Una nueva experiencia

Por fin terminó el dichoso instituto. Ya me iba a ir a mi casa, pero Chloe me detuvo.

-Oye Nath! Sé que te quieres ir ya a tu casa, pero... Que te parecería ... Subirte a mi limusina y venirte a mi apartamento mejor?

-No sé Chloe, no sé si es buena idea ir así de repente...

-Venga, por fa! Es que... Me gustaría que vieses mi apartamento... Es bastante espacioso...

-Ya lo vi, cuando dejé de ser Evillustrator y volví a ser yo en ese lugar.

-Pero... Quiero que la veas, esta vez no por haber recobrado la conciencia tras una akumatización*, sino estar allí para pasar una tarde de amigos... Ya sabes... Porque somos amigos, verdad?

-Eeh... Sí... Claro...

-Entonces, vienes?

-Qué remedio. Llamaré a mi madre para avisarla.

-Bieeen!–tras decir eso, me dio un gran achuchón.

Justo en ese momento, salieron Marinette y Adrien cogidos de la mano, cosa que me dio igual. Lo que me hizo quedarme observándolos fijamente fue la mirada amenazante que el rubio dirigía hacia mí. Yo lo miré de la misma manera, no me iba a intimidar con eso.

–Pasa algo?–dijo Chloe, tras terminar de abrazarme.

–No... Nada...

Después de eso, me subí a su limusina, una vez dentro, llamé a mi madre para avisarla de que iba a ir con Chloe. Cuando llegamos a su hotel, las personas que había allí se nos quedaban mirando, sobretodo los mayordomos. Al entrar en su habitación, me dijo que nos observaban tanto porque desde Adrien no era muy normal que ella trajese chicos. La verdad es que su cuarto es bastante grande y bonito, daban ganas de dibujarlo, pero no estaba de humor para ello, hoy no, y mucho menos por lo que había pasado hace unas horas. Chloe en todo momento me ayudó a poder caminar y a sentarme en el borde de su cama, ya que aún me dolía todo el cuerpo por la pelea, aunque no lo creáis, Adrien es bastante robusto.

–Te veo bastante afligido... Es por Adrien, verdad?

–Sí... Es muy insoportable. No me siento cómodo cuando está cerca, se me vienen muy malos recuerdos a la cabeza cada vez que lo veo.

–Te cuesta olvidar lo que anteriormente tuviste con él, cierto?

–Pues... Puede ser... Hace pocos días estaba enamorado de él, él se volvió mi todo, hasta le había perdido el gusto por completo a Marinette, pero ahora... Ahora los odio a ambos, no los quiero ni en pintura.

–Entiendo.

–Es que... Ese idiota me tiene harto... Es un estorbo para mí! No lo soporto!

–Tienes que superarlo... E ignorarlo.

–No es fácil si te va acosando y amenazando cuando estás solo.

–Lo sé, pero tienes que demostrarle que ya no te importa, que pasas de él y se acabará cansando.

–No comprendo cómo es que después de todo lo que pasamos se fue con ella tan fácilmente!–me echo las manos a la cabeza y unas lágrimas empezaron a salir de mi interior.

–No llores, Nath... La vida da muchas vueltas, pero tienes que seguir adelante...

Yo no era capaz de escuchar ninguna de sus palabras por estar demasiado metido en lo mío. Pero hubo algo que me hizo regresar. Justo cuando estaba desconectado de todo, Chloe besó mis labios. Cuando se apartó, sonrió y me dijo:

–Ves? Ya dejaste de llorar~

Me quedé mirándola fijamente, la cogí de la cintura, la acerqué a mí y le di un beso mucho más intenso. Ambos éramos incapaces de parar. Chloe se subió encima de mí y me apegó mucho más a ella al empujarme, poniendo sus manos en mi espalda. Yo hice lo mismo. En ese instante, no podía pensar en nada más, hasta se me olvidó lo que estábamos hablando hace un rato.

AVISO: A PARTIR DE AQUÍ HAY LEMMON HETERO. SI DECIDES LEERLO Y NO TE GUSTA, YO YA TE HE ADVERTIDO CON ANTELACIÓN.

Ella se tumbó en su cama, llevando su cabeza hasta la almohada, esperando a que aumentara el nivel. Metí una de mis manos a través de su camiseta y fui subiéndola hasta tocar uno de sus pechos y apretarlo suavemente, poniendo mi dedo índice en su pezón. Me agarraba para que siguiera besándola, pero sin que detuviese lo que estaba haciendo. Se veía realmente excitada, como si hubiese deseado esto desde un principio. Al rato, me soltó y me dijo, entre jadeos:

–Vamos a desnudarnos mutuamente.

