva y lo miró con terror mientras gotas de sudor se creaban en su frente y caían por sus mejillas. Robert se agachó para estar a la altura en la que se encontraba Tayler.

— Perdón, perdón, perdón, perdón ¡Perdón! — Dijo rápidamente Tayler mientras cerraba sus ojos con fuerza. Había olvidado la regla más importante; cooperar ante toda orden.

Robert asintió más calmado, se levantó aún estando al frente del joven ante él. Posó su mano sobre el cabello de Tayler y le sonrió de lado de una manera psicópata que le causó un escalofrío.

— Así está mejor. "Tay Tay"— Dijo con una sonrisa más ampliada en su rostro.

Tayler lo miró con los ojos muy abiertos. Tenía pequeñas lágrimas en sus ojos causadas por el miedo que comenzaba a crecer desde sus adentros. Quería vomita por alguna razón, sentía náuseas y mareos comenzó a sentirse mal de repente. Dejó caer su cabeza mirando hacia el suelo mientras sacaba la lengua intentando vomitar.

¿Jessica? Se preguntó con terror en su mente. Pensó que tal vez no lo habían vigilado sólo a él, sino a toda su familia por completo. Aquellas náuseas fueron más intensas, causándo que el líquido expulsado por su cuerpo cayera a el suelo, ensuciando ciertas partes de sus piernas y sus brazos enyesados.

Robert miró un tanto asqueado la escena. Luego suspiró.

— En un momento te traigo una pastilla. — Dijo mientras se daba la vuelta para retirarse.

Mientras se iba a paso tranquilo, Tayler comenzó a pensar mientras escuchaba nuevamente aquel eco causado por su superior. Llegó a preguntarse si le habían hecho algo a su familia. Sintió náuseas por aquella imagen que se formó en su mente. Le pedía a Dios con todas sus fuerzas que estuviera equivocado. Que estuvieran de maravilla. Riendo, hablando, viviendo. Cosa que el ya no tendría, pero no le importó eso en ese momento, quería confirmar que su familia estuviera en buen estado.

Robert quitó el seguro, abrió la puerta y salió. Tayler levantó su cabeza y observó como aquella puerta se cerraba al frente de él. Hasta que se cerró por completo y escuchó nuevamente aquel sonido, dándole a entender que estaba encerrado ahí con seguro. Completamente solo. Solo con su miedo y desesperación.

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