Ya era fin de semana, concretamente sábado.

Nathaniel: buenos días mamá!

Michèle: buenos días Nathy!

Nathaniel: *fue hasta el lugar donde puso la ensaimada que le regalaron y se dispuso a comérsela, junto con su vaso de leche*

Nathaniel: QUÉ RICA!

Michèle: ah sí? Déjame probar un poco!

Nathaniel: *le da un gran trozo*

Michèle: anda! Es verdad! Sabe muy bien!

Nathaniel: *sonríe*

De repente, le suena el móvil, le había llegado un mensaje.

Adrien: buenos días Nath~ Espero que estés desayunando bien y teniendo una buena mañana. Ven cuando termines.

Nathaniel: *su cara de felicidad pasó a cara de miedo, sabía que no estaba tramando algo bueno*

Michèle: qué ocurre?

Nathaniel: no quiero comer más, termínate tú el resto.

Michèle: bueno... Vale...

Nathaniel: voy a salir un momento, sí?

Michèle: a dónde?

Nathaniel: a... Dar una vuelta por ahí...

Michèle: vale! Que te vaya bien tesoro! *le da un beso en la frente*

Nathaniel: *asiente* adiós mamá.

Michèle: adiós... Hijo...

Fue caminando hasta la mansión de Adrien y tocó el timbre.

Nathalie: *abrió la puerta* Vaya... Qué haces tú aquí tan temprano?

Nathaniel: he... He venido a ver a Adrien... Espero no haberle pillado desayunando...

Nathalie: no... Terminó hace ya... Su padre no está y yo me voy a hacer unos encargos, estaréis bien aquí solos?

Nathaniel: *traga saliva* s-sí...

Nathalie: perfecto. *se va*

Nathaniel: *entra bastante asustado y sube hasta llegar al cuarto de Adrien, una vez allí, toca la puerta*

Adrien: quién es?

Nathaniel: s-soy yo...

Adrien: ... Adelante.

Nathaniel: *entra*

Adrien: *está sentado en su cama, mirándolo con una sonrisa bastante siniestra* hola Nath.

Nathaniel: h-hola...

Adrien: qué tal te lo pasaste ayer? Bien por lo que veo...

Nathaniel: s-sí...

Adrien: estupendo... Pero, no sé si es que lo has olvidado o te pasas lo que te dijo por los cojones, no recuerdas que te dije algo como: ALÉJATE DE ELLA?

Nathaniel: y-yo... Teníamos que hacer un traba-

Adrien: NO ME VENGAS CON EXCUSAS! ACASO NO ENTENDISTE BIEN ALGO DE LO QUE TE DIJE? ACASO EL CASTIGO QUE TE DI NO TE SIRVIÓ DE NADA?

Nathaniel: s-sí... P-por favor, déjame que te lo explique-

Adrien: *se levanta y lo empuja fuertemente contra la pared* Te escucho. Si me convences, no te haré nada malo, sino, ya sabes lo que te espera.

Nathaniel: t-tuve que ir a casa de Marinette a hacer el trabajo que la profe nos mandó-

Adrien: eso no me sirve. Sino... Cómo explicas lo de que te acompañara a tu casita?

Nathaniel: ella me había dicho que quería acompañarme... No le iba a decir que no...

Adrien: y por qué?

Nathaniel: s-sería algo grosero de mi parte-

Adrien: *lo coge y lo vuelve a chocar contra la pared* Y A MÍ QUE ME IMPORTA ESO? QUÉ ES LO QUE TE DIJE YO?

Nathaniel: q-que me alejara de ella... *dijo, asustado*

Adrien: correcto. Y qué hiciste tú?

Nathaniel: ... Desobedecerte...

Adrien: bien, tú mismo te has dado cuenta.

Nathaniel: p-pero te prometo que no hicimos nada de lo que tú piensas, solo hicimos el trabajo y ya está, nada más!

Adrien: espera a ver si ese argumento me convence... NAAAH! NO ME CONVENCE! *lo tira hacia la mesita de noche, haciendo que se estrellara con ella y se cayera*

Nathaniel: A-Adrien... P-perdóname... Lo siento mucho!

Adrien: ya es tarde para disculpas *lo coge de la camiseta y lo eleva*

Nathaniel: no por favor! No me hagas daño!

Adrien: *le da una patada en el vientre, mandándolo al escritorio, donde le cayeron casi todas las cosas encima y una de las libretas que tenía, le rajó un poco la cara al caer*

Nathaniel: *empieza a llorar* p-para...

