Otra vez tenía que ir al instituto. En serio, estoy hasta los huevos de tener que ir cinco días a la semana a ese lugar. Podría fingir ponerme enfermo o algo, hasta se lo creerían con solo verme la cara que tengo. En fin, ignoré la idea y una vez que llegué ahí, como no, vi cerca de la entrada, antes de subir las escaleras, a Marinette y a Alya hablando de algo y desgraciadamente me pilló justo al lado la peor parte de la conversación.

–TÍA! EN SERIO ADRIEN Y TÚ LO HABÉIS HECHO?

–SÍÍÍ! TE LO JURO! ES CIERTO! AÚN ESTOY QUE NO ME LO CREO!-Empieza a saltar de alegría y a gritar como loca.

–Y... Qué tal fue?-Le da un pequeño codazo, mientras la miraba con cara atrevida.

–Pues... Estuvo magnífico! No me dolió nada, lo hizo con mucho cuidado, fue muy amable... Hasta se trajo preservativo y todo!

–Hala! Eso es genial! Nino fue un bestia...–dijo esto último en voz baja.

–Síí! Yo sabía que Adrien era mi chico ideal~ Se nota que le gusto! Y más con el placer que me hizo sentir ayer~–le da otro codazo a su amiga.

–Gritaste mucho?–le lanza una mirada pícara.

–Grité, sí y gemí como una loca–empieza a reírse.

–Vaya perra estás hecha!–dijo Alya de coña y se echó a reír también.

–MALDITO HIJO DE PUTA!–dije sin pensar y sin darme cuenta de cómo se me quedaron mirando ambas.

–Su madre está muerta, sabes?–dijo Marinette.

–Sí, lo sé... Lo sabía antes que tú incluso.

–Y entonces por qué dijiste eso?... Da igual. Qué problema tienes?

–Ninguno, por lo menos contigo, así que no te metas.

–Me meto porque es mi novio! Qué te pasa con él?

–Nada. Son cosas de hombres.

–De maricones porque vamos...–dijo Alya en voz baja.

–Qué dijiste?–pregunté amenazante.

–Nada que te importe, mamón! Sigue con lo tuyo y haz el favor de no meterte en nuestras conversaciones, sí? 

–Lo que tú digas–dije en un tono despectivo y me fui, no quería seguir perdiendo el tiempo en discutir con un par de idiotas.

Me hervía la sangre. En serio? Con ella fue de lo más gentil y a mí me hacía mierda a cada segundo? Toda clase de insultos hacia su persona se me pasaban por la cabeza en ese momento. Cómo pude ser tan imbécil de dejar que hiciese lo que le diese la puta gana conmigo?

Entré a clase y Chloe me dijo de ponerme delante con ella, pero y Sabrina qué? Es su amiga, querrá estar con ella, a mí me da igual estar solo. Además, en aquel momento no tenía ganas de hablar con nadie, así que me fui a mi sitio de siempre y Chloe se vino como el otro día un sitio por delante de mí. Se cambió de lugar y se puso a mi lado, pero me dijo que después se iría al suyo de nuevo.

–Qué te ocurre, Nath? Te veo estresado.

–No te preocupes, Chloe, estoy bien–finjo una sonrisa.

–Seguro?

–Seguro...

–Vale... Porque no quiero verte triste, sí? Si tienes algún problema no dudes en contármelo–me dio un beso en los labios después de decir aquello y se fue.

Chloe ya tiene suficientes problemas como para andar preocupándose por los míos. Es mejor así. Noté en Sabrina una mirada bastante... Intimidante. A lo mejor le molesta que su amiga pase más tiempo conmigo que con ella. No me gustaría ganarme más enemistades...

De repente, entró Marinette toda loca diciendo a gritos: ADRIEN Y YO LO HEMOS HECHO! PERDÍ MI VIRGINIDAD CON ÉL! QUIERO QUE LO SEPA TODO EL MUNDO! OS ALEGRÁIS POR MÍ, NO?

Chloe pudo intuir en ese momento el por qué de mi malhumor, Marinette es realmente molestosa y más cuando quiere ser el centro de atención.

–Y a nosotros que nos importa tu vida?–preguntó la rubia de manera agresiva.

–Eso es! La verdad es que lo que hagáis Adrien y tú como que nos resbala, sabes?–le siguió la corriente Kim.

–Realmente hasta te podías haber ahorrado el decir eso–replicó Max.

Un montón de quejas fueron hacia la morena.

–QUÉ PROBLEMA TIENEN? SOLO ESTÁN CELOSOS PORQUE YO HE FOLLADO Y VOSOTROS NO!

–Ni que "follar" fuera la gran cosa en mi vida–dijo Alix, haciendo gestos con los dedos.

–P-PERO BUENO! USTEDES SIEMPRE ME HAN HECHO CASO Y ME HAN APOYADO EN TODO DE AQUÍ A ATRÁS!