Asentí y lentamente nos íbamos quitando el uno al otro cada una de las prendas que llevábamos puestas hasta quedar completamente desnudos. Después de eso, nos abrazamos, pegando totalmente nuestros cuerpos. Se me podía notar que estaba muy caliente. Ella apartó mi flequillo para poder verme la cara completa, cosa que la hizo sonreír y acariciarme la mejilla. Sabía que meterla así de repente le dolería y más si es virgen, así que decidí estimular su clítoris con mis dedos. Apretaba mi espalda con fuerza con sus dedos mientras gemía sin parar. Cuando tocaba en algún sitio que le gustaba, me decía que siguiera estimulando esa zona, cosa que hacía, y para excitarla más le decía cosas al oído como: así que te gusta ahí, eh? Entonces seguiré~

Cada vez podía meterlos más adentro, su líquido empezó a salir y a expandirse por mis dedos. De repente, ella detuvo mi mano y me dijo, con una voz sensual:

–Mételo ya~

Después de eso, saqué mis dedos e introduje la punta de mi pene. Ella insistía en que fuera más adentro y rápido, pero quería ir despacio. Poco a poco lo fui metiendo hasta introducirlo por completo y me detuve, ya que noté contacto con su himen*. Me daba miedo hacerle daño, pero ella me dijo que no me preocupase. Le dije que se relajara para que le doliese menos y por lo que parecía, ella lo estaba bastante. Lo curioso fue que cuando la metí, no sufrió daños ni sangró ni salió nada, podría tener un himen dilatable*.

El caso es que el sexo era muy bueno con ella, se sentía muy bien y su interior estaba muy caliente y mojado. Ambos éramos incapaces de parar de gemir, cada vez iba más rápido y hacía más calor. Justo cuando me iba a correr, al no tener preservativo, tuve que aguantar y hacer la marcha hacia atrás, corriéndome en su abdomen, cosa que no pareció agradarle mucho, ya que ella no se había corrido aún. Para ayudarla, tuve que seguir usando mis dedos hasta que llegó al clímax.

Al terminar, ambos nos quedamos un rato tumbados en aquella cama y después nos duchamos juntos y nos vestimos. Después de eso, me preguntó que si quería ser su novia, que le gustaba desde hace mucho tiempo y que deseaba tener relaciones sexuales conmigo, ya que se tocaba pensando en mí, cosa que me dejó muy impactado porque más bien parecía que me odiase antes. A pesar de todo, yo acepté y decidí salir con ella. Total, era la mejor forma de olvidar a aquel imbécil.

Quise irme de ahí, estaba cansado, así que me despedí de ella, dándole antes un beso en los labios y me fui a mi casa.

Al llegar, mi madre empezó a hacerme el típico cuestionario de:

–Y quién es? Es de tu instituto? Esa era la rubia que te hacía bullying antes? Pobrecilla, algunas personas expresan su amor así.

Luego siguió diciéndome:

–Qué tal con el chico ese? Te sigue molestando?

A lo que yo le dije, mintiendo:

–No mamá, ya me dejó en paz.

–Y por qué tienes un morado en el ojo? Y no me digas lo del poste.

Al final me acabó descubriendo y le dije la verdad. Me dijo que ya estaba harta, que iba a llamar a su padre y yo le dije que no iba a lograr nada haciendo eso, solo empeoraría las cosas. También le dije que yo me hice más fuerte y que no me quedé atrás, a lo que ella se mostró aliviada.

Seguimos hablando de más cosas y me tumbé en mi cama para irme ya a dormir. Me dio por pensar en el sexo que tuve con Chloe... Llegó a ser más satisfactorio que el que tuve con Adrien? Prefiero no recordarlo, solo quiero recordar con él las partes dolorosas para odiarlo más y más.

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Esta es la parte donde termina el hard, por si hay gente que no quiere leerlo.



Tengo que ... Odiarlo. A él, a su sexo, a todo lo que tenga que ver con su estúpido ser... Simplemente yo no quiero recordar nada bueno de él... No quiero recordar aquellos momentos en los que me hacía gemir como una perra en celo, ni cuando me daba esos besos que me hacían quedarme en blanco... Ni la mirada que me dirigía cuando estaba conmigo... Aquella falsa mirada. Yo solo no debo... Recordar...

Tarde. Era muy tarde. Ya había pensado en todas aquellas cosas y ya tenía mi mano cogiendo mi pene y deslizándola de arriba a abajo, mientras me mordía el labio inferior. Empecé a llorar por lo que estaba haciendo, no quería, me sentía mal por ello, era horrible. Quería parar, pero mi cuerpo no estaba de acuerdo, tampoco mi mente quería parar de recordar. Mi simiente* había salido, manchando mi cama. Saqué mi mano y la miré, toda llena de esperma e hice un rostro de aversión*. Estaba asustado de mi propio yo por las cosas que hacía pensando en la persona equivocada. Quise ignorarlo y me relajé. Entre jadeos cerré mis ojos y antes de dormir, una frase pasó por mi cabeza:

Adrien, espero tener la ocasión de hacerte sufrir lo que yo estoy sufriendo ahora mismo.

CONTINUARÁ...

*Akumatización: palabra inventada por mí.

*Himen dilatable: que permite el paso del pene o de dedos (en el caso de la masturbación) sin romperse y vuelve a las dimensiones normales una vez que aquél o aquellos se retiran.

*Simiente y esperma: es lo mismo que semen.

*Aversión: asco.

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