Adrien: ya? Si esto es solo el principio... Lo peor está por llegar!

Nathaniel: n-no lo hagas, todavía tengo secuelas de la otra vez!

Adrien: ese no es mi problema.

Nathaniel: n-no sigas- *casi se había levantado*

Adrien: *le pega un puñetazo en la cara, dándole en el ojo derecho, osea, el que no estaba cubierto por su flequiilo, dando la casualidad, de que justo en ese lado de la cara, estaba la raja que se acababa de hacer y volviéndolo a tirar al suelo* CÁLLATE YA!

Nathaniel: *lo único que podía hacer era llorar a más no poder*

Adrien: AHORA TE LAMENTAS, EH? YA NO TIENE REMEDIO!

Nathaniel: y-yo te prefiero a tí antes que a nadie!

Adrien: NO SIGAS DANDO EXCUSAS! *lo lanza a la cama* PONTE A CUATRO PATAS! YA!

Nathaniel: *obedece*

Esta vez no lo ató al respaldo de la cama, pero si cogió una cuerda más larga, para atarlo de una forma que, de casualidad encontró en internet una vez cuando, haciendo un trabajo vio fotos de cómo torturaban antigüamente a los aldeanos que castigaban o condenaban a muerte y se le ocurrió la idea de emplearlo con Nath.

Adrien: has sido un chico muy malo, y a los chicos malos y desobedientes hay que adiestrarlos adecuadamente.

Nathaniel: e-eh?

Adrien: desnúdate entero. YA!

Nathaniel: *se desnudó, tirando Adrien, su ropa al suelo*

Adrien: no te muevas por la cuenta que te trae.

Lo ató, de la siguiente manera que os voy a enseñar, y le puso una correa de perro:

Nathaniel ya se esperaba lo peor.

Nathaniel: d-duele...

Adrien: JA! PUES AÚN NI HEMOS EMPEZADO! VOY A HACER QUE RECUERDES ESTE DÍA DURANTE MUCHO TIEMPO DE TU VIDA!

Nathaniel: *empieza a llorar de nuevo*

Adrien: PUEDES LLORAR LÁGRIMAS DE SANGRE SI QUIERES! NO ME VAS A CONVENCER DE NADA!

Nathaniel: (ahora mismo, preferiría estar muerto...)

Adrien: *con ambas manos, abrió la entrada de Nath y, sin antes lamerlo ni nada, introduce un dedo en su entrada, muy profundamente*

Nathaniel: a-ah! D-duele! *dijo, dando grititos ahogados de agonía*

Adrien: *mete otro dedo en su interior*

Nathaniel: *lo único que hacía era gritar*

Adrien: adelante, grita lo que quieras, aquí no puede oírte nadie!

Nathaniel: A-Adrien, p-por favor...

Adrien: no te molestes. Lo que digas será en vano. *saca los dedos de su entrada, y puede ver cómo sale algo de sangre*

Nathaniel: *llora más fuerte, dando sonoros gritos de dolor*

Adrien: *se desabrocha el pantalón y se lo baja, junto con los bóxers*

Nathaniel: *respiraba agitadamente, a causa de sus llantos y del dolor*

Adrien: *coge las cadenas con las que sostenía el collar de cuero y las acerca a él con su mano, bruscamente, justo cuando mete su miembro*

Nathaniel: *ahogándose* A-Adrien... N-no puedo res- *no pudo seguir hablando, debido al fuerte tirón que le dio Adrien, ahogándolo*

Adrien: cómo dices? No te entiendo! *suelta la correa*

Nathaniel: *tose, debido a la presión recibida en su garganta*

Adrien: sabes? No te hubiera hecho falta ir a su casa, podías haber hecho tu parte en la tuya y ella que hiciera la suya y en el instituto haberlo juntado todo. Había otras opciones, pero no! Tú tenías que ir a su casa a estar tonteando con ella! *dijo enfadado*

Nathaniel: n-no lo pensé... L-lo siento mucho Adrien...

Adrien: sí, claro! *le da otra embestida, tirando de la correa*

Nathaniel: S-suéltame! *el tirón que hizo, le impidio poder seguir hablando de nuevo, ahogándose otra vez*

Adrien: *lo suelta*

Nathaniel: *tose de nuevo, estaba jadeando mucho y babeando, debido a lo que le estaba haciendo, además de mencionar, que estaba llorando*

Adrien: JA! ODIAS ESTO, VERDAD?