–Más bien, fingimos apoyarte–dijo Iván–Mira, me caes muy bien y todo eso, me ayudaste y te lo tengo muy agradecido, pero no eres el centro del Universo. Si te hemos apoyado alguna vez, como por ejemplo, cuando fuiste delegada, es porque diste un buen discurso y porque parecías que sabías lo que hacías y eso nos dio seguridad. El resto de las veces eres lo mismo que nosotros y nada más. No te vengas arriba por hacer cosas que los demás no han tenido ganas de hacer o que no puedan. Mylène y yo... Te importa que lo diga, cielo?

–No, adelante.

–Mylène y yo también lo hemos hecho y no nos hemos puesto a gritar como locos a los cuatro vientos. Seguro que Nino y Alya también lo hicieron y tampoco lo contaron. Por qué? Porque no le importa a nadie. Y ya me callo que me he pasado hablando de más.

Kim empezó a aplaudir y la clase le siguió el rollo. Cuando Adrien entró y los vio de esa manera y a su novia apunto de llorar, muy enfadado dio un golpe en la mesa, que hizo parar a todos.

–QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ? QUÉ LE HABÉIS HECHO A MARINETTE?

–Que tu novia te diga el motivo!–dijo en voz alta Chloe.

–Qué ha pasado, Mari?

–Que...–sollozando–les dije a todos que lo hemos hecho y me han hablado muy mal.

–Qué has hecho qué?

–Es que tú eres un modelo famoso y el amor de mi vida y me hizo mucha ilusión que todos se enterasen para dar envidia a perras como Chloe...

–Perdona, pero esta perra te está escuchando! Y a mí no me da ninguna envidia que te hayas tirado a un idiota como Adrien porque yo me he tirado a Nath y él por lo menos es alguien honra–

–Shh! Chloe! A nadie le importa lo nuestro, no seas como Marinette!–le dije en voz baja, haciendo gestos para que parase.

–Ah, sí... Perdona, cielín~ Pues eso, que no eres el centro del planeta, monada!

–A tanto te has rebajado para llegar a hacerlo con Nath?–preguntó Marinette.

–Creo que la que se ha rebajado has sido tú. Después de todo lo que te ha hecho sufrir~

–Chicas... Dejad de pelear ya por favor, que la profe está al llegar...–dije eso, pero fui totalmente ignorado.

–Marinette, ya basta, no sigas con esto–dijo Adrien, mirándonos mal a mí y a Chloe.

–Chloe, para tú también, no quiero que te metas en un lío como yo...

–Esta bien, pero lo haré solo por tí, cariñín~–se volvió a su sitio.

–Y vosotros, la próxima vez que alguien se ría de Marinette, se las verá conmigo y creedme, no os hará tanta gracia entendido?–dijo el rubio.

Nadie dijo nada y se creó un total silencio, hasta algunos asentían. A mí me la sudaba porque ya no me causaba ningún miedo, y mira que ahí estaba enfadado, tipo cuando se enfadaba conmigo antes de lo castigos...

Vio que yo estaba en otro mundo y se acercó a mí, dando un golpe fuerte en mi mesa y me dijo: Entendido?

A lo que yo le respondí:

–Déjame en paz, Adrien–y seguí con lo mío.

Justo en ese momento entró la profe y lo vio solo a él levantado.

–Qué está pasando?–preguntó preocupada la Srta Bustier.

–Nada, profesora. Adrien vino a pedirme un lápiz. Anda, toma, luego me lo devuelves–se lo doy, dejando en él una cara de extrañeza.

Paso de meterme en líos por su culpa. El problema es cuando me tenga que devolver el lápiz, pero ya me las arreglaré.

Terminaron las clases y vi que se acercaba a mí para devolverme el lápiz. Pensaba que me iba a decir algo, pero solo lo partió por la mitad y me lo tiró de manera despectiva. Vaya un capullo.

Al irme ya a mi casa, alguien me agarró del brazo. Joder, como sea él le doy un puñetazo. Por suerte, era Kim. Espera... Kim? Qué quiere ese de mí?

–Esto... Hola...–dijo, riéndose un poco y poniendo su mano tras la nuca.

–Eeh... Hola... Qué quieres?–fui directo al grano.

–Pues... He estado pensando que me gustaría que nos conociésemos más...

–Ajá. Por?

–No sé... Quieres que quedemos hoy en alguna cafetería?

–Bueno...

–Nos reunimos en el instituto y vamos andando?

–Como quieras.

–Guay! Entonces, esta tarde nos vemos, no?

–Seh.

–Genial, allí nos vemos!–se va corriendo a su casa.

Qué onda con este tipo? No me ha hablado en la vida y ahora decide así de la nada hablarme. No lo entiendo. Estará tramando algo? Será cosa de Adrien? A lo mejor solo me estoy haciendo una mala idea de él y solo quiere quedar... Por si acaso iré con mil ojos...

CONTINUARÁ...