Nathaniel: s-sí...

Adrien: pues... YO ODIO QUE ME DESOBEDEZCAN!

Nathaniel: ... N-no sigas...

Adrien: ... Me estás dando una órden?

Nathaniel: n-no...

Adrien: porque es lo que me ha parecido!

Nathaniel: *solloza*

Adrien: acaso quieres más? *le dijo en un tono burlón e imponente*

Nathaniel: n-no...

Adrien: *resopla y va a su escritorio a por unas tijeras y le recorta las cuerdas, desatándolo*

Nathaniel: *cae rendido sobre su cama, jadeando y llorando, lleno de dolor*

Adrien: *le quita la correa* Espero que esta vez si hayas aprendido algo.

Nathaniel: *seguía sufriendo en silencio, agarrando fuerte las sábanas*

Adrien: la próxima vez que veas a Marinette, o a cualquier chica aparte, hablarás con ella, dejarás que te acompañe e irás a su casa?

Nathaniel: *niega con la cabeza*

Adrien: así me gusta. Vete de aquí.

Nathaniel: ... N-no puedo moverme.

Adrien: y a mí qué? Te dije que te vayas! Vístete y sal de mi habitación!

Nathaniel: *se levanta como puede, se viste, aguantando el dolor, y sale, caminando mal, osea, como cojeando y eso, del cuarto de Adrien*

Adrien: *chasquea la lengua* Qué imbécil! Qué trabajo le cuesta hacer caso? De verdad!

Plagg: Adrien...

Adrien: qué quieres, maldito gato?

Plagg: te has pasado. Y mucho. Me estás empezando a dar miedo.

Adrien: es que no lo entiendes Plagg? Se lo merecía! Me ha desobedecido!

Plagg: cuando me tocó ser tu kwami, me dijeron que eras una buena persona, y era cierto... Pero ahora ... Has cambiado, ya no eres así... Y todo por un recha-

Adrien: NO ES SOLO POR EL RECHAZO! ESO ES LO DE MENOS! MUCHAS MÁS COSAS INFLUYEN EN MI COMPORTAMIENTO ACTUAL!

Plagg: pues antes de lo de Ladybug, no parecía que te importara.

Adrien: ESO ES PORQUE ELLA ERA LO ÚNICO QUE ME HACÍA FELIZ! MI ÚNICA DISTRACCIÓN! MI ÚNICO MOTIVO PARA VIVIR Y HACERLO CON UNA SONRISA! PERO AL RECHAZARME, YA NO TENGO NADA QUE ME ALEGRE! YA NADA ME IMPORTA! SOLO ME IMPORTABA ELLA Y LE DOY IGUAL! *dijo, llorando*

Plagg: bueno, pero no tienes por qué tomarla con ese pobre chico! Estás arruinando su vida!

Adrien: él ya la tenía arruinada antes de esto!

Plagg: hasta este punto?

Adrien: una persona que sufre mucho no puede sufrir más de eso!

Plagg: sí, Adrien, la gente puede sufrir mucho más por culpa de eso! Estás estropeando una etapa suya en la que más cosas experimenta y lo hacen cambiar cuando sea adulto! Sé razonable!

Adrien: *le lanza un cojín* HOY TE HAS QUEDADO SIN QUESO!

Plagg: *apartándose el cojín* Noo! Mi queso noo!

Adrien: te jodes!

Plagg: *se va a una esquina y de brazos cruzados le hace el vacío*

Adrien: *se sienta en el borde de la cama y sigue llorando*

Mientras, Nath en su casa...

Nathaniel: ya he vuelto, mamá.

Michèle: *haciendo la comida* Vale, hijo, no puedo mirarte ahora, estoy haciéndote una sopa de verduras!

Nathaniel: olvídalo. No tengo hambre. Me voy a mi habitación.

Michèle: no quieres comer?

Nathaniel: no, gracias, puede que más tarde.

Michèle: vale, te la dejo para la merienda, sí?

Nathaniel: como quieras. *intenta subir como puede las escaleras*

Una vez llega al cuarto, cierra la puerta y al no poder caminar más por el dolor, cae, agarrándose al bordillo de la cama, de rodillas y empieza a llorar de nuevo*

Nathaniel: qué he hecho yo para merecer esto?

CONTINUARÁ...